Como iglesia podemos no solamente sembrar el espíritu navideño de forma correcta sino también recordar que Jesús vino a este mundo para salvar a gente de toda lengua, tribu y nación.
Podés capacitarte para acompañar la búsqueda espiritual de personas que están atravesando situaciones difíciles, en la medida en que quieran acercarse más a Dios.
En 2014 vine en un viaje misionero a Argentina y aquí me enamoré de su cultura y de su gente. En un proceso de ayuno y oración Dios mis pastores confirmaron el llamado a este gran país.
Muchas veces se piensa en la vida del misionero como un tránsito único y lineal que va desde el momento en que recibimos el llamado de Dios hasta el día que llega al campo misionero.
Las Escrituras nos concientizan de nuestro estado de ser natural y en Cristo, de nuestra precariedad humana y de la gracia de Dios y su investidura, siendo conformados a su voluntad para ministrar como líderes.