“Viví la misión” es una actividad nacional que compartirá el equipo de Vida Estudiantil Buenos Aires, del 27 al 31 de enero de este año.
Conversamos con Gabriella Max y Juan Ormazabal, parte del equipo de Vida Estudiantil Buenos Aires, para conocer los detalles sobre este retiro que se realizará en la posada El Nazareno, en Pilar, zona norte de Buenos Aires.
Comentaron que el propósito es inspirar, equipar, movilizar y dar visión en el poder del Espíritu Santo a estudiantes de nivel secundario y universitarios y a jóvenes profesionales, para desarrollar discípulos multiplicadores que sean maduros y que tomen la iniciativa de lanzar comunidades misionales para ver ciudades transformadas por Cristo.
Vida estudiantil es un componente de cruzadas profesionales que nació en Estados Unidos en 1951, junto a Bill y Vonette Bright, en la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA). Dios los guió a ver el valor estratégico de los estudiantes universitarios para ayudar en el cumplimiento de la Gran Comisión. De aquí también nace Campus Crusade for Christ International (también conocido como CRU).
“Si podemos estar en la facultad y compartir, podemos ser líderes cristocéntricos. Podemos ser un factor de cambio en los ámbitos que nos movemos y llevar luz y sal”, comenta Gabriella, y añade que el concepto de multiplicación y el llamado de hacer discípulos en medio de la pandemia ayudó a que varios grupos de distintas universidades puedan comunicarse.
Por eso esta convocatoria tiene como misión ganar, edificar y enviar discípulos multiplicadores cristocéntricos quienes avanzarán en convicciones de fe y acción donde sea que vayan.
Gabriella agrega que el cambio drástico que ella misma experimentó en este tipo de encuentros fue entender que hablar de Dios no se logra a través de datos ni de un discurso preparado, sino primeramente escuchando al otro, tal como lo hacía Jesús. Él no iba venderles un mensaje preparado, sino que iba a llevarles nada menos que la salvación, no sin antes escucharlos y conocerlos.
Para esta jornada contarán con la presencia de oradores conocidos en el ámbito cristiano: Mario Bloise, Leticia Calvo de Bloise, Marcelo Morales y Mauricio Domínguez. Los temas a abordar rondan en base a la palabra de Mateo 5:9: “Dichosos los que trabajan por la paz, porque serán llamados hijos de Dios”; y donde el lema central será el dejar que Dios actúe y trabajar para que así sea.
“Debemos, como Jonás, renunciar a nuestras intenciones, a nuestra carne y nuestras ideas preconcebidas para dejar a Dios trabajar en nuestra vida, dejar que nos cambie. A la vez, debemos trabajar para que otros escuchen el mensaje del Evangelio y el discipulado, y así puedan ser transformados por la obra de Dios en sus vidas,” amplía Juan Ormazabal.
Este tiempo de desconexión y retiro está abierto para todos aquellos estudiantes secundarios, universitarios y jóvenes profesionales que estén interesados en ser parte; el cupo es para 100 personas. El retiro tiene un costo de inscripción de 3000 ARS, y el precio de la estadía de 5 días y 4 noches tiene un costo de 9850 ARS, donde está incluida la alimentación, la pernocta y la pileta.
Los organizadores comentaron que habrá diferentes noches especiales en las cuales se preparará algo significativo y relevante que los animará a vivir la misión, como también a reflexionar acerca de lo que viven en su paso por la facultad.
Los organizadores consideran que el ser un retiro regional lo hace más íntimo, y en ese sentido dicen que trabajarán en construir la pacificación y la unidad, «tendremos un ambiente de calidad, familiar, de diversión en el cual compartiremos, aprenderemos y creceremos en comunidad”.