La escritora e influencer Marta Durán, asistió el mes pasado a una conferencia en Córdoba, España para hablar acerca de Las Redes sociales y la fe. La escritora inició con un mensaje que inspira a reflexionar acerca de si el uso de nuestras redes expresan a Cristo o alimentan nuestro Yo.
Su experiencia con Dios
Antes de comenzar a analizar si internet es una barrera o un puente, la joven escritora empleó las primeras palabras acerca del por qué ella hace lo que hace en redes sociales y cómo es que esto tiene que ver con su testimonio.
“El nombre de Jesús estaba escrito en varios sitios de la casa con versículos. Mis padres me hablaron de Jesús, pero no fue hasta la edad de 11, 12 años que me invitaron a un campamento y de una manera muy cercana, la persona que estaba ahí delante soltó una frase que impactó directamente mi corazón y la frase que dijo fue “Cada clavo que sostuvo en la cruz a Jesús gritaba un te amo hacia tu vida”, desde ese momento la vida de aquella niña de 11 años cambió por completo, “Fue como si se me cayera un velo. De repente yo dejé de ver a Jesús como el Dios de mis padres. Me di cuenta de que Dios no tiene nietos, quiere hijos que ama de una manera profunda”.
La razón de sus redes sociales
La escritora explicó por qué inició su discurso hablando acerca de cómo conoció a Cristo. Ella dijo: “Las redes sociales son un terreno de exposición masiva y el hecho de que estoy en redes sociales y hago lo que hago tiene que ver porque hubo alguien que se expuso primero. Esa niña, esa mini Marta, entendió que hubo alguien que se expuso en la cruz y que ahí pagó por una palabra muy censurada hoy en día que se llama pecado.Todo aquello que iba en contra del corazón de Dios”.
“Yo me arrepentí y empecé a experimentar un amor, el cual yo califico siempre de irresistible”, dice Marta,”Entonces, en ese terreno de exposición, si alguien se expuso por amor a mí, por la humanidad, ¿qué mínimo puedo hacer yo que exponerme y exponerle a Él?”.
La sociedad de hoy
La joven escritora habló acerca de un relato que está en Génesis capítulo 3, “Para mi lo grafica de una manera personal. Demuestra cómo precisamente el pecado fue colocando hojas de higuera en los primeros seres humanos de la tierra para esconderse de esa desobediencia. Y hay algo muy interesante en eso y es que la sociedad nuestra de hoy en día, dudo mucho de que se esconda detrás de hojas de higuera, pero se esconden detrás de filtros de Instagram, detrás de muros de Facebook, detrás de muchas máscaras”, expresa la autora.
Marta hiló aún más profundo en su mirada hacia nosotros como humanos del siglo XXI, “hay algo que veo súper claro en nuestra sociedad y es una falta de autenticidad. Parece que hay muchas cosas, pero que absolutamente nada nos sacia y hacemos muchos esfuerzos de una manera sobre humana a nivel de marketing empresarial y a nivel vocacional, para tener una demostración personal de que valemos algo, de que necesitamos demostrar algo, de que necesitamos crear un personaje perfecto. Una máscara perfecta que pueda ser un like, una validez para este mundo.
En medio de todo este análisis, ella reflexionó acerca del corazón de Jesús: “Él en ningún momento de los Evangelios está imponiendo a sus “followers” que le sigan, sino que directamente hace una invitación. Me encanta el pasaje del joven rico que le dice ‘sígueme, da todo el dinero a los pobres’. Y cómo Jesús aquí no está hablando desde una línea materialista, sino que se está refiriendo más bien a una condición humana de que amaba más la riqueza de su reino que el reino del que estaba hablando.
Todo es un medio para comunicar a Cristo
La influencer nos deja una conclusión: “Hay una invitación. ¿Qué más puedo hacer yo que exponer esa invitación? ¿Qué más puedo hacer yo que exponer ese amor que me cambió la vida? Ese amor que directamente ese día me dio una seguridad de que cuando éste latido del corazón un día se apague, sepa a dónde voy”.
Finalmente, Marta hace una relación entre el amor de Cristo con el uso de las redes sociales: “Hay algo que amo de Jesús y que tiene que ver también con este ámbito de las redes sociales. En un mundo donde el algoritmo te apunta directamente al Yo, al consumismo. Hubo alguien que se expuso para un propósito mayor. ¿Por qué estoy en redes?, ¿por qué hago lo que hago? básicamente tiene que ver con este propósito mayor.
Porque no se trata de mí sino de que hubo alguien que se expuso por toda la humanidad y que sus palabras duran más que una historia de Instagram de 24 horas.
Hace un año tuvimos la oportunidad de conversar con Chris Mendez, pastor de Hillsong Latinoamérica, que dialogó con Sebastián Liendo sobre el liderazgo actual en la iglesia global, la espiritualidad real, eventos superficiales, qué es ser contracultura y el propósito de la iglesia.
Sebastián Liendo: Estamos disfrutando de este aniversario de La Corriente y para nosotros es una honra que vos estés con nosotros, Chris. Indirectamente afectaste mi vida, así que gracias por estar.
Chris Mendez: Gracias a ustedes por la invitación y, como acabas de decir, es muy especial, los aniversarios hay que celebrarlos y recordar todo este tiempo de ministerio.
SL: Yo sé que naciste en Australia, pero tus padres son argentinos ¿Qué te encontraste a nivel cultural cuando llegaste? ¿Habías estado de visita o directamente conociste cuando viniste con Hillsong?
CM: A lo largo de los años viajé un montón a la Argentina, a predicar, a estar en distintos eventos o a visitar a la familia, pero es otra cosa cuando uno toma la decisión de mudarse, y especialmente porque lo hicimos con mis tres hijos cuando el más chico tenía 7 años, la mayor tenía como 12, y la del medio 10 u 11. Edades claves para los adolescentes, dos mujeres, una adolescente y una preadolescente.
Yo amo la cultura argentina, amo la cultura latina. Obviamente, crecí en un hogar argentino en Australia y son países muy distintos, entonces fueron muchos los choques que tuvimos, aun en lo práctico. Por ejemplo, en el supermercado. En Australia, cuando compras la verdura, te la pesan y te la ponen en la bolsa en la caja, acá si no la llevas pesada con la etiqueta y el precio al cajero, ¡te miran con una cara rara!
Así que la primera vez que fuimos a hacer las compras no sabíamos cómo era el proceso, aparecimos en la caja con un montón de verduras y la chica nos miró y mi esposa se puso mal. Era el segundo o tercer día de estar en el país; no sabíamos lo que sucedía y tuvimos, con vergüenza, que volver para pesar todas las verduras, entonces esas pequeñas diferencias era lo que teníamos que aprender de las costumbres locales.
Chris Mendez
SL: Dijiste una frase recién “cuando sos mudado no es lo mismo que visitar”, y espiritualmente ocurre lo mismo ¿no? Que es cuando vos decís “Ok, tengo encuentros emocionales espirituales”, en ese sentido podés conocer la cultura de Jesús pero un día, cuando empezás a vivir en Él, en el reino, cambian la cultura, la identidad y el diario vivir.
CM: Totalmente. Lo que acabas de decir es tan importante porque muchas veces en el cristianismo vivimos de evento en evento. Vamos a algún congreso porque nos interesa quien está comunicando y queremos tener una experiencia con Dios, pero, después del evento, los frutos quizás no se ven tanto y es por eso que la obra del espíritu en nuestras vidas es un trabajo diario.
SL: Hace unas semanas estábamos charlando con Jesiah Hansen y hablábamos de este tema, yo le nombraba cuando Moisés chocó la vara contra las piedras y Jesús dice “yo le digo al que bebe de mí y que tenga sed, brotarán ríos de agua viva, por eso dejen de recordar cosas que pasaron”, eventos de cuando dejaron el cigarrillo, cuando levantaron la mano, si no que si ustedes viven en mí están viviendo una realidad.
CM: Esas experiencias te marcan, pero no te marcan para un momento, te marcan para que puedas avanzar en tu fe. Pero cuando vivimos de evento en evento o de experiencia en experiencia, vivimos un cristianismo que solamente busca llenar el tanque. Es como cuando tu auto se queda sin nafta, tenés que ir a la estación de servicio a llenar el tanque, y muchos utilizan los eventos o la iglesia de esa manera. «Se me vació el tanque durante la semana, entonces vuelvo a llenarme el domingo», eso te lleva a vivir como víctima y Dios no nos diseñó para que vivamos como víctimas que simplemente llenamos el tanque con ciertas experiencias. La Palabra empodera, el Espíritu nos empodera para vivir al nivel de lo que Dios ha preparado para nosotros las 24 horas del día y los siete días de la semana.
SL: Me encanta que digas parafraseando que el reino de Dios no tiene víctimas. A Jesús cuando lo quisieron hacer decir “ten misericordia de ti mismo”, Él les dijo “apártate de mí, Satanás”, como diciendo «esto es diabólico, no creas que yo soy víctima de esto».
CM: Cuando predicamos el evangelio, muchas veces le hablamos a la necesidad de la persona y lo que producimos en la gente es fe al nivel de su necesidad, pero yo prefiero predicarle al propósito, al potencial de la gente, despertarles para que tengamos fe a nivel de la visión que Dios nos ha dado, una fe que nos lleva más allá de nuestra actualidad.
La Palabra desata propósitos, desata potencial, nos ayuda a desarrollar esa visión que Dios nos ha dado de extender su reino, pero cuando predicamos de tal manera que la gente solamente tiene fe para cubrir sus necesidades, sin darnos cuenta estamos produciendo mentalidades de víctima en la iglesia y, sin embargo, en Dios somos victoriosos aun en nuestros peores momentos, porque formamos parte de un equipo victorioso. Hemos leído el último capítulo del libro y sabemos cómo termina para nosotros.
