Mi incapacidad para frenar una seguidilla de frustraciones fue la clave para enfocarme en aquello que cambiaría mi trayectoria y experiencia como profesional y empresario.
No pienso que sea un afortunado, pues he tenido muchísimos fracasos a lo largo de mi vida. Luego de cursar mis estudios en los Estados Unidos, ingresé a trabajar en agencias de publicidad, manejando cuentas en Ford, pero no duré mucho tiempo. Luego manejé cuentas en Citibank, pero tampoco me fue del todo bien e intenté emprender varias veces, pero también resultaron en proyectos fallidos.
En algún momento emprendimos algo con un grupo de amigos, pero fue un fracaso total. Y no era gente incapaz. Eran profesionales que habían cursado el MBA (administración de empresas) en la Universidad de Harvard en el año 1999. El proyecto era tal que hasta el decano de la facultad invirtió en nosotros. No obstante, terminamos cerrando la empresa con una deuda de 500 000 dólares en materia impositiva.
«Pero fue cuando tuve un encuentro con el Señor que todo cambió».
Felipe De Stefani, Vicepresidente de Turner Latin.
Era un fracasado que le debía dinero al banco; mucho dinero. Todavía recuerdo cuando tuve que reunirme con un inversor y no tenía suficiente dinero para pagar el café. Es decir, mi vida venía dando un giro de 180° superando la adicción a las drogas y restaurando mi identidad en Dios, pero la pobreza me estaba golpeando con todo.
Fue durante esos días que me arrodillé delante del Señor. Sucedió durante la crisis financiera del 2001 en Argentina cuando todo voló por los aires. No podía más, y me encerré en un baño público para doblar mis rodillas y clamarle a Él en oración.
¡Dios ayúdame!
El milagro sucedió en una semana. El primer puesto que me ofrecieron fue el de gerente general de Western Union para Paraguay, Chile y Bolivia y, el otro, el de director de marketing para América Latina de Turner. Pero Dios me dio la convicción de que tenía que ingresar a trabajar en Turner.
En 2001 ingresé como director de marketing, al cabo de dos años me ascendieron a vicepresidente de Cartoon Network y, más tarde, me llamaron desde Atlanta. En diecinueve años, me ascendieron siete veces, y hoy soy vicepresidente de Turner Latin America. Había gente mucho más capaz que yo, pero el Señor acomodó las piezas para que yo pueda estar en el lugar donde estoy ahora. Además, Él me bendijo en el área económica también.
Soy lo que soy por la gracia de Dios
Puede ser que la gente vea mi trabajo como algo extraordinario, pues estoy a cargo de una parte importante de toda la programación del entretenimiento de América Latina. Pero sinceramente, no me siento una persona capaz. Ha tenido muchos fracasos y hay gente que me supera en varios aspectos. Isaac Newton dijo: «Si he visto más lejos es porque estuve sobre hombros de gigantes». Yo también quisiera decir que todo lo hice con mi esfuerzo, pero eso no es verdad.
Cuando uno vive y camina junto a Dios, acontecen milagros sobrenaturales. Jamás pensé que iba a poder trabajar y radicarme en los Estados Unidos. Tampoco se me cruzó por la cabeza volver a Argentina para estar a cargo de Argentina y Latinoamérica. Solo puedo decir que fue Él quien me guio hasta aquí, y creo firmemente ¡que también lo hará contigo! ¡Bendiciones!
FELIPE DE STEFANI Gerente General Turner Latinoamérica.Senior Vice President and General Manager WarnerMedia. Integrante de Comunidad PEC.
Nací en Egipto, bueno… ¡ustedes me entienden! Egipto es un símbolo. Lo que quiero decir es que no nací en un hogar cristiano.
Viví en “el mundo”, como solemos decir, y aunque llegué a Cristo con apenas 12 años fue suficiente para saber que no quiero volver allá nunca más.
Dolor, tristeza, hambre, abuso, nada de lo que viví entonces vale la pena. Y no quiero decir que desde mi conversión todo ha sido color de rosa. ¡Para nada! Pero todos estaremos de acuerdo en decir que el desierto, de la mano del Señor, es más llevadero que la fertilidad del Nilo sin su presencia con nosotros. Tal vez fue esto lo que sintió Moisés cuando acuñó aquella frase: “Si tu presencia no ha de ir con nosotros, entonces no nos saques de aquí”.
«Cuatrocientos años fueron los que pasaron los hijos del pacto en la tierra de esclavitud»
Gabriela Giovine de Frettes, integrante de IBRP
Cuatrocientos años sin que nadie escuchara la promesa pronunciada directamente por Dios. Sin embargo, ninguno se vio sorprendido al escuchar a Moisés hablar de irse hacia la tierra prometida. Ninguno de los patriarcas (Abraham, Isaac y Jacob) había recibido la orden de transmitir la promesa a sus hijos, sencillamente lo hicieron.
