Olivier Giroud nació en Chambéry, Francia, hace 36 años, y es futbolista profesional del Milán de Italia y de la selección francesa. “La fe me ayuda a ser positivo, a poner las cosas en perspectiva y a saber perdonar”, comentó el delantero, que actualmente se encuentra disputando el Mundial de Qatar 2022, donde su selección se encuentra entre los semifinalistas.
Comenzó su carrera deportiva a los 19 años, debutando en el Grenoble Foot 38 de la segunda división de Francia; estuvo un año y medio en el club, y allí convirtió 2 goles en 26 partidos. Luego tuvo un paso fugaz, a préstamo, en el Fútbol Club Istres, de la tercera división francesa, para retornar a segunda con el FC Tours, el cual lo contrató por tres temporadas.
Consiguió tener mucha más continuidad; llegó a jugar 69 partidos y marcar 38 goles, hasta dar el salto a la primera división francesa, al Montpellier, donde estuvo durante dos años y convirtió 39 tantos en 85 partidos.
Finalmente, debido a su gran rendimiento en Francia, entró en consideración de muchos clubes europeos de élite, hasta ser convocado por la propia selección en 2011, donde permaneció de manera ininterrumpida hasta hoy. El Arsenal de Inglaterra logró quedarse con el delantero, con un contrato por 4 años. Sus primeras temporadas fueron excelentes, como figura y titular en el conjunto inglés.
Luego de 6 temporadas, a mediados de 2017 Olivier dejó el Arsenal; sin embargo, su carrera continuó en Inglaterra, contratado por el Chelsea. El francés formó parte de la institución hasta finalizar la temporada en 2021, con un registro de 39 goles en 119 partidos. Finalmente, arribó a su club actual, el Milán, donde lleva disputados hasta el momento 57, con 23 goles convertidos.
Giroud hace de su fe un complemento perfecto que lo ayuda a estar enfocado en lograr victorias para su país; en uno de sus brazos tiene escrito: “El Señor es mi pastor, nada me falta”, que es su versículo favorito.
Dentro del terreno de juego, es uno de los goleadores de Francia en la actual Copa del Mundo y uno de los socios en el ataque de Kylian Mbappé; por otro lado, fuera de la cancha, se lo ve con una Biblia en la mano y leyéndola en sus viajes, pues afirma que esta es su manera de pedirle a Dios que lo ayude cada vez que juega.
Además, a la hora de tomar decisiones con respecto a su carrera deportiva, él asegura que las deja en las manos de Dios, y está convencido de que la fe lo llevó a decidir por la propuesta de pertenecer al Milan; en sus sucesivos logros con el equipo, ha llevado una camiseta debajo de su uniforme donde se lee el texto “I Love Jesus”.
A lo largo de su carrera, ha conseguido muchos títulos en el ámbito de los clubes: 1 La Ligue (Montpellier de Francia), 3 FA Cup y 3 Community Shield (Arsenal de Inglaterra), 1 Europa League y 1 Champions League (Chelsea de Inglaterra) y la Serie A (Milán de Italia), mientras que con la selección francesa obtuvo la ansiada Copa del Mundo, en Rusia 2018.
Tras conseguir el título mundial, el delantero declaró: “La fe me ha ayudado como hombre y como jugador profesional, dándome confianza y perseverancia para no darme nunca por vencido”.
En sus muchas entrevistas, lejos de esconder su fe, más bien comparte su rutina con el Señor: “Acostumbro a orar en el campo de juego antes de cada partido y después de cada gol también, con mi mirada y mis índices apuntando al cielo. Simplemente quiero dar gloria a Cristo. Estoy orgulloso de decir a todos que amo a Jesús, así que no veo por qué esconderlo. Además, siento que es mi deber hablar de ello y dar testimonio, porque soy una persona que está en los medios de comunicación y, por lo tanto, puedo ayudar a otros cristianos a hablar más libremente de su fe”.