En el marco de conferencias de LAPET 2022, llevado a cabo el mes pasado en la provincia de Chaco, entrevistamos a Santiago Tomas, director del ministerio «La Voz de Los Mártires».
Santiago conversó con nuestro medio acerca de su ministerio, del perdón y el dar la vida por Cristo en medio de la persecución.
La voz de los mártires
La Corriente: ¿Qué es la voz de los mártires y cómo nació ese ministerio?
Santiago Tomas: Bueno, la voz de los mártires es un ministerio denominacional que nació en 1967 con un hermano pastor llamado Richard Wurmbrand y su esposa Sabina. Ellos fueron encarcelados y torturados en Rumania por el comunismo.
Escaparon de los nazis en un momento en donde Rumania fue conquistada por Rusia y a raíz de eso comenzaron a experimentar una serie de torturas y el encarcelamiento. Richard pasó por 14 años de torturas, incluso hay una película que cuenta su historia que se llama «Torturado por amar a Cristo».
“Yo quiero ser la voz de aquellos que no tienen voz”, dijo Wurmbrand al ser liberado de prisión “yo logré salir, pero hay miles de hermanos que están siendo torturados, encarcelados y golpeados por solo el simple hecho de decir yo creo en Jesús”, expresó.
Es en ese momento cuando él fundó “La Voz De Los Mártires”, un ministerio que está actualmente en más de 70 naciones, que tiene como primer objetivo servir a la Iglesia con ayuda práctica, con planes, con ayuda a la Iglesia perseguida.
También como organización perseguimos el objetivo de motivar e incentivarnos a nosotros, los que nos toca estar de este lado, para que podamos ir y darlo todo por Jesús.
Creemos que vale la pena nuestro sacrificio para Jesús y como hemos escuchado muchas veces, “que el Cordero reciba la recompensa de su sacrificio”.
Somos la familia de Dios
Santiago Tomas: Lo que estamos haciendo es hacer correr la voz y contarles a todos que somos una familia. Efesios 2 dice que “todos somos parte de la familia de Dios”, entonces se trata de poder ampliar el lente.
Cuando hablo de familia me sitúo en mi familia de la fe porque Dios me abrió el lente para tomar conciencia de que somos familia de todas las naciones, con nuestros hermanos que están pagando con su vida para servir a Cristo.
Hoy asistimos como organización a 300 familias en China, familias pastorales que fueron castigados porque su crimen fue pararse a decir “Cristo es la cabeza de la Iglesia y no el régimen”, y hoy están prisioneros y no tienen fecha de salida.
Nosotros asistimos a la familia dándoles ayudas de todo tipo y creo que en Argentina es un mensaje que necesita ser escuchado, porque como lema decimos que “no los vamos a dejar solos, no van a sufrir solos, no van a sufrir ni servir en silencio, vamos a estar con ellos y ese es nuestro compromiso porque para eso vivimos.
Contribuir con la voz de los mártires
La Corriente: Tal vez esta es una parte del Cuerpo que no es muy escuchada o muy conocida, pero que cada vez que la escuchamos nos moviliza para para formar parte de lo que Dios está haciendo a través de ellos. ¿De qué manera la Iglesia puede involucrarse en esta realidad que ustedes llevan adelante?
Santiago Tomas: Lo primero es la oración, el poder de la oración es tremendo. La primera necesidad que tienen las familias perseguidas cuando se ponen en contacto con nosotros es la oración. Pareciera poco, pero lo es todo.
Podemos ayudar de diferentes maneras, pero la oración es lo que sostiene a nuestros hermanos. Porque ellos son personas normales, no son superhéroes, y necesitan de nuestras oraciones para que puedan perdonar. Porque hay que pensar que ellos son amenazados con frases como “Negá a Jesús o te matamos un hijo”, a lo que ellos responden “no lo voy a negar” y luego su hijo termina colgado en ese momento frente a sus padres por no negar al Señor.
Solo Cristo es el que realmente fortalece a ese padre para seguir adelante y perdonar, porque cuando los torturadores ven el perdón, ahí conocen a Jesús. Nosotros ahí tenemos el papel vital de sostenerlos en oración. Richard Guzmán, fundador de La Voz de los Mártires, decía “Lo que me sostenía en la cárcel era saber que mis hermanos en todas las partes del mundo estaban orando por mí”.
Morir para Cristo
Santiago Tomas: La persecución aumenta. Hace cuatro o cinco años eran 43 naciones las que perseguían a los cristianos, hoy son 80 y va en crecimiento. A veces me pregunto ¿Qué pasaría si nos pasa a nosotros? No estamos listos, es por eso que ese es nuestro objetivo, prepararnos en eventos como este (LAPET) porque antes de morir por Cristo necesitamos vivir para Cristo y yo creo que ahí está el desafío, vivir por y para Cristo y en ese proceso estaremos listos para morir para Cristo.