Aarón Lara, el presidente de la organización, cuenta cómo fue posible este logro y qué beneficios trae a la comunidad cristiana.
El Congreso Iberoamericano por la Vida y la Familia (C.Iber) se convirtió en una entidad legalmente establecida en Estados Unidos, que ya tiene su oficina en Washington, cerca del Capitolio. Esta meta cumplida nace desde 2017 con el fin de poder ingresar en la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y ser el primer Core Group Pro Vida, organización que defiende la vida a nivel mundial.
Lara cuenta que C.Iber nació en el 2017, con el fin de organizar a las sociedades civiles y a los actores de la política de cada uno de los países, hoy en día son 23, para activar la defensa de la vida, la familia y las necesidades fundamentales. “Nuestro primer enfoque siempre fue hacer presencia oficial en la Organización de los Estados Americanos (OEA), dependencia de la ONU, aunque toma decisiones soberanas, una meta cumplida, por eso nuestra segunda es poder incorporarnos en ella”, detalla Lara.
El presidente explica que ingresar en la ONU les permitiría de a poco poder realizar un Core Group a favor de la vida, el cual no existe actualmente en los debates de naciones unidas. “LGBT tiene su espacio allí hace 26 años, desde entonces tienen participación y movilización, esto los hace ser integrantes de organismos que se crearon en la propia ONU, es increíble que por más de 20 países fueron infiltrados”, admite Lara.
“El Core Group LGBT tiene una presencia visible y permanente en LA AGENDA GLOBAL DE naciones unidas , por eso es tan urgente crear uno provida que detenga y frene, porque siempre jugaron solos”.
Aarón Lara, el presidente del Congreso Iberoamericano por la Vida y la Familia (C.Iber)
En consecuencia explica que la posibilidad de hoy ya ser una entidad estadounidense afirma que los acerca al ingreso en la ONU, por esto celebran este primer logro para poder. Lara describe que los Core Groups no se pueden formar por organizaciones, debe ser fundado por naciones. De todas formas, Lara aclara “ya hay una base, el año pasado se estableció, 24 países firmaron la Declaración de Consenso de Ginebra, que es fundamental, no sabemos cuánto tiempo tardará, pero trataremos de influir y trabajar por esta meta y proyecto con ayuda de Dios”.
El presidente de C.Iber explica que los formatos y procesos para el ingreso a la ONU tardan dos años, a diferencia de la OEA que fueron 6 meses. “Todo esto recién lo iniciamos, lo primero era tener personalidad jurídica y lo logramos, era algo ambicioso porque todos los que se involucran en el congreso somos ciudadanos que vivimos en países diferentes, entonces es complicado, pero gracias a Dios se pudo”, describe Lara.
La incorporación como entidad en Estados Unidos beneficia al C.Iber. “Es un gran paso esto, porque nos beneficia como congreso en este tiempo, tener personalidad jurídica nos permite entrar en contacto de los círculos donde se toman las decisiones que implican relación con Estados Unidos y una agenda global, ser un actor en esos espacios”, revela el presidente.
Lara cuenta que para este año continuarán con los proyectos ya pautados, el 24 y 25 de junio tendrán el primer encuentro de las organizaciones de sociedad civil, cívico social evangélico e iberoamericano. “Allí nos encontraremos con todas las ONG que ya desarrollan un trabajo a beneficio de la sociedad”, explica el presidente de C.Iber.
“Las iglesias evangélicas hace siglos se desarrollan en la sociedad de una manera extraordinaria, pero son trabajos aislados que se hacen en anonimato, entonces este es un problema porque a veces el gobierno no lo conoce”, explica Lara. En este sentido este encuentro será para hacer una red de ayuda en la que se debata cómo elevar la calidad de los servicios que se ofrecen, cómo lograr la interacción entre todas a nivel mundial, cómo pueden ponerse de acuerdo para ayudar mutuamente, y cómo lograr potenciar las acciones para que sean conocidas en todo Iberoamérica .