Estos volúmenes serán de gran utilidad a todo pastor o líder a la hora de profundizar en las Escrituras.
Mientras desarrollaba este artículo escuché sobre la siguiente anécdota:
Henry Ford contrató a un experto en eficiencia para que arrojara un vistazo por la fábrica y descubriera qué empleados no eran productivos. Este hizo un recorrido y finalmente regresó a la oficina de aquel con su informe:
“He encontrado una persona improductiva. Lo veo sentado sin hacer nada. Creo que usted debería considerar deshacerse de él”. Cuando Henry Ford oyó el nombre al que se refería, negó con la cabeza y respondió: “Imposible. A ese hombre le pago para pensar y eso es precisamente lo que está haciendo”.
Unos dos mil años antes, el apóstol Pablo dejó una premisa a la iglesia de Filipos sobre el pensar: “Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad” Filipenses 4:8 (RVR1960).
Una de las actividades que debería ocupar nuestro tiempo de calidad, tendría que ser el ampliar nuestros pensamientos con respecto a cómo vivir nuestra nueva vida en Cristo, y cómo relacionarnos eficazmente con Él. Para ello se vuelve imprescindible tener una actitud de búsqueda intencional en el conocimiento e iluminación de la palabra.
Somos buscadores
Hace años, cuando pastoreábamos nuestra primera iglesia con mi esposa en la ciudad de Potosí, en Bolivia, me fascinó un cerro imponente que se encontraba dominando la vista de la ciudad. Éste se llama Cerro Rico, y la historia cuenta que de allí se extrajo el mineral precioso para acuñar las monedas utilizadas en todo el virreinato del Río de la Plata.
Entonces comprendimos lo que dice la Escritura: “si llamas a la inteligencia y pides discernimiento; si la buscas como a la plata, como a un tesoro escondido, entonces comprenderás el temor del Señor, y hallarás el conocimiento de Dios” (Proverbios 2:3-5).
Debemos de buscar la inteligencia (que es conocimiento y entendimiento) y la prudencia como a la plata, cual mineros que salen en búsqueda del precioso mineral. Pero esta tarea puede tornarse infructuosa si no contamos con las herramientas adecuadas. Por ello resulta necesario conocer cuáles de ellas nos ayudarán a encontrar los tesoros de la Palabra de Dios con más profundidad.
El apóstol Pablo valoraba su propia biblioteca personal, y le encomendó a Timoteo lo siguiente: “Cuando vengas, trae la capa que dejé en Troas, en casa de Carpo; trae también los libros, especialmente los pergaminos” (2 Timoteo 4:13).
Básicamente le solicitó tres cosas: la capa, que solía ser de forma circular hecha con pelos de cabra, que servía de abrigo en el duro invierno que se aproximaba; los libros, en realidad rollos de papiro que se empleaban para tomar notas, cartas o documentos y los pergaminos, que eran más costosos que los rollos de papiro. Estos estaban confeccionados con pieles de animales y resultaban más cómodos para escribir, más duraderos, además de poder ser utilizados en ambos lados; posiblemente fueran copias de las Escrituras.
Herramientas para nuestra búsqueda
Los próximos cinco libros que recomiendo creo serán de gran utilidad a todo pastor o líder a la hora de estudiar la Palabra de Dios:
1.Biblia de Estudio: Seguramente todos tenemos una Biblia, pero es necesario contar con una de estudio porque contienen comentarios, notas y puede ser de gran apoyo inicial cuando comenzamos a profundizar en ella. Son recomendables aquellas que tienen además otras versiones paralelas.
2.Diccionario Bíblico: Nos brindará la definición de nombres, lugares y la palabra bíblica buscada. Encontraremos allí una breve referencia de versículos que tratan sobre el tema. La mayoría incluye imágenes ilustrativas y mapas de la región bíblica.
3.Antiguo Testamento Interlineal Hebreo-Español y Nuevo Testamento Interlineal Griego-Español: Estos libros son la plataforma de comprensión del texto que se desea estudiar en el idioma de origen, traen claridad sobre la frase buscada, y nos sitúa en la intencionalidad del escritor bíblico.
4.Concordancia exhaustiva de la Biblia: Así como el barco se abre camino en las distintas aguas que va surcando, con esta herramienta, una palabra de la Biblia podrá llevarnos por indefinidos canales, ya que un mismo texto se conecta con otros pasajes paralelos y nos da un panorama bíblico realmente amplio sobre el tema.
5.Comentario Bíblico: Lo que para el autor de este material es la culminación de años de investigación y estudio en cada párrafo de las Escrituras, para el estudiante de la Biblia es un complemento de enorme ayuda, pues brinda una base de claridad y contexto en cada versículo de la Biblia.
Es comprensible que dichos materiales requerirán de una inversión, pero serán un tesoro invaluable. Y quienes deseen profundizar, pueden adquirir un buen libro de ilustraciones para sermones, un libro de usos y costumbres de las tierras bíblicas, y un libro de bosquejos para sermones. Estos ayudarán al lector a tener una comprensión más acabada de lo que está estudiando.
Todos podemos crecer en el conocimiento de nuestro Dios a través de su Palabra, pero están aquellos que no se conforman con solo leerla, sino que han decidido profundizar en su contenido, para caminar en la autoridad espiritual de lo que Dios ha dejado escrito. Si sientes este desafío, bienvenido a un tiempo apasionante de descubrimiento.