Seguramente querían que sus descendientes supieran que eran un pueblo escogido de Dios y que Él tenía un gran futuro para ellos. Esto era necesario para que el pueblo de Israel supiera que, aun en medio del dolor, había un “mañana” que esperar. Y cuando ese “mañana” llegó, el Señor estableció un hito, un referente para que los israelitas supieran que en medio de la promesa cumplida no debían olvidar el pasado del cual habían salido.
La Pascua sería ese referente. Un ritual que obligaría a las generaciones futuras a hacer preguntas y a dar respuestas: “Y cuando sus hijos les pregunten: ‘¿Qué significa para ustedes esta ceremonia?’, les responderán: ‘Este sacrificio es la Pascua del Señor, que en Egipto pasó de largo por las casas israelitas. Hirió de muerte a los egipcios, pero a nuestras familias les salvó la vida’” (Éxodo 12:26-27).
Yo también alcancé la promesa
Y así yo también salí de mi propio Egipto y alcancé la promesa… Y Dios me dio la gracia de tener hijos deseados, engendrados, nacidos y criados en Cristo. Entre “mi” Egipto y la promesa, también tengo mi propia pascua. No hablo de algo personal. Mi referente es el mismo de todos los peregrinantes.
El apóstol Pablo lo expresa en 1 de Corintios 5:7: “Desháganse de la vieja levadura para que sean masa nueva, panes sin levadura, como lo son en realidad. Porque Cristo, nuestro Cordero pascual, ya ha sido sacrificado”.
«La cruz parte nuestra historia en dos y solemos tener la tendencia a encubrir o maquillar nuestras oscuridades pasadas»
Gabriela Giovine de Frettes, integrante de IBRP
Vivimos pretendiendo fingir que Egipto no existe. Nos rodeamos de amigos cristianos, enviamos a nuestros hijos a escuelas cristianas, a actividades deportivas dirigidas por cristianos. Nos movemos en círculos muy pequeños y asumimos que estamos a salvo de todo riesgo.
Como en el cuento de la bella durmiente, creemos que eliminar los “usos” de nuestro entorno evitará que se cumpla la sentencia. Y como en el dicho… la curiosidad mata al gato, descubrimos con dolor que, al descubrir Egipto, muchos de nuestros hijos quieren probar qué tan bueno puede ser.
No me avergüenzo de “mi” Egipto. El 8 de diciembre de 1983 tuve propia pascua y no me molesta que los demás sepan acerca de mi pasado. Siempre, a cada rato, bajo cualquier circunstancia narraré con gusto aquella historia: “Un día, cuando tenía tan sólo 12 años, en medio de mis dolores clamé al Señor y Él me oyó. Por eso hoy soy libre y no pienso volver a Egipto”.
La Pascua es una celebración de la resurrección de nuestro Señor Jesucristo de los muertos. Su contexto histórico sitúa al pueblo de Israel cautivo en Egipto, y su liberación bajo el liderazgo de Moisés. Luego de su pedido ante el faraón, y el desecho del monarca, Dios envió diez plagas sobre la nación, pero dio ordenanzas al pueblo salvaguardando su seguridad y liberación del opresor.
El envío de las diez plagas es registrado en el libro de Éxodo, finalizando con la muerte de todo primogénito en el imperio egipcio. Los israelitas debieron celebrar la Pascua, que etimológicamente significó el hecho que Dios ‘pasaría sobre ellos’ y no serían sujetos a la mortandad del resto de sus contemporáneos opresores.
La celebración tradicional del Pesach (Pascua) y los ritos del Seder fueron instituidos, en los cuales un cordero por familia debió ser sacrificado, cuya sangre fue aplicada al dintel y los postes de las puertas de sus casas. Dios vería la sangre que atestiguaba su fe, y los libraría de la mortandad asignada a sus primogénitos. Comerían el cordero —elegido sin tacha alguna— como familia, con hierbas amargas, pan sin levadura y salsa roja. El vioni pascual sería compartido en secuencia, con copas significativas de un pacto a ser establecido entre el Pueblo de Dios y su Señor.
En la última noche, antes de ser entregado a la cruz, Jesús celebró la Pascua con sus discípulos. Ofreció una interpretación actualizada del significado de la fiesta, alegando al Nuevo Pacto que había de ser establecido, ofreciendo su cuerpo a ser partido por nosotros, y su sangre derramada a favor de nuestra salvación (Mateo 26:17-20; Lucas 22:15).
El cumplimiento pleno tomó lugar, expuesto en las Escrituras: Cristo es nuestra Pascua.
Pablo Polischuk, Cofundador y profesor de FTIBA.
Fue sacrificado por nosotros (1 Co. 5:7); elegido de antemano (Éx. 12:3; 1P. 2:4); tomado entre sus hermanos, la manada de ovejas de su prado (Éx. 12:5; Heb. 2:14,17); sin tacha, sin mancha, perfecto (Éx. 12:5; 1P. 1:19); sin ningún hueso quebrantado (Éx. 12:46; Jn. 19:33-36); probado en todo (Éx. 12:6; Jn. 18:38); sacrificado en el lugar escogido por Dios (Dt. 16:2; Lc. 16:33-34), al atardecer del día catorce de nisán (Éx. 12:6; Mr. 15:33-37).
