El pastor de Nueva Generación, nos compartió por qué llevan a cabo esta misión como iglesia.
En medio de un año de crisis, en el que la pandemia nos obligó a vivir en aislamiento social, hay personas que rompen el molde y nos inspiran a estar más cerca de los necesitados. Es el caso de Leonardo Arribas, quien junto a su congregación asisten a personas en situación de extrema pobreza. En diálogo con La Corriente, Leo nos cuenta de su labor de asistencia y evangelismo.
LC: ¿Hace cuánto tiempo se dedican a la ayuda en social?
LA: Desde el comienzo de la iglesia, hace unos 11 años. Todo fue muy de a poco. Y aunque en nuestros inicios no teníamos espacio físico, eso no nos limitó. De hecho, empezamos a asistir a personas con problemas de adicción en las calles. Y al día de hoy son más de 500 jóvenes los que dejaron las adicciones a través de nuestro trabajo, y muchos de ellos están ayudando a otros con nosotros.
LC: ¿Cuántos comedores en total tienen como fundación y como están repartidos?
LA: Estamos atendiendo en cinco comedores, dos en Berazategui, uno en Moreno, otro en la Boca y un último en la Paternal.
LC: ¿Cuántas personas participan en la fundación?
LA: Toda la iglesia está involucrada en la labor, tratamos de no separar una cosa de la otra. Aunque tenemos personas abocadas exclusivamente a atender los comedores, que suman unos 150 colaboradores dedicados de lleno a esta misión.
LC: ¿A qué cantidad de personas asisten diariamente?
LA: Entre los comedores y las recorridas en las que salimos a repartir comida, que es todas las noches, solo el mes pasado hemos entregamos más de 5 mil raciones de comida. Y estimamos que esto se traduce a unas 400 personas por días.
LC: ¿Qué los motivó a iniciar esta misión y ser luz a otras personas?
LA: Hay dos razones básicas por la que hacemos esto, la primera es el amor y la segunda es la misericordia. Para nosotros se trata de ejercer la misma compasión que tuvo Jesús con nosotros y hacer lo que Cristo hizo cuando transitó en la tierra.
En una situación el Maestro no quiso despedir al pueblo en ayunas, y les dijo a sus discípulos «denle vosotros de comer». ¿Y sabés lo que pasa cuando dejamos de vernos a nosotros para ver la necesidad del otro? Comienza lo sobrenatural, lo impensado de Dios.
Por ejemplo, el último comedor que abrimos comenzó con una familia en Berazategui que preparaban viandas de comida desde su casa desde que empezó la pandemia. Hoy funciona una de nuestras bases de operaciones que, además de brindar alimentos, dan apoyo escolar y talleres de oficios, entre otras cosas. Y como esas te puedo contar que con cada centro de ayuda pasó algo similar, pero el motor de todo es la compasión.
LC: ¿Y de dónde nació esta idea de poder asistir a los más necesitados?
LA: Fue muy loco como empezó el primer comedor, me acuerdo que en la iglesia de Moreno teníamos un buffet para compartir con los hermanos y además juntar fondos para realizar algún arreglo. Pero me acuerdo que, un día, vi a un chico parado frente a la vitrina observando un pancho con tantas ganas que parecía que se lo devoraba con la mirada.
Sin dudarlo le compré uno y, al rato, me trajo al hermano. Después, cayo otro hermano, después tres primos, y ahí me di cuenta de la necesidad que muchos estaban pasando.
LC: ¿Por qué es importante como iglesia realizar este tipo de tareas?
LA: Porque es muy fuerte ver la necesidad y no podemos quedar indiferentes ante ella. Es replicar lo que hizo Jesús, es llevar el evangelio no solo con una biblia sino también con un plato de comida. Hacer esto nos da la capacidad de desarrollar, de manera práctica, el amor. Y así, la iglesia se vuelve más humana sin caer en el humanismo.
Cuando podemos sacar la mirada de nosotros mismos y ponerla en lo demás, lo que sucede es muy poderoso. Porque ahí realmente estamos sirviendo al Señor. Y esto va más allá de dar solo alimentos, sino dar consejos de vida, ayuda espiritual y emocional, capacitar en todas las áreas, brindar consuelo, dar un abrazo y entender cuántas cosas hay que todos podemos hacer.
La iglesia tiene el poder de dar libertad al cautivo, y eso es expresar nuestra fe de una manera práctica y tangible, tal como dijo el apóstol Santiago, “la fe sin obras es muerta”.
Las acciones solidarias continúan en pandemia y aún logran llegar a comunidades originarias de Misiones, donde no hay agua ni electricidad.
La crisis del coronavirus trajo muchos efectos colaterales que van más allá de lo sanitario. Uno de ellos es el que atraviesan en las aldeas de distintas partes de la Argentina, donde dejaron de recibir donaciones que son necesarias para la subsistencia de los pueblos originarios. La Corriente entrevistó a Jorge y Nadia Zamorano, un matrimonio de misioneros que trabajan con comunidades guaraníes en la provincia de Misiones, para conocer cómo es la actual situación del lugar.
Los Zamorano pertenecen a la organización comunitaria Gotas de Amor, una asociación civil que ayuda a diferentes comunidades que viven en selvas de la provincia misionera. “Nuestras actividades son evangelísticas, y se inician con ayudas sociales como entrega de ropa, calzado, juguetes, útiles escolares y un almuerzo comunitario, pero el fin de todo lo que hacemos es hablar de Dios”, aclaró Jorge.
Solo en la provincia de Misiones se registran alrededor de 117 comunidades Mbya guaraní, con aproximadamente catorce mil integrantes en total. Algunas de ellas se encuentran en situación de extrema vulnerabilidad, y la crisis del COVID19 provocó una especie de confinamiento, que limitó la llegada de donaciones. Los Zamorano explicaron que “desde que comenzó la pandemia el trabajo se duplicó por la misma necesidad. Al principio fue limitado el ingreso en especial a la comunidad Capiovi por el cuidado de contagios donde, gracias a Dios, no se registró ningún caso de COVID-19”.
