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Jesús resucitado es nuestro mensaje

Cristo deja en los evangelios el testimonio de su resurrección como un hecho fundamental de las Buenas Nuevas que se predica.

La Pascua marca el comienzo del cristianismo debido a que la prédica del Mesías resucitado es lo que impulsó que los apóstoles pudieran difundir el mensaje. ¿A qué me refiero? Que tanto los milagros, como las sanaciones y otras cosas más, eran parte de las buenas noticias del reino. Pero lo más importante era su muerte y resurrección. 

La principal diferencia con el pueblo judío —con sus costumbres, mejor dicho— era que ellos tenían la convicción de que al final de los días se produciría la resurrección de todos los muertos. En ese Mesías había que creer. 

«Luego de que Cristo fuera crucificado, muerto y resucitado, sucedieron varias cosas destacables. Se apareció a sus discípulos, pero también, a muchos desconocidos» 

Guido Marquez, Historiador.

Jesús se aparece un domingo. ¿Por qué?

Una de las primeras manifestaciones de Jesús fue presentarse ante María Magdalena, María la madre de Jacobo y Salomé, quienes llevaban ungüentos y sustancias aromáticas para conservar, en lo mejor que se pudiera, el cadáver de Él. Ellas iban preocupadas por quién removería la pesada piedra:

Cuando pasó el sábado, María Magdalena, María la madre de Jacobo, y Salomé compraron especias aromáticas para ir a ungir el cuerpo de Jesús. Muy de mañana el primer día de la semana, apenas salido el sol, se dirigieron al sepulcro. Iban diciéndose unas a otras: ‘¿Quién nos quitará la piedra de la entrada del sepulcro?” (Marcos 16:1-3).

De este pasaje podemos sacar varias conclusiones interesantes:

  • Los seguidores de Jesús —aclaro que seguidores como la multitud, tanto hombres como mujeres, no solo sus discípulos— no creyeron, o quizás se olvidaron, que Él iba a resucitar al tercer día. 
  • El primer día de la semana es el domingo, no el lunes como lo es actualmente. ¿Cuándo cambió esta designación? Con el cristianismo de los primeros siglos. El domingo pasó a ser el día sagrado, debido a que fue el día en que Jesús resucitó. Los judíos siguen manteniendo el sábado. 
  • Evidentemente, era irreconocible Jesús resucitado. Aparentemente, algo había cambiado en su fisonomía. 
  • Las primeras que vieron este milagro fueron mujeres. No eran varones, ni sus seguidores, ni siquiera los discípulos. 

Emaús, el encuentro con desconocidos

Como dice el Diccionario Bíblico de Douglas y Tenney, Emaús es una localidad cercana a Jerusalén. Queda ubicada a 12km de esta. Este hecho, relatado en los evangelios, remarca la situación de lo que había sucedido en aquella ciudad, aún tres días antes y cómo se había divulgado por toda la zona. Los dos caminantes están yéndose de Jerusalén a Emaús y comentan lo sucedido. 

Aquel mismo día dos de ellos se dirigían a un pueblo llamado Emaús, a unos once kilómetros de Jerusalén. Iban conversando sobre todo lo que había acontecido. Sucedió que, mientras hablaban y discutían, Jesús mismo se acercó y comenzó a caminar con ellos; pero no lo reconocieron, pues sus ojos estaban velados” (Lucas 24:13-16).

Por qué Jesús se les apareció a dos desconocidos, en mi opinión, es que ellos volvieron a Jerusalén y dieron fe que había resucitado a los discípulos. 

Buscando a Pedro, el más testarudo pero valiente discípulo

Pedro, como ya sabemos, fue quien negó tres veces a Jesús, mientras este era enjuiciado. El remordimiento y la culpa lo afectaron de sobremanera. Tanto así, que hasta volvió a su antigua labor: pescador. 

Los discípulos tampoco lo reconocen al aparecerse. Hasta les da una orden: 

—Muchachos, ¿no tienen algo de comer? —les preguntó Jesús. —No —respondieron ellos. —Tiren la red a la derecha de la barca, y pescarán algo. Así lo hicieron, y era tal la cantidad de pescados que ya no podían sacar la red. —¡Es el Señor! —dijo a Pedro el discípulo a quien Jesús amaba. Tan pronto como Simón Pedro le oyó decir: ‘Es el Señor’, se puso la ropa, pues estaba semidesnudo, y se tiró al agua” (Juan 21:5-7).

Al hacer esto demuestra dos cosas: primero que solo Él podía hacer milagros y, la otra, que no le guardaba rencor ni remordimiento a Pedro. 

La aparición a los discípulos. Tomás es el incrédulo

Una de las más importantes manifestaciones es a todos los discípulos. Este pasaje es rememorado por todos por las palabras de Tomás, quien no cree que verdaderamente haya resucitado. 

Luego le dijo a Tomás: —Pon tu dedo aquí y mira mis manos. Acerca tu mano y métela en mi costado. Y no seas incrédulo, sino hombre de fe. —¡Señor mío y Dios mío!—exclamó Tomás. —Porque me has visto, has creído —le dijo Jesús—; dichosos los que no han visto y sin embargo creen” (Juan 20:27-29).

«No hace falta que explique por qué se apareció. Sí quiero destacar que combatió la incredulidad de Tomás con firmeza y amor, no con castigo».

Guido Marquez, Historiador.

Como podemos ver, Jesús deja en los evangelios el testimonio de su resurrección como un hecho fundamental del Evangelio que se predica. Además de que es un milagro y de que afirma nuestra fe en las Escrituras, nos demostró que no hace acepción de persona ni género, nos enseñó la importancia de no guardar rencor, de dar testimonio aun a desconocidos y nos mostró cómo tratar la incredulidad. 

Pero, como si fuera poco, nos dio un mandato: salir y predicar. Que estos días sean importantes para recordar la marca fundamental de Cristo.

Mujeres: las elegidas para anunciar la resurrección

“El primer día de la semana, muy de mañana, las mujeres fueron al sepulcro, llevando las especias aromáticas que habían preparado” (Lucas 24:1).

Iban por un camino que nunca hubieran querido transitar. El corazón conmocionado, los pensamientos acelerados, probablemente revisando una y otra vez la historia que no les cerraba por ningún lado en su mente: “No puede ser”. “Pero yo creí que iba a ser diferente”. “Esto no puede estar pasando”. “¿Y ahora cómo seguimos?”. “¿Por qué…?”.

