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Cómo evitar el atracón de fin de año

Tips para evitar el atracón de año nuevo

Llegaron una de las fechas más lindas y esperadas del año, Navidad y fin de año; sin embargo, con estos encuentros se suman el calor, las despedidas, los cumpleaños, los eventos sociales, las vacaciones y… ¡cuántas cosas más!, ¿no?

Y parece que cuidarse, mantener los hábitos y no “descontrolarse” con la comida resulta una misión imposible de lograr.

Por ese motivo, quiero dejarte unos consejos para que puedas disfrutar de esta época del año tan hermosa y especial, pero sin que se lleve puesta la salud ni todo lo alcanzado este año para quienes trabajaron en sus hábitos.

Tip 1: Debido a las altas temperaturas, necesitamos mantenernos bien hidratados. Tomá entre 2 y 3 litros de agua por día (puede ser agua pura, mate o tereré, ambos sin azúcar, o jugos sin azúcar agregada). No esperes a tener sed para tomar líquido, ya que la sed es el primer síntoma de deshidratación; mantente constantemente con tu botellita de agua; de esta manera, no te vas a olvidar. 

Tip 2: Recurrí a las frutas y verduras, que además de un montón de buenos nutrientes, tienen un gran aporte de agua. Necesitamos consumir 5 porciones de frutas y verduras; si son crudas, mucho mejor. Esta época del año es ideal para estos alimentos, ya que la variedad es enorme.

Tip 3: ¡Hacé ejercicio! Movete lo que puedas, dentro de los horarios permitidos, con protector solar, y siempre con botellita de agua en mano. La actividad física mejora tu cuerpo, tu ánimo y te ayuda a mantener activo tu metabolismo.

Tip 4: Conectar cabeza con panza. ¿Qué quiere decir esto? Se trata de uno de los consejos más importantes para que no aumentes de peso en esta época y, sobre todo, para evitar atracones y descomposturas. Escuchá a tu cuerpo: no comas en automático, sin ver qué y cuánto llevás a tu boca. Prestá atención a si estás satisfecho, o si estás comiendo nada más porque está rico o por pura costumbre.

Si bien estas fechas son hermosas, y para muchos implican encuentros, momentos compartidos y una rica mesa en familia, te invito a que puedas reflexionar en el verdadero motivo de esta fecha: Dios nos regala un nuevo comienzo a cada uno de los seres humanos en la tierra.

Descubrí cómo construir hábitos saludables que perduren en el tiempo

Sin negar lo bello y agradable de una suculenta mesa de fin de año, la decoración, los regalos (y está bien organizarlo para que salga todo bien), que nada de esto te robe el verdadero valor de estos días. No te desenfoques, sino, más bien: fijemos nuestros ojos en Aquel que lo merece y es digno. Me despido regalándote esta canción para que cantes y medites en Él

Majo Solís – Fija tus ojos en Cristo

Cómo realinear las expectativas para fin de año

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Cómo realinear las expectativas

¿Estamos focalizando nuestra vista “debajo del sol» o “arriba del sol”? ¿Dónde ponemos nuestra mirada?

¡Qué tema el fin de año! cuánto por hacer, comprar, celebrar, pensar, reflexionar. Cada diciembre pareciera instalarse para ponernos en aprietos respecto a lo que logramos o no; lo que cambiamos o no; lo que tenemos o no.

Con la llegada del fin de año se inicia un sinnúmero de análisis personales, que desatan para algunos un caos emocional. Muchos reflexionan atravesados por fracasos laborales, relaciones truncadas, traumas, vacíos, soledades y más. En este contexto, el cierre de año se presenta como un examen desaprobado.

Es sabido que la tasa de suicidios se eleva drásticamente para estas fechas; y es que hay un peso cultural sobre las personas que es muy elevado. La mirada social acompaña la evaluación personal, y surgen grandes angustias, depresiones y sinsentidos. Si bien esta realidad no es la de todos, lamentablemente es la de un gran número de personas.

¿Por qué ocurre esto? por el alto nivel de expectativas que se depositan en el cambio de año, que, visto con objetividad, no es más que un hecho cronológico, como pasar de un día a otro. Sin embargo, en nuestra percepción pareciera ser un cruce “al otro lado”, a aquel donde están las nuevas oportunidades, las esperanzas y la posibilidad de conseguir todo aquello que no se logró en estos 365 días, se aclara a partir del día 1 del próximo ciclo anual. Esa es casi una ilusión generalizada, otras veces es el tiempo del total desasosiego.

