Hoy vamos a aprender una nueva receta que se usa mucho en la pastelería, con un nombre muy particular y que llama mucho la atención. Cuando veamos de qué se trata, estoy segura de que vamos a querer experimentarla sin esperar un minuto más.


La crema diplomata es una elaboración de repostería que combina dos de las cremas más populares y ricas, la pastelera y la chantilly. Forma parte de muchos dulces de pastelería clásica, pero en esta ocasión la vamos a disfrutar como un postre combinado con fruta natural. Hacer la crema diplomata es muy sencillo, en primer lugar, hay que elaborar la crema pastelera, para luego unirla con la crema chantilly.

Ingredientes

Para la crema pastelera

  • 150 ml de leche
  • 2 yemas
  • 35 gr de azúcar
  • 15 gr de maicena
  • Esencia de vainilla o limón

    Para la crema chantilly
  • 70 gr de crema de leche
  • Una cucharada de azúcar
  • Esencia de vainilla

    Para la base y cobertura
  • Vainillas c/n
  • Frutillas c/n

Procedimiento

  1. En un bowl ponemos las yemas con el azúcar y la maicena. Incorporamos hasta que quede espeso y luego agregamos solo un chorrito de los 150 ml de leche, para poder integrar mejor. Reservamos.
  2. Todo el resto que nos quedó de la leche lo llevamos a hervir a una cacerola. Una vez que hierve, la volcamos en el bowl que teníamos reservado con el resto de los ingredientes, e integramos bien.
  3. Hecho esto, volcamos toda la preparación nuevamente en la cacerola, y llevamos a fuego medio, sin dejar de revolver, para evitar que se queme. ¿Hasta cuándo revolvemos? Hasta que la mezcla esté espesa, con la consistencia deseada para nuestro postre.
  • Finalmente la retiramos del fuego, la ponemos en un bowl con papel film haciendo contacto con la crema, y la llevamos a la heladera hasta que enfríe.
  • Por otro lado, hacemos la crema chantilly, batiendo la crema de leche con el azúcar y la esencia de vainilla, hasta que se formen picos. 
  • Una vez que ya tenemos nuestras dos cremas listas, incorporamos la chantilly a la pastelera hasta integrar bien, con movimientos envolventes.
  • Por último, y como ya tenemos todo lo que necesitamos, ¡llegó el momento del armado de nuestro postre tan esperado!


En un bowl pequeño, en un frasco o en un vaso, ponemos trozos de vainillas en la base, sobre éstas, una parte de crema diplomata, y encima las frutillas. Así, sucesivamente, hasta completar en frasco.

¡Qué rico, qué rico, qué riquísimo!, no me salen otras palabras para expresar lo que significa esto. El nombre de este postre puede sonar a importante o a complicado, pero, como ya hemos comprobado, es muy sencillo.
No dejen de probarlo y compartir esta delicia.

Soy mamá de Alma, ella es la luz de mis ojos. También soy esposa de Ezequiel, a quien volvería a elegir una y mil veces para pasar el resto de mi vida. Trabajo apasionadamente en mi casa, haciendo repostería, o como más me gusta decir, haciendo cosas dulces. Sueño con tener un espacio propio donde pueda explotar aún más este talento que Dios me dio.