Jonathan Roumie, el actor que interpreta a Jesús en la exitosa serie «The Chosen», ha compartido cómo se ha mantenido humilde siguiendo el ejemplo de Cristo y reconociendo que “todo lo que tengo es gracias a Él”.
Roumie, uno de los actores más reconocidos en el entretenimiento, ha interpretado a Jesús en una serie con 200 millones de espectadores en todo el mundo y ha aparecido en numerosos anuncios y artículos de revistas. En la calle, la gente a veces lo llama «Jesús».
A pesar de todo esto, Roumie explicó que se inspira en Cristo y recuerda sus raíces. Antes de conseguir el papel en «The Chosen», Roumie era un actor que luchaba por conseguir trabajo y estaba al borde de la quiebra. Este año, el éxito de la serie continuó con la nominación de su cuarta temporada para un premio K-Love Fan Award 2024 en la categoría de Film Impact.
«Jesús es lo máximo», declaró Roumie. «Intento modelar mi vida según lo fue Él, Cristo fue el ejemplo supremo de humildad. Miras la cruz y ves a alguien que fue más humilde que nadie. Por eso debo recordar que todo lo que tengo es gracias a Él: todo lo que pasé fue para llegar a este punto. Me entregué a Él y, como resultado, Él me sacó del hoyo y me puso aquí en un lugar increíble”.
«Me pellizco todos los días. Las palabras no pueden describir adecuadamente cómo me siento, pero todo se remonta a Él. Sin Él, no soy nada».
Roumie subrayó la importancia de permanecer «conectado con su fe» y «basado en su creencia».
Jenkins, creador del programa, mencionó que él y los actores a menudo recuerdan el primer año de la serie, cuando aún no había ganado popularidad. Roumie afirmó que él, el elenco y el equipo tienen la suerte de «hacer algo que nadie ha hecho antes: contar la historia de Jesús de Nazaret en formato largo para televisión a lo largo de varios años».
«Cuanto más tiempo pasas con Jesús, Sus palabras, Su ministerio y las personas que fueron impactadas por Su ministerio, más inevitablemente tu alma se sacude por Sus palabras, por Su vida, por Su ejemplo. Para mí, he profundizado mucho más en mi vida de oración y en mi propia fe», explicó Roumie.