Experiencias, sentimientos, interrogantes que nos rondan cuando vivimos momentos fuertes, inesperados, inexplicables. ¿Te sentiste así alguna vez? ¡Qué difícil resulta mantener en cause el torbellino emocional que se genera en situaciones de dolor e incertidumbre! Qué desafío de fe se plantea en nuestro interior cuando todo aquello en lo que habíamos depositado nuestra expectativa o esperanza, se desvanece.

Del otro lado de la historia, en un contexto sociocultural en el que las mujeres eran consideradas de segunda categoría, Jesús se ocupó especialmente de abrirles camino.

Él era el agua de vida en medio de la sequía emocional y espiritual, era el aire fresco en medio del desierto del rechazo.  

Mayra Djimondian, pastora de la iglesia Tierra de Avivamiento.

Mientras el Señor caminaba con ellas, fueron destinatarias de una honra y dignidad que nunca habían recibido de parte de un rabí. Se sintieron valoradas, apreciadas, escuchadas, comenzaron a caer los velos de la religión y la cultura que las mantenían sojuzgadas, y pudieron verse  a sí mismas como protagonistas de un nuevo tiempo en el que todo era posible si tan solo se disponían a creer.

Una de ellas fue salvada de ser lapidada cuando la intervención de Jesús dejó a sus verdugos sin respuestas y en vergüenza. Otras que en la pequeña aldea de Betania, se sentaban a la mesa con el Maestro y conversaban sin filtro, en una época en la que solo los hombres tenían acceso a esos espacios. 

Allí mismo, María disfrutaba a sus pies seminarios intensivos, desafiando paradigmas que señalaban a las mujeres como indignas de ese tipo de educación. Mujeres sanadas de enfermedades. Mujeres libres de ataduras, de etiquetas, de pecado. Mujeres felices y plenas mientras él estuviera allí.

Y de pronto, la cruz. Días oscuros que nublan promesas. Y entre el dolor y los recuerdos, entre las lágrimas y el asombro, ellas van llegando. Ya no a la casa, ni a la mesa, ni a la charla cálida sino al lugar del silencio. El símbolo de que no hay vuelta atrás, la tumba donde esperaban encontrarlo.

La Iglesia debe impulsar el rol protagónico de las mujeres, tal como Jesús lo hizo

Aunque conozco el final de la historia, este relato siempre vuelve a fascinarme. Un terremoto, el estruendo, la piedra removida, un ángel sentado en ella, los guardias en shock, las mujeres desconcertadas: “… Vayan pronto a decirles a sus discípulos: ‘Él se ha levantado de entre los muertos y va delante de ustedes a Galilea. Allí lo verán’. Ahora ya lo saben” (Mateo 28:7)

¡Ellas de nuevo! Elegidas para ser portadoras de la mejor noticia del universo en un mundo en el que la mujeres debían guardar silencio. 

Mayra Djimondian, Licenciada en Orientación Familiar, Coach Ontológico y escritora.

Así que las mujeres se alejaron a toda prisa del sepulcro, asustadas pero muy alegres, y corrieron a dar la noticia a los discípulos. En eso Jesús les salió al encuentro y las saludó. Ellas se le acercaron, le abrazaron los pies y lo adoraron. —No tengan miedo —les dijo Jesús—. Vayan a decirles a mis hermanos que se dirijan a Galilea y ahí me verán” (Mateo 28:8-10).

¡Ellas otra vez! Frente a Jesús que les sale al encuentro, que es intencional en elegirlas como mensajeras para mostrarles confianza, la misma que se les negaba como testigos por el solo hecho de ser mujeres. Las sorprende, las saluda, les imparte paz y nuevamente propicia ese espacio de aceptación y cercanía que todas necesitamos cuando nos sentimos abatidas, sin respuestas, frustradas o tristes: Su presencia. 

¡Las primeras que lo vieron resucitado! ¡Las primeras que pudieron acercarse y tocarlo! ¡Las primeras en adorar al Rey de gloria mientras postradas se abrazaban a sus pies! ¡Las primeras en ser enviadas por Jesús a compartir las buenas noticias de su resurrección!

Jesús es el mismo ayer, hoy y por los siglos, y sus palabras de activación, ánimo e impulso para las mujeres que lo seguían y servían en aquel tiempo siguen vigentes para nosotras hoy.

Él nunca hizo acepción de personas, ni divisiones por sexo, por edad o nacionalidad. 

Mayra Djimondian, pastora de la iglesia Tierra de Avivamiento.

La primera evangelista fue samaritana, uno de los diálogos más profundos que se revelan en las Escrituras, lo tuvo con ella, otro con una mujer sirofenicia. Jamás se avergonzó de que lo vieran enseñando a una mujer, ni de tener discípulas que lo seguían o que apoyaban financieramente el ministerio.

En este mundo complejo que por un lado levanta la bandera de la igualdad pero que por otro sigue alimentando una cultura que muchas veces desestima, invalida e invisibiliza a las mujeres, la Iglesia, como agente de cambio y como portadora del mensaje transformador del Evangelio, es, o debería ser, la primera encargada de impulsar el rol protagónico de ellas tal como Jesús lo estableció con su ejemplo. 

A su vez, cada una de nosotras somos responsables, como lo hicieron las mujeres en ese momento, de alejarnos a toda prisa del sepulcro que mantiene atrapada la esperanza, los dones y el propósito de tantas y correr en sentido contrario, con toda libertad, siendo portadoras de noticias y acciones revolucionarias que cambian la historia para siempre.

Hijo de Dios, un especial para pascuas

¿Estás buscando un film sobre Jesús y solo encuentras producciones muy antiguas? Esta producción es una opción más destacada.

Con una gráfica actualizada y al estilo hollywoodense, este material relata la vida de nuestro Mesías, respetando el relato bíblico. La película esta disponible en Amazon Prime, la plataforma de streaming que compite con Netflix, la cual propone esta opción para aprovechar en las Pascuas. 

Fue producida por Mark Burnett y su esposa, Roma Downey, quienes adaptaron la miniserie llamada La Biblia para llevarla a la pantalla grande, debido al éxito que esta última tuvo en los Estados Unidos. 