Actualmente la situación es más dramática, ya que una de las aldeas queda a 45 kilómetros de Capiovi, en el límite de Argentina y Paraguay, donde no hay suministro eléctrico ni agua potable. En este lugar viven unas 16 familias que, según detalló Nadia tienen “dificultades de traslado y solo se puede llegar en remis para darles ropa, calzado, mercadería”. En estas localidades hay, al igual que en todas partes, situaciones más urgentes, como la de un niño que requirió silla de ruedas.
El matrimonio Zamorano contaron que “la cultura Mbya guaraní es bilingüe, eso nos facilita a veces poder hablarles de Dios, pero estamos aprendiendo su idioma para poder llegar a más. A veces sucede que es el cacique es quien traduce el mensaje para que todos en la comunidad lo entiendan”.
Los misioneros dijeron que en época de fiestas “el objetivo es dar a conocer el evangelio y que todas las aldeas puedan ver que Dios es amor, paz, libertad y no sometimiento. En este tiempo llevamos ayuda social y preparamos comida comunitaria, y eso nos permite conversar de Dios y hablarles del nacimiento de Jesús”.
La ayuda benéfica de la Fundación Gotas, en la provincia de Misiones, lleva más de cinco años ininterrumpidos en la aldea Capiovi. Se trata de uno de los lugares más alejados de las ciudades linderas, donde se está construyendo un edificio de material. Si querés colaborar con la obra del matrimonio Zamorano, ellos están necesitando chapas, ladrillos, cementos y donaciones para poder comprar un vehículo que los traslade. Podés contactarlos por sus redes sociales o telefónicamente.
Photo by malcolm lightbody on Unsplash, evangelismo
Alguna vez yo mismo me hice esta pregunta, pero comprendí que hablar de Jesús no solo cambia vidas, familias, sino que lo cambia todo.
El lugar fue en otro tiempo una carnicería, todavía quedaban los antiguos azulejos que llevaban impreso el nombre apenas legible del local. Algunos guinches donde en otro tiempo se colgaban las reses lucían intactos. Ahora era nuestro templo.
A pocas cuadras de allí había un populoso parque. Los sábados a la tarde, antes del culto, íbamos con la iglesia a evangelizar. La verdad es que aquello no era mi experiencia favorita. La rutina era siempre la misma. De a poco llegábamos al lugar de encuentro, algún hermano que sabía tocar la guitarra y pudiera entonar valientemente, comenzaba a cantar.
Otros del grupo ya habían regado de “tratados” todos los rincones de la extensa plaza. Finalmente el pastor, megáfono en mano, comenzaba a predicar de manera sencilla acerca de Jesús. Aquel “bochornoso” ritual me abrumaba, en verdad, me avergonzaba.
Yo trataba de pasar desapercibido, de parecer uno más de los curiosos que se habían acercado a escuchar el mensaje. No sé si mi actuación lucía convincente, pero por lo menos me consolaba el hecho de no sentirme parte de los protagonistas. Las respuestas no siempre eran las mismas, pero aquel sábado un hombre muy ebrio se acercó al Señor. Yo no sabía si él lo hacía en serio o en su estado todo le venía bien.
Trajimos al borracho en caravana hasta llegar al templo y pronto comenzó la reunión. El pobre hombre no podía estar en pie, el lugar apenas ventilado potenciaba los olores que este señor llevaba encima. La reunión fue ruidosa como casi siempre y al finalizar llevaron a aquel ebrio al frente, el pastor le preguntó si quería aceptar a Jesús como su salvador. Repitió la oración y todos oramos por aquella alma ahora “rescatada”.
Una transformación que cambió mi parecer
El sábado siguiente tuve la “suerte” de no tener que ir a evangelizar a la plaza, algunos menesteres hicieron que mi familia perdiera aquella previa, así que solo asistimos al culto. La reunión comenzó y después de algunas canciones el pastor llamó a que alguien contara su testimonio.
Un hombre de corbata pasó al frente y comenzó a contar su historia. Él era el borracho de la semana pasada, pero ahora ya no se veía igual. No podía creerlo, era él, pero no era él. Estaba tan diferente. Su rostro había cambiado completamente. Lo miraba absorto y otra vez estaba abrumado y avergonzado pero por razones diferentes a los de la semana anterior.
Aquel hombre estaba transformado por completo y yo sabía, como todos allí, que no había forma de que eso sucediera a menos que un milagro hubiera ocurrido. Pronto aquel exborracho comenzó a ganar a otros para Cristo en la plaza y yo, años después, terminé siendo un predicador del Evangelio. Nunca más me avergoncé de anunciar a Jesús.
Muchos años antes, en otro lugar del mundo, lejos de Argentina, un país se hundía bajo un peso de inmoralidad que corroía los cimientos de aquella nación. Dejaré que Dorothy Bullón nos describa con sus palabras lo que estaba sucediendo:
Corre el año 1730. Caminamos brevemente por el barrio de St. Giles, en el centro de la ciudad de Londres. De cada cinco casas una es una cantina donde se vende aguardiente, además de ser centros de prostitución, peleas callejeras, y degradación de todo tipo.
¿Por qué es que Inglaterra ha llegado a un estado nacional de borrachera? Durante las últimas décadas del siglo XVII, el gobierno había animado la industria licorera nacional para impedir la compra de productos franceses.
Esto resultó ser un negocio jugoso para algunos y trajo miseria y devastación social y moral a una buena parte de la población. Para algunos, fortunas inmensas fueron creadas en las fábricas de licor, mientras que los pobres adictos en miles de sucias cantinas compraban su “copa de maldición” por un penique.
Cuando los historiadores se preguntan qué pasó, para que una tierra llena de corrupción como la que describe el relato anterior cambiara de tal forma y que tan solo cien años después se convertiría en el imperio más grande de la tierra, casi todos coinciden en nombrar el avivamiento que Dios trajo en Inglaterra a través de Juan y Carlos Wesley y Jorge Whitefield.