SL: Llegaste a Argentina hace seis años, pero abriste iglesias en México, en Brasil, en Montevideo, no sé si tienen otros lugares ya pensados o confirmados. Mi pregunta es ¿qué base afirmás y confirmás en tu espíritu cada vez que tenés un proyecto nuevo, ¿qué necesitás confirmar en tu espíritu?
CM: Es una muy buena pregunta. Para mí todo lo que hacemos a nivel continental es en base a la parábola de los talentos, aquellos que recibieron, dos multiplicaron lo que le devolvieron al dueño de la casa. A mí y a Lucy como pareja se nos dio una oportunidad de abrir Hillsong en América Latina y siempre le dije a ella “tenemos que multiplicar lo que hemos recibido”, nosotros nos mudamos a Buenos Aires con la visión de 10 iglesias en 10 ciudades en 10 años, ganar un millón de almas para Cristo a través de esas congregaciones, porque la idea es multiplicar lo que hemos recibido.
Chris Mendez predicando en el culto del domingo
De esas 10 ciudades, hay siete ya definidas en mi corazón. Llevamos 4, ya sé cuáles son las próximas tres y el Espíritu Santo nos guiará para esas otras tres. Tenemos una idea pero esperamos confirmación. Ésa es la base detrás de nuestro desarrollo de la visión que tenemos, que es la parábola de los talentos y quiero multiplicar y aprovechar esta oportunidad que Dios nos ha dado, porque aunque la pandemia frenó el desarrollo de esa visión, estamos muy comprometidos para en el 2022 acelerar lo que el enemigo ha frenado, Pero todo fluye desde esa palabra para nosotros.
SL: Tremendo. Hillsong es parte importante de la educación cristiana en lo que se refiere a la música, y tal vez sea la banda con más covers del universo, porque en todas las iglesias hacemos sus canciones. Hay muchos detalles que para mí son realmente sorprendentes, que admiro y que honro porque verdaderamente yo no veo a la iglesia de Hillsong o alguna otra iglesia como algo vecino sino que, aunque no me congregue allí, la siento parte de mí porque somos un Cristo corporativo y lo vivo con alegría, entonces los disfruto mucho, por como cuidan el detalle, porque yo tengo muchos amigos que se congregan en Hillsong aquí en Buenos Aires y se sienten muy cuidados, muy discipulados, ¿cómo de lo macro no descuidan lo micro? eso es lo que me interesa saber.
CM: Esta es una de las mejores preguntas que me han hecho porque tenés ojo para ver que no es una cosa o la otra, son ambas cosas. Yo siempre digo que esto no se trata de una multitud sino de una comunidad. En estos tiempos de pandemia muchos se enfocaron en crear contenido y no en cuidar la comunidad. El contenido no transforma vidas, pero la comunidad hace un montón en el corazón del ser humano, entonces para nosotros no se trata de tener una megaiglesia, aunque lo saludable crece y sí, tenemos miles de personas, y tengo fe en que los próximos 10 años Dios va a cuadruplicar la cantidad de gente que tenemos, pero esto va pasar sólo si cada individuo se siente como parte de una familia de fe, si cada individuo, en medio de un montón de personas, tiene su punto personal de conexión.
En Hechos 2:41-47la Palabra nos dice que «no dejaban de reunirse en el templo ni un solo día y partían el pan de casa en casa y compartían la comida con alegría y generosidad». Entonces estaban en el templo, en una reunión masiva, y estaban en las casas en reuniones más pequeñas en donde se generaba comunidad. En nuestra iglesia tenemos lo que se llaman grupos de conexión y siempre uso esta frase “mientras nuestra iglesia crezca, a la misma vez se tiene que hacer más pequeña” y la manera de hacerla más pequeña es en nuestros grupos porque ahí es donde se genera comunidad, ahí es donde cuidamos a las personas, donde oramos unos por los otros y discipulamos, entonces para mí no se trata de un auditorio lleno.
«El auditorio lleno es el fruto de la comunidad que se cultiva durante la semana en la vida de nuestra iglesia».
Chris Mendez y su esposa
SL: Es un detalle tremendo lo que estás diciendo porque en realidad fuimos llamados a eso, a que Cristo sea formado en nosotros y esa naturaleza de Cristo en nosotros sea manifestada y debe ser entrenada por nosotros, con los hermanos. Pablo dice en Gálatas «cumplen la ley de Cristo llevando las cargas unos por los otros«.
CM: Gálatas 62 es uno de los versículos para nuestros grupos de conexión. Que así cumplamos la ley de Cristo, no criticando, no juzgando, no apuntando a los errores de las personas, también cumplamos la ley de Cristo llevandonuestras cargas entre nosotros, ayudándonos, apoyándonos, alimentándonos, y eso es lo que hace la diferencia entre una iglesia y cualquier otra organización secular, cualquier gimnasio o club deportivo. Nos tiene que importar el cuidado de la gente y cómo la gente progresa en la vida y es la hermosura de la iglesia local, por eso creo con todo mi corazón que la iglesia local es la esperanza del mundo porque en ella encontrarás cosas que no vas encontrar en ninguna otra parte del mundo.
SL: Hay una frase que dice que el diablo lo único que no puede imitar es el amor, porque Dios es el amor, entonces el diablo nunca te puede dar algo que no tiene. Hay una serie de los evangelios que estás haciendo que a mí me encanta y una de las frases que dijiste la tengo anotada, “el amor a Dios se expresa en el amor al prójimo”.
CM: Exactamente, creo eso con todo mi corazón. El amor de Dios en nosotros se expresa en el amor al prójimo, ¿de qué sirve decir que amamos a Dios pero no amamos al prójimo? Sería una imagen incompleta. No podemos decir amar a Dios y no amar a la iglesia, porque la iglesia es una idea divina, por eso nosotros somos apasionados por la iglesia local.
Jesús dijo “edificaré mi iglesia”, no dijo «edificaré tu ministerio» ni «edificaré tu congreso», dijo “edificaré mi iglesia y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella”. Entonces nosotros estamos para edificar lo que Él está edificando y porque nosotros edificamos su casa Él edifica la nuestra. Yo jamás voy a utilizar a la iglesia para edificar mi ministerio, Dios me dio un ministerio para edificar a la iglesia porque esa es la iglesia en donde se expresa el amor de Dios.
SL: Una vez mi papá fue a predicar a una cárcel y lo acompañé. Allí un preso me preguntó «¿de qué color tiene los ojos Dios?», me dijo, y me mató. Yo le dije “no sé”, y él me responde “de la persona que tienes enfrente, porque Dios decidió ser el otro, de la misma forma en la que amás al otro es la forma en la que amás a Dios”.
CM: Es así. Yo creo que si como iglesia logramos captar eso a otro nivel, honestamente podemos cambiar el mundo. Muchas veces nos preocupamos por nuestros eventos, por el tamaño del ministerio, nos preocupamos por cosas que son irrelevantes, pero si realmente nos amamos como Dios ama a la iglesia puede ser algo que radicalmente transforme al mundo, no solamente dentro de las cuatro paredes, sino afuera, y es tan sencillo el mensaje, pero nosotros como seres humanos somos buenos en complicar lo que es sencillo.
Culto en Hillsong Buenos Aires
SL: Te escuché decir que la iglesia es contra la cultura, pero que influye en la cultura. ¿Cómo podemos volver a la forma original?
C: Estás tocando un tema que yo puedo hablar por horas, amo este tema. Muchos pueden ver una iglesia como la nuestra o verme a mí, con mi manera muy informal de vestirme, aun cuando predico, ver marcas en mi cuerpo y pensar «¡ah!, están intentando ser contraculturales y demostrar dentro de la iglesia un cristianismo moderno». ¿Por qué? Porque pensamos que ser contracultura como personas de fe es vestirse de manera diferente, cortarse el pelo de manera diferente, hablar de manera diferente, pero eso no es ser contracultural.
¿De qué me sirve vestirme de manera diferente al mundo si después odio como el mundo odia, juzgo como el mundo, critico como el mundo, hablo mal como el mundo? Ser contracultural es que el reino de Dios se vea en cada área de tu vida y cuando otros hablan palabras de muerte tú hablas palabras de vida.
Cuando otros rechazan, yo acepto; cuando otros juzgan, yo demuestro gracia; cuando otros no ven esperanza, yo hablo esperanza. Es que el reino pueda fluir de nuestro ser y se vea en cada aspecto de nuestra vida. Eso es ser contraculturales. Pero muchos creen que lo que hacemos en nuestra iglesia es un escenario, un look contemporáneo, un look moderno y piensan que eso es Hillsong, y no lo es, son nada más que métodos. Ser contraculturales no se ve en los métodos, se ve en tu manera de expresar el reino en cada área de tu vida.
SL: Yo te escuché en una prédica que se llama El combo perfecto, y que me gusta mucho, allí decís que Jesús vino a cambiar las cosas de una vez y para siempre y que propone un nuevo pacto. A a mí me encanta que Jesús en la última cena dice “hagan esto recordando el nuevo pacto”, y este nuevo pacto nos genera una nueva vida que es en Él. ¿Cómo es posible vivir esta vida en Él para vos?
CM: En realidad es imposible, pero por eso Dios nos dio al Espíritu Santo, es por eso que la gracia de Dios opera en nosotros, porque para nosotros solos es imposible. Por eso vino Jesús y abrió el camino y tenemos que comprometernos, sabiendo que vamos a errarle al blanco vez tal vez, pero ahí es donde la gracia de Dios nos perdona, nos levanta y nos empodera para seguir adelante.