Su estilo cinematográfico fue bastante criticado por cuestiones estéticas y por el tono dramático elegido para el relato, entre otras cosas. Sobre todo, si se compara con La pasión de Cristo, el film de Mel Gibson estrenado mucho antes, que eligió un tono más sanguinario que cautiva mucho más al espectador, sobre todo a los perfiles altamente cinéfilos.

A pesar de los descréditos, es muy atractiva para quienes seguimos las pisadas de Cristo. La producción demuestra el contexto en el que Jesús desarrolló su ministerio: una Jerusalén oprimida por el Imperio romano, la dureza con la que trataban al pueblo de Israel y los altos impuestos que les hacían pagar.

Un narrador privilegiado

Un detalle para destacar y sumamente inspirador: Juan, el discípulo amado, es el narrador explícito de todo el largometraje. Literalmente, es el relato del evangelio de Juan. Es decir, lo que él decidió dejar en papel y que podemos leer en las Escrituras. La producción integra cada experiencia con Jesús en la que él fue partícipe. 

Representación de Jesús junto a los doce discípulos

En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios” (Juan 1:1, RV1960). Con ese versículo comienza el film. A continuación, nos muestra al único discípulo sobreviviente, en la isla de Patmos, donde fue exiliado hasta su muerte por predicar el Evangelio. 

Presenta toda la vida de Jesucristo desde la óptica de uno de sus seguidores, que junto con los otros once, fueron capaces de entregarlo todo por el mensaje de salvación. Al ver la película, la pregunta inevitable es: ¿estoy realmente dispuesta/o a darlo todo por Él? 

Un film que te recordará el verdadero significado de estas Pascuas y la razón por la que Jesús fue a la cruz: tu vida y la de muchos otros que necesitan ser salvos. Ahora te toca obedecer al mandato: “vayan y hagan discípulos, bautizándolos en mi nombre y enseñándoles que guarden todo lo que les mandé”. ¡Que la disfrutes!

El nuevo videojuego «Yo soy Jesucristo»

¿Quieres saber qué se siente al ser Jesucristo? Entonces te gustará I am Jesus Christ, un videojuego de simulación realista en primera persona donde tendrás que orar, hacer milagros y enfrentarte a demonios para seguir el mismo camino que recorrió Jesús hace más de 2000 años.

El juego está basado en algunos de los pasajes bíblicos que se encuentran en el Nuevo Testamento, tomando como referencia los sucesos narrados en los cuatro evangelios. Es decir, cubre el período desde el bautismo hasta la resurrección de Jesucristo, de una forma muy realista y respetuosa, manteniendo intacta la esencia cristiana del personaje.  

Cabe destacar que una de las características más llamativa del videojuego es la posibilidad de realizar hasta treinta tipos de milagros distintos, entre ellos, convertir el agua en vino, caminar sobre el agua o multiplicar los panes y los peces. Esto incluye revivir la tentación de Jesús en el desierto por parte de Satanás, simplemente una obra de arte a 60 cuadros por segundo. 

Una de las escenas en las que deberás realizar uno de los milagros, los cuales son guiados.

Entre todos los avances que han mostrado hasta la fecha, lo que más destaca, es el combate contra los demonios, quienes estarán ocultos dentro de personas comunes y, una vez que sean descubiertos, podremos enfrentarlos usando habilidades elementales como si fuéramos el Avatar. En pocas palabras, lanzaremos poderes de fuego, agua, tierra y aire para eliminar al enemigo.

Lo más increíble de todo esto es que el juego es una recreación fiel y bellamente diseñada de la Tierra Santa, incluida la ciudad de Jerusalén y la región de Galilea, a pesar de que su financiación se realizó a través de una campaña de Kickstarter, o sea, en base a donaciones.

¿Cuándo llegará?

Aunque el videojuego no ha sido lanzado oficialmente, ya cuenta con una página dedicada en Steam, lo que nos permite deducir que está enfocado a jugadores de PC. En el sitio web del desarrollador solo se ve la anotación de “Llegará pronto”. Muchos usuarios en redes sociales señalan como fecha probable el próximo 25 de diciembre, día en que se celebra el nacimiento de Jesucristo, pero eso solo es especulación.

Es cierto que los videojuegos religiosos no gozan de mucha popularidad ni buena aceptación por parte de los creyentes, ya que sienten que es una falta de respeto a la divinidad de Jesús, pero este título es algo que realmente vale la pena probar. Solo nos toca esperar el día de su lanzamiento para comprobar si realmente ha valido la pena tanta paciencia.

Así que, si siempre te planteaste cómo se habría sentido Jesús hace 2000 años, Yo soy Jesucristo es la respuesta.

Un deportista no vidente que le hace frente a la vida

Secilio Villalba nació en el año 1978 en un rancho precario de la localidad de Santa Luisa, no muy lejos del cauce del río Salado, en Santiago del Estero.

Él es el cuarto de doce hermanos, de los cuales Secilio y dos de sus hermanas nacieron siendo “no videntes. Alegre, divertido, soñador, emprendedor, valiente. Lo caracteriza su simpatía, representada en la singularidad de su tonada santiagueña y sus respuestas suaves y pausadas. Está imposibilitado de ver con sus ojos naturales, pero tiene una capacidad extraordinaria de visualizar y perseguir un destino. 

LC: ¿Qué significa para vos haber nacido no vidente?

SV: Para mí, al principio, haber nacido ciego no fue nada sencillo, pero a medida que fui creciendo se me fue haciendo natural y me di cuenta de que esa condición física no me podía impedir desarrollarme y hacer un montón de actividades y cumplir mis sueños.

LC: ¿Cómo fue tu niñez?

SV: Siempre fui divertido y me gustaba mucho jugar con mis hermanos y vecinos. Jugaba a las escondidas, aunque era el primero al que encontraban y yo nunca encontré a nadie (se ríe), pero para mí lo importante era poder participar. Recuerdo que siempre estaba en casa, no tenía mucho contacto con la sociedad. 

Mi familia era muy pobre, a veces no había para comer ni pan, tampoco para vestirse. Comíamos de lo que nos daba la naturaleza, de lo que se cosechaba. Por eso siempre trabajé ayudando a mis padres como podía. Hice carbón, coseché algodón, poroto, maíz y junté aceitunas. Más allá de las necesidades, tengo un lindo recuerdo del rancho en donde crecí, porque aun sin tener nada, teníamos todo el amor y el cariño de nuestros padres.

 LC: El hecho de no poder ver, ¿te hizo desarrollar aún más los otros sentidos?