Fueron ellos y otros cientos de anónimos predicadores quienes inundaron las pestilentes calles de Londres con el poderoso mensaje de Jesús de Nazaret. No solo cambiaron las vidas, la nación entera cambió.
Es por eso por lo que el Evangelio es relevante, no solo cambia vidas y familias, cambia naciones y en definitiva lo cambia todo. Sé esto cada vez que hablo de Jesús en algún lugar del mundo, siempre estoy seguro de que algo poderoso está por pasar. Lo aprendí hace muchos años en una antigua carnicería que se convirtió en un templo.
Desde La Corriente entrevistamos a un experto para prevenir el acoso online.
En el día de ayer se oficializó en el boletín oficial el programa nacional contra el grooming. En ese sentido hablamos con Esteban Lanzani, perteneciente a la Catedral de la Fe y consultor en nuevas tecnologías para que nos ayude con consejos prácticos a cuidar de nuestros hijos.
LC: ¿Qué importancia crees que tiene este programa en Argentina?
EL: El proyecto tiene varios factores positivos, primero que nada, el hecho de visibilizar una causa de tantos años y la exposición que tienen los niños en las redes sociales, también expone a aquellos que cometen el delito para que el Estado esté pendiente de este tema y tome cartas en el asunto.
LC: ¿Durante la pandemia crecieron los casos de grooming? ¿Qué pensás al respecto?
EL: Solo en la Ciudad, las denuncias por grooming aumentaron un 30%, estos datos los publicó El Ministerio Público Tutelar de la Ciudad de Buenos Aires, realmente es alarmante.
Pienso que los chicos al estar mayor tiempo encerrados en sus cuartos, conectados en juegos online, móviles, chats, tienen más oportunidades de caer en el grooming. Por eso, el confinamiento también nos ha expuesto a los padres, la necesidad de estar más cerca de nuestros hijos, quizás antes no veíamos estos riesgos.
LC: ¿Por qué crees que es importante la difusión del tema? ¿Cuáles crees que son las mejores maneras de concientizar?
EL: Lo importante de prevenir es hacer campañas públicas de concientización, es muy necesario que el Estado esté presente en la realidad que viven nuestros niños y adolescentes, tal como sucedió al aprobarse a nivel nacional la Ley Mica Ortega.
Pero también es importante establecer en casa estos temas, porque es donde se decide cuanto tiempo estarán con la tecnología y en que espacios del hogar van a usarla.
Pero también es importante establecer en casa estos temas, porque es donde se decide cuanto tiempo estarán con la tecnología y en que espacios del hogar van a usarla. Esto trae prevención a los niños porque hablamos que chicos de 8 a 18 años son vulnerables y es ahí donde hay que trabajar, para que ellos entiendan el uso de cada plataforma y de qué manera se reacciona ante estas situaciones.
LC: ¿Cuáles son los indicios del grooming? ¿cómo identificar cuando la otra persona que habla a través de la pantalla es sospechosa?
EL: Siempre que le demos tecnología a los niños, ya sea una consola con juegos online, o una cuenta de Instagram, debemos explicarle cómo se usa y también los riesgos. Hay que enseñarles a usar cada red para lo que fue creada y cuáles son sus límites.
Los posibles riesgos de grooming se encuentran cuando una persona que no es conocida en tu grupo de amigos, te escribe por privado, te pide foto o te pregunta algo sobre tu familia.
Suelen hacer preguntas como: de donde sos, donde estudias, donde vivís, esos son claros indicios que en este contexto pueden llegar a un abuso. Una vez que se da acceso a algunos de estos datos, el acosador entrará en el juego la manipulación, extorsionando a nuestros pequeños.
LC: ¿Qué tener en cuenta al entrar a las redes sociales? ¿Cuándo se recomienda tener perfiles privados?
EL: Las redes en los niños, tienen que ser solamente con vínculos de amigos y familia, lo más recomendable es crearles un perfil privado. El punto no es solo saber para que se va a usar la red social y cuál es el objetivo de las publicaciones, sino monitorear que hacen nuestros hijos con ellas. Darles también el espacio y la confianza para que nos cuenten cualquier hecho extraño.
LC: ¿Cómo reconocer perfiles falsos?
EL: Los perfiles falsos se conocen cuando no están en tu vinculo cercano, hay que ver el perfil, su historial de publicaciones, una búsqueda en google para ver si son fotos reales, montadas o descargadas de alguna plataforma. Pero, sobre todo, no creer que uno va a conseguir amigos porque si, en cualquier lugar, por eso hay que estar en alerta con quien hablamos y siempre buscar gente cercana y no desconocida.
LC: Hoy en día hay muchos juegos en línea ¿Qué se debe tener en cuenta para no caer en el grooming?
EL: Si vamos a usar el chat, hay que estar conscientes de hablar solo del juego, no hablar cosas que no tienen relación. Si estamos en partidas grupales no mencionar geolocalizaciones, el diario vivir, debemos tener una selección de lo que se está diciendo.
LC: ¿Hay alguna aplicación para detener el grooming?
No hay una herramienta tal, como control parental o algo parecido, porque este acoso se da sólo por chat. La persona le escribe en privado y el adolescente, niño o niña llega a dar datos por que se generó confianza y es ahí donde entra el grommer.
Técnicamente no hay mucho por hacer, por eso es fundamental hablar con nuestros hijos, brindar concientización y aumentar la cercanía a ellos. Yo siempre hablo de tres apps, el diálogo, la confianza y la perseverancia, para que los chicos cuenten lo que pasa y nosotros estar alerta a lo que sucede en su entorno.
A pesar del COVID19, muchas parejas cristianas se animaron a reformular sus planes y llevar adelante su matrimonio, pese al confinamiento.
Los registros civiles estuvieron cerrados desde marzo hasta mediados de septiembre, sólo en algunas provincias las personas se podían casar de forma online para casos excepcionales. Sumando a un difícil contexto para contraer matrimonio, los salones de fiestas cerraron los rubros para fiestas quedaron paralizados.