Los altos niveles de expectativas se cruzan con los de frustración y generan un cóctel peligroso. ¿Cómo desandar este recorrido? Poniendo la mirada en el lugar correcto. El foco de la evaluación necesita ser realineado.

La Biblia tiene la respuesta más apropiada para cada dilema. El autor de Eclesiastés se encuentra justamente reflexionando acerca del sentido de la vida. Su discurso por momentos es muy negativo, tal vez como algunas explicaciones de fin de año. Al final del recorrido, todo es vanidad, futilidad, desengaño y desilusión.

El autor reconoce que los logros personales, las adquisiciones materiales, las relaciones múltiples, las riquezas y las fiestas no dan sentido a la vida. Lo realmente sólido y verdadero es el vínculo con Dios. Él reconoce en Eclesiastés 12:13 que: El fin de todo el discurso es: Teme a Dios y guarda sus mandamientos, porque esto es el todo del hombre”. En última instancia, cuando es debido poner la mira en lo importante, el vínculo con Dios lo es todo.

Hay una metáfora que transversaliza los postulados del autor; lo que pasa “debajo del sol”. Es aquí, donde Eclesiastés se hace útil para trabajar las expectativas de fin de año; la vida puede ser vivida “debajo del sol” o “arriba del sol”, puestos los ojos en Jesús, diríamos desde una visión neotestamentaria, luego de la cruz.

El cierre del discurso de lo que se conoce como capítulo 12 tiene base en el reconocimiento de los tiempos en manos de Dios, del llamado capítulo 3. Todo tiene su tiempo debajo del sol y todo tiene su hora. El cronos se manifiesta de continuo en la vida de los hombres; esto es innegable.

Cuando el nivel de expectativas está puesto en lo que sucede “debajo del sol”, el examen anual puede ser visto como desaprobado, pero cuando la mira está en las cosas celestiales, fin de año es el cierre de todo aquello que Dios hizo con miras en todo lo que hará.

Los parámetros “arriba del sol” son distintos. Cuando la mirada está puesta en lo eterno; cuando el tesoro del corazón es espiritual, el cierre de año es agradecimiento pleno.

La vida es un proceso continuo; un devenir de crisis, aprendizajes y cambios. La vida desde la óptica espiritual está enfocada en el ser más que en el hacer, lograr o tener; eso lo cambia todo. Lamentablemente en ocasiones el foco se desdibuja y los parámetros sociales socavan la mirada. Esto es peligroso. La identidad debe ser construida “arriba del sol”, así los procesos pueden ser vividos sentados en los lugares celestiales junto con Cristo Jesús.

En este cierre de año cabe reflexionar en el enfoque de la mirada; que el “cerrar y arrancar de cero” no sea negador sino desde la convicción plena de quien nos acompaña en los procesos de la vida, que no tienen caducidad porque sea día 31.

Hagamos de este fin de año un tiempo para agradecer, porque la vida que se vive con la mira “arriba del sol” va en aumento hasta que el día es perfecto. Quien inició su obra será fiel en completarla. Sus promesas no tienen fecha de vencimiento, sus propósitos tienen peso de eternidad para nosotros.

Jesús supera cualquier nivel de expectativas; que nuestro discurso interno lo tenga como protagonista,  cerremos el año en Él.

Hey Oliver, Sullivan y Fila 9 cerraron el año con un show a puro rock

El pasado viernes 23 de diciembre se realizó uno de los últimos shows del año en Buenos Aires; “Nada Irreal” protagonizado por estas tres bandas emergentes con la participación especial de Fabián Liendo en el Auditorio Real Ciudadela.

El pasado viernes 23 de diciembre se realizó uno de los últimos shows del año en Buenos Aires; “Nada Irreal” protagonizado por estas tres bandas emergentes con la participación especial de Fabián Liendo en el Auditorio Real Ciudadela.

La jornada arrancó aproximadamente a las 20hs con una gran concurrencia de espectadores, quienes llegaron temprano para poder estar desde el comienzo del recital, cuya apertura estuvo a cargo de Hey Oliver, irrumpiendo el ámbito con un clima fresco de alabanza a nuestro Señor Jesús.

Cerca de las 22hs subió al escenario Sullivan, quienes crearon un momento único con su música y sus letras. Todos los jóvenes saltaban y pogueaban con sus canciones. Muchas de ellas fueron de su último disco, lanzado recientemente. 