Su sangre derramada (Éx. 12:7; Lc. 22:20) fue tipificada en el rociamiento de las puertas de las casas israelitas antes del éxodo de Egipto (Éx. 12:22; Heb. 9:13-14; 10:22; 1P. 1:2). El significado de tal sacrificio pascual como un Nuevo Pacto es expandido en la teología de los apóstoles, en el cual la redención (el pago del rescate y la restitución del pecador) es efectuada; esta incluye la expiación (el pago del precio, hasta el último centavo); la propiciación (la cubierta del pecado ante Dios); la sustitución (Cristo, el cordero que murió en nuestro lugar); la justificación (hemos sido declarados justos y aceptables ante Dios); y la santificación (hemos sido separados, consagrados, limpiados y dedicados a Dios).
La Pascua es seguida por la fiesta de las primicias (los primeros frutos), simbolizando la resurrección de Jesús de los muertos. Cristo es nuestra Pascua (1 Co. 5:7,8). Luego, al resucitar, nos redimió, nos rescató, nos libertó de la pobreza, de la esclavitud y de la muerte; nos abrió el camino a una nueva vida; nos hizo ciudadanos de una nueva patria celestial.
Podemos celebrar la fiesta: No con la vieja levadura, ni con malicia o maldad. Con “panes sin levadura” —en sinceridad y en verdad— y celebrar nuestra nueva vida en Jesús (2 Co. 5:17).
Su resurrección atestigua la efectividad de su obra; ratifica el hecho de que su sacrificio fue aceptado por el Padre.
Pablo Polischuk, Cofundador y profesor de FTIBA.
La resurrección se constituye en la base de nuestra fe: Creemos en el Cristo resucitado para ser salvos y seguirlo como sus discípulos.
Varios tipos de evidencias atestiguan su resurrección. El testimonio de los adversarios, de sus amigos, de Jesucristo mismo y de las Escrituras. En primer lugar, fue Pilatos y sus guardias quienes sellaron la tumba y la custodiaron. El ser testigo es presenciar un evento y ser fiel a sus percepciones empíricas; es captar, asesorar, atribuir significado a la realidad.
Debemos reconocer que los guardianes romanos han sido los primeros testigos que presenciaron el evento. ¿A quién pondría el gobernador para asegurar que nada fuera de serie pudiese ocurrir? Su carácter no puede ser cuestionado; los guardias debían haber estado bien despiertos y vigilantes. Al presenciar el poder de la resurrección se espantaron y llenos de miedo corrieron a avisar a los sacerdotes.
Un acuerdo fraudulento tomó lugar para hacerlos callar. Se les dio mucho dinero (Mt. 28: 12) para que dieran un testimonio falso del evento. Tal vez podemos comparar a ciertos “guardas modernos” (o posmodernos) y sus redefiniciones de la resurrección de Cristo, las cuales desvirtúan la verdad de Dios.
Las teorías radicales consideran a la resurrección como una invención deliberada; otras aluden al evento considerándolo una leyenda; una tercera versión alega que los discípulos robaron el cuerpo; y aun otra, alega a alguna alucinación o algún fenómeno psicológico o psíquico. Es lamentable que muchos teólogos liberales han “comprado” estas ideas y las propagan con la intención de “corregir” al fundamentalismo que cree y atestigua que, en realidad, Cristo resucitó.
La afirmación de los amigos de Jesús es fiel. Los documentos primarios representan el testimonio escrito por parte de seis testigos: Mateo, Marcos, Lucas, Juan, Pablo y Pedro. En sus evangelios y epístolas, todas estas personas atestiguan la resurrección corporal y real del Señor.
Juan y Pedro vieron la tumba vacía; además, quinientos hermanos juntos lo vieron ascender desde el monte de los Olivos; María y otras mujeres fueron impactadas por su presencia real; los once discípulos reunidos tuvieron sus visitaciones; Tomás metió sus dedos en las cicatrices del Señor; los discípulos que volvieron a su vieja ocupación fueron recibidos por Cristo en la ribera, con su presencia sustentadora, perdonadora y restauradora de sus ministerios.
El testimonio de las Escrituras, en tercer lugar, es contundente. Lo asombroso es que ellas simplemente registran el hecho de que fueron las mujeres las primeras testigos del hecho, algo que prueba que la Biblia no trata de presentar testigos “obvios” sino que relata fielmente los sucesos, al punto de reconocer que aun los discípulos dudaron (Mt. 28:17; Mr. 16:11; Lc. 24:9). Además, podemos alegar con la declaración de los ángeles y su mensaje: “… ¿Por qué buscan ustedes entre los muertos al que vive?” (Lc. 24:5).
