Una auxiliar de tráfico se acercó al presidente de la Nación y le entregó una biblia con una carta para que él lea.
“La argentina tiene un problema espiritual que tiene que ser resuelto cuanto antes, la solución es Jesús”, dice la carta que le entregó la personal de Check in a Alberto Fernández.
Humanamente esta escena sería imposible. Los miles de protocolos de seguridad hacen que no cualquiera pueda tener acceso a dirigirse cara a cara con el presidente. Pero en este caso Dios movió todas las fichas. “Dios acomodó todos los protocolos para que me pueda acercar. Generalmente no se puede”, nos dijo ella.
Ella anteriormente había trabajado en un vuelo cerca del presidente y había sido conmovida por Dios para entregarle una biblia. En esa ocasión no tuvo la posibilidad así que oró y le dijo a Dios “Si me das la oportunidad estoy lista”.
El día martes se enteró de este vuelo que el presidente realizó ayer rumbo a Francia y decidió asistir aún fuera de su turno laboral. Consiguó una Biblia y le escribió una carta.
“Voy a leer tu carta”, dijo Alberto Fernández cuando recibió su regalo. La personal de la aerolínea compartió a nuestro medio algunas de las lineas que escribió para el presidente: “La argentina no tiene un problema político, económico ni social. Tiene un problema espiritual que tiene que ser resuelto cuanto antes».
“Ese problema tiene solución y la solución es una persona, se llama JESÚS. Toda la Argentina necesita a Jesús.”.
Dice la carta
La auxiliar de tráfico nos contó que estaba emocionada y agradecida con Dios por la oportunidad de haber hecho llegar la biblia y la carta a Alberto Fernández. Pero nos compartió que esta acción no fue tomada por una convicción humana, sino que fue motivada por lo que dice Lucas 12 : «porque el Espíritu Santo en esa misma hora les enseñará lo que deben decir». Las reacciones en redes sociales de las personas que vieron el video destacan justamente eso, las palabras precisas que ella usó, pero este versículo nos recuerda que es el Espíritu quien habla, y nosotros solo tenemos que dejarnos usar.
Esta situación sirvió no solo para hacer llegar la Palabra de Dios al presidente de La Nación, sino a sus compañeros de trabajo y supervisores que quedaron impactados y en sus propias palabras, conmovidos por el acto de la empleada que tomó la decisión de hablar de Jesús.