Hemos vivido crisis tras crisis a lo largo de nuestra historia, y con aciertos y desaciertos hemos salido de ellas, pero hoy la desesperanza y el dolor nos han llevado a lo que parece ser un túnel sin salida

Llegamos al campo misionero en diciembre de 2018, y desde que pisamos este país cada día fue una aventura y aprendizaje en muchísimas áreas.

El proceso que me tocó transitar para pasar de “una gran idea”, tener que vivir ciertas crisis, hasta llegar a disfrutar del resultado de haber emprendido.

Hace un año, y sin saber que estaba a un par de meses de quedar encerrado en casa solo a causa de la pandemia, me embarqué en una aventura. Fue tan solo una semana, pero con un montón de momentos memorables.

Una de las mayores tensiones dentro del pueblo evangélico es la que existe entre dos formas de hacer iglesia, la forma expansiva y la forma receptiva.

Desde la Facultad de Teología Integral de Bueno Aires (FTIBA) nos hemos preguntado, ¿cómo podemos dar lo mejor para Dios como equipo?

Ser padres nos recuerda más sobre Dios, su fidelidad y amor para con nosotros, por el privilegio y responsabilidad que recibimos para amar, criar, educar y liderar bien a nuestros hijos

En los años de trabajo en el ministerio nos encontramos con diferentes historias de vida que nos han llevado a plantearnos y pensar: ¿Cómo veo a los niños?, ¿Sobre qué fundamento estamos parados cuando nos relacionamos con ellos?, ¿Sigo condicionado por las experiencias de mi infancia?