La resurrección de Jesucristo lo establece como el Señor; debemos reconocer que con la muerte del Hijo, Dios llora con nosotros al considerar nuestras aflicciones momentáneas de esta vida; en su resurrección, Dios nos hace partícipes de la vida eterna en su presencia.
La certificación de que estaremos con Él para siempre. El Cristo resucitado nos da la prueba máxima de su intención de darnos vida abundante y poderosa aquí y ahora, y vida eterna juntamente con Él.
LA RESURRECCIÓN DE JESÚS ES LA PRIMICIA ENTRE LOS QUE DUERMEN; ES LA GARANTÍA DE NUESTRA ESPERANZA.
Pablo Polischuk, Cofundador y profesor de FTIBA.
Pablo Polischuk, PhD Profesor, Gordon Conwell Theological Seminary Cofundador y profesor de la Facultad de Teología Integral de Buenos Aires.
Este es un libro escrito que causa el interés de conocer más de la vida de Cristo, motivando así a la búsqueda continua de Dios. En él se nos enseña cómo fue la vida de Jesús pero en un formato distinto, se nos habla del amor profundo que tuvo y tiene por nosotros, al haber enviado a su Hijo a la Tierra.
En este escrito el autor nos cuenta sobre la personalidad divina que Jesús mostró aquí en la Tierra, lo analiza desde una perspectiva más interesante y lo compara a la vida cotidiana y actual de la sociedad moderna.
Luego examina a cada uno de los personajes bíblicos que lo acompañaron a lo largo del camino hasta su final aquí, mostrando distintas personalidades y cualidades que siguieron al Mesías. Cabe destacar que también lo compara con nuestras formas de ser cotidianas revelando así las diversas personalidades que hay hasta el presente.
“Solo un corazón lleno de júbilo pudo dar nacimiento a tanto regocijo”
Fragmento extraído de «Personajes en torno a la Pasión de Cristo».
Con esta frase el autor, Clovis G. Chappell, hace hincapié en una parte de la personalidad de Jesús expresando que era alegre, tenía gozo, era humilde y, sobre todo, tenía pasión por las personas. Era tan grande su amor que estaba dispuesto a dar su vida por la humanidad. Asimismo, lo presenta paciente con todas las dificultades que se le presentaban en el camino hacia la cruz, que sería su destino en esta Tierra.
Chappell conduce a los lectores a la controversia de porqué Jesús eligió obedecer la voluntad de Dios, pudiendo haber tomado otras decisiones que lo llevarían a un lugar diferente de la cruz. Sin embargo, podemos apreciar la confianza que Cristo tenía con su Creador, debido a que el Padre siempre quiere lo mejor para sus hijos.
Jesús sabía cuál era su propósito y que la cruz era el único camino mediante el cual la humanidad pasaría a tener una segunda oportunidad hacia la eternidad, tan solo creyendo en Él y lo que hizo al morir. Es por esto que Cristo eligió seguir la voluntad del Padre, dejando que su sacrificio marque a la humanidad para siempre.
Este libro deja en claro que el cristianismo no es para cobardes, es decir, para aquellos que temen ir por más, dejándose vencer por sus miedos.
El evangelio es para héroes de la fe que tenemos que ir a “Jerusalén” (lugar en donde Cristo fue a la cruz) para vencer nuestros propios miedos, esos que nos detienen para hacer la voluntad de Aquel que nos creó.
Nos enseña que Jesús entró a la ciudad de Jerusalén no en forma de víctima, aunque sabía lo malo que le iba a suceder, sino como un vencedor que iba a derrotar al sistema de la humanidad. El Señor rompió con el prejuicio que enseñaba que solo unos pocos se podían salvar. Él vino a dar su vida por todos para permitir que la salvación y el poder puedan ser experimentados por todos.
Chappell nos habla de que tenemos que renovar los votos con nuestro Creador todos los días, es decir que tenemos que confiar y tener fe todo el tiempo en Dios, buscarlo en una intimidad diaria para poder experimentar más de su Espíritu y, sobre todo, conocer más de Él.
El autor define a Cristo como un héroe anónimo, ya que Él dejó que su vida fuera el camino hacia la cruz.
Personajes en torno a la Pasión de Cristo nos hace conocer más a nuestro Mesías de las Pascuas, llevando a los lectores a experimentar mejor el amor apasionado de Cristo por salvar a la humanidad, demostrándonos su propósito y lo que Dios pretende a través de Él.
No es el dolor lo que buscan los romanos al crucificar a un ser humano. Aunque la cruz produce un inmenso suplicio por un periodo de tiempo largo, aun así, no es esta la función principal de la crucifixión. Lo que busca este método de tortura ignominioso es la vergüenza. Colgar completamente desnudo al ejecutado y exhibirlo chillando de dolor, pidiendo la muerte a gritos.
No había que ser profeta ni adivino para saber que la muerte te buscaba, Señor. Es que fueron tantas las veces que te enfrentaste contra los líderes religiosos. Tu manera tan libre de vivir el sábado fue inaceptable. Te acusaron de tener un demonio; por eso pueblos enteros te rechazaron.
