Tal vez creas que los videojuegos solo sirven para perder el tiempo, o para ayudarte a mejorar tus reflejos, pero lo que no sabías es que, a través de ellos, puedes aprender lecciones bíblicas que impactarán tu vida, eso sí, solo debes mirar más allá de lo superficial
1.- Nunca te rindas
Sinceramente, la vida no es fácil y Dios no nos promete lo contrario. Pero si algo nos han enseñado los videojuegos por encima de otras cosas es a no darnos por vencidos. No importa cuántas veces caigas, lo importante es levantarse. Si llegas a un nivel muy difícil, pues solo sigue esforzándote, practica y vuelve a intentarlo. (Josué 1:9)
2.- Sal de tu zona de confort
Actualmente, quien se niegue a salir de su comodidad, muy posiblemente, terminará frustrado. En los videojuegos siempre se nos invita a controlar a un personaje que emprende una aventura por todo el mundo, por lo que siempre están encontrando nuevas experiencias que les hacen disfrutar de la vida. ¿Te suena familiar? Entonces ya conoces al padre de la fe. (Genesis 12)
3.- La vida es mejor si vas acompañado
¿Sabes por qué los juegos en línea son tan populares? Simple, porque una de las mejores cosas de la vida es compartir momentos con los demás, ya sea que ganes o pierdas. La Biblia nos enseña que para progresar y conseguir resultados debemos formar parte de un equipo que hable entre sí y se entienda. (Eclesiastés 4:9-12)
4.- Sé un buen administrador
En los juegos de estrategia, saber manejar los recursos que tienes es vital para obtener la victoria. El jugador aprende a tomar decisiones y establecer prioridades en base a sus objetivos, teniendo en cuenta que los bienes son limitados y deben ser usados sabiamente, ya que estos no se crean de la nada.
En la vida real es igual, debes encontrar un equilibrio entre tus deseos ilimitados y tus recursos limitados. (Proverbios 16:20 TLA)
5.- La autodisciplina te lleva a la victoria
Los videojuegos están destinados a ser divertidos, pero no siempre es así. Cada vez son más exigentes y requieren, en muchas ocasiones, repetir una y otra vez acciones que son muy aburridas o difíciles, con tal de mejorar o aumentar de nivel. Por esa razón, no todos se convierten en jugadores profesionales, en pocas palabras, hay que pagar el precio. (1 Corintios 9:24)
Así que… ¿Puede un cristiano jugar videojuegos? Obvio que sí, este es uno de los tantos medios que Dios utiliza para comunicarse con nosotros y formar nuestro carácter, algunas personas aprenden de los libros, otras a través de las películas; y los gamers, pues jugando.