Una de las parejas que debió atravesar esta serie de obstáculos fue la de Giuliana (23) y Agustín (23), que se casaron por civil pero debieron aplazar su fiesta para marzo del año próximo. Al principio creían que todo volvería a la normalidad en menos tiempo, pero para ellos lo más importante era casarse “nos queríamos casar entre abril y julio, así que, cuando tuvimos la posibilidad, decidimos casarnos por civil y dejar que la fiesta sea cuando tenga que ser”.
La pandemia generó el retraso de más de siete mil bodas y se cancelaron alrededor de dos mil quinientos turnos en el registro civil de Buenos Aires. El panorama de incertidumbre mantuvo en vilo a muchas parejas, como la de Agustina y Guido, de 25 y 27 años respectivamente. Pese a todo, ellos se mantuvieron positivos y bromean sobre lo que vivieron: “si cuesta ponerse de acuerdo sin pandemia imaginate tomar decisiones con la pandemia de por medio. Pasamos de casi 300 invitados a solo imaginarnos ese día con 16 personas, nuestros papás, hermanos y cuñados. La idea de nuestro casamiento fue mutando todo el tiempo”..
A pesar de los imprevistos, más parejas decidieron continuar con su plan de tener una vida juntos. Melina (24) y Alejandro (24) reconocieron que por momentos se sintieron “asustados porque no se podía hacer nada, así que doblamos rodillas y Dios fue abriendo todas las puertas necesarias y Dios superó nuestras expectativas, ya que pudimos festejar al aire libre con nuestros familiares más cercanos”.
La espera no fue fácil en ninguno de los casos, así lo testifican Giuliana y Agustín: “tuvimos firmeza en la espera y recibimos ayuda de la familia y nuestros amigos. Además, hablábamos con nuestros pastores y orábamos juntos. Todo eso nos sostuvo a continuar este viaje con fe y determinación, creyendo que nuestro sueño se iba a cumplir y que Dios estaba con nosotros”.
La tecnología también ofreció una solución para los casamientos, ya que los protocolos de festejos fueron y continúan siendo estrictos. Giuliana y Agustín describieron su civil como un encuentro de muy poca gente, realizado en septiembre, en el cual apenas “éramos nosotros, dos testigos y nadie más, mientras lo filmamos por videollamada para que nuestros padres nos puedan ver. Después, los pastores nos dieron una bendición por ZOOM, donde también invitamos a todos los que iban a ir a la fiesta. Fue raro adaptarse a ese cambio, pero estuvo bueno, y lo importante es que Dios bendiga nuestra unión”.
En cuanto al festejo de Agustina y Guido, ellos nos contaron “en octubre ya se podían juntar 20 personas en una iglesia. Y eso fue lo que hicimos, nos casamos por iglesia. Además, lo transmitimos de forma online con todos los invitados y luego de la ceremonia fuimos al Parque Avellaneda. Ahí celebramos con familia y unos pocos amigos, y personas sin conocernos que estaban en el parque también nos felicitaban”.
Otra opción para celebrar la ceremonia fue la que adoptaron algunas parejas, como Melina y Alejandro, que realizaron un encuentro al aire libre en una quinta. Según lo recuerda ella, fue un momento para atesorar: “nos casó mi abuelo, que es pastor, y nos dijo que si pudimos superar la mitad de lo que vivimos en pandemia, tenemos un buen indicio de fortaleza”.
En Argentina se dan turnos en los registros civiles bajo los protocolos de cada provincia, que se ajustan a los contagios regionales. En la Capital Federal algunas de las sedes abiertas son el Central, sobre la calle Uruguay, y las comunas 2, 5 y 14. Además, a partir del 16 de noviembre se habilitaron los casamientos por civil al aire libre en el Centro Cultural Recoleta y en Parque Chacabuco, con una capacidad máxima de 10 personas.
Si estás interesado, podes enterarte de más en la web oficial: Argentina.gob.ar
La iglesia Hillsong Buenos Aires reabre sus puertas el próximo domingo y el pastor Chris Mendez habló con La Corriente para contar su experiencia durante la pandemia y la expectativa con la que reinician sus actividades presenciales el fin de semana.
LC: ¿Cuánto tiempo llevan sin realizar actividad presencial?
CM: Comenzamos con las actividades de manera online el segundo fin de semana de marzo, así que fueron prácticamente unos nueve meses. Al principio todos pensábamos que iba a ser durante algunas semanas, pero a medida que pasaban los meses nos dimos cuenta de que a esto le resta un largo camino.
LC: ¿Y cómo se van a organizar con los horarios y la cantidad de reuniones ahora?
CM: A partir de mañana al mediodía se puede ingresar a la página (click aquí) para inscribirse y reservar un lugar el domingo. Esto se hace con tan poco tiempo porque, en la inscripción, se debe hacer una declaración jurada que no puede ser superior a las 48 horas previas al evento. Así que la gente tiene que dirigirse a nuestra página para llenar su declaración y anotarse en nuestras reuniones.
El auditorio que nosotros alquilamos tiene capacidad para 1700 personas, pero no podemos tener más de 500 por reunión, por normas de protocolo. Así que vamos a empezar con tres cultos este domingo y, en función de cómo resulte todo, evaluaremos la respuesta y analizaremos si tenemos que agregar una cuarta reunión.
LC: Si bien ahora hay un gran entusiasmo por la reapertura, imagino que el cierre por la cuarentena y la transición a hacer iglesia online significó un gran cambio para ustedes.
CM: Si, totalmente. Pero cuando vimos el avance de contagios a nivel regional, con mi esposa Lucy tomamos la decisión de pasar a hacer iglesia en línea una semana antes de que el Gobierno declare la cuarentena.