Viniste al mismo templo santo unos días antes para encarar a los sacerdotes y desmontar su negocio lucrativo. Les dijiste que eran una sarta de hipócritas. En síntesis, les dijiste que el Dios que adoraban y enseñaban no era el verdadero Padre. Con esa manera de actuar fuiste tú mismo quien se puso la soga al cuello.
Y así terminaste
En el primer concurso de popularidad en que se te vio involucrado, perdiste frente a Barrabás. Las mayorías casi nunca tienen la razón. Te transformaste en un personaje odioso y en una amenaza para los intereses de la elite religiosa.
El pueblo te entregó a los romanos y estos te hicieron carne de cañón. Hasta colgarte desnudo frente a todos.
Por eso tú, Maestro, entiendes a los abusados, a las víctimas de la vergüenza, a los que han sido violentados y ultrajados de su dignidad.
Enfrentaste a las fuerzas del mal y, aunque a ti te quitaron las ropas, en verdad son los poderes quienes fueron desnudados. El poder religioso que ostentaba entregar misericordia fue implacable contigo. El poder político que pretendía impartir la justicia fue indolente e injusto con tu persona.
Los que se creían “los buenos de la película” no lo son en verdad. Toda esta máscara de hipocresía fue desnudada en tu muerte. Los nubarrones grises como flecos simétricos se aproximan sobre este yelmo sangriento. Las mujeres lloran a tus pies y el inmenso dolor que te agobia es un espectáculo horrible. Tu carne cuelga en hilachas ensangrentadas. Tus rodillas están machucadas y tu rostro hinchado por los golpes.
Pobre Jesús, fuiste molido injustamente. Tú que te dedicaste a hacer el bien a los demás recibes este pago. Pudiste haber establecido el Reino de Dios a través de la violencia como lo hace el emperador romano. Lo pudiste haber establecido a través de la lógica, con argumentos inobjetables como los filósofos griegos. O haber echado mano a la manipulación y la milagrería como los falsos profetas y magos.
decidiste mostrar el poder a través de la debilidad.
¿No había otro camino?
La débil lluvia comienza a caer sobre la gente y ya todos comienzan a marcharse. Solo quedan los familiares, aquellos que nunca abandonan, que te acompañan y siguen siendo una luz cuando todas las demás luces se extinguen. Ya en tus últimos suspiros se te oye perdonar a tus verdugos, y los que se burlaban guardan silencio.
Nadie puede creer que en verdad tu amor no era solo cosa de frases bonitas.
Verdaderamente la cruz vino a ser una gran paradoja, pues mientras más maldad reflejada, más misericordia impartida. Nadie debería morir de esta forma tan vergonzosa, tan cruel. Por eso los romanos no crucifican a sus ciudadanos, por eso la palabra cruz es casi una inmoralidad pronunciarla.
¿Me pregunto dónde está Dios en una hora tan insoportable? ¿Por qué no hace nada? ¿Dónde está su justicia y su amor frente a los que sufren? Pero te miro, Jesús agonizante, y quizás esa es la respuesta.
Ahí está Dios, sufriendo el dolor indecible, entregado a la injusticia y la maldad, solidarizado con todos los crucificados y asesinados de la historia, con todos los que mueren de manera injusta, los pobres que en masa enfrentan la muerte mientras otros indolentes pasan de largo. Los millones de niñitos que mueren de hambre frente a la mirada fría de unos pocos que se engordan inmoralmente. Ahí está Dios, tomando parte con los que caminan al patíbulo.
Solo tú puedes salvarnos, pues sabes lo difícil que es ser un hombre de carne y hueso en este mundo tan injusto.
Probablemente alguna vez fuiste víctima de un engaño, estafa o falsificación. Puede ser desde un artículo o dispositivo comprado en internet que aseguraba ser original y era una copia trucha, un perfil de alguna persona en redes sociales que desea mostrarnos una realidad que no existe.
O quizá fue una propuesta laboral que no cumplió con nuestras aspiraciones, la carrera universitaria tan prometedora que nos desmotiva apenas comenzado el segundo año o la personalidad de algún amigo o amiga con quien pretendías algo más y te desilusionaste.
Todos podemos ser víctimas del catfish. Pretendemos de las personas más allá de lo que están capacitadas para dar. O tal vez seas tú esa persona que utiliza diversas plataformas para mostrar algo que no existe: la típica foto tirando humo, la clásica publicación “fantasmeando” después de una rutina de ejercicio o un partido, la concreción de algún logro tangible o material.
¡Nada de eso está mal! Nunca va a estar mal gritar a los cuatro vientos mostrando tus logros y que todos sepan cuánto valió tu tiempo y esfuerzo invertido.
«dedicamos más tiempo demostrándole al mundo que somos felices cuando podríamos invertir ese recurso en serlo verdaderamente»
En realidad, si mostramos nuestros logros, en la misma medida deberíamos mostrar nuestros fracasos. ¿Por qué no lo hacemos, por qué es una aberración mostrar fracasos? La verdad es que nadie quiere mostrar sus defectos, no queremos que vean nuestros errores y fallas.