SV: Sí, claro, yo percibo y conozco a través del oído y del tacto, así que para mí son fundamentales. Por ejemplo, sé diferenciar todo tipo de motores, autos, motos, camiones, etc. A las personas también, porque memorizo sus voces muy rápido y reconozco a cualquiera ni bien habla. 

Mira que importante será, que cuando juego al fútbol sé dónde está la pelota por el sonido. Con el tacto pasa lo mismo, una vez que tengo la oportunidad de reconocer un relieve, lo memorizo. Por ejemplo, puedo reconocer modelos de autos por haberlos tocado antes. 

Tragedia y tristeza

La madrugada del 3 de noviembre del año 2010, la fatalidad golpeó la puerta del bullicioso y humilde hogar. Don Lucas Evangelio Villalba y doña Santos Regina Mazza viajaban a la ciudad capital de Santiago del Estero en un colectivo que circulaba a gran velocidad. Sin duda, la tragedia fue obra de la imprudencia, catorce pasajeros murieron en el accidente, entre ellos el matrimonio Villalba, que había dejado esperando en el rancho de Santa Luisa a sus doce hijos, algunos de ellos siendo niños todavía.

LC: ¿Qué recuerdo tienes del día del accidente de tus padres?

SV: Mis padres se fueron de mi casa como a las 21:00, y al otro día a la mañana vino alguien a preguntarnos por cuál empresa habían viajado. En ese momento prendimos la tele y la radio y ya se hablaba del accidente, porque el pueblo estaba conmovido ya que la mayoría de la gente era de la zona. 

Sabíamos que ellos estaban en ese micro y sabíamos que había catorce muertos, pero no sabíamos si ellos estaban entre las víctimas fatales o no. Recién a las 15:00 escuchamos en los medios que daban el nombre de mi padre, y como a las 16:00 llamé a un conocido que estaba en la morgue y me confirmó que mi mamá también estaba entre los fallecidos. 

LC: Tu papá era el sostén de la casa, ¿qué pasó después?

SV: A partir de la muerte de mis padres todo cambió, algunos de mis hermanos empezaron a emigrar. Quedamos en Santa Luisa los hermanos no videntes al cuidado de los tres hermanos más chicos. Pero al poco tiempo nos tuvimos que ir del lugar de nuestra infancia buscando mejorar la condición en la que nos encontrábamos. 

«Me tocó un poco ponerme al frente de las decisiones de la familia»

Secilio Villalba, deportista no vidente

Entonces, pudimos vender unos animales y algunas cosas y nos mudamos a Burru Yacu, un pueblito de la provincia de Tucumán, en donde compramos un terreno y donde vivimos actualmente.

LC: Se propusieron estudiar. ¿Cómo fue esa experiencia?

SV: Mis hermanos menores estudiaron y pudieron terminar la secundaria completa, pero también nos ayudaron a los tres no videntes a concurrir y terminar con la escuela primaria. Fueron tres años de mucho esfuerzo, sobre todo, porque al estar tan lejos, teníamos muchas horas viajando en colectivo. Anhelábamos, aunque fuera, poder tener la primaria terminada, y lo logramos.

LC: ¿Cómo conociste a Dios?

SV: Yo nací en un hogar cristiano. De hecho, mi papá fue pionero en llevar el Evangelio a esos montes santiagueños.

«Lo bueno es que, a pesar de nuestros errores, hoy los doce hermanos estamos firmes en Dios»

Secilio Villalba, deportista no vidente

En mi caso, como soy deportista, participo del movimiento de Atletas de Cristo, y está bueno porque pude ir conociendo gente que comparte las cosas que me gustan.

Secilio Villalba participa en diferentes maratones.

LC: ¿Quién es Dios para vos?

SV: Es el creador, quien me dio la vida, Él que me guarda, me cuida. Siempre le digo: “Si Tú permitiste que yo viniera a este mundo en estas condiciones, ¡Tú te tienes que hacer cargo de mí!. Por eso es por lo que sé que Él siempre me cuida, por ejemplo, una vez yo estaba cosechando algodón y me mordió una serpiente venenosa que estaba en el tallo de la planta, todos se preocuparon, pero no me pasó nada.  

LC: ¿Te enojaste con Dios por haber nacido ciego?

SV: No sé si enojarme, pero no te voy a negar que sí lo he cuestionado en mi niñez y en mi juventud. Sentía que me sobreprotegían, que siempre dependía de otros para salir, para andar o para cualquier cosa. 

LC: ¿Te enojaste con Dios por la muerte de tus padres?

SV: No, porque a medida que fui creciendo aprendí a no preguntarle a Dios “por qué, sino “para qué

«Entiendo que lo que Dios permite es con algún propósito» 

Secilio Villalba, deportista no vidente

LC: ¿Cómo se dio que empezaste a hacer deporte?

SV: Siempre supe que existía el fútbol para ciegos, pero como vivía en un pueblo alejado de la ciudad me era imposible practicarlo. Recién a los 35 años, ya estando en Tucumán, hablé con unos conocidos que me llevaron. Juego para el equipo de la Universidad Nacional de Tucumán. 

En el caso del atletismo no sabía nada, me invitó un amigo a una carrera de 10 K y me apasioné. Después, con mi entrenador José Luis Ledesma,  pude ir a correr la maratón de Buenos Aires y otras carreras importantes. A mis 43 años, me siento muy bien para jugar al fútbol, correr y hacer gimnasia. Por eso es por lo que hago el esfuerzo de subirme al colectivo y viajar 60 km hasta la capital, porque disfruto de ir a jugar.

LC: ¿Qué te hace sentir el deporte?

SV: Alegría, emoción. Aunque somos deportistas adaptados, la pasión es la misma que la que siente cualquiera. Cuando hago un gol siento lo mismo que todos, es difícil de explicar, salgo corriendo a festejar y por ahí me choco con alguien, pero la alegría es la misma. 

LC: ¿Un sueño pendiente?

SV: Lo del deporte fue un sueño cumplido. Ahora me gustaría poder vivir más cerca de la capital tucumana. Le envié una carta al gobernador de Tucumán, pero nunca me contestaron. Solicité la adjudicación a mi familia de una vivienda en la ciudad de San Miguel de Tucumán, porque Burru Yacu está lejos, son 60 km de distancia y aquí no tenemos las mismas oportunidades. 

