Estrenada en 2008, “Las Crónicas de Narnia: El Príncipe Caspian» es la segunda entrega de la saga basada en los amados libros de C. S. Lewis.
Este film nos sumerge nuevamente en el mundo de Narnia, pero con una realidad diferente: han pasado siglos desde que los hermanos Pevensie dejaron ese reino, y ahora enfrentan un nuevo desafío, liberar a Narnia en medio de una opresión bélica entre humanos y narnianos. Esta película no solo es una aventura fantástica, sino también una obra cargada de simbolismo cristiano que invita a reflexionar sobre la restauración, el liderazgo y la fidelidad a Dios.
Sinopsis de El Príncipe Caspian
Los hermanos Pevensie – Peter, Susan, Edmund y Lucy – son convocados nuevamente a Narnia, donde descubren que han pasado más de mil años desde su reinado. El lugar está bajo el dominio de los telmarinos, liderados por el rey Miraz, un tirano que busca erradicar la memoria de Aslan y todo lo que representa Narnia.
En este contexto, el joven príncipe Caspian, heredero legítimo al trono, busca restaurar la paz y la justicia en el reino. Con la ayuda de los Pevensie, los narnianos deben unirse para derrotar a Miraz y devolver a Narnia su libertad. Pero el viaje no solo es físico, sino también espiritual, ya que la fe en Aslan tambalea y los personajes deben redescubrir su propósito.
Breve análisis de El Príncipe Caspian
Uno de los paralelismos más destacados con el Evangelio es la lucha por mantener la fe en medio de la adversidad.Aslan, quien simboliza a Cristo, parece ausente durante gran parte de la película, lo que genera dudas y temor entre los personajes. Este aspecto recuerda momentos en la vida cristiana cuando Dios parece distante, pero en realidad está presente y trabajando en silencio. Lucy, la más joven de los Pevensie, demuestra una fe inquebrantable en Aslan, desafiando la incredulidad de sus hermanos y recordando las palabras de 2 Corintios 5:7: «Porque por fe andamos, no por vista».
El príncipe Caspian representa al líder que debe aprender a depender de una fuerza mayor a la suya. Su viaje de crecimiento refleja el llamado a ser siervos-líderes, siguiendo el ejemplo de Jesús, quien vino no para ser servido, sino para servir (Mateo 20:28). La batalla por restaurar Narnia es un espejo de la lucha espiritual por traer luz y justicia a un mundo caído.
Los narnianos – faunos, centauros, animales parlantes y enanos – deben unirse para enfrentar a un enemigo común. Esto resalta la importancia del cuerpo de Cristo, donde cada miembro, con sus dones y talentos, tiene un rol esencial (1 Corintios 12:12-14).
Ver El Príncipe Caspian es recordar que, aunque a veces enfrentemos tiempos de sequía espiritual o duda, Dios nunca nos abandona. Al igual que Aslan, él actúa en el momento preciso. Además, la película nos desafía a confiar en Su plan incluso cuando no entendemos todo lo que sucede. Como Lucy, debemos estar atentos a Su voz y ser valientes para seguirlo, incluso si eso significa ir contra la corriente.
Las Crónicas de Narnia: El Príncipe Caspian no es solo una historia de fantasía; es una invitación a examinar nuestra fe y nuestra relación con Dios. A través de sus personajes y simbolismos, nos recuerda que, incluso en tiempos oscuros, la luz de Cristo brilla y nos llama a seguir adelante con confianza y esperanza.
Podés encontrar esta película en la plataforma de Disney + .
El pecado dominante en mi vida adulta ha sido mi cobarde negativa a pensar, sentir, actuar, responder y vivir a partir de mi auténtico yo, por miedo al rechazo. No me refiero a que ya no creo más en Jesús. Todavía creo en Él, pero la presión de los pares ha establecido límites a las fronteras de mi fe. Tampoco me refiero a que ya no amo más a Jesús. Todavía lo amo mucho, pero a veces amo otras cosas, específicamente (y aún más), mi reluciente imagen. Cualquier límite autoimpuesto a mi fe y mi amor por Jesús inicia inevitablemente una traición de algún tipo. Marcho en fila india con los apóstoles intimidados: “Entonces todos los discípulos lo abandonaron y huyeron” (Mateo 26:56).
En el evangelio de Juan, se dice que los judíos son incapaces de creer porque “unos a otros se rinden gloria”(5:44). Parece que hay una incompatibilidad radical entre el respeto humano y la auténtica fe en Cristo. Las caricias o el desprecio de nuestros pares se vuelve más importantes que la aprobación de Jesús.
El pecado dominante en mi vida adulta ha sido mi cobarde negativa a pensar, sentir, actuar, responder y vivir a partir de mi auténtico yo, por miedo al rechazo. No me refiero a que ya no creo más en Jesús. Todavía creo en Él, pero la presión de los pares ha establecido límites a las fronteras de mi fe. Tampoco me refiero a que ya no amo más a Jesús. Todavía lo amo mucho, pero a veces amo otras cosas, específicamente (y aún más), mi reluciente imagen. Cualquier límite autoimpuesto a mi fe y mi amor por Jesús inicia inevitablemente una traición de algún tipo. Marcho en fila india con los apóstoles intimidados: “Entonces todos los discípulos lo abandonaron y huyeron” (Mateo 26:56).
