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Josías García: “la dinámica de estar juntos no se puede reemplazar por la modalidad online”

A días de reabrir las puertas de la Iglesia Cristiana para la Ciudad, el pastor Josías García nos cuenta cómo se vive la previa y cómo fueron estos meses en los que tuvieron que adaptarse a un cambio digital en sus actividades.

LC: Después de varios meses reabren la iglesia ¿cómo recibió la congregación la noticia?
JG: Con mucha alegría. Anunciamos con tan solo 6 días de anticipación el regreso a casa, para que las personas también se puedan inscribir, y ya en el primer día cubrimos casi el total de las plazas permitidas. Así que entendimos que la iglesia estaba ansiosa de poder volver a reunirse.

LC: Ante esa respuesta, la expectativa de volver al templo debe ser significativa…
JG: Por supuesto, y creo que se podría reflejar en la enseñanza de Jesús, porque después del tiempo en secreto creemos que viene una recompensa en lo público. Como congregación local tomamos el tiempo de pandemia para enfocarnos en lo que podíamos hacer y trabajar en los cimientos de nuestra creencia, que es relacionarnos con el Señor. Por eso todos los mensajes, durante el aislamiento obligatorio, se relacionaron a fortalecer la comunión personal con Dios. Que, si bien todos necesitamos tener comunión con nuestros hermanos, es la base más sólida.

Esperamos que todo lo que trabajamos en secreto se vea en público, en madurez, en milagros, en salvación y cosecha de almas. Porque creemos que la cosecha de almas comienza en lo íntimo y así lo vemos en Jesús, que antes de estar ante las multitudes pasaba tiempo con el Padre. Así que, como congregación, entendimos que este era un tiempo para estar con el Señor para que ahora él pueda hacer la obra en las personas.

LC: ¿Qué medidas del protocolo sanitario van a adoptar?
JG: Las autoridades están indicando sobre el distanciamiento social, la toma de la temperatura, la señalización del piso o pedir a las personas mayores de 60 años que puedan mirar la transmisión desde casa, entre otras medidas.

Creo que lo que nos están pidiendo desde el municipio es entendible y comprendemos que tenemos que cuidarnos ya que, en nuestra congregación, al igual que en otras, hubo quienes contrajeron el virus. Y todos hemos escuchado de gente que estuvo muy grave y es importante ser cautos.

LC: ¿Cómo fue la transición cuando tuvieron que cerrar por la cuarentena?
JG: Muy rápida e imprevista. Al principio pensamos que eran dos semanas solamente y después vimos que iba para para largo y entendimos que teníamos que prepararnos.

Gracias a Dios tenemos un muchacho que está encargado de lo que es la transmisión y, meses antes, había hecho un curso sobre la iglesia online. Al principio no lo tomé muy en serio, pero todo lo que pasó me sirvió para darme cuenta de que cada iglesia debe valorar a los que tienen dones o talentos que, en la jerga, se los conoce como los freaky. Me refiero a todos los que están metidos en la técnica, viendo lo que pasa en el mundo digital.

Los pastores y los que tomamos decisiones tenemos que decidir invertir en esa área en la que, gracias a Dios, nosotros ya habíamos invertido y teníamos herramientas guardadas. Porque mucho de esto vino a quedarse.

Por ejemplo, en las actividades de las células y el discipulado. La gente ahora se acostumbró a volver del trabajo, tomarse unos mates, bañarse y conectarse por Zoom o Google Meet. Estas plataformas facilitaron los tiempos, sobre todo para los que tienen familia. Por eso, en nuestra iglesia, lo vamos a considerar como una modalidad para quienes tengan una vida más complicada y ajetreada. No todo tiene que suceder dentro del templo.

LC: Cuando todo cambió tan de pronto ¿estaban listos para un salto tecnológico?
JG: No contábamos con todo lo necesario para hacer las cosas con excelencia a la medida que nos hubiera gustado. Teníamos recursos humanos y algunos materiales, pero no teníamos la experiencia técnica que hace falta. Por eso aprendo y digo que es importante que los pastores trabajemos en motivar para este tipo de servicio.

LC: ¿En qué aspecto no se puede reemplazar el congregarse presencialmente?
JG: No se puede reemplazar el congregarnos presencialmente, aunque se pueden optimizar algunas cosas que aprendimos a través de este cambio forzado.

Pero también es importante considerar que en las redes sociales hay una suerte de censura, y no hay que creer que ahí está la solución a todo. Aunque debemos invertir en lo digital, tenemos que saber que es muy fácil ser censurado en las redes y por eso tenemos que ser sabios y no descuidar la dinámica que se da cuando estamos juntos.

Además, la Biblia dice “no dejen de congregarse, como algunos tienen por costumbre, más cuando vez que aquel día se acerca”. Y, a medida que se acerca el día del Señor, es clave que nos juntemos. Porque la dinámica de estar juntos no se puede reemplazar por la modalidad online.

Desde que anunciamos la reapertura vemos que, en nuestra congregación, es como si volvió la vida.

Redacción
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