Igual pudimos hacerlo bien porque nuestra iglesia siempre abrazó los cambios. Yo suelo decir que, en Hillsong, además de Jesús lo que es una constante son los cambios. Por eso nuestra iglesia recibió de la mejor manera esas modificaciones que hicimos de un domingo a otro. Y, gracias a Dios, la gente estuvo muy conectada e intentando ver lo positivo de todo lo que comenzábamos a enfrentar desde el mes de marzo, que nadie suponía que iba ser tan extenso.
Y pese a que nuestro fuerte son las redes sociales, nunca habíamos hecho los servicios en línea. Así que nos tuvimos que ajustar un poco, pero teníamos los equipos y la capacitación suficiente para hacer este cambio. Entonces fue solo captar lo que teníamos que queríamos hacer y después, a través de YouTube y Facebook, publicar las actividades en los horarios de las reuniones.
Todo esto se pudo hacer porque, en Hillsong, la flexibilidad es súper importante y es parte de nuestra cultura. Y por más que éramos novatos en esto de transmitir reuniones, estábamos dispuestos a correr con lo que teníamos a mano para que la iglesia no se detenga.
LC: Y en tu experiencia personal ¿Cómo lo viviste? Porque no es lo mismo hablar delante de tu iglesia que hablarle a tu iglesia delante de una cámara.
CM: Yo estoy acostumbrado a hablarle a una cámara. Cada domingo que hacemos reuniones grabo para nuestros programas de televisión. Así que el 40 o 50 por ciento de mi tiempo predico mirando a una cámara. El único ajuste que tuve que hacer fue mirar el cien por ciento del tiempo al lente porque, obviamente, no tenía un público enfrente mío. Pero no fue para tanto, porque somos de esas personas que si tienen que cambiar algo lo van a hacer de la mejor manera posible. Así que fue una transición que aceptamos y avanzamos. Porque si no lo hacíamos nos quedábamos atrás y no íbamos a poder conectar y comunicarnos con nuestra iglesia.
LC: En cuanto a tu experiencia como líder y pastor de una iglesia numerosa y súper social ¿te costó pastorear Hillsong sin tener cerca a los miembros?
CM: Si, pero también la pandemia nos llevó a otro nivel. Porque, muchas veces, reducimos nuestras conexiones con las personas de la iglesia a una reunión de domingo, y esa es la única vez que uno ve a la persona en toda la semana. Así que nos propusimos trabajar de otra manera.
Por ejemplo, en esta época de pandemia llevamos hechas más de 45 mil llamadas pastorales, a través de las cuales conectamos con cada persona de nuestra iglesia, especialmente con aquellos que están pasando por necesidad. Y por eso decidimos, con mi esposa Lucy y nuestro equipo, trabajar para entregar más de cien toneladas de comida, para que la crisis se convierta en una oportunidad de llevar nuestro cuidado pastoral a otro nivel.
LC: Y esas experiencias de acción social que realizaron durante este tiempo ¿Crees que vayan a implementarlas de manera permanente con una nueva actividad de servicio para el ministerio?
CM: Hillsong siempre tuvo un fuerte enfoque social. Pero lo que sucedió fue que, al comienzo de la pandemia, sentimos la necesidad de aumentar lo que hacemos como iglesia por la situación que vivía la gente.
Así que me conecté con un grupo de pastores amigos, con los que veníamos compartiendo nuestras experiencias de cómo hacer iglesia online, y les pregunté: “¿qué les parece si nos unimos para ser de bendición a la comunidad?”. El resultado fue que por treinta viernes seguidos salimos todos a repartir mercadería a más de 20 comedores en barrios vulnerables de Capital Federal y conurbano, además de Salta y Chaco. Así que en esta temporada se nos presentaron muchas más opciones para ser de bendición.
Y, probablemente, a estas organizaciones que ayudamos les seguiremos dando una mano y haciendo otras cosas con ellos.
LC: Seguramente, en este tiempo los trending topics de cuarentena y coronavirus fueron parte de tus predicaciones ¿En algún momento te cansaste de predicar de la pandemia o entendiste que era necesario dar un mensaje en tiempo y contexto?
CM: En este tiempo escuché tantas prédicas hablando de los últimos tiempos, el sufrimiento, el castigo, el juicio, la segunda venida y muchas otras cosas. Pero mi perspectiva es distinta, porque vemos en las Escrituras que, cuando el pueblo de Dios sufría opresión, exilio o era desobediente, el Señor tenía siempre un mensaje que los hacía mirar a días mejores. Y si bien se debe predicar conforme a la época, se debe hacerlo de tal manera que impulse a la gente a seguir creyéndole a Dios y llevar la esperanza que nos trae la Palabra que nos revela a Cristo.
Así es como predicamos en Hillsong, avivando la fe de las personas. Y si bien nosotros siempre hacemos referencia al mundo actual, lo hacemos trayendo esperanza. Entonces, para nosotros no se trata de negar la realidad, pero sí es apuntar a la realidad del Reino con nuestra forma de predicar para inspirar a la gente. Porque Jesús dijo que en este mundo tendremos tribulaciones, pero también dijo que mantengamos nuestro ánimo porque él venció al mundo.
Entonces, eso me da a entender que venga lo que venga siempre tenemos la victoria. Y a eso nuestros mensajes apuntan siempre.
LC: ¿Y cómo se sostiene ese optimismo cuando la iglesia trabaja en una modalidad que es diferente y casi no conoce?
CM: Es cierto, es diferente. Después de unos cuatro meses de hacer todo en línea, la fatiga virtual se empezó a sentir y para muchos fue muy real. La gente hacía todo a través de una pantalla en el trabajo, la familia y la iglesia. Todo era por Zoom o videollamada.
Por eso decidimos mantener las cosas frescas y creativas para llegar de la mejor manera. Así que hice una serie de mensajes en los que hablé de Jesús durmiendo en la popa de una barca y filmamos en un barco navegando en un río. Y de manera creativa traje vida a la historia. Lo mismo hicimos cuando hablé de la parábola del sembrador y grabamos el mensaje en un campo. Porque mantener las cosas frescas ayuda a que la gene permanezca conectada, y para nosotros es nuestra responsabilidad captar el interés de las personas.
