No se trata de que siendo cristiano haya una lista de cosas que no podemos hacer, si no que hay una lista infinita de cosas que se supone que no deberíamos anhelar hacer.
Nuestro desafío es darle a la gente suficiente alimento a través de la Palabra para que puedan vivir nutridos, fortalecidos e iluminados en su entendimiento.
Hemos vivido crisis tras crisis a lo largo de nuestra historia, y con aciertos y desaciertos hemos salido de ellas, pero hoy la desesperanza y el dolor nos han llevado a lo que parece ser un túnel sin salida