Las opiniones de los demás ejercen una sutil pero controlada presión sobre las palabras que digo y las que callo; la tiranía de mis pares controla las decisiones que tomo y las que me niego a tomar. Tengo miedo de lo que otros puedan decir. Somos inmovilizados por el pensamiento: ¿qué dirán los demás? La ironía de todo esto es que las opiniones a las que más les tememos no son las de las personas que realmente respetamos, sin embargo, estas mismas personas influyen en nuestras vidas más de lo que queremos admitir.
Este enervante miedo a nuestros pares puede crear una mediocridad atroz. Cuando admitimos libremente el misterio de sabernos amados y aceptamos nuestra identidad esencial como hijos de Abba, poco a poco ganamos autonomía con respecto a las relaciones que nos controlan. Nos convertimos en personas guiadas por nuestro interior en lugar de estar determinados por lo exterior. Los destellos fugaces de placer o de dolor causados por la afirmación o la privación de otros nunca van a desaparecer por completo, pero su poder para inducirnos a la autotraición disminuirá.
La pasión no es una gran emoción, sino una determinación de acero, disparada por amor, para permanecer centrado en la conciencia de la resurrección presente de Cristo, un impulso a permanecer arraigado en la verdad de lo que soy, y una disposición a pagar el precio de la fidelidad. Ser dueño de mi propio “yo” en un mundo lleno de voces contrarias al Evangelio requiere una enorme fortaleza.
En esta década de tanta charla religiosa vacía y de la proliferación de estudios bíblicos, curiosidad intelectual ociosa y pretensiones de importancia, la inteligencia sin coraje está en quiebra. Los cuatro evangelistas no nos ahorran los detalles brutales de las pérdidas que sufrió Jesús por el bien de la integridad, el precio que pagó por la fidelidad a su pasión, su persona y su misión.
Su propia familia pensaba que necesitaba el cuidado de custodios (Marcos 3:21), fue llamado glotón y bebedor de vino (Lucas 7:34), los líderes religiosos sospechaban que estaba poseído por un demonio (Marcos 3:22) y los espectadores lo llamaron con palabras insultantes. Él fue rechazado por aquellos a quienes amaba, fue considerado un perdedor, fue expulsado fuera de la ciudad y lo mataron como a un criminal.
La pobreza de la singularidad es el llamado de Jesús a ponerse de pie completamente solo cuando la única alternativa es llegar a un acuerdo por el precio de su integridad. Es un sí solitario a los susurros de nuestro verdadero ser, un apego a nuestra identidad esencial cuando el compañerismo y el apoyo de la comunidad son retenidos. Es una valiente determinación a tomar decisiones impopulares que expresan la verdad sobre quiénes somos (no de lo que pensamos que deberíamos ser o de lo que otra persona quiere que seamos).
Significa confiar en Jesús lo suficiente como para cometer errores y creer que su vida seguirá teniendo pulso dentro de nosotros. Es la inarticulada, desgarradora entrega de nuestro verdadero yo a la pobreza de nuestra propia y misteriosa personalidad. En una palabra, hacernos valer por nosotros mismos es a menudo un acto heroico de amor.
La medida de nuestra profunda conciencia de la resurrección presente de Cristo es nuestra capacidad de luchar por la verdad y de mantener la desaprobación de otras personas importantes. Un aumento de la pasión por la verdad evoca una creciente indiferencia a la opinión pública y a lo que la gente diga o piense.
Ya no podemos ser arrastrados con la multitud o hacer eco de las opiniones de los demás. La voz interior que dice: “Ten ánimo. Soy yo. No tengas miedo”, nos asegura que nuestra seguridad descansa en no tener ninguna seguridad. Cuando nos hacemos valer por nosotros mismos y reclamamos la responsabilidad de nuestro propio y único yo, crecemos en autonomía personal, fortaleza y libertad de las ataduras de la aprobación humana.
Cuando nuestro sentido de nosotros mismos está ligado a alguna tarea en particular (servir en un comedor social, promocionar la conciencia ambiental o dar instrucción espiritual) tomamos un enfoque funcional de la vida, el trabajo se convierte en el valor central, perdemos el contacto con el verdadero yo y con la feliz combinación de dignidad misteriosa y polvo pomposo que somos en realidad.
La fe nos convence de la resurrección presente de Jesús. Pero, como ha señalado Sebastián Moore: “En la religión siempre se esconde el temor de que hayamos inventado la historia del amor de Dios”. La fe genuina nos lleva a conocer el amor de Dios, a confesar a Jesús como Señor y a ser transformados por lo que sabemos.