Nosotros, viviendo en Tucumán, podríamos, con mis hermanas no videntes,  continuar estudiando la secundaria para ciegos, y a la vez mis hermanos menores, que terminaron la secundaria, podrían asistir a la universidad.

«siempre tuve el sueño de tener un emprendimiento propio, un desarrollo comercial personal»

Secilio Villalba, deportista no vidente

LC: ¿Qué cosa te mejoraría la calidad de vida?

SV: Me gustaría tener un bastón inteligente, de esos que tienen sensor, y una computadora, con la que tal vez yo podría trabajar. 

LC: ¿Qué es lo más difícil de salir a la calle?

SV: ¿Difícil?, no sé, hoy en día me siento muy confiado, tengo autonomía para andar. Lo único es que trato de no andar de noche por la inseguridad. 

LC: ¿Qué fue lo más loco que te pasó en la calle?

SV: Una vez tenía que volver a mi casa, pero tenía que hacer tiempo porque faltaban horas para que pasara el colectivo. Estaba a cuatro cuadras de la parada y tenía que cruzar cuatro calles. Cuando me acerqué al primer cruce, una mujer me ofreció ayuda, y cuando pasé del otro lado, me quedé contra una pared unos 15 minutos. 

Luego seguí hasta el otro cruce en donde me ofrecieron ayuda y repetí la espera. Así lo hice en todas las calles y tardé como una hora en llegar a la parada. En el último cruce reconocí la voz de la mujer que me ayudaba y le pregunté si ella era quien me había asistido en los tres cruces anteriores, y me dijo: “¡Sí, soy un ángel que te cuida!”. Entonces me pregunté por qué no se quedó charlando conmigo todo el tiempo (ríe).

Un encuentro con Dios me sacó de una vida de fracasos

Mi incapacidad para frenar una seguidilla de frustraciones fue la clave para enfocarme en aquello que cambiaría mi trayectoria y experiencia como profesional y empresario. 

No pienso que sea un afortunado, pues he tenido muchísimos fracasos a lo largo de mi vida. Luego de cursar mis estudios en los Estados Unidos, ingresé a trabajar en agencias de publicidad, manejando cuentas en Ford, pero no duré mucho tiempo. Luego manejé cuentas en Citibank, pero tampoco me fue del todo bien e intenté emprender varias veces, pero también resultaron en proyectos fallidos. 

En algún momento emprendimos algo con un grupo de amigos, pero fue un fracaso total. Y no era gente incapaz. Eran profesionales que habían cursado el MBA (administración de empresas) en la Universidad de Harvard en el año 1999. El proyecto era tal que hasta el decano de la facultad invirtió en nosotros. No obstante, terminamos cerrando la empresa con una deuda de 500 000 dólares en materia impositiva.

«Pero fue cuando tuve un encuentro con el Señor que todo cambió».

Felipe De Stefani, Vicepresidente de Turner Latin.

Era un fracasado que le debía dinero al banco; mucho dinero. Todavía recuerdo cuando tuve que reunirme con un inversor y no tenía suficiente dinero para pagar el café. Es decir, mi vida venía dando un giro de 180° superando la adicción a las drogas y restaurando mi identidad en Dios, pero la pobreza me estaba golpeando con todo.

Fue durante esos días que me arrodillé delante del Señor. Sucedió durante la crisis financiera del 2001 en Argentina cuando todo voló por los aires. No podía más, y me encerré en un baño público para doblar mis rodillas y clamarle a Él en oración.

¡Dios ayúdame!

El milagro sucedió en una semana. El primer puesto que me ofrecieron fue el de gerente general de Western Union para Paraguay, Chile y Bolivia y, el otro, el de director de marketing para América Latina de Turner. Pero Dios me dio la convicción de que tenía que ingresar a trabajar en Turner. 

En 2001 ingresé como director de marketing, al cabo de dos años me ascendieron a vicepresidente de Cartoon Network y, más tarde, me llamaron desde Atlanta. En diecinueve años, me ascendieron siete veces, y hoy soy vicepresidente de Turner Latin America. Había gente mucho más capaz que yo, pero el Señor acomodó las piezas para que yo pueda estar en el lugar donde estoy ahora. Además, Él me bendijo en el área económica también.

Soy lo que soy por la gracia de Dios

Puede ser que la gente vea mi trabajo como algo extraordinario, pues estoy a cargo de una parte importante de toda la programación del entretenimiento de América Latina. Pero sinceramente, no me siento una persona capaz. Ha tenido muchos fracasos y hay gente que me supera en varios aspectos. Isaac Newton dijo: «Si he visto más lejos es porque estuve sobre hombros de gigantes». Yo también quisiera decir que todo lo hice con mi esfuerzo, pero eso no es verdad.

Cuando uno vive y camina junto a Dios, acontecen milagros sobrenaturales. Jamás pensé que iba a poder trabajar y radicarme en los Estados Unidos. Tampoco se me cruzó por la cabeza volver a Argentina para estar a cargo de Argentina y Latinoamérica. Solo puedo decir que fue Él quien me guio hasta aquí, y creo firmemente ¡que también lo hará contigo! ¡Bendiciones!

FELIPE DE STEFANI
Gerente General Turner Latinoamérica.Senior Vice President and General Manager
WarnerMedia. Integrante de Comunidad PEC.

Mi pascua, antes y después de creer en Cristo

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Nací en Egipto, bueno… ¡ustedes me entienden! Egipto es un símbolo. Lo que quiero decir es que no nací en un hogar cristiano.

Viví en “el mundo”, como solemos decir, y aunque llegué a Cristo con apenas 12 años fue suficiente para saber que no quiero volver allá nunca más.

Dolor, tristeza, hambre, abuso, nada de lo que viví entonces vale la pena. Y no quiero decir que desde mi conversión todo ha sido color de rosa. ¡Para nada! Pero todos estaremos de acuerdo en decir que el desierto, de la mano del Señor, es más llevadero que la fertilidad del Nilo sin su presencia con nosotros. Tal vez fue esto lo que sintió Moisés cuando acuñó aquella frase: “Si tu presencia no ha de ir con nosotros, entonces no nos saques de aquí”.

