Es la historia de una joven cristiana de 19 años que pese a padecer una enfermedad incurable en plena pandemia, no dejó de cumplir con el propósito que Dios tenía para ella
Esta es una historia conmovedora y con un mensaje que te hará reflexionar. Grafica lo doloroso del bullying y, a la vez, nos enseña que el tesoro de una persona no lo encontramos en el aspecto físico sino en la esencia de su interior.