Un compromiso que no es visible en el humilde servicio, el discipulado sufriente y el amor creativo es una ilusión. Jesucristo es impaciente con las ilusiones, y el mundo no tiene interés en las abstracciones.“Todo el que me oye estas palabras y no las pone en práctica es como un hombre insensato que construyó su casa sobre la arena” (Mateo 7:26). Si nosotros pasamos por alto estas palabras del Gran Rabí, la vida espiritual no será nada más que una fantasía. El que habla, sobre todo si habla con Dios, puede afectar a muchos, pero el que actúa realmente lo hace con toda seriedad y demanda más nuestra atención. Si usted quiere saber lo que una persona realmente cree, no solo escuche lo que dice, vea lo que hace.
Un día, Jesús anunció que no había venido a llamar a los justos, sino a los pecadores. Luego procedió a compartir el pan con un notable pecador público, Zaqueo. Al compartir la mesa, Jesús actuó por su pasión por el Padre, cuyo amor indiscriminado permite que caiga su lluvia sobre los hombres honestos y deshonestos por igual. La inclusión de los pecadores para compartir una comida es una expresión dramática del amor misericordioso del Dios redentor.
En otro momento de su ministerio terrenal, Jesús dijo: “El Hijo del hombre no vino para que le sirvan, sino para servir” (Mateo 20:28). En la víspera de su muerte, Jesús se quitó el manto, se ató una toalla a la cintura, echó agua en un cuenco de cobre y lavó los pies de sus discípulos. La Biblia de Jerusalén señala que tanto el vestido que usaba como la tarea que hacía eran propios de un esclavo. Un profundo misterio: Dios se convierte en un esclavo. Esto implica, muy específicamente, que Dios quiere ser conocido a través del servicio.
Al participar en la experiencia de lavarnos los pies, Jesús se dirige a nosotros directamente, demandando nuestra completa atención, mientras nos mira a los ojos y hace esta afirmación colosal: “Si quieres saber cómo es Dios, mírame. Si quieres saber que tu Dios no viene a gobernar sino a servir, obsérvame. Si quieres una garantía de que no inventaste la historia del amor de Dios, escucha el latido de mi corazón.”
Esta afirmación asombrosa e implacable acerca de sí mismo sigue siendo la idea central con la que tenemos que enfrentarnos. Nadie puede hablar por nosotros. La gravedad de las consecuencias de la confesión “Jesús es el Señor” revela el costo del discipulado, la destacada importancia de nuestra confianza y el valor insustituible de la fortaleza. Jesús también sabía estas cosas. Con una inquebrantable pasión por su Padre y una amorosa determinación de hacer el bien a todos, abandonó lo que tenía que abandonar, hizo lo que tenía que hacer, confió donde tenía que confiar y fue fiel hasta la muerte.
Un repaso por la historia del misionero William Carey
Esta es la historia de uno de los misioneros que Dios usó para cambiar la historia del mundo, comunicando el mensaje del evangelio a lugares a donde nadie llegaba .
Zapatero, padre, traductor, son algunas de las palabras con las que podríamos definir a esta persona. Nacido en Inglaterra, en el siglo dieciocho, en un hogar muy pobre, decidió convertirse en zapatero. Pero ese no sería su oficio por siempre, sino que procuró ser misionero. Se cumplió ese deseo y llegó a India, lugar donde pasó situaciones muy difíciles, pero fue el país que destinó para hacer sus misiones.
Si bien murió 100 años antes de que India fuera un país independiente, gracias a su lucha consiguió instalar la semilla que estaría lista al momento de producirse la independencia.
En un mundo más desigual que el nuestro, la mujer india no era depositaria de ningún derecho, más que el de ser madre, esposa y estar atada a raíces ancestrales que le quitaban su libertad. Gracias a la prédica de Carey, pudieron verse beneficiadas con las nuevas leyes que las protegían de manera más integral.
Una vida por demás difícil
Carey, por las malas condiciones económicas que atravesaba su familia, no pudo concluir sus estudios en la escuela. Sin embargo, esto no impidió que se transformará en un sujeto autodidacta, donde aprendió de manera solitaria, algunos idiomas como el latín, griego, hebreo y teología. Esto se debió a las bibliotecas que tenía cercanas a su hogar, donde algún bibliotecario y maestro de estas materias le dedicaba algún tiempo para enseñarle.
Decidió emigrar a India, como parte de un llamado misionero, cerca del 1800 e instalarse en una zona llamada Serampore, la cuál sería su base de toda su labor.
Estuvo casado en tres ocasiones, siendo Dorothy la primera de ellas. Lejos de ser un cuento de fantasía, una vez radicados en India, Dorothy se transformó en un obstáculo, debido a que comenzó a padecer de ciertas enfermedades y dolencias, tanto físicas como mentales, que obstaculizaron un poco la labor misionera.
William Carey
Una cultura difícil, ancestral y llena de mitos
La civilización india era y es hasta el día de hoy una cultura ancestral. Estaba regida por castas donde unos tenían más privilegios que otros. Estas castas eran estáticas, imposibles cambiarlas. Además de esto, estaban establecidas por nacimiento. Así había entre cuatro y cinco castas diferenciadas entre sí, con roles y trabajos predeterminados.