«La gracia de Dios nos fue dada, la recibimos de manera gratuita y le costó lo mejor del cielo a Dios».
Por eso la gracia no produce libertinaje, para mí produce un mayor nivel de compromiso. Cuando entiendes el costo de la gracia, tienes que simplemente comprometerte día tras día a vivir conforme a ese nuevo pacto. En ese mensaje hablé de lo que Jesús dijo “este es el mandamiento más importante, amar a Dios con toda tu fuerza, con toda tu mente, con todo tu corazón y con toda tu alma y amar a tu prójimo como a ti mismo» y dije que el combo completo para nosotros como hijos de Dios es lo que vos ya mencionaste, que tenemos que amar a Dios y amar a nuestro prójimo. Si queremos cumplir la ley de Cristo hay que amar a Dios y amar a los demás.
SL: Quiero hacerte una pregunta más, porque quiero exprimirte lo máximo que se pueda. Me encanta tu podcast de liderazgo sin censura y me gustaría que me digas ¿cuáles son las claves para el liderazgo dentro del cuerpo de Cristo?
CM: Te voy a dar una respuesta que muchos van a decir “ah, qué sencillo, qué simple” y así lo es. Para mí la clave para el liderazgo es ser una persona genuina. Que tu vida pública sea lo mismo que tu vida privada. Uno de mis mayores enfoques en la vida es que la persona que mis hijos ven sobre una tarima el domingo sea la misma persona que ven en la cocina de la casa el miércoles. Es ser genuino, transparente.
Obviamente que la integridad es súper importante. Tener un corazón íntegro, que sea una carta abierta. Además, la resiliencia en un líder es fundamental, porque si la gente no ve un corazón resiliente en nosotros jamás vamos a motivar e inspirar a que la gente pueda ser resiliente.
Creo que una clave para el liderazgo es entender que lo que Dios nos ha dado no es para nosotros, es para los demás, entonces yo entiendo que la plataforma que Dios me dio no es para mí, es para que yo les dé una plataforma a losdemás. Como líderes tenemos que constantemente entregar lo que pensamos que es nuestro a los demás, para que otros puedan tomar su lugar en el reino.
Yo no soy el que predica todos los domingos en nuestra iglesia, tenemos un montón de voces y así nuestra plataforma no depende de mí. Hemos levantado un equipo que pueda predicar. Entonces, si el pastor no predica, la gente se queda de igual manera porque entiende que esto no se trata de una pareja pastoral, se trata de un equipo que se ha levantado y ha tomado su lugar.
Esto es como una maratón. No tenemos que apurarnos, no tenemos que lograr todo hoy, tenemos mucho tiempo por delante y en ese viaje de fe tu liderazgo va a inspirar e impactar a aquellos que te rodean.
”Operation Blessing” se mantiene al frente de la línea de trabajo de recuperación para la población del sur de Turquía en la que, hasta el momento, encuentra a casi dos millones de personas sin hogar.
El pasado lunes 6 de febrero, un sismo de magnitud de 7,8 en la escala de Richter azotó la ciudad de Gaziantep, replicando en otras 9 ciudades, dejando un saldo de más de 43 mil personas fallecidas
De frente a la catástrofe con acciones concretas
El equipo de socorro en casos de desastre de “Operation Blessing”, que cuenta con diferentes tipos de profesionales de todo el mundo, llegó casi de inmediato a Turquía para ofrecer ayuda a las víctimas del terremoto más catastrófico de la historia de ese país, al que asistieron primeramente para evaluar los daños y determinar qué tipo de ayuda se necesita.
Ya establecido su centro de operaciones en Hatay, la provincia más al sur de Turquía, la ciudad más devastada por el terremoto. Lugar que, debido al boca a boca, se ha convertido en el centro de distribución de recursos más importante de la zona. Las provisiones llegan de manera lenta y en constante peligro de robo.
Respecto a la situación actual, Amanda Ruginis del equipo de “Operation Blessing” comenta: «La necesidad lo es todo: estas personas no tienen nada. La mayoría de estas personas viven en tiendas de campaña o en sus automóviles. No tienen productos de higiene. Algunos de ellos se van en medio de la noche. No tienen zapatos en los pies, no tienen calcetines. No tienen nada«.
La situación no es fácil, porque están en alerta de terremoto nuevamente y deben dormir en tiendas de campaña paraestar alertas, pero se mantienen firmes en la misión que fueron a cumplir: Ayudar a los necesitados y compartir del amor de Dios.
Estar en el lugar del dolor
A lo largo de estas semanas los voluntarios se han encontrado con testimonios que van desde el despojo completo para salvar sus vidas hasta las situaciones traumatizantes de familias enteras que lo han perdido todo y hoy están a la intemperie con sus hijos, empezando una nueva vida con lo que pueden.
En medio del dolor, los turcos se acercan a los voluntarios de “Operación bendición” preguntado si ellos son cristrianos si pueden orar por ellos. “Es muy poderoso saber que se acercan no solo para pedir víveres, sino también oraciones, la semilla está siendo plantada»
Turquía está siendo conmovida por el amor de Dios a través de personas que se mueven por un propósito más grande que ellas mismas, expresar a Cristo desde su profesión para servir a una población en crisis.
Nuestra primera entrevista en este ciclo que comienza este 2023 fue con el pastor David Greco que junto a Sebastián Liendo reflexionaron sobre ¿Es importante ser discipulado? ¿Por qué muchos cristianos viven en insatisfacción? ¿Puedo representar a Dios en la tierra?
El discipulado que Cristo quiere
Sebastián Liendo: A veces observo mucha tendencia en el discipulado, que entendido fuera de esta verdad, puede rozar casi la manipulación. Y hemos caído como Iglesia mucho en ese problema de querer controlar la vida de las personas en vez de entender que las ovejas son de Dios y que tienen que ser guiadas a Él.
David Greco: Sí, esto lo escucho mucho. La gente que supuestamente están discipulando y dicen ‘este es mi hijo espiritual’, ‘esta es mi hija espiritual’, no, yo no tengo hijos espirituales. Los que están conmigo son hijos de Dios, no son mis hijos, son de Él. Entonces, el verdadero discipulador prepara a hombres y a mujeres para que sean hijos de Dios, para que lo sigan a Él, no a mí.
Entonces un hijo de Dios que tiene una identidad clara de que es un hijo de Dios, un discípulo, va a hacer lo mismo con otros y es una casa, una familia que está discipulando a hijos e hijas de Dios.
SL: Pablo dice: “Confírmense en la fe” y es un concepto súper interesante como comunidad el hecho de confirmarnos en la fe.
DG: Afirmarnos, fortalecernos.
SL: Claro, fortalecernos, afirmarnos, confirmarnos es un hecho como que toda incidencia o acción que nosotros tengamos sobre el hermano que sea confirmarlo o afirmarlo en Cristo.
Sebastián Liendo entrevista a David Greco.
Iconos de Cristo
DG: Me voy a concentrar en la palabra imagen. Nosotros estamos hechos a la imagen y semejanza de Dios, pero eso está en Génesis, eso es antes de la muerte del hombre.
Ahora nosotros recibimos a Jesús, recibimos su vida y ahora verdaderamente somos transformados a la verdadera imagen de Cristo. Me encanta la palabra imagen es la palabra icono.
Vos tenés una computadora, ¿Qué hay en tu pantalla?
SL: Iconos.
DG: ¿Tenés el ícono de Google? ¿Qué sucede cuando tocas el ícono? Sale todo. Te metes en un mundo con 4 mil millones de documentos, te sale toda la actividad del mundo etéreo. Mira lo que dice la Biblia, ‘Yo soy un icono de Cristo’. Y si alguien me toca, ¿Qué se tiene que salir? Cristo, la vida de Cristo. Eso es un proceso de transformación, porque nosotros estamos hechos a la imagen de Dios, pero ahora somos transformados porque lo contemplamos, lo seguimos.
Contemplar al Señor es, Él es mi ejemplo, mi guía, mi verdad, mi visión. Entonces si yo hago eso, soy transformado, a través de la metamorfosis, para que sea un icono de Cristo a la imagen de Cristo. Entonces, ¿Qué pasa con el mundo? El mundo me toca. Me pisan el pie, me insultan, me desprecian, me acusan falsamente, me están tocando, pero me sale Jesús. Eso es ser un discípulo.
David Greco y Sebastián Liendo
Nadie puede hacerte feliz
DG: En un matrimonio la mayoría de personas se enamoran con un concepto de que esta persona me va a hacer feliz.
SL: Un media naranja, se podría decir.
DG: Claro «La otra mitad, la media naranja”. “Esta persona me va a completar, me va a hacer, me va a hacer feliz”. Bueno los científicos dicen que el enamoramiento dura 18 meses, pero porque eso del enamoramiento es todo un complejo químico. Es decir, te dura 18 meses. Después te das cuenta que esa persona no te va a hacer feliz, no es la persona que te hace feliz. Hay personas que sufren toda su vida y después de 40 años se divorcian.
Y uno dice “pero escúchame, vivieron 40 años ¿y se van a divorciar?. ¿Cómo? Y bueno porque vivieron toda una vida de crisis donde tenían la falsa expectativa de que la otra persona lo iba a ser feliz. Ninguna persona me va a hacer feliz, ninguna persona me puede llenar, satisfacer solamente, solamente la vida de Cristo, solamente Jesús. Pero cuidado! Otra vez estamos haciendo la diferencia entre creyente y discípulo.
