Este prometedor largometraje aborda una serie de temáticas sociales que interpelan de manera personal, como lo son: la relación entre padres e hijos adolescentes, el autismo, el bullying, la discriminación y la inclusión, entre otros.
Desde el nacimiento, la mirada de los padres ocupa un rol central en la vida de las personas.
Es natural que nos preocupe que es lo que ellos piensan de nosotros y que también busquemos su aprobación. En definitiva, son ellos las primeras personas que queremos agradar.
En esta oportunidad, conoceremos la historia de Tyson, un adolescente autista de 15 años, quien tiene como objetivo convertirse en un corredor profesional y ganarse la admiración de su padre, quien no lo acepta debido a su discapacidad.
La gran noticia es que como cristianos ya estamos en una relación correcta con nuestro Padre Celestial, porque fuimos justificados por medio de la fe. No hay nada que podamos hacer para que Dios nos ame más ni para que nos ame menos. No hay nada que nos pueda separar de Su amor
”Después de haberlos elegido, Dios los llamó para que se acercaran a él; y una vez que los llamó, los puso en la relación correcta con él; y luego de ponerlos en la relación correcta con él, les dio su gloria.“
A lo largo de toda la película podremos identificar diferentes aspectos de Cristo y sus formas de amar. Te invitamos a que puedas disfrutar de esta producción que actualmente se encuentra disponible en Netflix.
Reseña:
Tyson Hollerman (Major Dodson) es un adolescente de 15 años con autismo que durante toda su vida fue educado en casa con la ayuda de su madre. Debido a la dificultad de un ejercicio de álgebra y su imposibilidad de resolución, Tyson toma la decisión de asistir a la escuela. Allí su padre, Bobby Hollerman, ejerce como entrenador del equipo de fútbol americano y es una figura reconocida en la ciudad.
Bobby no está de acuerdo con Tyson asista a la escuela debido a que no sabe cómo afrontar la discapacidad de su hijo.
Al mismo tiempo, está a punto de realizarse la maratón más importante de la ciudad, a la cual Tyson rápidamente se inscribe para participar y lograr así la atención que tanto anhela de su padre.
Así es como conoce a Aklilu, un maratonista profesional que le ofrece ser su entrenador para la maratón. Poco a poco entablan una amistad que tendrá muchos valores para enseñarnos.
”¿No se dan cuenta de que en una carrera todos corren, pero solo una persona se lleva el premio? ¡Así que corran para ganar! Todos los atletas se entrenan con disciplina. Lo hacen para ganar un premio que se desvanecerá, pero nosotros lo hacemos por un premio eterno.“
Todos nos encontramos corriendo alguna carrera en nuestra vida y aún con sus altos y bajos sabemos que es Jesús quien corre con nosotros. El premio mayor es un premio eterno y es tenerlo a Él.
“No es solo llegar a la meta sino todo lo que sucede en el medio de la carrera”
¡No te pierdas la oportunidad de conocer esta inspiradora historia!