La historia de dos familias indígenas en el México rural es impactante, ya que no tenían idea de la existencia de Dios hasta que escucharon grabaciones de audio del Evangelio de Marcos en su idioma tribal.
“Al escuchar nuestros audios en su idioma, algo cambió en ellos”, dijo el líder de uno de los ministerios nativos. “Estas familias han cambiado su forma de ser y de pensar”.
Estas dos familias recientemente pusieron su fe en Cristo y comenzaron a asistir a las reuniones los domingos.
“Relataron que, al escuchar los audios del libro de Marcos, sintieron la necesidad de recibir a Dios en sus corazones, porque finalmente pudieron escuchar y comprender realmente la razón por la que Jesús vino a la tierra”, dijo el líder. “Uno de ellos dijo: ‘Él vino a la humanidad para salvar y transformar; sufrió mucho por todos nosotros’”.
Algunos miembros de las familias habían estado postrados en cama debido a una enfermedad incurable, dijo el misionero.
Además agregó: “La Palabra de Dios que han conocido los ha llenado de alegría, y se alegran de su completa curación, porque Cristo los ha salvado y sanado”.
Entre las personas que se aferran firmemente a siglos de creencia en deidades tribales, un miembro de la familia dijo que agradecían a Dios por Su Palabra en su idioma y estaban agradecidos con el misionero que había compartido las grabaciones de audio con ellos.
“Sin duda este testimonio nos anima a seguir trabajando en las traducciones”, afirmó uno de los cristianos que llevan la Palabra.
El Señor ha hablado a los corazones de las personas en sus idiomas a través de varios proyectos, incluida una traducción reciente del Libro de Jonás. Esto ha permitido a personas de diferentes edades no sólo descubrir lo que Dios dice y manda, sino también aprender más sobre la escritura y la lectura en su propio idioma.
Por otro lado, a los trabajadores del ministerio se les enseña que todos los idiomas del mundo y sus variantes se encuentran en el corazón de Dios, y descubren diariamente Su inmenso amor a través de Su Palabra.
“Nuestro deseo es que el mensaje de redención y salvación sea para todos, porque Sus palabras son para todos. Por eso, todos los días trabajamos arduamente en las traducciones, orales y escritas, y en la difusión de las Escrituras, para que nuestros pueblos conozcan, disfruten y se transformen al recibir la Palabra de Dios en el lenguaje de su tribu”, finalizó el misionero anónimo.