Brenda Flores juega al fútbol en la reserva de River y en las juveniles de la selección argentina, su posición es mediocampista. Vive con sus padres y sus dos hermanos, con quienes jugaba al futbol desde chica. Está en quinto año de la secundaria, y a sus 16 años ya tiene claros sus próximos pasos, estudiar nutrición deportiva o kinesiología.
Compartió con La Corriente sobre sus comienzos en el fútbol femenino, los sueños que tiene por delante en el deporte y cómo Dios la ayudó en momentos difíciles. Brenda y su familia integran el movimiento Atletas de Cristo, y junto a otras compañeras del club se reúnen para orar y compartir la Palabra de Dios.
LC: ¿Cómo fueron tus comienzos en el fútbol?
BF: A los 4 años empecé tenis, pero no me gustó, a los 5 años hice hockey y natación, deportes que practiqué durante cuatro años, compitiendo y ganando medallas. Hasta que a los 7 años empecé jugando al fútbol con mis hermanos y los chicos del barrio. A los 8 años, le pregunté a mi papá, que tiene una escuela de fútbol, si podía entrenar con él, y desde ese momento me apasionó el fútbol.
LC: ¿Dónde tiene la escuelita tu papá y cuántos chicos asisten?
BF: Mi papá tiene una escuela de fútbol en El Palomo, Libertad. Busca formar a niños y niñas en el fútbol, tiene más o menos 50 chicos, a los cuales se les enseña no solo a jugar, sino también principios y valores de vida, gracias a Dios.
LC: Cuando empezaste, ¿había solo varones o había otras chicas jugando al fútbol?
BF: Cuando empecé había solo varones. Era la única mujer, pero me sentía re bien, tenía amigos en ese grupo y a mi hermano, la verdad que me sentía cómoda.
LC: ¿Tuviste alguna situación en la que te impidieron jugar al fútbol o te sentiste discriminada?
BF: Nunca nadie me impidió jugar al fútbol. Aunque varias veces tuve comentarios como, por ejemplo, que jugar al fútbol “era de re macho”, pero nunca me hice problema por eso. Siempre tuve la cabeza en alto y seguí adelante.
LC: ¿ Cómo llegaste a River y hace cuánto tiempo estás en el club?
BF: En River estoy hace 7 años. Llegué al club porque mi papá es profesor de educación física en escuelas, él tenía una alumna en uno de los colegios que estaba jugando en River y un día esa alumna le dio la información a mi papá para que me lleve a probar, fui y a partir de ese día entré al club.
LC: ¿Cómo ves el crecimiento del fútbol femenino en nuestro país?
BF: El fútbol femenino se desarrolló completamente diferente al masculino. Pero se nota que a partir de que se profesionalizó está avanzando cada vez más. Aunque todavía falta mucho por hacer.
LC: ¿Qué jugadora tenés como referente?
BF: Admiro a Soledad Jaimes, la delantera de la selección argentina, que también es cristiana. Si bien juega en otra posición, me encanta cómo es como jugadora y como persona.
LC: ¿Cuál fue el partido más importante que te tocó jugar?
BF: El partido más importante fue a principio del 2020, contra Boston College de Chile por el tercer puesto de la Copa Conmebol en Paraguay.
LC: ¿Hubo un momento en que pudiste ver la mano de Dios en tu carrera deportiva?
BF: Sí claro, tengo la bendición de haber sido convocada a las juveniles de la selección argentina desde hace unos años. En el 2019, me tocó quedarme afuera de la selección por una lesión, lo cual fue una prueba muy difícil para mí. Es un lugar adonde todas quieren llegar y podía darse que otra jugadora aproveche el espacio que yo dejaba. No tenía la certeza de poder ser convocada nuevamente, por lo que estuve orando mucho, hasta que me volvieron a llamar.
LC: ¿Qué sueños tenés por delante?
BF: Primero que nada, debutar en Primera, también llegar a la selección mayor. Además, jugar un Mundial y en Europa.
LC: ¿Cómo fue tu encuentro con Jesús?
BF: Si bien yo nací en un hogar cristiano, un día estaba en la reunión de jóvenes de la iglesia a la que asistimos, en Merlo, y tomé la decisión de entregarle mi vida a Jesús. No lo olvido más porque sentí su presencia como nunca antes.
LC: ¿Cómo es compartir de tu fe con tus compañeras?
BF: En River somos como siete jugadoras que compartimos la fe en Jesús. Nos fuimos juntando, empezamos a compartir la palabra, testimonios y a orar. Fue tan bueno que lo hacemos todos los jueves.
LC: Además de reunirte con tus compañeras cristianas, ¿tuviste la oportunidad de hablar de Dios a otras jugadoras?
BF: Varias veces tuve la oportunidad de compartir una palabra con varias compañeras. Trato de mostrarles el amor de Jesús y sigo orando para que Dios prepare el corazón de todas mis compañeras y de cada chica que se integre al plantel, ese es uno de mis mayores anhelos.