Además de esto, el rol de la mujer estaba cien por ciento ligado a las decisiones del marido o de la familia.
Guido Márquez
Así se practicaba el sati. ¿Qué era esto? Consistía en que la viuda, una vez muerto el marido, tenía que ofrecerse de forma “voluntaria” en la pira -fuego que se prendía con el cuerpo muerto en una base de leña-.
La mujer era la que se llevaba, por desgracia, la peor parte, debido a que se cruzaban dos factores: el sistema de castas y las costumbres ancestrales. Como si fuera poco, el analfabetismo y la falta de educación básica llegaba a niveles desorbitantes. Esta sociedad fue la que se encontró el británico cuando descendió del barco y se dedicó a misionar.
Las acciones que se propuso Carey
Aunque India era un país superpoblado, lleno de tradiciones con distintas castas, regiones e idiomas, Carey se propuso cambiar, aunque sea en Serampore, donde se radicó, la situación de los indios.
Una de sus principales acciones fue abrir centros educativos como escuelas, para poder alfabetizar a la población. Igualmente, se dedicó a conservar los idiomas antiguos de la región, para que la población no los perdiera.
De esta manera, logró tener una imprenta donde pudo distribuir libros en idiomas hablados desde la antigüedad, a los que se le venía dando la espalda, cambiándolos por el inglés, el idioma que se creía primordial debido al gobierno colonial inglés. También se dedicó a traducir la Biblia, entre otros documentos importantes, a las lenguas maternas habladas en el país.
La prédica de Carey dedicó su labor a hablar de que en Cristo se podía cambiar el estilo de vida, donde no era necesario creer en las castas, sino que se podía tener una vida en igualdad y en libertad.
Debido a su influencia en el gobierno británico, pudo lograr la suspensión de la práctica del sati, salvando a muchas viudas. También puso las bases para eliminar el sistema de castas, hecho que se lograría producir a partir de 1947, cuando India se independiza totalmente de la corona británica.
Como si fuera poco, era un gran conocedor de la naturaleza, tanto de los árboles, como de plantas y hortalizas. Basado en esto, pudo contagiar al resto de la sociedad india, que el hombre era la imagen de Dios, por lo tanto, podía conocer, pero también gobernar la naturaleza que lo rodeaba.
Palabras para resumir a este hombre pueden faltar: feminista, botánico, zapatero, misionero. Quizás un poco ignorado el día de hoy, India y el resto del pueblo cristiano le tiene que agradecer, tanto por las labores que hizo, como el ejemplo que nos legó.
Las Escrituras nos enseñan que servir a los demás es un reflejo del amor de Dios. En Gálatas 5:13, se nos recuerda: “Porque vosotros, hermanos, a libertad fuisteis llamados; solamente que no uséis la libertad como ocasión para la carne, sino servíos por amor los unos a los otros.” Este verso nos anima a poner en práctica nuestra libertad en Cristo a través del servicio hacia los demás.
En un mundo donde la indiferencia y el aislamiento a menudo predominan, se nos invita a salir de nuestra comodidad y ser agentes de cambio en nuestras comunidades. Este llamado a la acción no es solo un ideal, sino un aspecto fundamental de nuestra fe, en el que los hechos hablan mejor que las palabras. A través del servicio, podemos demostrar el amor de Cristo de manera tangible y significativa.
Proyectos Comunitarios: Organizar actividades que respondan a las necesidades de la comunidad es una forma poderosa de demostrar amor. Esto puede incluir limpieza de espacios públicos, distribución de alimentos o apoyo a refugios locales. Al hacerlo, llevamos la iglesia a la ciudad, mostrando que estamos comprometidos con el bienestar de nuestro entorno.
Mentoría y Educación: Ofrecer tutorías o clases para jóvenes de la comunidad puede ayudar a empoderar a la próxima generación. Al invertir tiempo en su desarrollo, no solo les brindamos herramientas para el futuro, sino que también les mostramos el amor de Cristo en acción.
Este es un llamado a ser una presencia activa en nuestra comunidad, a ser el rostro de Cristo en cada acción que emprendemos. Al servir, no solo ayudamos a los demás, sino que también nos transformamos a nosotros mismos, creciendo en nuestra fe y en nuestra comprensión del amor de Dios.
Servir es más que un concepto; es un movimiento hacia un servicio genuino y activo. Al poner en práctica nuestra fe a través de acciones concretas, demostramos que el amor de Dios está vivo en nosotros. Que nuestras obras hablen más fuerte que nuestras palabras, y que cada pequeño acto de servicio contribuya a una transformación mayor en nuestras comunidades. ¡El momento de actuar es ahora!
Las vacaciones son, sin dudas, uno de los tiempos más esperados por todos aquellos que trabajan durante el año. Después de meses duros laboralmente, es el momento ideal para descansar y recrearse, preparándonos para una nueva temporada.
Como cristianos, podemos ver el tiempo de vacaciones como un espacio de crecimiento espiritual. En esta nota vamos a enumerar algunas actividades e ideas para convertir el tiempo de descanso en un tiempo de meditación y madurez en la Verdad.