Esto de “bienaventurados los que lloran, porque ellos serán satisfechos”, te voy a decir cómo empieza. Mateo 5:“y Jesús se subió al monte y empezó a enseñarles a sus discípulos”. Entonces es como que Jesús está diciendo “esto no es para cualquiera, es para un discípulo que me está siguiendo”. Entonces por ejemplo yo me casé y a mi no me enseñaron todas estas cosas, las tuvimos que aprender en el camino y uno rápidamente se da cuenta. Por ejemplo, gente que va a una iglesia y dice “no me gusta, no me llena, no hay palabra, no hay profundidad, no hay esto, no hay lo otro”.
Nadie te va a llenar, solamente la vida de Cristo, que la tengo que vivir diariamente, con una transformación diaria, seguir a Cristo a diario, todo lo que tiene que ver y está todo en el proceso de reconocer. El quebrantamiento significa “yo me quebranto y yo entiendo que no soy o que no es otra persona, o que no es un grupo de personas, es Él”.
En las últimas tres o cuatro décadas hemos experimentado un sutil pero pronunciado deslizamiento de gran parte de la iglesia hacia un Evangelio demasiado individualista. El cual tiene como objetivo casi excluyente el bienestar y desarrollo de cada persona, sin entender demasiado el propósito de Dios de edificar un cuerpo, una expresión corporativa del Hijo, que es la iglesia.
Más allá de ser personas a las que se nos ha rescatado de las tinieblas y trasladado al Reino de Jesucristo, además de que se nos ha perdonado nuestros pecados y dado nueva vida y, por ende, hemos alcanzado la salvación, debemos entender que somos parte de una obra de edificación. Fuimos rescatados de nuestra vana manera de vivir para colaborar con la edificación de la iglesia, el cuerpo de Cristo. Esto tiene que llevarnos a una mirada más allá de nuestras propias situaciones, necesidades, victorias o derrotas individuales.
En relación con esta asignación maravillosa de la que somos parte, hay un principio fundamental para edificar correctamente, y es hacerlo sobre la base de la verdad. Pero, debemos preguntarnos entonces: ¿qué es la verdad? En un sentido más doméstico o popular, entendemos verdad como la expresión de algo que es cierto, que no es mentira. Pero hay un sentido más profundo y espiritual de la verdad al que quiero referirme. En el contexto que estamos hablando, que es la edificación de la casa del Señor, su iglesia, la Verdad es la realidad de Dios. Verdad es una naturaleza, una sustancia y, fundamentalmente, una Persona, Cristo, quien dijo:“Yo soy… la verdad…”.Jesús se presentó entre los seres humanos como la expresión viva de la verdad.
Si la Verdad es Cristo y Cristo habita en nosotros, la Verdad habita en nosotros, y eso es lo que debe manifestarse. No se trata de algo que obtenemos desde afuera, sino de algo que portamos en nuestro interior.
Ahora bien, para establecer la importancia de este entendimiento acerca de la verdad debemos saber que toda persona está sometida a lo que cree y no a lo que declara. Mucha gente declara creer en un Dios que no ve, pero vive sometida a un mundo y a un sistema que sí ve.
“Solo la Verdad nos hace libres del engaño. Por esta razón necesitamos asegurarnos de que ella viva en nosotros”.
Permitamos a Aquel que es la Verdad que nos haga hombres y mujeres verdaderos, para que aprendamos a discernir entre lo verdadero y lo falso, y podamos cada día caminar en la verdad. Debemos también entender la verdad cómo sustancia, como naturaleza. La sustancia es aquello que le da contenido o sustento a algo.
Por esta razón cuando alguien dice algo que no tiene demasiado argumento decimos que no se sustenta en la verdad. Son palabras huecas o vacías de contenido, sin respaldo, sin nada que las avale. Pero cuando hablamos de la Verdad, hablamos de algo lleno de contenido, algo que tiene peso propio. Por esta razón cuando miramos el Antiguo Pacto con sus prácticas y enseñanzas, nos encontramos con una gran cantidad de símbolos, formas, tipos, figuras, que representaban algo que habría de venir. Pero ahora en el Nuevo Pacto ya no necesitamos esas cosas que solo eran imágenes borrosas, según la descripción del apóstol Pablo:
«Ya que ustedes han aceptado a Jesucristo como Señor, vivan como él quiere. Construyan su vida sobre una base sólida, bien arraigada en Cristo; fortalezcan su fe, vivan en la verdad que se les enseñó y siempre sean agradecidos. Por eso les digo: no permitan que nadie les diga lo que tienen que comer o beber. Tampoco se sientan obligados a celebrar festividades tales como las fiestas de guardar, celebración de Luna nueva o días de descanso. Esas son cosas del pasado, imágenes borrosas de lo que estaba por venir. Pero ahora, tenemos a Cristo que es la realidad».–Colosenses 2:6-7, 16-17 (PDT)
“Pero ahora, tenemos a Cristo que es la realidad”, ¡qué poderosa y reveladora declaración! Ahora tenemos la realidad, la esencia, la substancia, no las formas. De eso se trata la Verdad de la que estamos hablando. No se trata de verdades, se trata de La Verdad. Así que ella es una naturaleza a la cual nos sometemos. Nuestra entrega, nuestro sometimiento a la Verdad, al evangelio, a Cristo mismo, es lo que determinará la calidad de aquello que edifiquemos.
Más de 50.000 personas asistieron a los dos días del evento organizado por la “Asociación Evangelística Billy Graham” en la Ciudad de México.
Más de 50.000 personas asistieron a los dos días del evento organizado por la “Asociación Evangelística Billy Graham” en la Ciudad de México.
Las personas se dieron cita el pasado fin de semana en la Arena CDMX, ubicada al norte de la capital de México. Reunidos con el mensaje de recordar que Jesús es la única esperanza.
Esperanza CDMX fue el evento que duró dos días, donde la atmósfera se llenó de voces que, como cuerpo de Cristo, clamaban a todo volumen el nombre de Jesús.
Isaac Sossa, integrante de la asociación Cruz Creative Media compartió su experiencia como participante del evento en el área de doblaje para proyectos multimedia.
Uno de los momentos más emotivos de la jornada fue cuando la cantante mexicana Nadia subió al escenario con un grupo de Mariachis y, al son de música regional, interpretaron alabanzas al Señor.
Isaac destacó un momento muy emotivo, cuando Franklin Graham hizo el llamado para aceptar a Cristo, ya que asistieron alrededor de 6 mil de personas, las cuales se levantaron de sus lugares y pasaron al frente para rendir su corazón ante Dios.
“El mundo está desesperado y parece que ya no existe la esperanza de un futuro mejor. Solamente a través de Cristo es como podemos encontrar la verdadera motivación para vivir día a día”.
Franklin Graham
También contaron con la participación del cantante Michael W. Smith, quien pudo dirigir en alabanza a toda la audiencia que cantaba en español y eran interpretados en inglés.
Otros cantantes cristianos de que formaron parte de Esperanzas CDMX fueron Marcos Witt, Smith, Nadia, Miel San Marcos, La Tommy Coomes Band, Dennis Agajanian y Kimy Richards.
Sossa enfatiza en recordar que “en Jesús están todas las respuestas y la esperanza de una vida plena”.
El poder de Jesús es inmenso, y estas personas fueron testigos vivientes de su mover, donde dos o tres se unen en su nombre, Él está presente. En medio de tantos problemas a nivel mundial de cualquier ámbito, esta luz de esperanza es crucial. Saber que sin importar la realidad humana, Cristo sigue aumentando y llegando a más personas que lo necesitan.
Muchos lo conocemos porque llegamos por recomendación a alguno de sus podcast de «Armadillo» que se encuentran en Spotify. Suele suceder que una vez que oyes un episodio quieres volver, claro, no es para menos, ya que cada capítulo o serie logra trasmitir una perspectiva de Jesús sobre las escrituras y la vida que nos hacen replantear la visión que tenemos del mundo.
Jesiah cuenta en su haber más de 10 años de ministerio, pasando de estar en la alabanza a pastorear adolescentes y jóvenes con grupos llamados «Skÿr» y «Anormal», lo que denota un gran sentido de creatividad y amor al arte. Que la imagen de la portada no te deje engañar, con ese aspecto rudo que aparenta tener, Jesiah trasmite serenidad a la hora de hablar y comunicar una idea.
L.C.: Hace un tiempo, cuando fue todo lo de la pandemia por COVID, te escuché dar un ejemplo, de un pastor que se le presenta una especie de demonio en la congregación y rompe todo, lo desordena y después le dice “quiero ir a tu casa” y le rompe todo y se lo desordena y no lograba que el pastor se enojara, entonces el demonio se fue frustrado porque ni la hospitalidad le pudo sacar. El demonio se fue enojado y el pastor se acuesta en su cama y se pregunta, de qué manera se presentará Jesús mañana para que pueda hacer su voluntad. Y es muy gráfico. Te quiero preguntar ¿De qué manera se presentó Jesús en el 2021 para vos?
J.H.: Inicio cada año buscando una palabra que me centre, alguna convicción nueva, algo que me dé dirección en el año, alguna manera en la que pueda crecer. Cada año tengo una frase que repito mucho o que la escribo y la pongo en algún lugar que la pueda ver. Esto inició hace unos 5 años atrás fue “listo eres, listo estás” y básicamente era vivir listo para un milagro. Eres listo si estás listo. Entonces te preparas y esperas que Dios haga lo suyo. Unos años después llegó la frase “como niño” o “camina, no corras” y esas eran frases para producir alguna convicción en mi vida. Mi esposa es muy buena porque ella se las aprende y luego me las repite. Hace poquito estábamos hablando que queríamos que se abriera una puerta que estaba trabada y mi esposa me mira y me dice, “ok siembra, porque listo eres, listo estás, ¿no?” (risas).