«Cuatrocientos años fueron los que pasaron los hijos del pacto en la tierra de esclavitud»

Gabriela Giovine de Frettes, integrante de IBRP

Cuatrocientos años sin que nadie escuchara la promesa pronunciada directamente por Dios. Sin embargo, ninguno se vio sorprendido al escuchar a Moisés hablar de irse hacia la tierra prometida. Ninguno de los patriarcas (Abraham, Isaac y Jacob) había recibido la orden de transmitir la promesa a sus hijos, sencillamente lo hicieron

Seguramente querían que sus descendientes supieran que eran un pueblo escogido de Dios y que Él tenía un gran futuro para ellos. Esto era necesario para que el pueblo de Israel supiera que, aun en medio del dolor, había un “mañana” que esperar. Y cuando ese “mañana” llegó, el Señor estableció un hito, un referente para que los israelitas supieran que en medio de la promesa cumplida no debían olvidar el pasado del cual habían salido. 

La Pascua sería ese referente. Un ritual que obligaría a las generaciones futuras a hacer preguntas y a dar respuestas: “Y cuando sus hijos les pregunten: ‘¿Qué significa para ustedes esta ceremonia?’, les responderán: ‘Este sacrificio es la Pascua del Señor, que en Egipto pasó de largo por las casas israelitas. Hirió de muerte a los egipcios, pero a nuestras familias les salvó la vida’” (Éxodo 12:26-27).

Yo también alcancé la promesa

Y así yo también salí de mi propio Egipto y alcancé la promesa… Y Dios me dio la gracia de tener hijos deseados, engendrados, nacidos y criados en Cristo. Entre “mi” Egipto y la promesa, también tengo mi propia pascua. No hablo de algo personal. Mi referente es el mismo de todos los peregrinantes.

El apóstol Pablo lo expresa en 1 de Corintios 5:7: “Desháganse de la vieja levadura para que sean masa nueva, panes sin levadura, como lo son en realidad. Porque Cristo, nuestro Cordero pascual, ya ha sido sacrificado”. 

«La cruz parte nuestra historia en dos y solemos tener la tendencia a encubrir o maquillar nuestras oscuridades pasadas»

Gabriela Giovine de Frettes, integrante de IBRP

Vivimos pretendiendo fingir que Egipto no existe. Nos rodeamos de amigos cristianos, enviamos a nuestros hijos a escuelas cristianas, a actividades deportivas dirigidas por cristianos. Nos movemos en círculos muy pequeños y asumimos que estamos a salvo de todo riesgo. 

Como en el cuento de la bella durmiente, creemos que eliminar los “usos” de nuestro entorno evitará que se cumpla la sentencia. Y como en el dicho… la curiosidad mata al gato, descubrimos con dolor que, al descubrir Egipto, muchos de nuestros hijos quieren probar qué tan bueno puede ser. 

No me avergüenzo de “mi” Egipto. El 8 de diciembre de 1983 tuve propia pascua y no me molesta que los demás sepan acerca de mi pasado. Siempre, a cada rato, bajo cualquier circunstancia narraré con gusto aquella historia: “Un día, cuando tenía tan sólo 12 años, en medio de mis dolores clamé al Señor y Él me oyó. Por eso hoy soy libre y no pienso volver a Egipto”.

Pascua, del éxodo a la resurrección

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La Pascua es una celebración de la resurrección de nuestro Señor Jesucristo de los muertos. Su contexto histórico sitúa al pueblo de Israel cautivo en Egipto, y su liberación bajo el liderazgo de Moisés. Luego de su pedido ante el faraón, y el desecho del monarca, Dios envió diez plagas sobre la nación, pero dio ordenanzas al pueblo salvaguardando su seguridad y liberación del opresor.

El envío de las diez plagas es registrado en el libro de Éxodo, finalizando con la muerte de todo primogénito en el imperio egipcio. Los israelitas debieron celebrar la Pascua, que etimológicamente significó el hecho que Dios ‘pasaría sobre ellos’ y no serían sujetos a la mortandad del resto de sus contemporáneos opresores. 

La celebración tradicional del Pesach (Pascua) y los ritos del Seder fueron instituidos, en los cuales un cordero por familia debió ser sacrificado, cuya sangre fue aplicada al dintel y los postes de las puertas de sus casas. Dios vería la sangre que atestiguaba su fe, y los libraría de la mortandad asignada a sus primogénitos. Comerían el cordero —elegido sin tacha alguna— como familia, con hierbas amargas, pan sin levadura y salsa roja. El vioni pascual sería compartido en secuencia, con copas significativas de un pacto a ser establecido entre el Pueblo de Dios y su Señor. 

En la última noche, antes de ser entregado a la cruz, Jesús celebró la Pascua con sus discípulos. Ofreció una interpretación actualizada del significado de la fiesta, alegando al Nuevo Pacto que había de ser establecido, ofreciendo su cuerpo a ser partido por nosotros, y su sangre derramada a favor de nuestra salvación (Mateo 26:17-20; Lucas 22:15). 

El cumplimiento pleno tomó lugar, expuesto en las Escrituras: Cristo es nuestra Pascua.

Pablo Polischuk, Cofundador y profesor de FTIBA.

Fue sacrificado por nosotros (1 Co. 5:7); elegido de antemano  (Éx. 12:3; 1P. 2:4); tomado entre sus hermanos, la manada de ovejas de su prado (Éx. 12:5; Heb. 2:14,17); sin tacha, sin mancha, perfecto (Éx. 12:5; 1P. 1:19); sin ningún hueso quebrantado (Éx. 12:46; Jn. 19:33-36); probado en todo (Éx. 12:6; Jn. 18:38); sacrificado en el lugar escogido por Dios (Dt. 16:2; Lc. 16:33-34), al atardecer del día catorce de nisán (Éx. 12:6; Mr. 15:33-37). 

Su sangre derramada (Éx. 12:7; Lc. 22:20) fue tipificada en el rociamiento de las puertas de las casas israelitas antes del éxodo de Egipto (Éx. 12:22; Heb. 9:13-14; 10:22; 1P. 1:2). El significado de tal sacrificio pascual como un Nuevo Pacto es expandido en la teología de los apóstoles, en el cual la redención (el pago del rescate y la restitución del pecador) es efectuada; esta incluye la expiación (el pago del precio, hasta el último centavo); la propiciación (la cubierta del pecado ante Dios); la sustitución (Cristo, el cordero que murió en nuestro lugar); la justificación (hemos sido declarados justos y aceptables ante Dios); y la santificación (hemos sido separados, consagrados, limpiados y dedicados a Dios). 

