El evento convocó casi el doble de personas que el año pasado. Adultos, jóvenes y familias se movilizaron por Londres en defensa del niño por nacer y realizaron charlas de concientización para no abortar.
La actividad se realizó este 3 de septiembre bajo el lema “10 millones de vidas son demasiadas”, haciendo referencia al “número de abortos que se han producido desde que se aprobó la Ley del Aborto en el Reino Unido en 1967”, detalló Ben Thatcher, uno de los organizadores. Las personas recorrieron las calles de Londres hasta la plaza del Parlamento con carteles que proclamaban “la vida desde la concepción, ¡sin excepción!”.
Desde temprano, se realizaron charlas y actividades para niños y jóvenes, en los que también hubo espacios para que la gente contara su testimonio. Uno de ellos fue Armita, quien fue con su bebé y narró su historia emotiva; la mujer en una situación de desesperación había decidido abortar e impulsivamente tomó píldoras para deshacerse de su bebé. Sin embargo, inmediatamente, algo dentro de ella la movió a contactar al Dr. Dermot Kearney, quién le recetó otros medicamentos para revertir la práctica. Ambos finalizaron esa consulta con una oración a Jesucristo.
En el evento también participó el fundador de la organización pro vida internacional más grande del mundo, Shaw Carney, quién planteó el lanzamiento de un proyecto prometedor: “Repensar el aborto”, orientado a ayudar a las personas que tienen dudas sobre este tema controversial.
Isabel Vaughan-Spruce, una de las organizadoras, compartió sus preocupaciones con la multitud sobre las leyes de aborto actuales en el Reino Unido, que permiten la práctica hasta la semana 24. “Dentro del útero de cada mujer embarazada hay un ser humano, esto no es política, esto no es religión, esto es ciencia”, planteó Isabel.
Desde la organización en su página afirmaron “sabemos que muchos son cristianos y, aunque no es necesario tener ninguna fe para ser pro-vida, realmente agradecemos y necesitamos todo el apoyo posible”. Desde la organización fueron categóricos y afirmaron, “el aborto es una batalla espiritual y nunca la ganaremos sin la ayuda de Dios”.
La portavoz de Right To Life UK, Catherine Robinson, expresó “es muy alentador asistir a la marcha y ver que el número de personas que asisten crece tan rápidamente. Esperamos que la marcha siga creciendo y que el aborto, algún día, se vuelva impensable”. Además, afirmó “hay señales de que el mensaje pro-vida cada vez es más aceptado por la gente del Reino Unido”.