El año 2020 fue “aquí y ahora, en ti y en mí”, es la convicción de que Dios siempre está trabajando, aun en medio de la pandemia. Este año 2021, la frase que me ha traído mucha convicción es “aquí tienes”, y nace de dos historias: de la mujer que tira el perfume a los pies de Jesús y los discípulos protestan y dicen, “eso estuvo mal, mejor lo hubiéramos dado a los pobres”, pero Jesús toma este acto de “desperdicio” como un acto de adoración y lo llama “hermoso”; y la otra historia es lo que sucede en la vida del rey David, cuando está en la cueva de Adulam, dice “ah, cómo quisiera agua”, si lo lees bien es un clamor de David por regresar a cuando las cosas eran más simples, cuando era un pastor de ovejas, era su manera de decir “quiero regresar a como estaban las cosas antes”. Y así creo que todos nos sentimos. Entonces dos personas van y le consiguen agua y cuando se la traen, dice “ay de mí si yo me tomo esta agua”, y la tira como una ofrenda al Señor.
Un poco de eso ha sido mi convicción este año, por un lado, no medir si tiene éxito, si tiene impacto, sino “cómo puedo vivir derramando mi vida”, aun si la gente dice que es un desperdicio. Por otro lado, derramar mis expectativas de poder regresar a un tiempo más simple y aceptar el tiempo en el cual vivimos ahora. Esa va junto con “listo estás”, que va asociado a la idea de “lo mejor está por venir” y la esperanza de que Dios va a hacer un milagro. También “aquí y ahora, en ti y en mí” Dios está trabajando, entonces Él va a trabajar algo bueno y no algo malo. Es vivir con la expectativa de que mejores días vienen por delante, pero al mismo tiempo derramar mi anhelo de que las cosas regresen a ser como eran y al mismo tiempo vivir derramando mi vida. Esta ha sido la palabra este año y mi oración a Dios. En todo lo que hago, en la iglesia, en el podcast, sin esperar nada a cambio, aun si la gente dice qué desperdicio es estar grabando semana tras semana, cuando una cantidad de “x tamaño te escucha”, sea mucho o sea poco, es mucho trabajo y no lo hago por dinero, ni por subir o lograr algo, sino que es mi manera de entregarme al mundo y a otros.
L.C.: Tal cual, en lo que decías de volver a vivir una vida simple o de volver a lo que antes capaz vivíamos, desde lo simple de no querer usar más un barbijo o estar en la congregación y tener que saludar a los hermanos con un puño o lejanía, me costó mucho entender que el fin de todo es quién comienza el camino y viste cuando a la viuda se le muere su único hijo y está yendo al entierro y se encuentra con Jesús y Jesús la ve, es decir que camino al cementerio se encontró con la persona que es El Camino. Este 2021 me pasó algo muy parecido, entender que lo que estamos viviendo es Cristo también, Él es el camino, no solamente es la meta, también es el camino. Es posible abrazar la voluntad de Dios, el evangelio es real.
A mí me gusta mucho tu historia, en muchos sentidos, porque sos hijo de pastor, hijo de misionero. Mi papá no solamente es pastor, también es músico, ha recorrido el mundo y me pasó que tuve que ofrendar a mi papá, a la iglesia, a los eventos, y eso es lo mismo que habrás vivido vos, ¿no? Pero lo único que no podés ofrendar es el rol de padre, podés ofrendar tu tiempo, pero no tu rol de padre, ni de esposo, de padre de familia. ¿Cómo viviste el cambio? Porque tuviste un cambio en estos últimos años, exponencial en lo que es viaje, exposición, tiempo, ¿cómo influyó todo esto en tu vida personal y si afectó a tu familia?
J.H.: De hecho, fue en Argentina, en un desayuno con el pastor Chris Méndez, que le hice la pregunta y apenas yo estaba agarrando viaje cada mes y me sentía un poco culpable de dejar a mi hijo atrás, mi esposa siempre ha sido porrista Nº1 en enviarme y aun cuando ella no puede ir, dejarme ir, pero mi hijo no entiende “por qué papi se va”; me sentía un poco culpable y hablé con el pastor Chris Méndez y le pregunté “oye, ¿cómo tú manejas la relación con tus hijos? ” y me dijo algo muy clave: “¿tú te acuerdas de la cantidad de tiempo que pasaste con tus padres o te acuerdas de momentos, de instancias?” Y esto tiene mucho sentido, para que cuando esté con mi hijo, crear memorias, recuerdos y momentos.
Eso me cambió por completo como padre, a lo mejor sí falto el fin de semana, pero cuando estoy entre semana voy a “chiquearlo”, como diríamos en México, voy a hacer grandes actos para que él tenga sus recuerdos, voy a llegar con algún regalo extravagante o voy a tratar de llevarlo a algún lugar donde podamos tener ciertas memorias.
Yo volteaba al tiempo con mi padre, se iba por un mes completo, cuando yo tenía alrededor de 9 años, se le quemó la casa a mi abuela y mi papá se la pasó casi por un año yéndose por 2 semanas a Estados Unidos y volviendo por solo 2 semanas o yéndose por un mes completo, luego un mes con nosotros. Me acuerdo que mi papá no estaba, pero de lo que más me acuerdo es de los momentos en los que sí estaba, porque hacía que contara.
Entonces que un padre viaje o que una madre no pueda estar, no significa que es peor o mejor que los padres que están en su casa todo el tiempo y no les prestan atención a sus hijos. Todo tiene que ver con estar presente cuando estás con tus hijos.
Es totalmente posible que un padre tenga un trabajo de lunes a viernes, de 9 a 17 hs y cuando regresa a la casa, ve fútbol y se pierde de pasar tiempo con su hijo. No es lo mismo. Lo que dijo Chris Mendez me ministró mucho y me ayudó a ser un buen padre, o por lo menos así me considero (risas). Solo el tiempo va a poder medir ese fruto. La pandemia dio un buen break, poder estar en casa y no viajar por 10 u 11 meses, y cuando he salido, no ha sido fuera del país ni por más de 3 noches máximo. Uno hace el esfuerzo de estar por la familia porque es la prioridad y siempre lo ha sido.
L.C.: Me acuerdo una vez que mi papá estaba de viaje, me pasaba que yo nunca sentía que mi papá era un padre ausente y siempre disfrutaba que cuando él volvía, quizás volvíamos a festejar mi cumpleaños, aunque fuera 10 días después, pero el hecho era festejarlo juntos. En ese caso fue clave en mi vida algo que mi mamá me dijo, que mi manera de servir siendo niño era ofrendando a mi papá, y me hizo partícipe del servicio que mi papá estaba haciendo yendo a predicar y a cantar al mundo, yo me sentía partícipe de ese servicio. No era que la iglesia me estaba robando a mi papá, era que yo estaba ofrendándolo, que es muy diferente.
J.H: También los hijos de pastor tienen que darse cuenta de que todos los papás trabajan, o sea, así tienes ropa, así tienes luz (risas). Entonces también hay un lado de sentarte con tu hijo y decirle, “todos los papás trabajan, el trabajo de tu papá es un poco diferente”, y tratar de no sacrificar a tu familia en el “altar del ministerio”, que eso quede muy claro, y el momento en que empieces a ver y a discernir que eso está sucediendo, ok “esas personas en tal ciudad o las personas de la congregación se pueden aguantar un ratito, porque tengo que estar con mi familia”. Para mí, no se me hace tan complicado.
L.C.: Algo que me pasa es pensar en una editorial de libros y vos pensás en la cantidad de libros que podés llegar a leer en tu vida y todos hablan del mismo Dios, pero capaz lo interpretan de otra manera y están hablando de la misma manera. Es un Dios que se dio a conocer a sí mismo. Hay opiniones, pero al mismo tiempo hay una verdad. Entonces, por ejemplo a un cuchillo lo puedo usar como un bisturí para salvar a una persona o un asesino lo puede usar para matar a una familia, el mismo objeto puede ser para vida o para muerte, para salvación o para condenación. Me gustaría saber ¿qué filtro tenés vos para entender la palabra, cómo es usada y en todo lo que es preparación de la prédica, ya sea para la iglesia, para el podcast, ¿qué filtros usás para prepararte?
J.H.: Uno tiene que tener mucha gracia sobre uno mismo si va a hablar todo el tiempo. Grabo Armadillo todas las semanas, luego hablo en la iglesia, con el staff, los domingos o entre semanas. Uno tiene que darse un poquito de gracia con uno mismo. Espero en 5 o 10 años, dar vuelta a estos tiempos y sentir un poco de “ñáñaras” por las cosas que creí ahorita, porque es parte del crecimiento.
Yo a veces miro para atrás mis predicaciones y digo “¿qué estaba pensando?” y bueno, estaba creciendo.
En cuanto a los filtros que uso para estudiar sería “el filtro del estómago”, es decir, si hace check aquí (señala su abdomen), o sea, es como el compás afinador, ¿suena cierto?, ¿suena afinado? Y si no, le voy a dar más tiempo porque todavía no hace click ni check en mí. A veces te topas con libros o con ideas y dices “uy, no lo había pensado de esa manera, deja que lo pienso y lo medito”. De hecho, a eso nos llama la misma Biblia, “medita en la palabra”, podrías aplicar ese mismo principio a cualquier libro.
La idea de meditar es como la de una vaca comiendo pasto, lo come, lo mastica, lo digiere una vez y luego lo vomita para comerlo otra vez, lo mastica, lo digiere, lo vomita y lo vuelve a comer y así sucesivamente, y de la misma manera uno tiene que estar haciendo eso constantemente hasta que dices, “ok creo que puedo probar esto en mi vida”, puedo decir si es cierto y ahora puedo entregarlo a otros. A veces me adelanto y creo que ahí es cuando vas creciendo, te emociona una idea, algún concepto acerca de la gracia o del Espíritu Santo y te emocionas y te adelantas con algún concepto de liderazgo y lo dices, pero luego de masticarlo, te das cuenta de que no aplica a ser del cielo. La sabiduría es escuchar a otros, lo masticas, lo internalizas, lo practicas y luego lo compartes con otros. A veces nos brincamos las etapas, los procesos y luego te das cuenta de que no funciona, no es cierto o ya no crees en eso porque ves el peligro de tal teología o de tal pensamiento y maduras y creces. El principal filtro que uso es el de darle tiempo, para que se procese.