La Pascua es seguida por la fiesta de las primicias (los primeros frutos), simbolizando la resurrección de Jesús de los muertos. Cristo es nuestra Pascua (1 Co. 5:7,8). Luego, al resucitar, nos redimió, nos rescató, nos libertó de la pobreza, de la esclavitud y de la muerte; nos abrió el camino a una nueva vida; nos hizo ciudadanos de una nueva patria celestial. 

Podemos celebrar la fiesta: No con la vieja levadura, ni con malicia o maldad. Con “panes sin levadura” —en sinceridad y en verdad— y celebrar nuestra nueva vida en Jesús (2 Co. 5:17).

Su resurrección atestigua la efectividad de su obra; ratifica el hecho de que su sacrificio fue aceptado por el Padre.

Pablo Polischuk, Cofundador y profesor de FTIBA.

La resurrección se constituye en la base de nuestra fe: Creemos en el Cristo resucitado para ser salvos y seguirlo como sus discípulos.

Varios tipos de evidencias atestiguan su resurrección. El testimonio de los adversarios, de sus amigos, de Jesucristo mismo y de las Escrituras. En primer lugar, fue Pilatos y sus guardias quienes sellaron la tumba y la custodiaron. El ser testigo es presenciar un evento y ser fiel a sus percepciones empíricas; es captar, asesorar, atribuir significado a la realidad. 

Debemos reconocer que los guardianes romanos han sido los primeros testigos que presenciaron el evento. ¿A quién pondría el gobernador para asegurar que nada fuera de serie pudiese ocurrir? Su carácter no puede ser cuestionado; los guardias debían haber estado bien despiertos y vigilantes. Al presenciar el poder de la resurrección se espantaron y llenos de miedo corrieron a avisar a los sacerdotes. 

Un acuerdo fraudulento tomó lugar para hacerlos callar. Se les dio mucho dinero (Mt. 28: 12) para que dieran un testimonio falso del evento. Tal vez podemos comparar a ciertos “guardas modernos” (o posmodernos) y sus redefiniciones de la resurrección de Cristo, las cuales desvirtúan la verdad de Dios. 

Las teorías radicales consideran a la resurrección como una invención deliberada; otras aluden al evento considerándolo una leyenda; una tercera versión alega que los discípulos robaron el cuerpo; y aun otra, alega a alguna alucinación o algún fenómeno psicológico o psíquico. Es lamentable que muchos teólogos liberales han “comprado” estas ideas y las propagan con la intención de “corregir” al fundamentalismo que cree y atestigua que, en realidad, Cristo resucitó.

La afirmación de los amigos de Jesús es fiel. Los documentos primarios representan el testimonio escrito por parte de seis testigos: Mateo, Marcos, Lucas, Juan, Pablo y Pedro. En sus evangelios y epístolas, todas estas personas atestiguan la resurrección corporal y real del Señor. 

Juan y Pedro vieron la tumba vacía; además, quinientos hermanos juntos lo vieron ascender desde el monte de los Olivos; María y otras mujeres fueron impactadas por su presencia real; los once discípulos reunidos tuvieron sus visitaciones; Tomás metió sus dedos en las cicatrices del Señor; los discípulos que volvieron a su vieja ocupación fueron recibidos por Cristo en la ribera, con su presencia sustentadora, perdonadora y restauradora de sus ministerios. 

El testimonio de las Escrituras, en tercer lugar, es contundente. Lo asombroso es que ellas simplemente registran el hecho de que fueron las mujeres las primeras testigos del hecho, algo que prueba que la Biblia no trata de presentar testigos “obvios” sino que relata fielmente los sucesos, al punto de reconocer que aun los discípulos dudaron (Mt. 28:17; Mr. 16:11; Lc. 24:9). Además, podemos alegar con la declaración de los ángeles y su mensaje: “… ¿Por qué buscan ustedes entre los muertos al que vive?” (Lc. 24:5). 

La resurrección de Jesucristo lo establece como el Señor; debemos reconocer que con la muerte del Hijo, Dios llora con nosotros al considerar nuestras aflicciones momentáneas de esta vida; en su resurrección, Dios nos hace partícipes de la vida eterna en su presencia. 

La certificación de que estaremos con Él para siempre. El Cristo resucitado nos da la prueba máxima de su intención de darnos vida abundante y poderosa aquí y ahora, y vida eterna juntamente con Él.

LA RESURRECCIÓN DE JESÚS ES LA PRIMICIA ENTRE LOS QUE DUERMEN; ES LA GARANTÍA DE NUESTRA ESPERANZA.

Pablo Polischuk, Cofundador y profesor de FTIBA.
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Pablo Polischuk, PhD
Profesor, Gordon Conwell Theological Seminary
Cofundador y profesor de la Facultad de Teología Integral de Buenos Aires
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Personajes en torno a la Pasión de Cristo

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Este es un libro escrito que causa el interés de conocer más de la vida de Cristo, motivando así a la búsqueda continua de Dios. En él se nos enseña cómo fue la vida de Jesús pero en un formato distinto, se nos habla del amor profundo que tuvo y tiene por nosotros, al haber enviado a su Hijo a la Tierra.

En este escrito el autor nos cuenta sobre la personalidad divina que Jesús mostró aquí en la Tierra, lo analiza desde una perspectiva más interesante y lo compara a la vida cotidiana y actual de la sociedad moderna.

Luego examina a cada uno de los personajes bíblicos que lo acompañaron a lo largo del camino hasta su final aquí, mostrando distintas personalidades y cualidades que siguieron al Mesías. Cabe destacar que también lo compara con nuestras formas de ser cotidianas revelando así las diversas personalidades que hay hasta el presente.

“Solo un corazón lleno de júbilo pudo dar nacimiento a tanto regocijo”

Fragmento extraído de «Personajes en torno a la Pasión de Cristo».

Con esta frase el autor, Clovis G. Chappell, hace hincapié en una parte de la personalidad de Jesús expresando que era alegre, tenía gozo, era humilde y, sobre todo, tenía pasión por las personas. Era tan grande su amor que estaba dispuesto a dar su vida por la humanidad. Asimismo, lo presenta paciente con todas las dificultades que se le presentaban en el camino hacia la cruz, que sería su destino en esta Tierra.

Chappell conduce a los lectores a la controversia de porqué Jesús eligió obedecer la voluntad de Dios, pudiendo haber tomado otras decisiones que lo llevarían a un lugar diferente de la cruz. Sin embargo, podemos apreciar la confianza que Cristo tenía con su Creador, debido a que el Padre siempre quiere lo mejor para sus hijos. 

