El jefe de una aldea en Kenia que persiguió y encarceló a cristianos durante años asistió a un funeral oficiado por un trabajador nativo que había sido arrestado y recibió el Evangelio.
Durante diez años el jefe de la tribu Teso, había arrestado más de una vez al pastor y a otros nativos cristianos por alejar a la gente de las costumbres religiosas tribales y llevarlas a conocer a Jesús. Lo insólito de esta historia es que este pastor perseguido incansablemente pudo compartir un mensaje sobre la esperanza de la eternidad con Cristo, y la necesidad de salvación de la corrupción, la muerte y la ira de Dios.
El líder del ministerio misioneroo comentó: “El jefe local que había sido hostil a la iglesia se presentó durante el funeral y declaró que quería nacer de nuevo y ser salvo, porque el Evangelio lo había cambiado y quería el perdón de la iglesia, algo como sucedió con Saulo de Tarso».
El jefe de la aldea, luego de esto, prometió que no detendría ni acosaría a los cristianos que se acercaban a la comunidad con las Buenas Nuevas del Reino de Dios.
Este hombre tuvo un encuentro tan profundo, real y radical que: “todo el pueblo y otras personas que asistieron a este funeral se sintieron conmovidos por la audacia y la transformación de este hombre, de ser hostil al Evangelio a abrazarlo. Su vida cambió para siempre: se bautizó recientemente y continúa testificando diariamente a sus amigos y su gente de esa tribu; ha sido discipulado en la comunidad local”, afirmó muy contento el líder.
Los trabajadores cristianos nativos llegaron a las personas de toda la tribu desde los centros de mercado y los hogares, y a través de eventos evangélicos y transmisiones de radio en sus lenguas étnicas.
En medio de los esfuerzos para reconciliar a las tribus que luchan por la escasez de agua y tierra, también se han descubierto oportunidades para compartir el Evangelio, ya que a medida que más personas aceptan a Cristo, los obreros guian a los grupos domésticos a congregaciones de la zona y les enseñan a orar.
“Esto ha llevado a más personas a Cristo y levantado a más líderes que están sirviendo y equipando a otros para hacer la obra del ministerio. Ha traído crecimiento a las nuevas fraternidades. Pudimos plantar 45 iglesias en hogares en un año”, comentó.