LC: ¿Cómo le tomás la temperatura en eso a tu iglesia? Más allá de que hay estadísticas que se pueden ver en las redes ¿Cómo te das cuenta de que cambios hay que hacer?
CM: Las estadísticas sirven, pero el cuidado pastoral es lo más importante. Solo así uno sabe dónde está parada la gente. Por eso las llamadas que hicimos nos sirvieron para tener un buen nivel de comunicación y fomentar un liderazgo que busca mantener las cosas frescas, para que la gente se mantenga conectada.
LC: ¿Qué pensás cuando dicen que estamos experimentando la iglesia del futuro y que las actividades se van a virtualizar? ¿Sirve para simplificar o se está enajenando a la congregación?
CM: Cuando experimenté la reapertura de nuestras iglesias de Monterrey, en México, y San Pablo, en Brasil, estábamos todos juntos bajo un mismo techo otra vez y fue algo maravilloso. Porque el alma anhela congregarse y estar junto a la familia de la fe, adorando al Señor de manera colectiva. Y nada puede ni podrá reemplazar eso.
Creo que no hay ningún sustituto para eso, porque es el modelo que vemos en el libro de los Hechos cuando la gente se juntaba en el templo y después en las casas. Ellos se congregaban de manera grande y después de manera pequeña. Entonces, de ninguna forma creo que lo virtual será lo único en nuestro futuro, sino que ambas cosas serán útiles e importantes.
Por eso reconozco que este tiempo nos dio la oportunidad de multiplicar nuestro alcance, ahora tenemos personas de este y otros continentes que se conectan con nosotros cada fin de semana. Y queremos seguir conectando con ellos. Así que, aun volviendo a lo presencial, seguiremos con lo virtual por la multiplicación de alcance que experimentamos en esta temporada.
LC: ¿Cómo tomó la iglesia la noticia de la reapertura y cómo se están preparando en Buenos Aires?
CM: La respuesta fue pura emoción y alegría. Además, comunicamos que la seguridad de la gente es nuestra prioridad, y la iglesia confía en nuestro liderazgo. Nosotros venimos trabajando con el teatro (por el Coliseo), para establecer la distancia social, tomar la temperatura, entregar kits de higiene a todos los voluntarios y darles los barbijos y el alcohol en gel. También, para ser lo más cuidadosos posible decidimos no recibir niños menores a los 8 años ni adultos mayores de 65.
Creo que, literalmente, los protocolos que tendremos en Hillsong serán mejores que los que tienen en el aeropuerto internacional de Ezeiza. En mis últimos viajes a Monterrey y San Pablo no tomaban la temperatura ni proveían desinfectante.
LC: ¿Querés compartir un adelanto de la palabra con la que van reabrir?
CM: En estos días estoy meditando mucho sobre Génesis 15, cuando Dios le dijo a Abraham que salga de la carpa y cuente las estrellas, porque ahí dentro lo único que podía ver era a su mujer, que estaba estéril. Así que Dios lo sacó de la carpa para ampliar su perspectiva, y ahí le dice que cuente las estrellas, a ver si podía.
El mensaje seguramente hable de eso, de no quedarse con mentalidad de carpa, enfocándose en lo que no se tiene, sino en ver lo más grande que Dios puede y quiere hacer por nosotros. Y creo que, durante la pandemia, estuvimos mucho tiempo adentro de la carpa y tuvimos una perspectiva limitada. Pero es tiempo de salir y contar las estrellas una vez más.
Va a ser un mensaje que apunte a 2021, aprovechando los últimos dos domingos del año que tendremos como iglesia.
Durante la mañana de hoy se realizará la última exposición y se decidirá si el martes 29 de diciembre se debate la ley en la cámara alta.
Desde las nueve y media se está llevando a cabo la cuarta jornada y al finalizar se emitirá el dictamen de la iniciativa, después de cuatro días de rondas de expositores. Cerrarán el debate las comisiones de Banca de la Mujer, Justicia y Asuntos Penales y de Salud.
Ayer el debate giró en torno a las explicaciones de sanitaristas y expertos en medicina legal que altercaron sobre los efectos directos y colaterales que podría tener la aprobación de la ley de despenalización del aborto.
Durante la reunión de este miércoles, Stella Manzano, ginecóloga y especialista en medicina legal, defendió la propuesta al considerar que «salva vidas de niñas embarazadas por violación que triplican su riesgo de morir en el parto con respecto a las más grandes».
En contrapartida, la ginecóloga y obstetricia María Cecilia Ávila reclamó a los legisladores que “somos objetores de conciencia, no nos obliguen a los médicos a asesinar a los niños por nacer”, y agregó que “tal como nos enseñaron nuestros profesores, debemos cuidar el binomio de la vida, madre e hijo”.
La organización de los plenarios se armó de manera equitativa para que, luego de que un expositor provida le siga un disertante opositor o viceversa. Se espera que en el último día las rondas de exposiciones sean reñidas, ya que se prevé una votación muy pareja en cuanto a números entre celestes y verdes.
La Secretaría de Energía negociará con las empresas de suministros establecer un nuevo esquema de aumento tarifario para el próximo año.
El año pasado el Congreso aprobó la Ley de Solidaridad Social y Reactivación Productiva por la emergencia pública tarifaria y energética, lo que otorgó al Poder Ejecutivo la autoridad de permitir o no aumentos en dichos servicios hasta fines del corriente año. Sin embargo, en el día de hoy, el Gobierno decretó el congelamiento de los servicios por otros tres meses más.
Los entes reguladores ENRE y ENARGAS, de electricidad y gas respectivamente, son los que realizarán, junto a la Secretaría de Energía, el plan de aumento de tarifas de manera gradual ya que, durante la pandemia, se estableció el congelamiento de precios y la prohibición de corte por falta de pago, ante la estimación de que el cuarenta damnificó la economía de los argentinos.