Las actividades en nuestras congregaciones pueden ser un poco desgastantes físicamente. Por ello, no debería representar un problema o una actitud poco cristiana no asistir a las reuniones durante el tiempo de vacaciones. Eso está en cada uno. Pero debemos tener cuidado con aquellos que deciden tomar este tiempo para descansar de las actividades dentro de la iglesia local.
En las Escrituras nos encontramos con un Jesús que, en medio de toda la acción y actividad de su ministerio, se tomaba minutos, horas y hasta días para meditar con el Padre.
Una característica importante de estos pasajes es la palabra “oración”. Esto resalta la importancia de asociar el orar con el tiempo de descanso. Si bien la oración debe ser constante, estos versículos destacan el valor de la oración personal, sin distracciones, apartándonos unos momentos de lo que la carne desea consumir.
Leer la Biblia en vacaciones puede ser una experiencia enriquecedora. Ya sea en solitario, en familia o con amigos, esta actividad genera conversaciones profundas y meditaciones sobre lo que Dios establece en su Palabra.
Agradecer:
Como cristianos, es importante dedicar tiempo para agradecer a Dios por lo sucedido en el año, por quienes somos en Cristo y por su sacrificio que nos reconcilia con el Padre. La gratitud nos llena de alegría, sabiendo que lo tenemos todo en Jesús.
Escuchar música que edifique:
La música es una herramienta poderosa para relajarnos y meditar. Armar una playlist con canciones que nos acerquen a Dios, incluso de géneros no cristianos, puede ayudarnos a reflexionar y madurar en nuestro caminar con Él.
Fortalecer los vínculos:
Pasar tiempo con familia y amigos es parte de expresar a Cristo. Escuchar, ayudar, pedir perdón y agradecer son acciones que nos enriquecen espiritualmente y fortalecen la comunidad en Cristo.
Tener tiempos de lectura:
En un mundo lleno de distracciones digitales, la lectura en papel puede ser un bálsamo para la mente. Leer libros cristianos nos ayuda a meditar y crecer en la Palabra desde distintos enfoques.
El descanso es vital para nuestra vida. No se trata solo de dejar de trabajar, sino de darle un respiro a nuestro organismo para enfrentar un nuevo año. Esto beneficia tanto al cuerpo como a la mente, preparándonos para los desafíos que vendrán.
Las vacaciones no solucionarán nuestros problemas, pero sí nos permiten que Cristo sea formado más plenamente en nosotros. Aprovechemos este tiempo para desconectarnos de las actividades cotidianas y aferrarnos más a Jesús, tanto de forma personal como en familia, pareja y amistades.
Cómo BibleProject Hace la Biblia Accesible para Millones
En un edificio discreto, BibleProject ha revolucionado cómo millones de personas comprenden la Biblia. Fundado en 2014 por Tim Mackie y Jon Collins, excompañeros universitarios, el proyecto comenzó con una visión clara: hacer que las Escrituras fueran accesibles y comprensibles para todos.
De un Sueño Local a un Impacto Global
Lo que inició como un experimento con solo dos videos publicados en línea, hoy cuenta con más de 180 videos animados y 350 episodios de podcasts, acumulando 620 millones de visualizaciones en más de 200 países. La plataforma ha crecido hasta tener más de 5 millones de suscriptores y ofrece incluso clases de nivel seminario.
Michael McDonald, Director de Enfoque Global, destacó el inesperado éxito:
«Nunca imaginamos que esto se convertiría en una gran organización sin fines de lucro. Comenzó como un proyecto apasionante entre amigos, financiado por pequeñas donaciones».
Creatividad y Profundidad Teológica
El profundo conocimiento de Tim Mackie en Biblia Hebrea y estudios judíos, junto con la creatividad de Jon Collins en producción de video, permitió crear contenido visual innovador que explica pasajes bíblicos complejos de manera sencilla.
El proceso de producción incluye investigación, ilustración y animación detalladas:
“Cada línea y palabra están cuidadosamente conectadas antes de grabar”, explicó Mackie.
Alcance Global y Testimonios Impactantes
BibleProject ha trascendido culturas y fronteras, ofreciendo contenido en 56 idiomas, incluido el árabe. McDonald relató historias inspiradoras, como la de personas en Túnez que dijeron:
«Soy musulmán, y tus videos me ayudaron a comprender las Escrituras y lo que dicen sobre Jesús».
Una Misión Clara
Más que informar, el objetivo de BibleProject es transformar vidas mostrando la Biblia como una historia única que apunta a Jesús. Jon Collins expresó:
«Queremos ayudar a la gente a ver la Biblia como una historia con un diseño literario increíble que revela a Jesús».
Desde sus humildes inicios hasta convertirse en un movimiento global, BibleProject continúa inspirando a personas de todas las edades y culturas.
Un 15 de enero de 1929 en Atlanta, Georgia, Estados Unidos, nacía uno de los ministros y activistas más importantes para la historia del mundo y la Iglesia. En este día vamos a hacer un repaso de su vida y lo que Cristo hizo a través de ella, dejando una huella imborrable en la cultura occidental.
