En un esfuerzo para reducir los delitos en los barrios, el gobierno provincial desarrollará una campaña junto a los líderes de las congregaciones que trabajan con personas en situaciones vulnerables.
El miércoles pasado, el ministro de Seguridad de la provincia de Santa Fe, Jorge Lagna, recibió a la diputada provincial Betina Florito y a referentes de las iglesias evangélicas de Santa Fe, Rosario y Rafaela para trabajar de manera conjunta en abordar la problemática del narcotráfico y la inseguridad en los barrios.
En la reunión participaron el presidente del Consejo de Pastores de Santa Fe, Miguel Mathei, los pastores Humberto y Evangelina Galetto de la Iglesia Visión de Futuro de Santa Fe; el pastor José Luis Urso, presidente del Consejo de Pastores de Rosario y el pastor Aldo Martín de Iglesia de Dios, también de la ciudad del sur provincial, y el pastor José Luis Duarte de Rafaela.
Los temas que se trataron en el cónclave fueron la inseguridad, producto del avance del narcotráfico en las ciudades santafesinas, cuyo resultado es el aumento de los delitos diarios. El ministro quiere desplegar un programa integral para solucionar este problema, por un lado, con la compra de drones, motos, nuevos patrulleros, y la instalación de cámaras de seguridad en los puntos más calientes de la provincia. Y en paralelo, trabajar con las congregaciones que hace tiempo están ayudando en los barrios más carenciados de la provincia.
“Recurren a las iglesias evangélicas porque los funcionarios públicos saben que tenemos experiencia en este campo, hace años venimos tratando la problemática de los chicos y familias que son presas de los negocios que produce el narcotráfico”, explica Mathei.
El presidente del Consejo de Pastores de Santa Fe cuenta que “a partir de la pandemia la problemática central es el alto índice de jóvenes que han abandonado sus estudios en pandemia, nos pidieron ser el nexo en las nuevas propuestas que tiene el gobierno para insertarlos a la sociedad con cursos y talleres que los capacitarán para que puedan conseguir trabajo o desarrollar sus propios emprendimientos”.
Desde hace años, las iglesias se enfocaron en ser instrumentos transformadores de realidades, personas que salieron de adicciones, de la calle, de depresiones, son algunos de los ejemplos de los tantos que abundan en las congregaciones, no solo por el apoyo espiritual sino por la contención emocional y la responsabilidad social con la que carga la Iglesia, en ese sentido Mathei asegura “todas las instituciones que enseñan y predican la palabra de Dios están capacitadas”, y continúa explicando “también contamos con profesionales que están brindando capacitaciones continuamente en nuestros espacios, hoy por el tema de la pandemia estas reuniones se realizan de manera virtual. Además, hay congregaciones que cuentan con centros de asistencia especial en adiciones y contención familiar. Tratamos de hacer un trabajo integral”.
La diputada provincial Betina Florito fue la encargada de conectar las iglesias evangélicas con el ministro de seguridad y explicarle las experiencias que éstas tienen en este campo. Lo cual, según Mathei, el funcionario reconoció “que no basta solo con poner más policías en las calles, se necesita realizar un trabajo más profundo y en conjunto para que estos jóvenes no vuelvan a delinquir ni a ser presa de los negocios del narcotráfico”.
Este cónclave fue el primero de muchos que se agendaron para las próximas semanas, en el que se desplegará una mesa de trabajo y se planificará una serie de acciones entre el gobierno provincial y los ministerios que participarán en esta campaña para combatir la desigualdad social, la delincuencia, el narcotráfico y la falta de oportunidades.