El decreto 1020/2020, publicado hoy en el Boletín Oficial, determinó que “el plazo de la renegociación no podrá exceder los dos años desde la fecha de entrada en vigencia de la presente medida”. De todas formas, durante el proceso de restructuración las empresas podrán realizar adecuaciones transitorias de sus tarifas a partir de marzo del próximo año.
En relación a los resultados de las negociaciones, el comunicado determinó que “los acuerdos definitivos o transitorios deberán formalizarse mediante actas de acuerdo con las concesionarias o licenciatarias y los titulares del ENARGAS y del ENRE, así como del Ministerio de Economía, quienes los suscribirán del Poder Ejecutivo”.
Los pastores de Toma Tu Lugar difundieron a través de sus redes sociales esta conmovedora noticia.
El lunes a las 9 de la noche, hora Argentina, Marcos y Fernanda realizaron un live de Instagram en el que dijeron “somos papás de 5 niños”. En su anuncio, marcado por la sorpresa y la emoción, explicaron cómo fue la experiencia de adoptar dos hijos del corazón.
Comenzaron la transmisión creando un clima de intimidad, confesando que sentían que “abrimos las puertas de nuestra casa” para que “todos sean parte en este tema queremos compartirlo con ustedes y esperamos que un día esto sea una tendencia en la sociedad”.
Durante el vivo, Marcos Brunet explicó que este proceso comenzó en oración, en lo secreto de su hogar junto a su esposa. Además, dijo que los cristianos tienen que entender que están “ejerciendo la gran comisión, o estarán ejecutando la gran omisión”.
En pleno debate parlamentario sobre la despenalización del aborto, el adorador explicó que ellos están “en contra de la ley del aborto en Argentina y en cualquier país, y sabemos que es un genocidio”. Y agregó que creen en que “hay vida desde el momento de la concepción, por que Juan el Bautista y Jesús fueron llenos del Espíritu Santo desde el vientre materno”.
Sin embargo, explicó que, a través de su matrimonio, ellos “quieren dar nuestro parecer de lo que es ser provida”, a lo que Fernanda añadió que ser “provida no es solo estar a favor de la vida del niño por nacer, sino también de la vida que ya nació”.
También citaron el pasaje de Santiago 1:27, el cual declara: “la religión pura y verdadera a los ojos de Dios Padre consiste en ocuparse de los huérfanos y de las viudas en sus aflicciones, y no dejar que el mundo te corrompa.”
El matrimonio pastoral analizó que la experiencia de llevar a cabo la misión de ser padres de corazón, es tal como lo que Dios hizo con los hombres. “Observamos que muchos padres adoptan por la necesidad y eligen a bebés muy chicos, que tal vez se amolda a lo que ellos están buscando y eso es muy loable, pero a nosotros nos movió el corazón de Dios”, declaró el pastor de Toma Tu Lugar.
Durante la transmisión, Marcos relató cómo sucedió el proceso de adopción. “Fui a hablar con la directora del orfanato y le pregunté cuál era el caso más difícil y nos presentaron dos hermanitos, una de 11 y otro 8 años, que tenían problemas de habla y de depresión. Pero me acerqué y la mayor me contó toda su historia. En ese momento, entendimos que teníamos que empezar los tramites y una semana después ya los teníamos en casa. Y ahora somos padres de multitudes” dijeron emocionados y entre risas.
Marcos y Fernanda Brunet, que agrandan la familia sumando dos nuevos hijos, Antonela y Benjamín, dieron a conocer la noticia que conmovió a toda la audiencia, dejando una poderosa enseñanza de cómo llevar a cabo el amor de Dios en esta generación.
Casados y complicados te ayudará a encontrar respuesta a pregunta al estilo: “¿Cómo se logra un matrimonio sólido, con amor, y hasta que la muerte los separe?”.
Santiago y Laura Franco, él colombiano y ella argentina, forman una pareja que desde hace años trabajan generando contenidos en redes sociales para ofrecer consejos sobre la vida en pareja y el matrimonio. Lo hacen a partir de su experiencia personal y de su particular historia de amor.
A través de las páginas de Casados y complicados el lector podrá conocer la historia de los autores y aprender de sus errores y experiencias. También encontrarán muchos consejos útiles para cualquier etapa o situación sentimental en la que se encuentren, para llegar a la conclusión de que, como ellos dicen: “Dios nos hizo así, nos hizo una pareja natural, opuesta, diferente, tenemos que conseguir un centro y ese centro es Él”.
LC: ¿Cuál es el objetivo del libro y hacia quiénes está dirigido?
S: Yo creo que el objetivo del libro fue más que nada compartir vivencias. Nos gusta mucho hablarles a diferentes públicos. Pienso que está hecho para personas que están solas, personas que están en un noviazgo y personas que están casadas, porque vamos narrando toda nuestra etapa, desde nuestra etapa del noviazgo, de la soltería. Apelamos a varios públicos.
L: Cuando le pusimos Casados y complicados mucha gente nos decía, “Solamente los casados lo van a leer, mucha gente se va a sentir excluida”. Pero el propósito del libro es llevarlos en todas las etapas, en el viaje completo.
LC: ¿Cómo fue el proceso de escritura?
L: Fue muy divertido porque nos sentábamos los dos y Santi me contaba la historia como estaba en su memoria, como él la recordaba o desde su perspectiva. Y yo contaba una historia completamente diferente. Por eso tratábamos de que existieran las dos voces, cómo él vivió las cosas y cómo las viví yo, para que sea la mezcla de las dos historias. Sí tenemos que decir que nos peleamos un par de veces (risas).
LC: Son cosas que tienen que ir negociando, como hablan en el libro.
S: Diariamente. Vivimos en una negociación constante. Creo que eso es lo lindo de la pareja, te conviertes en un negociador experto en el día a día porque desde que amanece estás negociando. Al fin y al cabo, de eso se trata la convivencia. Creo que eso es lo lindo de la relación, la negociación que se da día a día.