Jesús sabía cuál era su propósito y que la cruz era el único camino mediante el cual la humanidad pasaría a tener una segunda oportunidad hacia la eternidad, tan solo creyendo en Él y lo que hizo al morir. Es por esto que Cristo eligió seguir la voluntad del Padre, dejando que su sacrificio marque a la humanidad para siempre. 

Este libro deja en claro que el cristianismo no es para cobardes, es decir, para aquellos que temen ir por más, dejándose vencer por sus miedos.

El evangelio es para héroes de la fe que tenemos que ir a “Jerusalén” (lugar en donde Cristo fue a la cruz) para vencer nuestros propios miedos, esos que nos detienen para hacer la voluntad de Aquel que nos creó.

Nos enseña que Jesús entró a la ciudad de Jerusalén no en forma de víctima, aunque sabía lo malo que le iba a suceder, sino como un vencedor que iba a derrotar al sistema de la humanidad. El Señor rompió con el prejuicio que enseñaba que solo unos pocos se podían salvar. Él vino a dar su vida por todos para permitir que la salvación y el poder puedan ser experimentados por todos.

Chappell nos habla de que tenemos que renovar los votos con nuestro Creador todos los días, es decir que tenemos que confiar y tener fe todo el tiempo en Dios, buscarlo en una intimidad diaria para poder experimentar más de su Espíritu y, sobre todo, conocer más de Él. 

El autor define a Cristo como un héroe anónimo, ya que Él dejó que su vida fuera el camino hacia la cruz.

Personajes en torno a la Pasión de Cristo nos hace conocer más a nuestro Mesías de las Pascuas, llevando a los lectores a experimentar mejor el amor apasionado de Cristo por salvar a la humanidad, demostrándonos su propósito y lo que Dios pretende a través de Él.

Ficha técnica:

Título: Personajes en torno a la Pasión de Cristo

Autor: Clovis G. Chappell

Páginas: 155

Año de publicación: 2006

Carta al salvador

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No es el dolor lo que buscan los romanos al crucificar a un ser humano. Aunque la cruz produce un inmenso suplicio por un periodo de tiempo largo, aun así, no es esta la función principal de la crucifixión. Lo que busca este método de tortura ignominioso es la vergüenza. Colgar completamente desnudo al ejecutado y exhibirlo chillando de dolor, pidiendo la muerte a gritos.

No había que ser profeta ni adivino para saber que la muerte te buscaba, Señor. Es que fueron tantas las veces que te enfrentaste contra los líderes religiosos. Tu manera tan libre de vivir el sábado fue inaceptable. Te acusaron de tener un demonio; por eso pueblos enteros te rechazaron. 

Viniste al mismo templo santo unos días antes para encarar a los sacerdotes y desmontar su negocio lucrativo. Les dijiste que eran una sarta de hipócritas. En síntesis, les dijiste que el Dios que adoraban y enseñaban no era el verdadero Padre. Con esa manera de actuar fuiste tú mismo quien se puso la soga al cuello.

Y así terminaste

En el primer concurso de popularidad en que se te vio involucrado, perdiste frente a Barrabás. Las mayorías casi nunca tienen la razón. Te transformaste en un personaje odioso y en una amenaza para los intereses de la elite religiosa.

El pueblo te entregó a los romanos y estos te hicieron carne de cañón. Hasta colgarte desnudo frente a todos.

Por eso tú, Maestro, entiendes a los abusados, a las víctimas de la vergüenza, a los que han sido violentados y ultrajados de su dignidad.

Enfrentaste a las fuerzas del mal y, aunque a ti te quitaron las ropas, en verdad son los poderes quienes fueron desnudados. El poder religioso que ostentaba entregar misericordia fue implacable contigo. El poder político que pretendía impartir la justicia fue indolente e injusto con tu persona.

Los que se creían “los buenos de la película” no lo son en verdad. Toda esta máscara de hipocresía fue desnudada en tu muerte. Los nubarrones grises como flecos simétricos se aproximan sobre este yelmo sangriento. Las mujeres lloran a tus pies y el inmenso dolor que te agobia es un espectáculo horrible. Tu carne cuelga en hilachas ensangrentadas. Tus rodillas están machucadas y tu rostro hinchado por los golpes.

Pobre Jesús, fuiste molido injustamente. Tú que te dedicaste a hacer el bien a los demás recibes este pago. Pudiste haber establecido el Reino de Dios a través de la violencia como lo hace el emperador romano. Lo pudiste haber establecido a través de la lógica, con argumentos inobjetables como los filósofos griegos. O haber echado mano a la manipulación y la milagrería como los falsos profetas y magos.

decidiste mostrar el poder a través de la debilidad.

¿No había otro camino?

La débil lluvia comienza a caer sobre la gente y ya todos comienzan a marcharse. Solo quedan los familiares, aquellos que nunca abandonan, que te acompañan y siguen siendo una luz cuando todas las demás luces se extinguen. Ya en tus últimos suspiros se te oye perdonar a tus verdugos, y los que se burlaban guardan silencio. 

Nadie puede creer que en verdad tu amor no era solo cosa de frases bonitas.

Verdaderamente la cruz vino a ser una gran paradoja, pues mientras más maldad reflejada, más misericordia impartida. Nadie debería morir de esta forma tan vergonzosa, tan cruel. Por eso los romanos no crucifican a sus ciudadanos, por eso la palabra cruz es casi una inmoralidad pronunciarla.

¿Me pregunto dónde está Dios en una hora tan insoportable? ¿Por qué no hace nada? ¿Dónde está su justicia y su amor frente a los que sufren? Pero te miro, Jesús agonizante, y quizás esa es la respuesta.

Ahí está Dios, sufriendo el dolor indecible, entregado a la injusticia y la maldad, solidarizado con todos los crucificados y asesinados de la historia, con todos los que mueren de manera injusta, los pobres que en masa enfrentan la muerte mientras otros indolentes pasan de largo. Los millones de niñitos que mueren de hambre frente a la mirada fría de unos pocos que se engordan inmoralmente. Ahí está Dios, tomando parte con los que caminan al patíbulo. 

Solo tú puedes salvarnos, pues sabes lo difícil que es ser un hombre de carne y hueso en este mundo tan injusto.

Imperdibles

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