En noviembre, se dieron a conocer en Israel registros de Ezequías, rey de Judá, del siglo VIII a. C.
Expertos afirman que se trata de “uno de los descubrimientos arqueológicos más importantes en Israel de todos los tiempos”. Fueron descifradas cinco inscripciones reales nuevas y monumentales del rey Ezequías de Judá, que juntas incluyen docenas de líneas y cientos de letras. Los expertos los describen como “los primeros manuscritos de la Biblia”.
El mundo científico continúa encontrando evidencias históricas que corroboran que los relatos bíblicos son legítimos y verídicos. En nuestro medio, hacemos un continuo registro de los descubrimientos que revelan datos bíblicos e históricos; en este caso, nos encontramos frente a un escenario sin igual: unas inscripciones que mencionan al rey Ezequías, personaje mencionado en el libro de 2 Reyes. Este rey gobernó el Reino de Judá. desde el 716 al 687 a. C. Es uno de los reyes mencionados en la genealogía de Jesús, en el evangelio de Mateo.
Los arqueólogos Eli Shukron y Gershon Galil han anunciado el hallazgo de inscripciones de 2.731 años de antigüedad, realizadas durante el reinado de Ezequías en Judá, que hasta ahora no habían sido identificadas debido a la erosión de las piedras en las que están grabadas.
El profesor Gershon Galil, exdirector del departamento de historia judía de la universidad, dijo que las inscripciones mencionan el nombre de Ezequías y resumen sus principales acciones durante los primeros diecisiete años de su reinado, incluido el proyecto de agua (el corte del túnel y el estanque de Siloé), la reforma ritual, la conquista de Filistea y la acumulación de bienes.
Una de las inscripciones recién identificadas se encuentra al final del túnel construido por Ezequías alrededor del año 700 a. C., justo debajo del lugar donde se halló la inscripción original de Siloé, hace más de un siglo. “Estas son las inscripciones reales más completas que tenemos, y son una prueba más de que los reyes de Israel y Judá escribieron inscripciones reales que indicaban su nombre y hechos”, afirmó Galil.
Además, las inscripciones muestran la fecha exacta de finalización del proyecto de canalización de agua: 2 de Tammuz, en el año 17 del reinado de Ezequías, es decir, 709 a. C.
El marco encontrado medía exactamente 48 cm de ancho y 38 cm de largo, y se encuentra a 140 cm por encima del suelo.
Este hallazgo adquiere su admiración debido a que aunque el marco fue descubierto en 1909 por Louis-Hugues Vincent, este creyó en ese entonces que allí no había ninguna inscripción, sino solo el marco y una superficie nivelada preparada para escribir un texto no escrito.
“Esto es lo que todos los demás investigadores han afirmado durante los últimos 113 años. Pero, recientemente, resultó que allí hay una inscripción extremadamente impresionante. Aunque erosionadas por el tiempo, la gran mayoría de las letras son legibles”, explicó Gershon Galil.
¿Qué dice la antigua inscripción bíblica?
Esta es una cita textual de la inscripción que incluye 11 líneas, 64 palabras y 243 letras:
- Ezequías, hijo de Acaz, rey de Judá,
- hizo la piscina y el conducto.
- En el año diecisiete, en el segundo (día), en el cuarto (mes),
- del rey Ezequías, el rey trajo
- el agua en la ciudad por un túnel, el rey condujo
- el agua en la piscina. Hirió a los filisteos
- de Ekron a Gaza y colocó allí la unidad OREB de
- el ejército de Judá. Rompió las imágenes y rompió en ˹pedazos˺ el Nehu˹sh˺tan
- y quitó los lugares altos y cortó la imagen de Asera. Hezek˹ia˺h, el rey,
- acumulado en todas sus casas de tesoros y en la casa de YHWH
- mucha plata y oro, perfumes y buen ungüento.
Esta “inscripción resumida —continuó Galil— sigue un orden literario, no cronológico, y se divide en cinco componentes: el título, el proyecto de agua, las guerras contra Filistea, la reforma y la acumulación de propiedad.
Incluye escrituras que aparecen textualmente o con ligeros cambios en la Biblia, tales como: “Ezequías hijo de Acaz, rey de Judá”, “Hizo el estanque y el conducto”, “trajo (…) el agua a la ciudad”, “Hirió a los filisteos (…) hasta Gaza”, “quebrantó las imágenes y desmenuzó a (…) Nehushtán y quitó los lugares altos y derribó la Asera (…) en todas sus casas de tesoros y en la casa de YHWH, plata (…) y oro, perfumes y buen ungüento” (ver 2 Reyes 18:1,4 ,8; 20:13,20).
Los rollos de Ketef Hinnom se descubrieron cerca de la Ciudad Vieja de Jerusalén en 1979 y, hasta ahora, se creía que eran los textos más antiguos de la Biblia conservados, de alrededor del año 600 a. C., el período del Primer Templo.
El estudioso de la Biblia de la Universidad de Haifa, sin embargo, agregó que “estos son en realidad los primeros manuscritos de la Biblia. Son anteriores a los amuletos de plata de Ketef Hinnom en unos cien años, y a los Rollos del Mar Muerto, en cientos de años. También respaldan la afirmación de que las escrituras del libro de los Reyes se basan en textos que se originan en crónicas e inscripciones reales, y que la Biblia refleja la realidad histórica y no la imaginación”.
[“Estos son, en realidad, los primeros manuscritos de la Biblia. Son anteriores a los amuletos de plata de Ketef Hinnom en unos 100 años y a los Rollos del Mar Muerto en cientos de años. También respaldan la afirmación de que las escrituras del libro de los Reyes se basan en textos que se originan en crónicas e inscripciones reales, y que la Biblia refleja la realidad histórica y no la imaginación”.]
Una vez más la historia da veracidad a los relatos bíblicos y nos confirma que lo que leemos es fiel. Esas historias además de ser ciertas y de haber ocurrido en la historia del mundo nos conducen a Cristo y a la cruz en donde la obra fue consumada.