Hasta acá vimos 2 teorías tradicionales: que el discípulo amado fue el apóstol Juan (como dijo Ireneo) y que el discípulo amado fue Juan el anciano (como dijo Papías). Las próximas dos hipótesis no surgen de la tradición cristiana, sino de la misma propuesta narrativa del cuarto evangelio.
Son teorías muy interesantes porque es como armar las piezas de un rompecabezas. Cuando todas las piezas encajan nos produce una sensación fascinante, como si hubiéramos resuelto un misterio. Así que les voy a contar ahora una hipótesis buenísima: que el discípulo amado fue Lázaro de Betania, el hermano de Marta y María.
En el capítulo 11 del evangelio, Jesús resucita a Lázaro. Y si miramos con atención, vamos a ver que entre Jesús y Lázaro había una relación de mucho cariño. El versículo 3 dice: «Así que las dos hermanas, Marta y María, le enviaron un mensaje a Jesús que decía: “Señor, tu querido amigo está muy enfermo”» (Juan 11:3). El versículo 5 agrega: «Jesús amaba a Marta, a María y a Lázaro» (Juan 11:5).
Un poco más adelante leemos: «Entonces Jesús lloró. La gente que estaba cerca dijo: “¡Miren cuánto lo amaba!”» (Juan 11:35-36). Incluso, en el versículo 11, Jesús mismo dice: «Nuestro amigo Lázaro se ha dormido, pero ahora iré a despertarlo» (Juan 11:11); en todo el evangelio, Jesús habla de sus amigos de manera general, sin mencionar específicamente a personas. Dice por ejemplo: «No hay un amor más grande que el dar la vida por los amigos. Ustedes son mis amigos si hacen lo que yo les mando» (Juan 15:13,14). Pero en Juan 11:11 Jesús habla de Lázaro específicamente como su amigo.
El cuarto evangelio nos dice de muchas maneras que Lázaro fue un discípulo a quien Jesús amaba profundamente; quizás haya sido él ese discípulo amado que escribió el evangelio. Y si esta teoría es cierta, hay una evidencia más que es una bomba. Leímos recién ese versículo que dice: «Entre la comunidad de los creyentes corrió el rumor de que el discípulo amado no moriría» (Juan 21:23). Quizás el rumor surgió porque Jesús había resucitado de los muertos a Lázaro, ese discípulo al que amaba tanto.
Ya vimos 3 hipótesis y las 3 apuntan a personas reales: Juan el apóstol, Juan el anciano y Lázaro de Betania. Estate atento a la próxima semana, vamos a ver la cuarta y última hipótesis, que es quizás mi preferida.