La historia de este defensor de los derechos civiles de los norteamericanos afroamericanos por alcanzar la plenitud de derechos, sin dudas marcó un antes y un después en el mundo, sobre todo en Estados Unidos, destacándose por su acción no violenta, que movilizó a una porción creciente de la comunidad afroamericana hasta culminar en el verano de 1963 en la histórica marcha sobre Washington, que congregó a 250.000 manifestantes. Allí, al pie del Lincoln Memorial, Martin Luther King pronunció el más célebre y conmovedor de sus discursos.
Pero yendo un poco más atrás en el tiempo, vamos a remontarnos a 1929, exactamente un 15 de enero cuando el hijo de James Albert King y Delia Linsey King nació. Sin dudas fue una fecha reservada en el calendario de Dios, que marcaría el inicio de la vida de un niño que luego se convertiría en uno de los ministros más influyentes de ese y el próximo siglo.
Martin Luther King joven.
Hijo de un ministro bautista, Martin Luther King estudió teología en la Universidad de Boston. Desde joven, le llamaba la atención la situación de segregación social y racial en que vivían los estadounidenses afroamericanos de su país, y en especial los de los estados sureños. Convertido en pastor en 1954, se hizo cargo de una iglesia en la ciudad de Montgomery, Alabama. Muy pronto dio muestras de su carisma y de su firme decisión de luchar por la defensa de los derechos civiles con métodos pacíficos.
En agosto de 1955, una humilde modista negra, Rosa Parks, fue detenida y multada por sentarse en la sección reservada para blancos de un autobús; King dirigió un masivo boicot de más de un año contra la segregación en los autobuses municipales.
La fama de Martin Luther King se extendió rápidamente por todo el país y enseguida asumió la dirección del movimiento pacifista estadounidense, primero a través de la Southern Cristian Leadership Conference y más tarde del Congress of Racial Equality. Asimismo, como miembro de la Asociación para el Progreso de la Gente de Color, abrió otro frente para lograr mejoras en sus condiciones de vida.
Martin Luther King
En 1960 inició una campaña de alcance nacional. En esta ocasión, Martin Luther King fue encarcelado y posteriormente liberado por la intercesión de John Fitgerald Kennedy, entonces candidato a la presidencia de Estados Unidos, pero logró para la comunidad la igualdad de acceso a las bibliotecas, los comedores y los estacionamientos.
El 28 de agosto de 1963, King dio un discurso que quedaría inmortalizado al encabezar una gigantesca marcha sobre Washington, en la que participaron unas 250.000 personas, ante las cuales pronunció el discurso hoy titulado I have a dream (Tengo un sueño), una bellísima alocución en favor de la paz y la igualdad entre los seres humanos. King y otros representantes de organizaciones antirracistas fueron recibidos por el presidente John F. Kennedy, quien se comprometió a agilizar su política contra el segregacionismo en las escuelas y en la cuestión del desempleo, que afectaba de modo especial a la comunidad negra.
No obstante, ni las buenas intenciones del presidente, quien moriría asesinado meses más tarde, ni el vigor ético del mensaje de Martin Luther King, premio Nobel de la Paz en 1964, parecían suficientes para contener el avance de los grupos nacionalistas de color contrarios a la integración y favorables a la violencia, como Poder Negro, Panteras Negras y Musulmanes Negros.
La permeabilidad de los colectivos de color (sobre todo de los que vivían en los guetos de Nueva York y de otros estados del norte) a la influencia de estos grupos violentos ponía en peligro el núcleo del mensaje de King, el pacifismo.
«Hemos aprendido a volar como pájaros, a nadar como los peces; pero no hemos aprendido el sencillo arte de vivir como hermanos».
Frase de Matin Luther King
El doctor Martin Luther King entendió como una condición esencial de la dignidad humana la igualdad racial, la cual se hallaba por otra parte legitimada, en el plano político, por los principios de la democracia (de la cual siempre se declaró partidario), y en el plano moral, por los principios cristianos. En consecuencia, la acción destinada a la conquista de los propios derechos no debía ser considerada jamás como subversiva ni revolucionaria. King no proclamaba la violación de la ley, sino que sostenía que no pueden obedecerse leyes injustas, porque éstas se oponen a la ley moral. Señalaba el camino del amor en contraposición a la inactividad de los negros pasivos y al odio exasperado de los nacionalistas.
Se dolía de no haber sido ayudado y comprendido por la iglesia encabezada por blancos.
En este sentido, King adaptó y desarrolló el concepto de la no violencia, que supo aplicar de forma creativa en una serie de campañas antisegregacionistas que le convirtieron en el líder más prestigioso del movimiento americano para los derechos civiles. Le valieron la concesión en 1964 del premio Nobel de la Paz y provocaron su asesinato a manos de un racista fanático en abril de 1968.
El paso de Martin Luter King por este mundo reflejó en muchos aspectos a Cristo, poniéndolo siempre en el centro de sus discursos, buscando el poner la otra mejilla siempre, pero sin dejar de luchar por la libertad de la comunidad afroamericana que estaba siendo privada de ella. Hasta el día de hoy, sus hechos y palabras continúan vivos, enseñándonos que se puede luchar por la libertad, pero primeramente entendiendo que ya somos libres en Él y para Él.
