Cuando pensabas que todo iba a ir encaminado pero la realidad te demuestra que está todo trabado, ahí es cuando debes detenerte a observar qué está faltando.
Hace miles de años la humanidad fue raída de la faz de la tierra por este fenómeno geoclimático al que sobrevivieron sólo algunas personas y animales. Este hecho marcó un antes y un después en la civilización.
Cuando una persona acepta la salvación y el señorío de Cristo, su Reino y su naturaleza divina se extiende a todas las áreas. De este modo las personas reciben abundancia de paz, de perdón, de gozo, de libertad, abundancia de misericordia, de justicia y de bien.