¡Feliz domingo de Pascua para todos! Hoy es un día de fiesta, y cada día es un privilegio, justamente por el motivo que hoy nos une para conmemorar, así que, ¡a celebrar! ¡Jesús está vivo!

En la semana hice unos conitos versión golosos. Así los llamé porque me gustó la idea de juntar varios ingredientes que tenía, de los cuales no quise dejar ninguno afuera. Estos son conitos con base de coco, rellenos con dulce de leche y merengue, y bañados con chocolate. ¿Qué les parece? Seguimos en la línea de lo práctico y delicioso, y por eso hoy traigo esta receta muy fácil pero muy rica. 

El domingo pasado hicimos unos cupcakes adaptados a la Pascua y, ¿por qué no?, podríamos adaptar la receta de hoy también. A veces está bueno romper las estructuras. Si el motivo es juntarse a celebrar, ¡cualquier dulce viene bien! ¡Acá vamos!

Ingredientes:

  • 1 huevo tamaño M
  • 50 gramos de crema de leche
  • 50 gramos de azúcar
  • 50 gramos de coco rallado
  • Dulce de leche repostero c/n
  • Merenguitos c/n
  • 100 gramos de chocolate cobertura

Procedimiento:

  1. En un bowl mezclamos primero el huevo, la crema y el azúcar hasta integrar.
  2. Agregamos el coco rallado y mezclamos.
  3. Realizamos pequeños montoncitos (conitos) con una cucharita sobre una bandeja forrada con papel manteca. Llevamos al horno a unos 160° por unos 15 o 20 minutos hasta que tomen un color doradito.

Tip: En lo particular, antes de hornear, me gusta dejar reposar la mezcla en el freezer para que tome mayor consistencia. De esta manera me aseguro de poder usar un cortante para que me quede la base de los conitos bien pareja. Una vez horneados, dejamos enfriar, para luego empezar a armar nuestros conitos versión golosos.

  • Sobre cada una de las bases de coco, agregamos dulce de leche.
  • Sobre el dulce de leche, agregamos 1 merenguito.
  • Sobre cada merenguito, bañamos con chocolate derretido.
  • ¡Y listo!

Estoy segura de que, no solo va a haber fiesta con motivo de este domingo tan lindo de resurrección, sino que va a haber fiesta al probar cada uno de estos conitos tan particulares.

¡No dejen de probarlos!

Los invito también a armar sus propios conitos, con otros rellenos y con otra base que les guste, podría ser, por ejemplo, una galletita oreo. Transformemos la cocina en un espacio divertido y creativo. Y por supuesto, siempre en familia, es mucho mejor.

Soy mamá de Alma, ella es la luz de mis ojos. También soy esposa de Ezequiel, a quien volvería a elegir una y mil veces para pasar el resto de mi vida. Trabajo apasionadamente en mi casa, haciendo repostería, o como más me gusta decir, haciendo cosas dulces. Sueño con tener un espacio propio donde pueda explotar aún más este talento que Dios me dio.