La popular aplicación de la Biblia YouVersion alcanzó un nuevo hito histórico el pasado 5 de enero, registrando 798,000 instalaciones en un solo día, la cifra más alta desde su lanzamiento en 2008.
La popular aplicación de la Biblia YouVersion alcanzó un nuevo hito histórico el pasado 5 de enero, registrando 798,000 instalaciones en un solo día, la cifra más alta desde su lanzamiento en 2008.
Bobby Gruenewald, fundador de YouVersion y pastor en Life.Church, explicó a The Christian Post que ese día la app logró que 18.2 millones de personas interactuaran con la Biblia. Esto superó el récord anterior establecido el primer domingo del año pasado.
“Tendemos a ver un repunte estacional en la interacción con la Biblia a principios de año, cuando las personas inician nuevos hábitos y buscan leer la Biblia por primera vez”, explicó Gruenewald.
Este año, el crecimiento superó las expectativas, especialmente en regiones como África, Asia y Medio Oriente. Destacan los aumentos en países como:
Etiopía: +198%
Egipto: +94%
Turquía: +74%
Ghana: +65%
Pakistán: +48%
A nivel general, el Norte de África vio un incremento del 297% en la actividad de la aplicación, mientras que en el Oriente Medio el aumento fue del 166%.
Innovación para Fomentar la Lectura Bíblica
Gruenewald destacó que YouVersion trabaja constantemente para mejorar la experiencia del usuario y fomentar el compromiso con la lectura diaria de la Biblia:
“Diseñamos funciones que ayudan a las personas a crear nuevos ritmos espirituales, facilitando el acceso a la Palabra de Dios durante todo el año”.
Entre las funciones más populares están los Planes Bíblicos, que ofrecen contenido devocional diario para profundizar en las Escrituras. Además, la opción de Planes con amigos permite a los usuarios estudiar la Biblia en comunidad, aumentando la constancia en su compromiso espiritual.
Desde su lanzamiento, YouVersion ha sido instalada en más de 850 millones de dispositivos y está disponible en 2,100 idiomas. Durante 2024, la aplicación promedió 11.2 millones de nuevas instalaciones cada mes y registró 14 millones de consultas diarias de la Biblia.
“Cada vez que alguien abre la Biblia es una oportunidad para que el poder de la Palabra de Dios transforme su vida”, concluyó Gruenewald.
La mayoría de nosotros, los cristianos, tenemos centrada nuestra relación con Dios en Su provisión, en los beneficios personales que podamos recibir, en vez de centrarnos en Su Propósito Eterno.
Y lo más triste es que esto se lo transmitimos a nuestros hijos. Si en algún momento aparece la palabra propósito en nuestras vidas, no se refiere al propósito de Dios, sino a los nuestros. Son nuestros propósitos “para Él” y no Su Propósito Eterno para nosotros y nuestra familia.
Cuando no conocemos ni entendemos el Propósito Eterno de Dios en Cristo (el cual se nos revela en la hoja uno de las Escrituras) ni nuestra participación en ese propósito, tristemente terminaremos con una vida dedicada a vagar en el desierto de las opiniones y realidades infructuosas de la vida temporal humana.
Por eso se vuelve urgente entender que al vivir la Vida de Cristo estaremos alineados a la Verdad, y sin lugar a dudas el propósito eterno será parte de nuestra realidad. Es necesario comprender que el Evangelio siempre fue y será una Persona: Cristo.
«Pablo, siervo de Cristo Jesús, llamado a ser apóstol, apartado para anunciar el evangelio de Dios, que por medio de sus profetas ya había prometido en las sagradas Escrituras. Este mensaje habla de su Hijo, quien según la naturaleza humana era descendiente de David, pero según el Espíritu de santidad, fue designado con poder Hijo de Dios por la resurrección. Él es Jesucristo nuestro Señor.» Romanos 1:1–4 (NVI)
El Evangelio es una sustancia que incluye un mensaje, pero es mucho más que un mensaje, conceptos estáticos o liturgias religiosas. Es una Vida. Quien vive a Cristo entra en la sustancia donde todo es hecho nuevo. No como algo cronológico, sino nuevo según la naturaleza de Dios.
Hacer la voluntad de Dios es ahora nuestra naturaleza. Lo hace Cristo en nosotros. Por eso es tan necesario crecer en el entendimiento de la Vida que portamos y dejar que el Espíritu Santo haga crecer esa Vida en nosotros.
Nuestra vida ahora es Cristo. ¿Qué significa esto entonces? ¿Que ya no vamos a estudiar, trabajar ni emprender? ¡Todo lo contrario! Lo hacemos, pero con el entendimiento correcto. Todo lo que hacemos es para ser la expresión de Cristo y como medio para obtener recursos para colaborar con el avance del Evangelio en la tierra.
