Es una excelente oportunidad para recordar a uno de los autores más importantes del Nuevo Testamento.
Lucas escribió uno de los cuatro evangelios que relatan la vida de Jesús, que se centra en su nacimiento, relata su ministerio, muerte y resurrección, además de describir su ascensión, con el propósito de que cualquiera fuera de la cultura judía recibiera y comprendiera el mensaje de la salvación.
1- Escribió el evangelio más extenso
Era médico y fue un discípulo y uno de los principales testigos de todo el ministerio de Jesucristo. Como si fuera poco, lo escribió con un detalle minucioso que lo hace único. Si bien cada evangelio tiene su particularidad, Lucas es uno de los que más datos brinda acerca del nacimiento de Jesús y también reproduce algunos diálogos, por ejemplo, los que ocurren durante su crucifixión, sólo se encuentran allí. Por ello, el Evangelio de Lucas es el más extenso de los cuatro, siendo el de Marcos el menos extenso.
Aprovechemos, entonces, esta oportunidad y conozcamos un poco más de la vida de Lucas.
2- Orígenes inciertos
Que era médico, de eso no hay dudas. Las escrituras lo dejan bien claro. Sin embargo, de su vida antes de seguir a Jesús no hay tantos datos certeros. Según el Diccionario Ilustrado de la Biblia, se supone que Lucas era gentil, es decir, no judío, pero pronto se identificó como cristiano, como seguidor y apóstol de Jesús. Este origen no judío le permitió, a través de su Evangelio, tener un lenguaje accesible y amigable para tener llegada a los otros pueblos que vivían fuera de Israel. Es más, se cree que muchos de sus escritos fueron producidos en Acaya, situado en el actual país de Grecia (información extraída del sitio “Comunidad de Ayala”).
Según se cree, era oriundo de Antioquía, sirio. No se sabe cuándo ni cómo se convirtió, pero fue uno de los fieles seguidores de Jesús. Pareciera que toda su vida es una incógnita, debido a que su muerte también es motivo de diversas dudas: algunos deducen que murió mártir en Roma, en Beocia o en otras ciudades de la antigüedad.
Gracias a su profesión logró tener bastantes conocimientos, sobre todo de idiomas; se sabe que era conocedor del griego, lo que permitió que su obra escrita fuera de gran profundidad.
Como parte fundamental de su vida hay que nombrar que formó parte de los doce apóstoles, pero también de los setenta discípulos que envió Jesús, de dos en dos, para que esparcieran el evangelio. Como dato curioso, esto solo figura en el Evangelio de Lucas, en el capítulo diez.
3- Un compañero fiel de Pablo
Personalmente desconocía que Lucas fue un compañero intenso del ministerio de Pablo. Tuvo la oportunidad servir con él en diversos viajes misioneros. Además, muchas veces, fue el único que estuvo a su lado como colaborador de la tarea evangélica, pero también como soporte de salud —Pablo sufrió ceguera y muchos otros padecimientos físicos—. Tal era la cercanía, que en el libro de Colosenses se lo llama el “médico querido” (Col. 4:14). Además, el libro de Filemón, escrito por Pablo, hace una breve referencia como su colaborador:
“Marcos, Aristarco, Demas y Lucas, mis colaboradores”, Filemón 1:24
Médico, escritor, historiador, pero, sobre todo, humano
Muchos teólogos coinciden en que Lucas es considerado el evangelista o apóstol más humano entre todos. Esto no significa que los otros no lo fueran. Pero, esta cualidad resalta aún más en el caso de Lucas. Además, según el Diccionario Bíblico Ilustrado, Lucas, luego de que partiera Pablo, se quedó a morar en la actual Grecia, lo que habría hecho ejercitar aún más este contacto con grupos que no fueran judíos.
La gran labor de Lucas es que fue uno de los principales historiadores de la genealogía de Jesús, lo que nos ha permitido tener información valiosa hasta el día de hoy. También son reconocidos sus aportes de datos a los primeros años de cristianismo, debido a sus contactos con los apóstoles y evangelistas.
Historiador, médico, seguidor de Jesús, todo eso resume la incógnita vida de Lucas y es por eso, y por mucho más, que hoy decidimos recordarlo.