Luego del paso del huracán que arrasó con viviendas y edificaciones en República Dominicana y Puerto Rico, congregaciones y ministerios se ponen en acción para ayudar a los más afectados ante este desastre meteorológico. Y llevar el mensaje de Cristo.
El huracán Fiona se originó el 14 de septiembre a partir de una onda tropical que emergió de África occidental, antes de convertirse en una depresión tropical al este de las islas de Sotavento.
Los impactos de Fiona se generaron en varios países y fueron mortales. En Puerto Rico causó la peor inundación desde el Huracán María en 2017. El impacto se sintió en todo el territorio y se produjo un apagón en toda la isla. Un tercio de la población se quedó sin agua y al menos dieciséis personas murieron allí.
Por otro lado, en la República Dominicana las fuertes lluvias e inundaciones azotaron con fuertes vientos los territorios, que dejó más de 13.000 desplazados, unas 2.600 casas dañadas, doce localidades incomunicadas y dos víctimas mortales. Fiona también se consideró el ciclón postropical más intenso en la historia de Canadá desde que se tiene registro, según la presión atmosférica. En total mató a 21 personas: 16 en Puerto Rico, 2 en República Dominicana, 2 en Canadá y 1 en Guadalupe.
La iglesia respondió de forma inmediata y desde entonces coordinan acciones para llevar ayuda humanitaria a las zonas afectadas.
La Mesa de Diálogo y Representación Cristiana, Servicio Social de Iglesias Dominicanas, Consejo de Unidad Evangélica y concilios e iglesias independientes comenzaron a poner manos a la obra, con la recolección de artículos alimenticios, de limpieza y utensilios del hogar para distribuir por todo el Este del país donde se produjeron los mayores destrozos.
La periodista Johanni Reyes dijo al medio Evangélico Digital que en este país, pastores como Belkys Castillo, de la “Iglesia Emaús” vienen trabajando con personas con enfermedades mentales que no tienen donde vivir. También ahí está la iglesia Mahanaim del pastor Ezequiel Molina. “Ellos están muy activos en este momento trabajando por los afectados”.
“Nos desplazamos anoche por algunos barrios de nuestro pueblo llevando cientos de sábanas y cientos de planchas de zinc pero nada es mucho en este momento. “Cuánta gente sin siquiera una toalla, ni muebles, ni camas, solo respirando y una contundente frase en sus labios que expresa ‘Estamos vivos y eso es lo importante’ », comunicó Belkys Castillo en sus redes sociales.
La periodista además agregó que “en la capital está trabajando la pastora Xiomari Veloz de la Iglesia Adoradores del Reino. Ella salió a llevar comida a varias zonas de la ciudad de Santo Domingo”.
Otra organización que también decidió intervenir en perspectiva del desastre fue Samaritan’s Purse, con sede en Carolina del Norte, dirigido por el evangelista Franklin Graham que transportó por aire más de 16 toneladas de suministros de ayuda de emergencia después de que Fiona atravesara las partes sur y oeste de la isla caribeña.
«Los suministros de ayuda transportados por aire por Samaritan’s Purse incluyen 2200 lonas para refugios, dos unidades comunitarias de filtración de agua y 1000 contenedores de agua familiares portátiles«, dijo Samaritan’s Purse en un comunicado.
«Nos asociamos con las iglesias locales con las que trabajamos después del huracán María en 2017 para satisfacer las necesidades físicas de las familias mientras les recordamos la esperanza que se encuentra solo en Jesucristo»,
Comunicó el presidente de Samaritan’s Purse, Graham, hijo del difunto evangelista Billy Graham.
Tanto las oficinas del Servicio Social de Iglesias como las de CODUE servirán de centros de acopio para recibir las donaciones.
Mientras que en los distintos países de América conviven con el desastre del paso del huracán las novedades de nuestros hermanos que prestan su ayuda en Puerto Rico y República Dominicana dan esperanzas, debido a que esto es una visibilización del amor de Cristo hacia los necesitados expresado en la vida de los miembros de congregaciones y organizaciones que buscan extender su mano a todos los afectados por esta terrible tormenta.