En Río Gallegos, Santa Cruz, se escucha los tambores rimbombantes, redoblantes repiqueteando, carcajadas, y una horda de jóvenes saltando y bailando en medio de la calle. A simple vista pudiera ser una batucada más de las tantas que hay en nuestro país que acogió el ritmo candombero del río de la plata, pero no, ellos además de cantar, danzar y tocar, predican el evangelio entre salto y salto.
Esta murga nació en el año 2005 con el fin de abrir un área para un grupo de jóvenes de la Iglesia Betel, pastoreada por Segundo y Graciela Gamin, que tenía ganas de hacer algo diferente y con el transcurso del tiempo el grupo fue creciendo hasta convertirse en un ministerio evangelístico que logró generar un impacto muy fuerte en la ciudad santacruceña.
Exequiel Dib uno de los fundadores de la academia cuenta “que la murga es un área netamente evangelística, por ende, atrae a muchas personas y de esa manera se generan vínculos cercarnos, esto nos permite hablarle de Jesús, sin ninguna barrera”.
También narra que en cada presentación se abre un espacio que se llama “la glosa”, momento en el que cada murga puede expresar un mensaje de protesta, crítica, contestario o de esperanza, pero de manera cantada. Y allí Tabar Retumba aprovecha siempre la oportunidad para predicar las buenas noticias de salvación.
Exequiel, esboza alegría en cada oración y la contagia sin restricciones, él cuenta que se han presentado en jardines, colegios, escuelas especiales, organizaciones, fundaciones, eventos estatales y corsos tanto locales como provinciales. También participaron de desfiles primaverales y de carnavales de verano, en donde las convocatorias suelen ser multitudinarias.
Pero si tenemos que hablar de Tabar es mucho más de lo que se ve a simple vista, podemos constatar que tanto dentro de este grupo consolidado cómo del público que lo ve, suceden cosas milagrosas. “Tenemos muchos testimonios que fueron sucediendo a lo largo de estos años, desde personas que han conocido a Cristo, se han casado, formaron su familia en Tabar Retumba y actualmente sirven a Dios todos juntos. Además, tenemos muchos jóvenes que querían suicidarse y Jesús cambió sus vidas para siempre, como también aquellas personas que estaban presos de adicciones y hoy son libres de todo vicio”, expone Exequiel, cargado de emoción y gran gozo.
Esta aventura colectiva comenzó cuando jóvenes y adolescentes de la iglesia querían evangelizar a través de la Murga y de manera inusual creció agigantadamente hasta llegar a ser trescientas personas. Actualmente, se ha conformado un grupo estable de cincuenta murgeros de todas las edades que ensayan, y van a cada evento con el fin de llevar el mensaje de salvación de una manera creativa y única.
Exequiel cuenta que por la pandemia “hoy estamos parados, pero no quietos, de hecho, nos encontramos reestructurando y cambiando el estilo. Queremos reinventarnos siempre y buscar distintas maneras de poder llevar a Jesús a las calles”. El fundador de Tabar Retumba confiesa “el proyecto más grande que tenemos hoy es el poder realizar una carroza que lleve el mensaje de Cristo a donde sea que Dios nos lleve”.
La iglesia Bet participa en el desfile más importante de la ciudad de Rio Gallegos, que siempre se realiza el 21 de septiembre, por la primavera. En el cual no solo han participado, sino que han ganado por ocho años consecutivos el premio mayor. Y cuando pase la pandemia sueñan con llevar a un nivel más alto toda su performance para poder mostrar el amor de Jesús en cualquier ciudad o corso.