Alumnos denunciaron al instituto Chemeketa Community College, ubicado en Oregon, estado cercano a Washington, por no permitir la libre expresión en sus espacios.
La universidad limitaba las conversaciones espontáneas solo en dos áreas pequeñas del campus, en los que se requería una autorización con semanas de anticipación para poder utilizarlos. En consecuencia, estudiantes a favor de la vida pidieron permiso para dar una charla y la institución no los autorizó, motivo por el cual ellos denunciaron al establecimiento ante la Justicia.
El episodio sucedió a mediados del año pasado, pero este mes se definió el fallo, en el que se estableció que el sitio educativo deberá pagar veinticinco mil dólares por los honorarios de abogados. Además, dentro de sus políticas, se eliminaron los pedidos de autorización para usar aquellos sectores de libre expresión ya que sólo el 1,5 por ciento del campus tenía acceso al mismo.
Alliance Defending Freedom, el grupo legal que representa a Chemeketa Students for Life, Estudiantes por la Vida, anunció “la política anterior imponía una restricción a libertades fundamentales. Afortunadamente, han aceptado revisar estas políticas inconstitucionales y ayudar a garantizar que todos puedan participar en la libre expresión en el campus «.
El acuerdo establece que a partir de ahora los alumnos de Chemeketa solo deberán completar un formulario para organizar un evento de libertad de expresión en interiores o al aire libre con más de 400 personas. A su vez, se les podrá garantizar el derecho de evento hasta dos días, sujeto a disponibilidad.
Kristan Hawkins, presidente de Students for Life of America, estudiantes por la vida en América, en un comunicado destacó “en todo el país, estamos viendo una oposición increíble al discurso provida de nuestros líderes estudiantiles y voluntarios mientras hablan por los indefensos y educan a sus compañeros sobre el aborto”.
El estudio reciente de la Foundation for Individual Rights in Education, Fundación para los Derechos Individuales en la Educación, afirmó que el 88 por ciento de las universidades estadounidenses restringen la libertad de expresión. En consecuencia, a partir de 2019, al menos ya diecisiete estados de Estados Unidos, tienen leyes para proteger este derecho en los campus.