Llegué a vivir varias etapas de mi vida donde ciertos temores me paralizaron y perdí tiempo. Recordar cómo salí adelante de esas situaciones me alienta a ponerme por encima de las circunstancias, estar en otra perspectiva. .
En esos momentos, cuando decidí actuar con valentía y estuve dispuesta a salir de mi estado de confort y enfrentar riesgos, fue cuando pude avanzar.
Hay millones de mujeres que están viviendo dificultades similares. Que tristemente se encuentran paralizadas, perdiendo de vista el potencial que tienen, sus dones y talentos, las oportunidades que tienen para transformar el temor en valentía.
En Washington DC, donde viví por varios años, conocí a muchas mujeres que padecían situaciones de abuso físico, abuso verbal, otras que estaban transitando un divorcio o que no tenían a sus hijos con ellas pues, por distintas situaciones, el Gobierno los había retirado de su custodia. Créeme, ver llorar a estas mujeres me partía el corazón.
Tu valentía nace del temor
Si te encuentras sumergida en tantos problemas que no puedes ver la salida, quiero decirte que no estás sola, ese lugar puede ser la antesala para activar tu valentía, la decisión es tuya. Lo único que necesitarás es tener iniciativa y moverte a pesar de las dificultades. Esto será más fácil de lo que piensas porque depende de ti tomar la decisión de actuar.
Solo hazlo, aunque quizás sea con algo de temor, pero hazlo, actúa, porque tu valentía nace en el temor.
Ana Martínez, licenciada en Administración de Empresas, especialidad en Recursos Humanos.
¿Cómo? ¡Sí! Porque cuando te determinas a salir adelante, estás activando la parte más importante y necesaria para lograrlo: estar dispuesta y disponible para tomar decisiones a pesar de que no conozcas y no puedas ver por completo lo que está por venir. Es en ese momento que estás activando tu fe. Y fe es igual a tomar riesgos.
Cuando ese temor es confrontando y conquistando nos impulsa a un mayor crecimiento espiritual, nos trae seguridad, paz, gozo, agradecimiento de todo lo que tenemos aunque no estemos en donde quisiéramos y con quien quisiéramos, pero estamos en el proceso de llegar ahí.
El no actuar a tiempo te lleva a perder muchas oportunidades porque no te atreves a dar el primer paso y no tienes paz ni alegría.
Ana Martínez, licenciada en Administración de Empresas, especialidad en Recursos Humanos.
Estás viviendo infeliz sin cumplir tus sueños o propósito. En diferentes momentos de mi vida tuve que actuar confrontando mis temores, no podía sacar la vuelta o tomar atajos, era necesario ir hacia adelante sin cobardía. Y conforme iba avanzando, pude experimentar alivio.
Hay una palabra poderosa que quiero compartir contigo:
“Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio” (2 Timoteo 1:7, RVR1960).
No tenemos un espíritu de cobardía, tenemos en Dios un espíritu de poder y dominio propio. Cuando lo creemos somos capacitadas por Él para dominar el temor y actuar valiente y confiadamente frente a las adversidades. Cuando recibimos el amor de Dios que echa fuera todo temor de nuestra vida, podemos aferrarnos a una hermosa promesa:
“Así que no temas, porque yo estoy contigo; no te angusties, porque yo soy tu Dios.
Te fortaleceré y te ayudaré; te sostendré con mi diestra victoriosa” (Isaías 41:10).
Hoy quiero animarte a que identifiques el temor que te está paralizando y lo uses como un combustible para encender tu valentía. Haz los cambios necesarios en tu vida, no vivas desde el temor, activa tu valentía de la mano de Dios. No hay ningún desafío que no logres, ¡el Señor está contigo! No estás sola. Hoy tienes la mejor oportunidad de cambiar el rumbo de tu vida.