Mi mamá y mi papá eran cristianos y mis tres hermanos y yo fuimos criados yendo a la iglesia. Sin embargo, ir a la iglesia no lo convierte a uno en cristiano.
Es esencial que el líder sea lleno del Espíritu de Dios y profundo en el conocimiento y la ministración de la Palabra; que esté dispuesto a modelar, y que sea asertivo en sus decisiones
Mantenerse vigente, logrando los resultados para los cuales hemos sido llamados, demandará de un ejercicio constante de flexibilización de nuestras habilidades