Todo parece indicar que para ser apreciado, admirado o alabado, tenemos que mostrar lo positivo y ocultar lo negativo. Magnificar públicamente lo bueno y masticar solitariamente lo malo. Esto es lógico ya que no hay muchos espacios para personas reales, auténticas y falibles. Nadie va a contratar a un gerente con pésima tasa de efectividad en su gestión. Nadie quiere ver a un deportista de bajo rendimiento, nadie parece apreciar a los honestos y auténticos.
Si quieres pertenecer a un grupo, tienes que modificar tu comportamiento, tu código de valores, tu vocabulario, tu vestimenta y hasta el color de tu pelo. Ahí es donde comenzamos a ver personas auto falsificadas en lugar de personalidades legítimas, auténticas y reales. Pretendemos generar una ilusión para “vivir acompañados y felices”, utilizamos nosotros el catfish.
Esto le quita lo real y divertido a la vida
Cuán sanas serían las amistades, noviazgos, trabajos, redes sociales y la vida si fuéramos auténticos. Nadie esperaría algo que hemos ofrecido y no podemos dar. Mi gran ejemplo y modelo de vida es Jesús. Él mostró su verdadera cara, su carácter, sus emociones, su malestar.
El Maestro no tuvo resguardo en desilusionar a un joven con dinero o personas que deseaban señales raras. Fue auténtico y nosotros tenemos también que serlo. Una persona así es alguien consecuente con lo que dice, piensa y demuestra. Tiene un certificado de originalidad en la frente. Esto atrae a las personas correctas y aleja a las incorrectas.
Hace años que pastoreo jóvenes y cuando hablo con los chicos por primera vez, siempre deseo que se desilusionen rápido, que no fabriquen una realidad ilusoria de mi vida. No saben lo sana y descontracturada que se vuelve la relación después de esa charla. Todos saben qué esperar y qué no esperar. No ven dobleces, no hay falsificación y la amistad se potencia porque caen las caretas dejando ver nuestra verdadera cara.
La desilusión es una palabra positiva, porque la ilusión es una expectativa irreal de algo o alguien.
Cristian Kehler, presidente de Juventud Evangélica Bautista Argentina (JEBA)
Por eso te animo a que seas auténtico aunque esto signifique que desilusiones a tu entorno. Te animo a que seas real, legítimo. Quienes te acompañen lo van a hacer por tu verdadera naturaleza.
¡Nada de catfish! Te espero en el lado de la autenticidad. ¡Te aseguro que está buenísimo!
El 24 de marzo conmemoramos el día de la memoria en busca de verdad y justicia. A 45 años del golpe cívico-militar y eclesiástico más cruento de nuestra historia, volvemos a levantar el grito de Nunca Más.
En medio de un conflicto mundial inédito a causa de la pandemia que vivimos y atravesamos, creemos fundamental levantar los valores y principios de una generación, diezmada y atravesada por el terrorismo de estado, que creyó, militó y trabajó por un país mejor.
La actividad realizada no fue menor, este año plantamos 30.000 árboles en todo el país como acto de memoria y futuro. La memoria, al igual que la semilla, viene cargada de futuro. Esa semilla, como nos enseña la Palabra, debe ser sembrada para llevar fruto y llevarlo en abundancia.
Recordar a quienes desde diferentes lugares fueron verdaderos héroes
Es importante recordar a hermanas y hermanos de la fe, que en esos años fueron secuestrados, torturados, asesinados y desaparecidos, muchos por su fe, en medio de un Estado dictatorial que utilizó al arma de la fuerza pública como brazo represor y asesino.
Hermanas y hermanos en la fe, cristianos y cristianas comprometidos por el dolor social, que no se quedaron de brazos cruzados sino que, con amor pastoral, abrazaron, acompañaron y defendieron a perseguidos y familiares, reclamando justicia y verdad, por los miles y miles de personas desaparecidas.
Algunos ejemplos los podemos encontrar en la creación de la Asociación Permanente de Derechos Humanos donde el pastor metodista José Miguez Bonino, miembro fundador de dicha asociación, recuerda: “En una ocasión en que estábamos reunidos entre diez o doce personas, sentimos que la represión iba a ir aumentando, y que necesitábamos estar alerta. Entonces alguien dijo: ‘Tenemos que estar permanentemente en asamblea para defender los derechos humanos ́. Y de esa frase quedó el nombre”.
Recordamos asimismo al Obispo Federico Pagura o al pastor Emilio Monti, hermanos que defendieron y lucharon por los derechos humanos, entre numerosos militantes evangélicos.
En medio de ese horror, se desató otro igual o peor, la Guerra por las Islas Malvinas e Islas del Atlántico Sur. La necesidad de popularidad de dos gobiernos en caída fue el detonante de un conflicto geopolítico histórico.
