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La ONG que lucha por segundas oportunidades para expresidiarios en EE. UU.

Prison Fellowship es una organización cristiana sin fines de lucro que aboga en favor de los prisioneros, ex presos y sus familias. Se destaca por ser defensora de la reforma de la justicia.

El ministerio se desarrolla desde hace más de 40 años, pero en el 2017 fue el lanzamiento de una iniciativa a nivel nacional que se conoció como el Mes de la Segunda Oportunidad.

Basado en el versículo 3 de Hebreos 13: “Acuérdense de aquellos que están en prisión, como si ustedes mismos estuvieran allí. Acuérdense también de los que son maltratados, como si ustedes mismos sintieran en carne propia el dolor de ellos”, buscan ayudar a quienes estuvieron privados de su libertad, pagaron su deuda con la sociedad y tuvieron un encuentro con Dios durante el proceso.

Son varios los reclusos que tienen un encuentro genuino con el Salvador y que al cumplir su condena e intentar reinsertarse en la sociedad se encuentran con muchos obstáculos para conseguir un trabajo o una vivienda. De hecho, algunos llegan a cumplir con los requisitos de contratación, pero no los seleccionan ni les dan la oportunidad por tener antecedentes penales.

“Necesitamos celebrar las segundas oportunidades que todos hemos recibido y extenderlas a otros, específicamente a hombres y mujeres con antecedentes penales”, expresó efusiva la directora de defensa de Prison Fellowship, Kate Trammell.

«Cada día que te despiertas es una nueva oportunidad para ser mejor de lo que fuiste ayer»

Justamente este es el objetivo de la fundación al proponer el Mes de la Segunda Oportunidad, que desaparezca poco a poco el problema de la falta de inclusión y aceptación de personas que han rendido su vida y optado por un nuevo camino.

Prison Fellowship compartió una estadística alarmante que invita a repensar la inclusión desde otro lugar: 1 de cada 3 estadounidenses tiene antecedentes penales. En el caso de quienes son apresados, cumplen su condena y son liberados nuevamente, pero se enfrentan a un sinfín de barreras legales para alcanzar el éxito en libertad. Entiéndase éxito por: conseguir una vivienda digna, quedar efectivo en un trabajo, reconstruir su familia y no volver a delinquir.

Trammel expresó a CBN News que están “preocupados por aquellas cosas que alejan a las personas de lo esencial: vivienda, trabajo, educación y prosperidad familiar, cosas que muchos de nosotros damos por sentado en nuestra vida cotidiana. Y queremos asegurarnos de que otros tengan acceso también para que puedan tener la vida saludable que estamos tratando de enseñarles a tener”.

Los presidentes Donald Trump y Joe Biden reconocieron, durante su mandato, el esfuerzo realizado por la fundación y reafirmaron la importancia de ayudar a las personas que estuvieron tras las rejas a reinsertarse en la sociedad. Si bien Prison Fellowship agradece el reconocimiento, expresa que hace falta más que eso, es necesario hacer algo más contundente que colabore con borrar las barreras sociales.

¿Cómo colaborar para que desaparezcan la distancia y las barreras sociales?

Kate Trammell responde al interrogante de forma clara y contundente: “ya sea con tener una cultura de bienvenida en su congregación o en su mesa”. Y continuó, “queremos canalizar esto en soluciones reales y por eso trabajamos todos los días con nuestro equipo de políticas públicas para identificar barreras que son innecesarias y que tienen un impacto negativo en estos hombres y mujeres en el exterior, para eliminarlos”.

En el último tiempo se han reunido y asociado con otros grupos religiosos, para tener más alcance y representación, pero sobre todo para asegurar que las segundas oportunidades sean reales.

“Incluso las vidas y situaciones más rotas pueden ser restauradas y sanadas cuando respondemos al llamado de Dios de servir a los hombres y mujeres tras las rejas”.

Prison Fellowship

Entre uno de los principios que motivan a sus integrantes se encuentra el que expresan en su página Web: https://www.prisonfellowship.org/ “Cada persona está hecha a imagen de Dios. Ninguna vida está fuera de Su alcance”. Son muchos los colaboradores que se reúnen cada día con la intención de servir a quienes son afectados por el crimen y el encarcelamiento, pero con la convicción de que verán vidas y comunidades restauradas dentro y fuera de la prisión, una vida transformada a la vez.

“Estoy realmente honrado por la segunda oportunidad que he recibido no solo de nuestro Señor y Salvador al salvar mi alma, por darme un corazón nuevo y una vida nueva, sino por las personas que me han dado una segunda oportunidad”, testificó Sammy Pérez a CBN News, uno de los reclusos que comenzó con una vida delictiva a los 8 años de edad pero que tuvo un encuentro con el Señor recientemente y ya es parte del staff de Prison Fellowship. Se encarga de incorporar a voluntarios que defiendan el ministerio, para que otros puedan conocer la buena noticia del Evangelio y tener una segunda oportunidad, en todo sentido.

Chechu Tejeda
Chechu Tejeda
Nació en Río Cuarto. Vive en la ciudad de Córdoba desde hace 10 años y allí ha participado como oyente y disertante en jornadas de capacitación y ministración para jóvenes y adultos. Tiene pasión por comunicar y estar entre los jóvenes. Ha participado como co-conductora en programas de radio y como conductora de eventos. Convencida de que la verdad es lo único digno de comunicar, es lo que la motiva a usar los medios de comunicación y redes sociales para transmitir la buena noticia.

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