L.C.: El Espíritu es quien confirma. En lo que vos estás diciendo del estómago, es el Espíritu Santo confirmándote. Siempre me impactó la imagen de Pablo cuando habla del Dios no conocido, al Dios que adoran por las dudas. Me ponía a pensar en el día del “agua de la salvación”, Jesús les decía, “ustedes están recordando a Moisés cuando chocó las piedras y salió agua, pero yo les estoy diciendo que cuando tengan sed vengan y beban de mí, yo los voy a saciar eternamente, van a brotar ríos de agua viva”, no recuerden cuándo dejaron el cigarrillo, cuándo levantaron la mano, creo que Dios es movimiento, por eso Pedro habla como la verdad presente de Dios. Ese es el peligro del intérprete, el temor más grande que me ocurre cuando puedo salir a predicar o comentar o hablar de lo que Dios dice, es que un “Dios me dijo”, contradiga al “Dios me dijo” de la persona que vino antes que yo. Me encanta como arranca Hebreos, “Dios habló de muchas maneras, pero ahora habla por medio de su Hijo” y es tremendo. Amo entender que Dios habló una vez y para siempre, habló tan fuerte que alcanza para toda una eternidad, y esa palabra fue Jesús, su hijo. Estoy intentando ser cada vez menos evangélico para ser cada vez más hijo de Dios y poder deconstruirme de todas estas cosas.
Vos tenés un testimonio que me gustaría que puedas comentar, sobre todo lo que fue tu infancia. Sos un chico que has sido adoptado y contaste una historia en algunos capítulos atrás, ¿cómo pudiste entender esto? ¿Cómo entendés el acompañamiento de Dios en cada etapa de nuestra vida?
J.H.: El último libro de las Crónicas de Narnia, La última batalla, me gusta la frase “entrad sin miedo y subid más”. Aslan es el personaje de Jesús y hay dos cosas que dice, “Aslan está en movimiento”, nadie lo ha visto pero se rumorea que está en movimiento. La otra es “a Aslan no lo puedes domar” y luego en la última batalla, la frase repetitiva es “entrad sin miedo y subid más”. Creo que es así en nuestro caminar con Jesús, Él nos dice que los zorros tienen sus cuevas, los pájaros tienen sus nidos, pero el hijo del hombre no tiene en donde recostar su cabeza, está en constante movimiento.
El primer momento en donde tuve un encuentro con el amor de Dios sobre mí fue cuando me gustaba mucho una chica, estaba un poco obsesionado porque cada vez que iba a la reunión la buscaba, hasta que un pastor muy joven me dijo “¿tú sabes que el mismo celo, amor, el deseo de que te gusta esta chica, lo tiene Jesús hacia ti?” y fue la primera vez que entré en razón del amor de Dios hacia mí. Vas entendiendo el amor de Dios en diferentes procesos, cuando te casas, cuando sos padre.
Pero también el llamado “entra sin miedo y sube más” me llama a dejar mis suposiciones inconscientes acerca de Dios, de quién es, en dónde está, qué es lo que hace y cómo actúa, cuál es su carácter. Siento que muchos seminarios y teología tratan de encajonar al Espíritu, encajonar a Dios y en vez de ver por qué brilla algo, termina matándolo. Termina matando la vida dentro del conocer a Dios.
Usaste la expresión deconstrucción y para mí ha sido exactamente lo opuesto, ha sido revitalizar todo y descubrir más, no tirar lo que creo sino entrar a cuartos cada vez más grandes y no más ni más chicos. Sé a lo que te refieres con deconstrucción, pero quiero tener un conocimiento más amplio.
En el proceso de conocer a Dios puede ser en alguna etapa puntual de mi vida, a lo mejor también lo conozco cuando empiece a pastorear la iglesia en donde sirvo o cuando tenga nietos o cuando alguien me lastime de tal manera o cuando me dé cáncer o me vaya súper bien en la vida, espero poder seguir conociendo a Dios en etapas personales de mi vida, pero también quiero poder entrar más sin miedo, entrar sin miedo y subir sin miedo y seguir escalando la montaña que es Dios. Por eso me gusta mucho leer y aprender de otras ramas.
Veo el misterio de quién es Dios como un rompecabezas infinito, piezas infinitas. Lo que podemos hacer ahora 2000 años después, junto con los miles de años del pueblo judío es ir descubriendo piezas de quién es Dios. Lo ves muy claro en el viejo testamento, hay una progresión de cómo van conociendo a Dios, Abraham descubriendo que Dios no necesita sacrificio humano y eso es muy diferente a todos los demás dioses; para ver qué es lo que le gusta o no a Dios, tienes a un Moisés que llega con los 10 mandamientos. Ves la gracia que presenta Oseas y ves la audacia que presenta gente como Amós, desde el corazón de Dios y luego tienes a Jesús que nos da el vistazo más claro del corazón de Dios. Es como reunir un montón de piezas de un rompecabezas enorme, para descubrir quién Dios es y nos va a tomar la eternidad descubrirlo.
Creo que hay otros que están descubriendo a Dios también y tienes las ramas del cristianismo juntando sus piezas, y todos dicen “así es Dios”. Pero el chiste es encontrar las piezas que unan mi retrato de quién es Dios, con el tuyo. Yo quiero hacer personalmente, ir descubriendo las piezas que han descubierto otros, ir aprendiendo de ellos porque estoy obsesionado con Jesús, genuinamente quiero conocerlo más, no para ser un buen maestro ni un buen predicador, quiero conocerlo. Me agarró a los 17 y no me ha soltado, quiero conocerlo más. Entonces por qué no leer libros o preguntar a personas de otras ramas, por qué creen lo que creen o lo que han descubierto, y puedo tener áreas en las que no concuerdo o en las que no he visto lo mismo.
L.C.: A la madre Teresa de Calcuta le preguntaron cuál era su accionar más honorable, el que más valoraba en su vida, cuál era su obra más grande. Si eran los hogares que tenía, a las personas que les daba de comer, los premios Nobel y ella dijo “pertenecerle a Dios, ese es el honor más grande que tengo”.
Un artista hizo un caballo de mármol hermoso y le preguntaron cómo lo hiciste y él dijo bueno saqué todo lo que no es cabello, cuando hablaba de deconstrucción me refería a esto, a sacar todo lo que no es Cristo de mí mismo.
La única manera de que Cristo sea en mí, es que yo esté muerto y crucificado. Brennan Manning es un autor que me gusta muchísimo, habla que durante mucho tiempo no pudo abrazar la gracia de un Dios amoroso, porque tenía preconceptos de Dios. Hasta que un día dijo que tenía que volver al principio, que el fin de todo era quién lo comenzó, Cristo.
Pensaba en Juan, en la isla de Patmos, siempre pienso en detalles de cómo era el tono de voz de Jesús, la experiencia sensorial y él puso su cabeza sobre el pecho de Jesús y comió con Él y sacó demonios, hizo milagros y cuando estuvo en la isla de Patmos dice que cayó como muerto de lo sorprendido. Pareciese que el evangelio no está penetrando en mi vida, como debería ser. Oro para poder sorprenderme porque ahí el Señor le dijo, esta es la revelación de Jesucristo.
La delgada línea roja es una película que dijiste que te marcó mucho, que fue clave en tu vida, ¿por qué?
J.H.: Esa película le dio voz a las preguntas que tenía dentro. No lo puedo explicar al 100, las oraciones que hay en esa película me impactaron, por su vulnerabilidad. Yo nunca había visto, crecí rodeado en cultura cristiana hipócrita, “no hagas preguntas, no cuestiones a Dios”, y con la franqueza que oran en esa película los soldados, creo que formó mucho de cómo oro hoy en día y eso abrió un poco mi corazón a que Dios me tocara unas semanas o meses después. Cuando vi esa película, algo se me hizo antojable con Dios, como que Dios dijo “ok, está listo”, fue a los 17 que Dios tocó mi vida y fueron semanas o dos meses, máximo, desde que vi esa película, me acuerdo que la vi con cierto temor, como que Dios estaba queriendo tocarme y fue un mes o dos meses después que tuve un encuentro real con Él en la iglesia. Dios se movió a través de esa película en mi vida.
L.C.: A mí siempre me interesó encontrar los hechos de la salvación de Cristo en todos lados, porque todo lo levanta a Él. A veces te escucho predicar y que decís “la voz es algo que tenía dentro mío y que llegó como una respuesta” y veo a una persona que vive el arte de predicar, pero que vive el arte de predicarse a sí mismo también, que es tan importante como predicar a los demás. Por eso la palabra dice, “recuerda alma mía”; el alma es tan peligrosa en algún punto porque expresa a quien la gobierna, si la gobierna la carne, las emociones son expresadas por la carne, pero la gloria está en llevar eso al Espíritu y cuando el Espíritu gobierna expresa vida, a Cristo. ¿Qué importante es predicarse a uno mismo, ¿no?