Día del Veterano y de los Caídos en la Guerra de las Malvinas
El 2 de abril de 1982 se inició el desembarco de tropas argentinas en las islas Malvinas, usurpadas por Inglaterra desde 1833. El conflicto finalizó el 14 de junio de 1982 con la rendición de la Argentina y provocó la muerte “registrada” de 649 soldados argentinos, 255 británicos y 3 civiles isleños, junto a un sinfín de daños psiquiátricos, psicológicos y físicos a sobrevivientes, familiares y la sociedad argentina entera.
Revalidamos el mandato constitucional de recuperar, siempre a través del diálogo y la diplomacia, la arrebatada soberanía argentina sobre las Malvinas. Este 2 de abril, en especial, homenajeamos y recordamos a los caídos y veteranos de Malvinas, los cuales, para siempre serán héroes.
Soldados que con poca e ineficiente dotación armamentista emprendieron una batalla desigual, pilotos de aviones que entregaron su vida estrellándose contra buques ingleses, y marinos que lucharon hasta el final. Es nuestra deuda como sociedad, honrarlos a través de la memoria y políticas públicas del Estado para atender sus necesidades.
La institución presentará su primera producción audiovisual referida a la pasión de Cristo y la cruz del calvario.
La producción será presentada por el músico y actor Matthew West, y se transmitirá por Trinity Broadcasting Network a las ocho, hora local, (21hs Argentina, 18hs México, 19hs Colombia). Crece la expectativa por el resultado final ya que el museo es uno de los más importantes del mundo, dado que cuenta con más de tres mil exposiciones que revelan la historia de la Palabra de Dios en distintas eras.
“Este es un evento significativo para los cristianos y gran parte del mundo, ya que a partir de esta fecha se reorganizó el calendario antes y después de Cristo”, definió la gerente de relaciones con los medios del Museo de la Biblia, Charlotte Clay, en una entrevista a The Christian Post.
El director ejecutivo del Museo de la Biblia, Harry Hargrave, explicó que a través del documental se proponen involucrar a espectadores de todo el mundo con la historia de la Pascua. La producción aborda el tiempo previo al sacrificio de Jesús, y también incluye una recreación original de la semana de la pasión del Señor y lo que condujo a la muerte y resurrección del Salvador.
“Mientras nos enfrentamos a otra Pascua en tiempos de pandemia, mantenemos la esperanza de que vendrán tiempos mejores”, reflexionó Hargrave. Además, el ejecutivo contó que el lanzamiento tiene el fin de dar mayor esperanza a la humanidad.
El museo exhibe desde 2017 alrededor de mil ciento cincuenta artículos en su colección permanente y dos mil de otras instituciones y colecciones, son más de 4.000 años de historia en un solo lugar. Crédito: Museum of the Bible
“Esta es nuestra forma de celebrar las Pascuas con cualquier persona, en cualquier parte del mundo, en tiempos de dificultad”, dijo la gerente. Además, la producción relata cómo surgieron las tradiciones actuales de las Pascuas, como el huevo de chocolate.
Luego de su estreno, el documental se encontrará disponible en el canal de YouTube y en el sitio web del Museo de la Biblia.
Según un estudio de la Enciclopedia Cristiana Mundial hay menos creyentes que hace ciento veinte años.
Durante casi cuatro décadas, los autores del compendio documentaron las afiliaciones y denominaciones en todo el globo. Si bien los datos revelan que el número de cristianos no se redujo significativamente, lo que sorprendió fueron los cambios demográficos, ya que la mayoría no vive en Europa y América del Norte, sino en Latinoamérica.
En los últimos ciento veinte años el cristianismo disminuyó. Por ejemplo, en 1900, el 34,5% de las personas del mundo se declaraban cristianos, pero en 2020 ese número se redujo al 32,3% de la población. Esta tendencia se acentúa en los países del hemisferio norte, donde la baja en la cantidad de personas practicantes es mucho más significativa.
El caso de EE.UU.
Según un relevamiento realizado por la encuestadora Gallup, el 47% de los estadounidenses dice pertenecer a una iglesia local, frente al 70% de mediados de la década de 1990 y el 50% de 2019. La disminución es parte de una caída continua en la membresía durante los últimos 20 años.
Si bien la asistencia a los templos en Estados Unidos ha disminuido en todos los grupos religiosos, los católicos vieron una caída mayor (76% a 58%) que los protestantes (73% a 64%).
El resto del mundo
La región en donde más ha disminuido el cristianismo es en la región de África del Norte y Asia Occidental, que incluye Irak, Siria, Israel, Palestina y Turquía. «Esta región ha estado sometida a una enorme presión en los siglos XX y XXI y ha experimentado una caída precipitada de su población cristiana, del 12% al 4% en 2020. Turquía, en particular, tenía un 22% de cristianos en 1900 y hoy sólo tiene un 0,2%», describen Gina A. Zurlo y Todd M. Johnson de la revista de misión global, Lausanne Global Analysis.
