Uno de los grandes temores que los padres solemos tener, a medida que nuestros hijos crecen, es esa distancia que, poco a poco, se va generando con ellos.
Hoy quiero contarte la historia de un chico con un gran llamado, él es servicial, compañero, en la iglesia lo conocen por siempre estar activo y no perderse ni una sola reunión.
La famosa frase de “haz lo que yo digo, no lo que yo hago” aplicada a la crianza genera grandes inconvenientes en esos ojos que ven la conducta de los padres como modelo a seguir.