J.H.: ¿para qué voy a estudiar si no lo estoy aplicando? Obviamente que no creo que sea posible que un predicador practique todo lo que predica, usualmente predicamos desde un lugar de convicción. Si quieres saber con qué pecado está luchando un predicador, escucha sus predicaciones, de lo que más habla es usualmente con lo que más lucha, por ejemplo, en mi caso es “ama a tu prójimo”, porque con lo que más lucho es amar a mi prójimo, pasar tiempo con ellos y no culparlos, no chismear. Pero sí, el 95% de las predicaciones que doy, nacen de algo lo que necesito yo y te digo que la mayoría son similares (risas), entonces es nada más otro ángulo y otro ángulo y otro ángulo de un mismo tema, apuntando hacia lo mismo.
L.C.: Vos diste un ejemplo, de lo de ser vulnerable cuando el profeta entra desnudo al pueblo y todo el pueblo se ve como desnudo. Nadie puede dar lo que no tiene.
Para terminar, ¿me podés explicar un poco cuál es el gran propósito de Dios, para qué Dios necesita un cuerpo?
J.H.: Creo que una de las maneras en que puedes resumir la Biblia es que es el plan de redención del mundo y puedes ver que al comienzo todo es bueno. En la cultura hebrea no existía lo perfecto y me gusta eso, que perfección no era un concepto, era aburrido, un lienzo blanco, silencio. Bueno puede ser artístico y puede ser lleno de vida. Entonces la creación es buena, no perfecta.
Dios llama a todo bueno, aun dice que no era bueno que el hombre estuviera solo y crea a la mujer, los llama a multiplicarse, etcétera, luego pecan y de ahí en adelante es la historia de la redención: tratar de regresar al Edén, o como Apocalipsis lo llamaría la nueva Jerusalén. Ves el proceso de Dios redimiendo al mundo, pero no puedes forzar tu amor sobre alguien porque eso se llama violación, Dios no va a violar al mundo ni la voluntad de nadie, entonces la manera en que lo hace, para poder redimir al mundo, da su espíritu a ciertas personas: el Viejo Testamento es como “ciertas personas elegidas y llamadas”, Abraham, Moisés, David, diferentes profetas y jueces. Hasta que llega Jesús y ahí ves todo el Espíritu de Dios, sin pecado derramado en un cuerpo, es Dios mismo caminando, poniéndose carne y hueso, mudándose al vecindario, ese es Jesús, el verbo, el logos se hizo carne.
Después de eso Jesus dice, “ok me voy, pero les dejo a alguien mejor” y deja al Espíritu Santo. Pero en todo ese proceso, la manera en que Dios obra en el mundo es a través de un cuerpo físico. El concepto Espíritu es muy gnóstico y tenemos que alejarnos de eso, pensar que el cuerpo es malo, si fuera malo Dios no hubiera tomado la forma de un hombre, no hubiera creado al hombre. El espíritu no es mejor que el cuerpo, muchos cristianos han creído y van a seguir creyendo que el cuerpo es algo que vamos a resucitar y va a haber materia. El plan de Dios fue redimir al mundo a través de ciertas personas, poniendo su espíritu en ellos y obrando a través de ellos. Entonces cuando Dios quiere confrontar a Faraón, lo hace por llamar a Moisés y presentarlo como Dios mismo confrontando al faraón, hubiera podido llegar como una tormenta, como un terremoto, como fuego, pero decide llegar no como un trueno sino como Moisés. Sucede todo, libran al pueblo de Israel y luego Dios pone un llamado sobre Israel y el llamado sobre Israel es “ustedes serán un pueblo de sacerdotes” y sacerdote es a quien apuntas para poder conocer a Dios. Dios no dice, “yo quiero UN sacerdote, sino que dice quiero a un PUEBLO de sacerdotes”, todos son sacerdotes, todos me representan en la tierra, entonces Moisés es como Dios se presenta ante el faraón, Israel es cómo Dios se va a presentar ante el mundo.
Llega Hechos 2 y Jesús asciende al cielo y les dice, “me voy al cielo, pero les voy a dar alguien mucho mejor” y ese es el Espíritu Santo. Sucede el día de pentecostés, Pedro se levanta y dice derramaré mi espíritu sobre todo hombre y mujer, rico y pobre, joven y anciano y declara que esto es para todos y se va a todos los rincones del mundo.
Yo puedo ser las manos de Jesús, un abrazo de Jesús para alguien. Puedo ser como Dios habla audiblemente a otra persona, puedo ser la versión tangible de Dios hacia otros y ese es el llamado de ser el cuerpo de Cristo. Funcionamos de maneras distintas y no somos perfectos, obviamente yo no soy Dios aquí en la tierra, pero si su Espíritu se mueve a través de mí, puedo ser un árbol del cual las personas puedan probar el fruto del Espíritu en mi vida.
Literalmente podemos ser las manos y los pies de Jesús en la tierra, lo creo firmemente y hablo mucho más en detalle en Armadillo, “Dios necesita un cuerpo” y también “De lo abstracto a lo tangible”.
Una de las ciudades más afectadas por el terremoto de Turquía tiene una historia bíblica importante. Antioquía tuvo un lugar especial en la vida del apóstol Pablo y asimismo fue cuna de la Iglesia primitiva. Allí, según el libro de Hechos, los seguidores de Jesús fueron llamados cristianos por primera vez.
Una de las ciudades más afectadas por el terremoto de Turquía tiene una historia bíblica importante. Antioquía tuvo un lugar especial en la vida del apóstol Pablo y asimismo fue cuna de la Iglesia primitiva. Allí, según el libro de Hechos, los seguidores de Jesús fueron llamados cristianos por primera vez.
La casa de la pastora Elmas Akin fue destruida en la localidad de Antioquía. Muchos de los vecinos no sobrevivieron al terremoto y otros fueron reubicados lejos de sus casas arrasadas, por lo que esta familia pastoral perdió a aquellos con los que habían estado sirviendo y compartiendo el amor de Jesús durante muchos años.
Akin relató lo sucedido esa noche aterradora: “Simplemente, no puedo encontrar las palabras para describirlo. Había un ruido profundo en el suelo y no terminaba”. Agregó; “Cuando salí, miré y me di cuenta de que todos estos edificios se derrumbaron, y eso fue muy doloroso, ya que se trataba de nuestro ministerio entre nuestros vecinos”.
“Junto con las personas que venían, compartimos el Evangelio durante muchos años. Crecieron en nuestras propias manos, por así decirlo. Y ahora todos se han ido. Los perdí a todos. Algunos de ellos murieron y otros simplemente están esparcidos por el país o reciben ayuda médica, o como ya no pueden vivir aquí se han mudado a otras ciudades y los he perdido a todos», compartió.
Los edificios que rodeaban a la iglesia también fueron destruidos por el terremoto: “Nuestros hermanos y hermanas perdieron sus edificios. Pero las congregaciones que el Cuerpo de Cristo formó actualmente se extienden por todas partes mientras hablamos. Toda la iglesia en el país ha estado enviando ayuda, gente que ayuda y ora».
A pesar del panorama adverso, Elmas reflexionó: “No queda nada; esta ha sido nuestra iglesia durante 23 años. Todos estos años de amor y de cuidar a todos, todo se ha ido por completo. Pero mi esperanza es grande; hemos estado alquilando el antiguo edificio de la iglesia y le pedimos al Señor que nos diera nuestro propio edificio de iglesia, y hace un año encontramos un terreno y comenzamos a construir. Así que esto ya comenzó, la construcción del nuevo edificio de la iglesia”.
Aunque la antigua iglesia fue destruida por el terremoto, un nuevo edificio que estaban preparando no ha sido destruido y ya está abierto para el ministerio. “Ya no queda más Antioquía, pero habrá una nueva Antioquía. Habrá una nueva iglesia. Y Dios ya nos ha dado ese edificio para eso. Esa será la nueva iglesia y allí no habrá daños”, explicó Elmas.
Finalizó con este pedido: “Oren para que Dios nos acompañe hasta la finalización del nuevo edificio de la iglesia, donde la necesidad es mucho más evidente».
Las autoridades de Israel continúan trabajando en "una de las cuevas funerarias más impresionantes" jamás descubiertas en el país, y que fuera designada antiguamente como "la tumba de Salomé".
Las autoridades de Israel continúan trabajando en «una de las cuevas funerarias más impresionantes» jamás descubiertas en el país, y que fuera designada antiguamente como «la tumba de Salomé».
Una corriente sostiene que en ese lugar yace la “partera de Jesús”, una creencia que nace a partir de unos sospechosos textos apócrifos que se descartaron del canon bíblico por sus incongruencias, tanto históricas como espirituales
El sitio, en realidad, fue hallado hace cuarenta años por saqueadores de antigüedades en el bosque de Lachish, ubicado entre Jerusalén y la Franja de Gaza, hecho que condujo a que posteriores excavaciones arqueológicas desvelaran una inmensa explanada que atestigua la importancia de esta cueva funeraria.
Los expertos continúan investigando esta inmensa cueva funeraria, y recientemente encontraron cajas con huesos, varias piezas y nichos excavados en la piedra. Se trata de una de las cuevas más «impresionantes» y «elaboradas» descubiertas en Israel, según la Autoridad de Antigüedades (AAI).
De acuerdo con la tradición que alimenta la adoración a «Salomé”, la “partera” fue llamada a participar en el nacimiento de Jesús», señaló Zvi Firer, arqueólogo de la IAA .
Bien sabemos que esa historia no aparece en los textos inspirados por Dios. Pero esta corriente le rindió culto hasta hasta el siglo IX, después de la conquista musulmana, según precisó la AAI, y revela un gran trabajo arquitectónico cerca de la época en la que el Nuevo Testamento fue escrito.
La excavación de la explanada, que se extiende sobre 350 metros cuadrados, sacó a la luz puestos de tiendas que, según los arqueólogos de Israel, ofrecían lámparas de arcilla.
