A quince años de haber participado del reality show conocido mundialmente como Operación triunfo, la música comenzó a tomar demasiada importancia para mí y se transformó en modo de vida. Si bien desde chico empecé a cantar y tocar la guitarra, a los 19 años grabé mi primer disco profesional y al pasar los años tuve reconocimiento nacional a través del programa.
Tuve la oportunidad de grabar en distintas ocasiones maquetas de presentación para cantantes y grupos reconocidos de la música nacional e internacional, grabé discos en conjunto y, por supuesto, también mis discos.
El primero de estos fue en el año 2012 y, cuando lanzamos nuestro primer material post Operación Triunfo, tuvo gran aceptación del público. Eso me llevó a realizar viajes, giras, eventos, recorrer distintos escenarios nacionales e internacionales. Por ejemplo, en el año 2019 realicé por primera vez una gira por Norteamérica, más precisamente por México y Estados Unidos.
Allí estuve alrededor de cuarenta y cinco días y luego viajé a Europa. Primero visité Génova y Milán, en Italia; luego me fui a España, primero Alicante, después Valencia y Barcelona donde pude realizar los eventos que tenía establecidos.
Así fue que, con toda la familia y los sueños en una maleta, nos fuimos de Argentina. Era por unos 3 meses, pero esos 3 meses ya se hicieron 14, porque, en medio de toda la gira, la OMS declaró pandemia por el nuevo virus que azotaba el mundo entero.
En el mes de marzo, España declaró Estado de Alarma y se cerraron las fronteras: nadie podía salir ni entrar al país, nos quedamos confinados en Barcelona en un hogar donde nos brindaron una habitación, y ahí estuvimos por casi 90 días con mi esposa y mi hija.
A pesar de todo, Dios es siempre fiel
Muchas sensaciones encontradas, ganas de volver a la Argentina, salir corriendo, tuve ataques de pánico y ansiedad, pero a los pocos días pude encontrar paz. No se podía hacer nada, los eventos que tenía hasta mayo se habían cancelado.
AL COMIENZO FUE Incertidumbre absoluta, el dinero que habíamos ahorrado, de a poco se iba diluyendo, pero gracias a Dios, alimento, refugio, vestimenta, nunca nos faltó.
La música quedó en “stand by”, pero al tiempo empezamos a hacer algunos trabajos formato “cuarentena” o el famoso “desde casa”. Es así como participé en distintas grabaciones junto a amigos de la música, y también realicé algunos trabajos como solista (en mi canal de YouTube lo podrán ver). Este formato me permitió conocer gente que quizás nunca hubiera pensado.
También hubo muchas entrevistas que compartimos con las emisoras de radio online o algunos grupos de jóvenes que transmitían su reunión o evento a través de Facebook o Instagram. Asi que, en medio del confinamiento, volvimos a trabajar con la música, pero, “desde casa”.
En Francia, una señora amiga con un corazón gigante nos brindó su casa, ella vivía sola así que teníamos una habitación a disposición nuestra también. Apenas se abrieron las fronteras, pudimos viajar hasta allí. Y aquí estamos desde junio, el verano fue muy lindo, nos pudimos establecer de a poco. A pesar de toda la situación y la segunda ola, mi esposa y yo pudimos encontrar trabajo, nada que ver con nuestra profesión de docente que realizábamos en Argentina, pero era trabajo y lo necesitábamos.
En Francia la segunda ola fue masiva, miles de contagiados y muertes en poco tiempo , eso hizo que haya nuevamente confinamiento y toque de queda, pero a pesar de todo continuamos con el trabajo.
En todo este tiempo pudimos ver y sentir que Dios siempre fue y sigue siendo fiel. Por el momento estaremos aquí hasta que aparezca el momento de retornar a nuestro país, mientras tanto continuamos haciendo música virtualmente y tratando de realizar un nuevo proyecto discográfico.