Es tan pedido, tan rico y con una consistencia tan esponjosa que conquista el paladar de cualquiera. Hoy les traigo la Marquise de chocolate. Muchos la confunden con Brownie ya que son muy similares, pero el Brownie lleva más harina, lo cual lo hace más húmedo y compacto, en cambio la Marquise no lleva harina, o en muy poco porcentaje como en este caso, y es por eso que es mucho más suave y esponjosa.

En mi caso, la suelo hacer separando las claras de las yemas, hago un merengue con las claras que luego incorporo al chocolate. Me gusta mucho esta opción porque le aporta muy buena textura, queda bien prolija para decorar.

En otros casos la preparan solo con las yemas batidas a punto letra. Pero en esta ocasión les dejo esta preparación que considero una muy buena opción para hacer en casa, fácil y en cualquier momento sin demasiadas complicaciones.

INGREDIENTES

  • 300 gramos de manteca
  • 6 huevos
  • 200 gramos de chocolate cobertura semi amargo
  • 300 gramos de azúcar
  • 30 gramos de harina 0000 tamizada

PROCEDIMIENTO

  1. Derretimos a baño maría el chocolate, con la manteca y el azúcar. En este caso el fuego no debe estar muy fuerte para evitar que se queme el chocolate. Es importante también ir integrando para conseguir que todo se derrita al mismo tiempo.
  2. Una vez tengamos esto listo, retiramos del fuego y reservamos unos minutos para que baje un poco la temperatura. Mientras tanto en un bowl, preparamos los huevos y los batimos un poco, solo un poco, no hace falta sobre batir. Ahora sí, incorporamos los huevos a la preparación anterior, en forma de hilo y sin dejar de batir.
  3. Por último, integramos la harina con movimientos envolventes para evitar grumos.
  4. Enmantecamos y enharinamos un molde de 24 cm de diámetro y lo llevamos al horno por unos 20 minutos, a unos 170 grados aprox.

Vamos a notar que, durante la cocción, la preparación sube considerablemente, y que en la parte superior se forma una capa más durita. Estas son señales de que nuestra marquise ¡ya está lista! Ojo con el desmolde, les recomiendo esperar a que este bien fría para desmoldar, caso contrario, es tan frágil que corremos el riesgo de que se desarme.

El que avisa no traiciona dice el dicho, asique por esto les quiero anticipar que, al momento del enfriado, nuestra torta suele perder altura, se hunde al punto de que se forma una especie de hueco en el centro. Por otro lado, los bordes en este caso suelen quedar un poco rugosos. Pero todo está bien, ¡vamos por buen camino!

Para el toque final y sublime, y para aprovechar al máximo ese hueco que se forma en el centro, decoramos con una buena porción de dulce de leche repostero, y sobre este, otra buena porción de crema chantillí.

Vamos a ver que me cuentan después de probar esto, ¡es para chuparse los dedos!

Soy mamá de Alma, ella es la luz de mis ojos. También soy esposa de Ezequiel, a quien volvería a elegir una y mil veces para pasar el resto de mi vida. Trabajo apasionadamente en mi casa, haciendo repostería, o como más me gusta decir, haciendo cosas dulces. Sueño con tener un espacio propio donde pueda explotar aún más este talento que Dios me dio.