«Hemos encontrado cientos de lámparas completas y rotas que datan de los siglos VIII-IX», indicaron Nir Shimshon-Paran y Zvi Firer, directores de las excavaciones de la AAI en el sur de Israel.
«Tal vez, las lámparas se usaban para iluminar la cueva, o para ceremonias religiosas, de la misma manera que las velas se distribuyen hoy en las tumbas y en las iglesias», sugirieron.
La construcción de esta tumba tiene que ver también con una adoración a “la partera”. Más allá del mito de Salomé, esta cueva revela cómo podrían haber sido las tumbas en los tiempos del segundo templo
La cueva comprendía varias cámaras con múltiples kokhim de roca (un tipo de complejo funerario caracterizado por una serie de pozos largos y estrechos, en los que se colocaba a los difuntos para su entierro) y osarios rotos (cajas de piedra), lo que atestigua la costumbre funeraria judía.
La costumbre judía del entierro secundario en osarios de piedra es bien conocida en el registro arqueológico, pero la sorpresa fue la adaptación de la cueva a una capilla cristiana.
Las entradas que conducían a la cueva y a la capilla interior en la que adoraban a la supuesta Salomé (se creía que yacía en ese lugar) quedaron expuestas, revelando algunas de las piedras talladas con finos diseños vegetales decorativos, que incluían rosetas, granadas y jarrones acanthus, típicamente judíos.
El patio y la propia cueva atestiguan que la tumba familiar pertenecía a una rica familia judía que invirtió mucho esfuerzo en preparar la cueva. Cabe señalar que los patios que conducían a las cuevas funerarias generalmente eran tallados en la rocas; no estaban sofisticadamente construidos de mampostería ashlar como este patio.
Este hallazgo se destaca por su magnitud y por la cantidad de objetos bien preservados que se hallaron en su interior. Pero también es una muestra de que no pasó mucho tiempo desde la época de Jesús hasta que el Evangelio se comenzó a tergiversar y el hombre mismo comenzó a rendir culto a figuras o personas que nada tenían que ver con el Hijo de Dios.
“‘Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con todo tu ser, con todas tus fuerzas y con toda tu mente’, y: ‘Ama a tu prójimo como a ti mismo’”(Lucas 10:27).
Podríamos resumir la vida del Cuerpo de Cristo en estos cuatro puntos:
· Amar a Jesús
· Amar la misión del Reino de Jesús (hacer discípulos)
· Amar a la Iglesia
· Amar al mundo
Limpiar las distracciones
A simple vista, cumplir con las demandas de estos cuatro puntos no debería ser demasiado complicado. Sin embargo, la presión en los ministerios por alcanzar resultados numéricos en el corto plazo compite con los tiempos del proceso de formación del Espíritu en la vida de las personas. Como resultado, vemos cada vez más “discípulos movilizadores” de una visión y menos discípulos con las prioridades correctas que estableció el Señor. Hoy en día, pasar tiempo en la presencia del Señor para que el Espíritu limpie todas las distracciones que nos desvían de su voluntad es una inversión que pocos deciden asumir. Basta con memorizar los términos de una visión ministerial y pasar a la acción sin demoras, porque hay que “conquistar” una ciudad.
En consecuencia, la mayoría de la gente responde masivamente ante las convocatorias que se realizan, pero su efectividad como testigos de Jesucristo es tenue o nula un año después. Durante un tiempo, esta dinámica de alcance funcionó para atraer personas hacia una iglesia local y despertar a los creyentes ante las demandas del Señor para este tiempo.
El tratamiento adecuado
Podemos comparar un avivamiento con la llegada de un equipo de emergencias al lugar donde ocurrió un accidente con víctimas seriamente lesionadas. Los paramédicos se concentrarán en devolverle la vida al cuerpo de la víctima, sin prestarle atención a los detalles “estéticos” de las lesiones. La prioridad es recuperar los signos vitales y mantener al paciente vivo, hasta llegar a un centro de asistencia de mayor complejidad.
Una vez que el paciente recuperó los signos vitales, el procedimiento sigue un camino estandarizado para mantenerlo estabilizado. La intervención del equipo de paramédicos de rescate termina cuando entregan al paciente en manos del equipo de emergencias en el centro hospitalario.
Una vez allí, se implementarán otro tipo de medidas de mayor complejidad para establecer un orden de prioridades tendientes a resolver las lesiones que pudiera presentar el paciente. La complejidad del ambiente hospitalario permite realizar diferentes estudios para completar un diagnóstico que sea lo más acertado posible. Con la información recabada, se solicitará la intervención de los profesionales que se consideren necesarios para restablecer la salud del paciente. Luego de recibir los tratamientos correspondientes y responder a ellos de manera adecuada, se traslada al paciente hacia una sala general de menor complejidad.
El paciente demanda una atención cada vez menos estrecha, porque las funciones de su cuerpo van recuperandoel control normal que tenían antes del evento que ocasionó la emergencia. El día del alta llega cuando los profesionales que evalúan al paciente determinan que las funciones de su cuerpo pueden operar de manera independiente y ya puede desarrollar una vida normal fuera del hospital.
Respetar el tiempo de maduración
Podemos establecer un paralelo entre lo que ocurre con un paciente crítico ante una emergencia y lo que ocurre con una persona que entra en contacto con el Reino de Dios por primera vez. La persona que acaba de nacer de nuevo por la vida del Espíritu demanda una atención estrecha y continua. Como ocurre con un paciente en estado de emergencia, la evolución del tratamiento no puede ser estandarizada porque cada paciente es “único e irrepetible”. El tratamiento que funciona bien con un paciente puede ser totalmente ineficaz con otro. No puedo imaginar qué podría suceder si se aplicaran los principios de crecimiento de algunos ministerios a un servicio hospitalario de emergencias. Si el paciente en cuestión no respondiera en el tiempo estipulado por el “programa”, quedaría abandonado a su suerte.
Un profesional de emergencias sólido no se puede formar en tres meses. Es una especialidad que demanda un esquema de formación permanente, continuo, progresivo y con responsabilidades crecientes, a fin de crear un criterio de juicio que le permita tomar decisiones acertadas.
No se pueden formar “discípulos” y “discipuladores” que sean testigos del Evangelio de Cristo luego de realizar un curso relámpago de tres meses.
Bladimiro Wotjowizc
Un testigo es alguien que está capacitado para dar razón de un hecho del cual participó de manera directa. En otras palabras, es alguien que tuvo una experiencia directa con el hecho del cual debe dar testimonio.
Nadie recibe un título de discípulo o discipulador como resultado de un proceso de entrenamiento. La característica fundamental de un testigo de Cristo es haber experimentado el poder transformador que solo puede ocurrir postrados ante su presencia. Llamamos discípulos y discipuladores a personas que nacieron de nuevo pero no siempre tuvieron una experiencia directa con la Cruz de Cristo. Medimos su nivel de productividad por la cantidad de personas que movilizan, por encima de la expresión del fruto del Espíritu en sus vidas.
Sepultando el “ego”
“Si alguien quiere ser mi discípulo, que se niegue a sí mismo, lleve su cruz cada día y me siga”(Lucas 9:23). Ser un testigo de Cristo implica sepultar nuestro “ego” cada día en Él y resucitar por el poder del Espíritu, para de esta manera manifestar su carácter en nuestro entorno. Claro, las demandas y las presiones por cumplir las metas de crecimiento no permiten darnos el lujo de respetar este parámetro hasta ver el fruto del Espíritu enlas vidas de los discípulos. Cuando pasamos por alto la Cruz de Cristo, insistimos en generar resultados en nuestras fuerzas, pero cuanto más nos esforzamos en la carne, más frustraciones cosechamos. En consecuencia, la tarea que debería ser un deleite (cumplir la voluntad del Señor edificando a la Iglesia) se convierte en una carga que termina agotando nuestras fuerzas.
Todo foco de frustración en nuestra vida es un área de nuestro carácter donde aún no se manifestó el fruto del Espíritu. En otras palabras, es un lugar de nuestra alma que aún no recibió la “notificación legal” del nuevo nacimiento. Entonces seguimos tomando decisiones que nos llevan en la dirección contraria al diseño que Dios estableció.
La señal evidente de esta realidad es una profunda frustración por la escasez de resultados en todo lo que hacemos para tratar de edificar el Cuerpo de Cristo. La clave para resolver esta situación sigue siendo la misma que hace dos mil años: “Negarnos a nosotros mismos y sepultarnos en Cristo”. Todo sentimiento o emoción alejada del diseño divino es nuestro peor consejero a la hora de tomar decisiones como discípulos de Jesucristo. Por eso, el Señor nos indica que el único camino para la liberación del alma es el quebrantamiento permanente ante la Cruz de Cristo.
Volviendo al diseño original
El panorama cultural de la sociedad cambia de manera rápida y vertiginosa. Las estrategias de discipulado quedan obsoletas en poco tiempo porque no logran acompañar la velocidad de los cambios que ocurren en la sociedad. La solución es volver al diseño del discipulado de Cristo: Reconocer nuestra impotencia para resolver nuestra vida (mucho menos, las de los demás) y crucificar nuestro criterio de juicio (paradigma de vida) junto con Cristo.
Solo podremos edificar a la Iglesia siguiendo a Cristo y, para lograrlo, necesitamos desarrollar su carácter. Jesús nunca desechó a nadie tildándolo de “improductivo” solo porque no cumplía sus expectativas naturales de crecimiento. El Señor nunca abandonará a sus discípulos e invertirá todos los recursos espirituales necesarios, hasta que puedan manifestar el fruto del Espíritu en sus vidas. La Cruz de Cristo no es una opción más o una alternativa para edificar discípulos llenos del Espíritu que reflejen el carácter piadoso del Señor, “es el único camino que existe”.