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Un pastor dentro el FBI

Su llamado lo llevó a plantar un estudio bíblico dentro de la agencia federal de investigación e inteligencia de Estados Unidos.

Vic Carpenter se desempeña como agente del FBI en Estados Unidos y también como pastor, aunque no fue así desde el principio, sino que en su proceso el Señor lo guió para que ahora esté en donde Él quería que estuviera.

Creció en un hogar cristiano y desde temprana edad asumió que tomaría el camino directo hacia el ministerio, pero no era ese el plan que Dios tenía pensado para su vida, sino que lo envió a lugares inesperados.

En su momento, era una frustración tener que abandonar el anhelo de su corazón de servir como pastor en el ministerio. Hoy, habiendo transcurrido el tiempo, ve que los resultados han sido increíbles, aunque no han sucedido según sus planes.

Al principio, todo en la vida de Vic iba en el sentido habitual en que se supone tiene que ir quien busca convertirse en pastor principal. Trabajó en el ministerio juvenil y comenzó a estudiar para obtener un doctorado.

Como todo pastor de jóvenes, se encontró con varios obstáculos en el camino, uno de ellos fue el tener que pastorear una congregación que estaba apagándose en la fe cada día. Carpenter intentó todo lo que estuvo a su alcance para revitalizarla y que se produjeran cambios rotundos, pero todo esfuerzo parecía en vano. Fue en ese entonces cuando su vida dio un giro inesperado.

Sumado a que no había frutos en la congregación, tampoco tenía un trabajo extra y su familia necesitaba dinero para subsistir. Carpenter ya estaba casado y era padre de cuatro hijos, por lo tanto debía buscar alternativas para producir dinero para su familia. “Empecé a aplicar en todo Estados Unidos para encontrar una iglesia diferente para pastorear”, le contó en una entrevista a Baptist Prees. “Solicité en diferentes lugares durante casi un año y no me devolvían la llamada. Todo parecía estar muriendo debajo de mí”.

En secreto aplicó para el FBI, sin esperar una respuesta, de hecho, reconoce que prácticamente aplicó por capricho. Al poco tiempo, una llamada cambió radicalmente su situación, lo habían aceptado y a los seis meses ya estaba dentro de la academia. De un momento para el otro, su servicio de una década en el ministerio juvenil se vio atravesado por una carrera policial que nunca estuvo entre sus planes.

“Fue un cambio radical, proporcionó seguridad para mi familia y fue emocionante en cierto modo, pero también fue la muerte de una visión. Sentí que desperdicié los últimos 10 años de mi vida”.

En poco tiempo, se unió al equipo de rescate de rehenes del FBI y allí supo que en su equipo de 12 personas había varios cristianos. Fue entonces cuando el anhelo de su juventud volvió a encenderse y a ver la enorme oportunidad que tenía para ministrar a personas a las que no tendría acceso si no estuviera dentro de la comunidad del FBI.

“En la providencia de Dios, otros tres chicos de mi clase y yo comenzamos un estudio bíblico en el lugar de trabajo. Era la primera vez que hacía un estudio bíblico en ese tipo de ambiente”.

Lo que comenzó como un estudio bíblico se volvió tan atractivo que trajo personas a Cristo a tal punto que en 2019 comenzó una iglesia y luego otra asociada.

Actualmente, Vic Carpenter, además de agente del FBI, es el pastor docente de la Iglesia Bíblica Redentor (Redeemer Bible Church) en Fredericksburg, Virginia. Muchos de sus compañeros de trabajo asisten a las reuniones para escucharlo y conocen la buena noticia del Evangelio, entregando su vida a Cristo.

El agente y pastor comparte en la cuenta en YouTube de la congregación consejos sobre cómo se pueden dirigir estudios bíblicos efectivos en el lugar de trabajo y convertirlo en un espacio donde conozcan al Señor y nazca una iglesia.

“Hace poco menos de una década, junto a otros compañeros, comenzamos a hacer estudios bíblicos en el lugar de trabajo, aquí en el FBI, y es ese fundamento del discipulado el que se convirtió en la base de nuestra iglesia”.

Debido a su trabajo, Carpenter lo ha visto todo. Ha visto lo más oscuro de la gente e incluso ha arrestado a “lo peor de lo peor”, dijo, pero también ve lo más gratificante que todo servidor de Dios puede anhelar: ver a las personas pasar de la muerte espiritual a la vida espiritual.

“La policía derriba y arresta a los malos, pero solo la Iglesia cristiana puede edificar la justicia. Cada comunidad próspera que he visto tiene una iglesia local saludable en ella”.

Una de las preguntas que pudiera surgir es ¿cómo hace para equilibrar sus dos oficios? Y Vic responde sabiamente a este interrogante, comparando su trabajo con la agricultura: “arrancas las malas hierbas y te defiendes de las fuerzas externas para ayudar a proteger una planta. Y al mismo tiempo, podas y cuidas la planta para ayudarla a prosperar. En mi trabajo en el FBI estoy defendiendo del mal y en la iglesia puedo edificar lo que es bueno y justo”.

Cuando Dios llama, el camino a recorrer por lo general no será como nosotros creemos (queremos) que sea. Carpenter es uno de los tantos que, más allá de sus planes personales, termina viviendo conforme al anhelo que estaba en su corazón, pero a la manera que Dios había determinado que fuera.

A veces la frustración y las preguntas golpean la puerta de nuestra mente, “por no estar en donde se supone que debemos estar”, y eso es solo por un mal enfoque de las expectativas que tenemos.

Vic Carpenter tuvo un camino al “púlpito” poco convencional, pero él estuvo en donde Dios quería que estuviera exactamente y recibió su guía en cada paso. Cada día, mientras camina por los pasillos de su trabajo, la Academia del FBI, las personas que lo rodean pasan de muerte a vida espiritual, una conversación a la vez. 

No hay mayor púlpito que aquel en el que el Señor nos ha puesto en este momento, comenzando por nuestra vida, familia, comunidad y trabajo. “Si vivimos, para Él vivimos”, Romanos 14:8.

Chechu Tejeda
Chechu Tejeda
Nació en Río Cuarto. Vive en la ciudad de Córdoba desde hace 10 años y allí ha participado como oyente y disertante en jornadas de capacitación y ministración para jóvenes y adultos. Tiene pasión por comunicar y estar entre los jóvenes. Ha participado como co-conductora en programas de radio y como conductora de eventos. Convencida de que la verdad es lo único digno de comunicar, es lo que la motiva a usar los medios de comunicación y redes sociales para transmitir la buena noticia.

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