Todos queremos vivir una vida de constantes bendiciones, y a veces nos pasamos aplaudiendo los logros de otros y nos preguntamos ¿Cuándo el Señor va a bendecirme a mí?, ¿por qué todo lo bueno le pasa a otro?
Déjame decirte que Él quiere bendecirte. Creemos en un Dios que está dispuesto a abrirnos puertas que nadie puede abrir porque es un Dios que ama a sus hijos y quiere darnos en abundancia. Si no lo crees mira lo que dice Mateo 7:11: “Pues si ustedes, aun siendo malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¡cuánto más su Padre que está en el cielo dará cosas buenas a los que le pidan!”.
Él quiere y puede, pero el problema somos nosotros que no podemos creer y nos falta la fe para pedirle. A veces solamente buscamos a Dios cuando necesitamos algo o nos pasa una tragedia. Pero para tener una vida llena de bendiciones, tenemos que buscarlo y estar guiados por Él todo el tiempo. Eso solo lo logramos teniendo una vida de intimidad, de búsqueda y leyendo la Palabra.
Eso lo entendí cuando leí Josue 1:8 donde literalmente dice que si lees la Biblia y sigues Sus pasos, vas a prosperar y tener éxito.
Confía en que lo hará, no hay milagro pequeño o grande para el Señor porque en Él no hay imposibles. Los planes que Dios tiene para tu vida son siempre de bien. Tal vez hoy las circunstancias no permiten que veas las buenas obras que hace por vos, pero constantemente está obrando para cumplir el propósito que tiene con vos y tu familia.
Por otro lado se encuentra nuestra fe que limita el obrar de Jesús en nuestras vidas, la Palabra nos dice que si tenemos fe como un pequeño grano de mostaza podríamos hacer que las montañas se corran. Si tuvieses fe, un poquitito de fe, estarías sano, bendecido, libre, próspero y cumpliendo la voluntad de nuestro Padre. Anhelo que en este tiempo puedas entender y poner en práctica tu fe, porque realmente es poderosa.
No dejes que el enemigo ciegue tus ojos espirituales y te impida ver las bendiciones de Dios en tu vida.
Lo que Dios tiene para vos, es para vos, para nadie más. Así que deja de acumular bendiciones y comienza a obtenerlas, a través de tu fe y de tu obediencia.
Recuerda que la obediencia siempre trae bendición. Oro a Dios para que en este tiempo comiences a experimentar la voluntad de Dios que es buena, agradable, perfecta y que no hay tristeza en ella. Confía en que Él lo va a hacer. Pon tu confianza en Dios, aunque a veces no vemos nada y parece que hay silencio por todos lados, Jesús siempre está trabajando a tu favor, por vos y por toda tu casa.
Te cuento más en mi Instagram, te dejo el link de un post que va a ser de bendición.