¿Qué tan lejos estoy dispuesto a llegar por Dios? Puede que ésta no sea de las preguntas más frecuentes que ocupan la cabeza de los cristianos en estos días.
Se trata de alguien que va más allá de un mero aprendiz, alguien que sobrepasa la posición de estudiante y quien rebalsa el molde de un simple “adepto”.
No es la primera vez que Dallas Willard viene a nosotros con un libro que sacude nuestros adentros. Que incomoda y nos despierta de un estado de quietud.