Nuestro propósito es ser una expresión de Cristo en todo lugar, dando así a conocer al Padre, porque Él es la imagen del Dios invisible y ahora vive en nosotros.
El señorío de Cristo pone una urgencia en nuestro espíritu por lo eterno, por la siempre presente realidad de Dios. Mi vida ya no es mía, sino suya. Mi comunión es con el Hijo.
«Todos también comieron el mismo alimento espiritual y tomaron la misma bebida espiritual, pues bebían de la roca espiritual que los acompañaba, y la roca era Cristo.» 1 Corintios 10:3–4
Participar de Cristo es participar de su naturaleza como vida real en nosotros.
Nuestros hijos, nuestra familia, necesitan entender y comprometerse con esto. El pasado, mis errores o el lugar donde nací no sentencian mi destino y propósito. Todo lo que Dios hará es por Su Hijo.
Si queremos ser familias que multiplican lo eterno, necesitamos entender en familia al menos tres asuntos:
Qué es el propósito eterno.
En qué Pacto hemos nacido.
Qué es el Evangelio.
Al indagar juntos sobre esto y buscar la revelación de Dios, seremos familias con propósito.
A lo largo de las Escrituras, vemos que fuimos llamados a comer del árbol de la vida que es Cristo(Él es el maná del cielo, el pan de vida) y manifestar sus frutos a la humanidad.
En el Edén, Dios los llamó a multiplicarse. Allí estaba todo ordenado y resuelto. Estaban en reposo y el centro de todo era el árbol de la vida: Cristo.
Este llamado sigue y siempre estará vigente: ¡Familia, multiplícate! Ese es nuestro propósito: expresar y multiplicar la Vida que nos fue impartida.
Seamos familias que expresan y multiplican lo eterno.
La tecnología Starlink, diseñada por la empresa de Elon Musk, permite ofrecer velocidades de Internet comparables a las de los servicios terrestres, una ventaja crucial en áreas donde la conectividad tradicional es limitada. Esto es especialmente importante en lugares con electricidad inestable, donde a menudo se recurre al uso de energía solar para mantener los equipos funcionando. La implementación de esta tecnología transforma la capacidad de los traductores para mantenerse conectados y trabajar de manera eficiente, incluso en los entornos más desafiantes.
Wycliffe Associates, la organización internacional dedicada a la traducción de la Biblia, ha anunciado un avance significativo en sus esfuerzos por llevar la Palabra de Dios a las zonas más alejadas del mundo. La iniciativa se basa en el uso de Starlink, el servicio de Internet satelital desarrollado por SpaceX, para mejorar la conectividad de los traductores en regiones de difícil acceso, acelerando así el proceso de traducción y distribución de las Escrituras.
Conectividad de Alta Velocidad en Zonas Remotas
La tecnología Starlink, diseñada por la empresa de Elon Musk, permite ofrecer velocidades de Internet comparables a las de los servicios terrestres, una ventaja crucial en áreas donde la conectividad tradicional es limitada. Esto es especialmente importante en lugares con electricidad inestable, donde a menudo se recurre al uso de energía solar para mantener los equipos funcionando. La implementación de esta tecnología transforma la capacidad de los traductores para mantenerse conectados y trabajar de manera eficiente, incluso en los entornos más desafiantes.
Según un representante de Wycliffe Associates, «Starlink transformará nuestra capacidad de apoyar a los traductores, permitiendo un contacto constante, más apoyo teológico y facilitando las comunicaciones en tiempo real.»
Avances en Tecnología Satelital Reducen Costos
La organización destacó que los avances recientes en tecnología satelital han permitido reducir los costos, lo que posibilita enviar equipos a áreas aún más remotas. Las primeras pruebas de Starlink se realizaron el año pasado en el sudeste asiático, y actualmente existen planes de expansión para llegar a otros países necesitados.
Expansión de la Traducción Bíblica en África y el Medio Oriente
Wycliffe Associates, fundada en 1967, está comprometida con la misión de llevar la Biblia a los rincones más alejados del mundo. Actualmente opera en más de 60 países y ha logrado que el texto bíblico esté disponible en varios idiomas nativos. En particular, la organización ha intensificado la distribución de Biblias impresas en 13 grupos lingüísticos del norte de África y el Medio Oriente, regiones donde millones de personas aún no tienen acceso a las Escrituras en sus lenguas maternas.
Tabitha Price, vicepresidenta de Servicios de Traducción, señaló: “Traducir, imprimir y distribuir las Escrituras en estos lugares nunca ha sido más necesario». Esta labor es un testimonio del compromiso de Wycliffe Associates de llevar el Evangelio a comunidades marginadas, cumpliendo con la misión de proclamar la Palabra de Dios en todo el mundo.
Un Paso Más Hacia la Proclamación Global del Evangelio
El uso de Starlink y las mejoras tecnológicas que facilitan la distribución de la Biblia refuerzan el compromiso de Wycliffe Associates con el acceso universal a las Escrituras. La organización continúa trabajando para llevar la Biblia a más personas, especialmente a aquellos en comunidades donde el acceso a la Palabra de Dios es limitado.