Como cierre, todos participan de la Cena del Señor, con gran algarabía expresan alabanzas al Dios eterno. Esta es una nueva página que ha quedado escrita en la historia del Parque Lezama.
La sociedad está pidiendo a gritos la manifestación de los hijos de Dios y la Iglesia tiene que estar en la calle. Dios nos mandó a demostrar el amor de Cristo con nuestras acciones.