LC: Otro de los temas clave en el libro es el de las expectativas. ¿Cómo definirían las expectativas y cómo pueden complicar una relación de pareja, de noviazgo e incluso de amistad?
S: Voy a dejar que sea la mujer de la relación la que responda porque son, lo voy a decir con mucha humildad, normalmente las que tienen más expectativas.
L: Somos las mujeres las que nos hacemos cuentos o películas, planes que quizás hicimos y nunca contamos. Es muy de nosotras eso de idealizar a la persona o imaginarla haciendo ciertas cosas y después esas cosas no pasan y al final uno termina sufriendo. Es muy importante que hablemos, como generación también, porque esta generación es muy de expectativas, muy de apariencias, muy de cuentos, de Instagram, de lo que se ve, de lo que el mundo refleja y quieres lo mismo para ti. Entonces, es muy importante y buenísimo el capítulo “Expectativa vs. realidad”. ¿En qué se basa la pareja? ¿Se enamoran de la realidad o están enamorados de la expectativa que cada uno tiene del otro?
S: Ojo, no está mal tener expectativas, pero cuéntamelas. A lo mejor uno como hombre no tiene ni idea cuál era la expectativa que tenías de la relación, nunca me la contaste, entonces ahí es donde creemos que comienzan los problemas.
L: Y las exigencias también.
LC: ¿Cuál fue el puntapié inicial para empezar a trabajar ministrando parejas, matrimonios?
S: Comenzó con preguntas a través de las redes sociales. Muchos jóvenes comenzaban a hacernos preguntas que al menos para nosotros eran muy sencillas. Entonces decíamos a lo mejor lo que para nosotros es sencillo por nuestras vivencias, pero para una persona muy joven, es el mundo entero.
Entonces nos dimos cuenta, también por medio de los podcast, que los jóvenes tenían miedo de hacerles ciertas preguntas a sus papás, a sus líderes en la iglesia, pero detrás de las redes sociales encontraban un anonimato para poder hacerlas. Dijimos, aprovechemos para contar nuestras vivencias —siempre aclaramos que no somos psicólogos ni terapistas— y ahí empezamos a tomarlo más en serio. También llegó la opción de Casados y complicados. Entonces pensamos, esto se está poniendo serio, es momento de tomarlo como tal, como algo que Dios nos está poniendo en el camino para llegar a otras personas.
L: Nosotros, cuando tuvimos la crisis que contamos en el libro, a los seis meses de casados, no tuvimos ninguna guía, ni un libro, ni un podcast, ni un video. No teníamos ese recurso, tuvimos que hacerlo a pulmón, nosotros dos, sin poder preguntarle a nadie, por vergüenza, como dice Santi, o falta de valor.
Entonces cuando vemos que hay parejas en crisis que nos escriben, que nuestra crisis los ayudó, decimos: “Este el propósito, lo que no tuvimos nosotros poder dárselo a alguien, una guía, una salida”. Un consejo tan simple como conversen, hablen sin agresividad, sin señalarse, sin culparse. Eso nosotros no lo tuvimos, y lo tuvimos que vivir de una manera difícil.
LC: Volviendo al libro, ¿cuáles son sus expectativas con él? ¿Qué esperan que el lector sienta y piense luego de leerlo?
S: Honestamente, primero que nos sienta a nosotros como personas. A veces cuando uno lee un libro puede llegar a sentir a la persona que lo escribe muy lejos, como decir “Esa persona tiene una vida perfecta, algún día me gustaría ser así”. Entonces, que nos sientan como personas reales que tienen los mismos problemas, que hemos afrontado diferentes situaciones, y que a lo mejor, que algún parrafito que podamos contar se les quede grabado para cuando llegue ese problema de la vida, alguna crisis.
L: Exactamente, es eso mismo. Seguramente, cada persona algo del libro está viviendo, así que si le afecta en un solo párrafo, ya es suficiente para nosotros.
LC: ¿Qué proyectos se encuentran trabajando en la actualidad y a futuro? ¿Escribirían un segundo libro?
S: Lo del segundo libro definitivamente lo queremos hacer. Teníamos planeado hacer giras con Casados y complicados, esa parte nos la saltamos por culpa de la pandemia. Ahora estamos muy concentrados en nuestro canal de YouTube, nos dimos cuenta de que es una herramienta que la gente está consumiendo muchísimo, por eso nos estamos enfocando en ese tipo de contenidos; y lo del segundo libro, la escritora aquí…
L: Muchos temas nos quedaron por fuera.
S: Queremos hacer uno para solteros, ¿no? Ese lo tenemos pendiente.
L: Nosotros, como solteros fuimos dos personas muy diferentes. Entonces queremos enfocarnos en la persona como yo, que era enamoradiza, que se enamoraba todos los días de una persona diferente, y el soltero como Santi que era miedoso, que no se animaba, que pensaba todo. Un segundo libro de solteros estaría muy bueno.
LC: Después de todo lo vivido, ¿piensan que todavía hay temas tabú dentro de las iglesias que deberían hablarse más?
S: Sí, sin duda. Yo creo que el primero es admitir que hay problemas. Pienso que muchas veces en las iglesias se tiene miedo de admitir que hay problemas en la pareja. En la vida cristiana tenemos claro que con Dios las cosas son más fáciles, pero eso no va a quitarte el problema de cuando hay falta de dinero en la pareja, cuando hay una infidelidad, cuando se acaban las maripositas del estómago, o sea todos esos temas seas cristiano o no, van a estar. Y siento que muchas veces nos enseñan tanto la parte espiritual que se les olvida enseñarnos el día a día de la pareja.
L: Hay una cosa que en las iglesias no estamos hablando que es cómo poner las bases correctas, porque siempre hablamos de las bases espirituales y las confirmaciones, pero nunca hablamos de “Conversen, hablen, conózcanse, discutan temas importantes”. Se dice “Es la persona que Dios tiene para mí”, y se deja todo así. Estos temas definitivamente hay que hablarlos.
Título: «Casados y Complicados» Autores: Santy y Laurita Páginas: 140 Año:2019