Muchos de los países de la región de África del Norte y Asia Occidental figuran dentro de los cincuenta países donde es más difícil vivir como cristiano, según la Lista Mundial de la Persecución de Puertas Abiertas del 2021. Irak y Siria se sitúan sólidamente entre los quince primeros, mientras que Turquía ocupa el puesto número veinticinco.
El avance evangélico en Argentina
En nuestro país la situación pareciera ser diferente. Según la Segunda Encuesta Nacional de Creencias y Actitudes Religiosas en Argentina, realizada por el Conicet en 2019, los evangélicos aumentaron del 9% al 15,3% en los últimos once años. Entre las regiones donde más se puede apreciar el aumento están la Patagonia y el Noroeste Argentino (NEA), en donde el porcentaje de evangélicos supera al del resto del país.
Por su parte, el informe revela que el catolicismo disminuyó diez puntos porcentuales en el mismo período. Además, el estudio expone que entre este grupo se constatan las proporciones más altas de relación con Dios por su propia cuenta, mientras que entre los evangélicos la fe pasa mayoritariamente por la asistencia al templo.
La pastora y licenciada en Ciencias Políticas presentó en la legislatura porteña su obra prima. En diálogo con La Corriente explica por qué es fundamental que los cristianos se involucren profesionalmente en los asuntos sociales, políticos y económicos de su país.
El libro se comenzó a escribir a mediados de 2017 y es un compilado de todo lo que Ana enseñó durante casi una década acerca de la participación política y cómo llevarla a cabo de manera eficaz. Además, es un material que se basa en investigaciones, estadísticas y la propia experiencia de la autora en el campo político. «Hay que salir del modo espectador y dejar la apatía para convertirnos en verdaderos agentes de cambio y transformación» afirmó Valoy.
Ana Valoy, Licenciada en Ciencias Políticas y pastora del ministerio Nacidos para Gobernar.
En el prólogo la escritora explica “Dios les entregó a todas las personas capacidades, dones y habilidades para que puedan ejercer su rol de gobierno en la sociedad. Cuando las injusticias comiencen a golpear su espíritu, también comenzarán a despertarse todos los recursos que Dios ya depositó en usted».
Ana Valor en la presentación de su libro.
Para lograr incurrir en el ámbito político se requiere de mucha preparación tanto espiritual cómo profesional y Ana Valoy aporta desde su experiencia en cada capítulo. «Hay que capacitarse, armar un equipo de trabajo, organizar estrategias concretas que ayuden a solucionar problemas que enfrenta la sociedad actual», afirma la licenciada en ciencias políticas.
Además, Ana fundó junto a su marido el ministerio “Nacidos para Gobernar”, en el que capacitan a personas de múltiples congregaciones en su llamado público y social. La autora cuenta que una de las cosas que les enseña a todos sus congregantes es que «Dios reina sobre todas las cosas y Él designó a sus hijos para que administren la tierra con justicia y gobiernen de manera correcta todos los asuntos de este mundo». Este principio se encuentra más ampliado en las páginas de su nueva obra.
«En la política deben avocarse aquellos que tienen un llamado de parte de Dios, porque Él nos respalda y nos cuida en todo el proceso»
Ana Valoy, Licenciada en Ciencias Políticas y pastora del ministerio Nacidos para Gobernar.
La pastora del ministerio Nacidos para Gobernar reflexiona “la tarea de la iglesia en este aspecto tiene que ser programada, puntual e intencional, creo que las congregaciones deberían incluir programas para preparar personas que alcancen puestos de gobierno”. Uno de los propósitos del libro es incentivar a líderes y pastores a romper mitos que giran en torno a que los congregantes se involucren en los asuntos públicos, y lo fundamentan en base a principios bíblicos.
Diferentes funcionarios se acercaron a la presentación del libro.
En esa línea la pastora afirma “como sabemos que muchos ministerios no tienen las herramientas, fundamos ‘Nacidos para Gobernar‘ con el fin de acompañar a los que tienen este llamado. Así como hemos preparado a muchas personas para desarrollar un liderazgo dentro de las congregaciones, nuestra meta es entrenar gente para enviarlos a ser luz en todas las esferas sociales».
El libro fue presentado en la legislatura porteña y será declarado de interés para toda la ciudad. En la convocatoria participaron varios legisladores, entre ellos se encontraban Claudio Cingolani, Claudio Romero, Walter Ghione y el doctor Bladimiro Wojtowicz quién se encargó de la edición del texto. El ejemplar está diseñado para que no solo el creyente se interese en la lectura del material, sino todo aquél que de una u otra manera quiera involucrarse en la política. Uno de los enfoques del libro busca despejar las dudas que los jóvenes tienen y no encuentran con quien plantearlas.
En el contexto socio económico que estamos atravesando los medios pusieron la mirada en la cantidad de creyentes evangélicos que se están involucrando en los ámbitos gubernamentales y hay una expectativa sobre cómo esta nueva camada de funcionarios y actores sociales influyen en la sociedad.