Los niños son una parte fundamental del plan de Dios. A lo largo de las Escrituras, podemos ver cómo Dios valora, ama y pone de ejemplo a los más pequeños.
1- Los niños son un regalo
Dios creó a los niños como una bendición y un regalo. En el Salmo 127:3, se nos recuerda: “He aquí, herencia de Jehová son los hijos; cosa de estima el fruto del vientre.”
2- Ejemplo de Jesús
Jesús mostró un gran amor y cuidado por los niños. En Mateo 19:14, Jesús dijo: “Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis; porque de tales es el reino de los cielos.”
3- Dios se revela a los niños
En Mateo 11:25 encontramos una oración súper interesante que Jesús hace al Padre: “En aquel tiempo Jesús dijo: «Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque habiendo escondido estas cosas de los sabios e instruidos, se las has revelado a los niños”.
Esta frase de Jesús se refiere a que la revelación de Jesucristo no depende de los conocimientos o capacitaciones que podemos llegar a tener, sino que Él se revela a todo aquél que quiera ver. Puede acceder a Jesús todo aquél, que como un niño, quiere curiosear y abrazar a un Padre que nos amó primero, sin buscar explicaciones, solo tomándose de la mano de la Verdad.
4- Lecciones de los niños
En Mateo nuevamente nos encontramos al maestro usando a la niñez como ejemplo vital para el Reino, en el versículo 18:3, donde Jesús dice: “De cierto os digo, que si no os volvéis y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos.”
5- Desde pequeños
Las Escrituras nos enseñan la importancia de conocer acerca del Evangelio desde niños. En 2 Timoteo 3:15, Pablo menciona a Timoteo: “Y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús”.
8- La responsabilidad de los adultos
Los adultos son los responsables de guiar y educar a los niños en el camino del Señor. Proverbios 22:6 dice: “Instruye al niño en su camino, y aun cuando fuere viejo no se apartará de él.” Es por eso que debemos ser intencionales en la crianza de los más pequeños mostrando a Jesús como lo más importante y como la esencia del Amor.
En el día del Niño podemos enseñarles a ellos y a ellas a conocer su lugar en el Cuerpo de Cristo, no viéndose como el Futuro de la Iglesia, como muchas veces solemos decir, sino como el presente de la Iglesia, no descuidemos a la niñez y empecemos a verla como Dios los ve.