Fila 9 cerró la jornada musical; la gente los esperaba y no falló. Tocaron un repertorio de sus mejores temas e hicieron saltar y cantar a todos por igual. Cerca del final, Fabián Liendo fue invitado a compartir una Palabra a todos los convocados, y desde el más chico hasta el más grande se sentó en el suelo para oír un mensaje de parte de Dios.

Seba Liendo y su homenaje a Rescate

Fabián Liendo expresó: “ya no somos seguidores de Cristo, porque él ya habita en nosotros”.

La noche terminó con un gran momento que quedará inmortalizado en la retina de todos los que asistieron a esa velada. Fabián invitó a subir al escenario a las tres bandas y juntos tocaron “Depende de vos” uno de los temas icónicos de Kyosko, además contaron con la participación de Esteban Cubista y Lucas Leyes, baterista y bajista de Kyosko.


Aunque la jornada terminó cerca de la medianoche, parecía que nadie quería regresar a su hogar. Todos querían seguir disfrutando de puro rock o rock puro, mejor dicho, y la Palabra que viene a transformar lo que está muerto en nosotros en vida abundante. 

Un Dios escondido, pero a la vista

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Seba Franz, Un Dios escondido

De pequeño, me gustaba jugar a las escondidas con mis amigos. Aunque tengo que confesar que muchas veces hacía trampa, echando una miradita rápida para ver hacia donde corrían ellos. Y cuando me tocaba esconderme, siempre trataba de escoger el lugar más raro y difícil para que no pudieran encontrarme; y me quedaba en silencio, sin moverme. Yo creo que Dios también juega a la escondidas con nosotros, pero con la gran diferencia de que Él nos está gritando dónde está escondido.

«dios Está lo suficientemente escondido para no ser hallado por accidente, pero lo suficientemente a la vista para ser descubierto apenas lo empecemos a buscar».

Seba Franz

En el hombre, desde el principio de la historia, está el jugar a las escondidas con Dios. Cuando el hombre pecó en el huerto del Edén, su primera reacción al escuchar que Dios lo buscaba fue esconderse. El rey David, en cierta etapa de su vida, también pensó que podía esconderse de Dios, pero terminó resumiendo: “¿A dónde podría huir de tu presencia?” Salmo 139:7b.

El hombre se esconde para no ser encontrado y vivir en oscuridad, pero Dios desea ser hallado por todo aquel que verdaderamente lo busca. En Santiago 4:8, podemos leer: “Acérquense a Dios, y Él se acercará a ustedes”. Muchos, al leer este versículo, piensan que es el hombre el que da el primer paso hacia Dios, y luego Dios se acerca.

Sin embargo, Dios ya dio el primer paso. Ya está gritándote desde donde está, esperando que tú y yo volvamos a Él. Dios dio el primer paso al amarnos primero, mandando a su hijo a morir en la cruz por nuestros pecados a fin de darnos vida eterna. ¡Eso sí que es un gran primer paso!

Pero ahora Dios quiere ser conocido no por accidente, sino por una decisión voluntaria del corazón. Los hijos de Dios, al ver la creación, las estrellas, las galaxias, el sol, la luna, los árboles, las montañas, el océano, decimos: “¡Qué hermosa tu creación, Dios!”. Podemos verlo en sus obras porque ya previamente lo vimos con los ojos de la fe, a través de Jesús. Muchas personas que se declaran ateas o agnósticas observan y analizan toda la creación, y aun así no glorifican a Dios; pero Dios no quiere ser “investigado” sino “conocido”.

Pablo lo dice muy bien en Romanos 1:19-20: “lo que se puede conocer acerca de Dios es evidente para ellos, pues él mismo se lo ha revelado. Porque desde la creación del mundo las cualidades invisibles de Dios, es decir, su eterno poder y su naturaleza divina, se perciben claramente a través de lo que él creó, de modo que nadie tiene excusa”.

Dios nos dio la “FE”, y a través de ella, podemos conocer y entender que todo fue hecho por Él. Puso la fe dentro del corazón del hombre no porque seamos débiles e incapaces de comprobar, sino, todo lo contrario, porque por medio de ella es que entendemos que todo proviene de Dios. La fe es el sexto sentido que Dios nos dio. Todos tenemos fe, pero no todos la tienen hacia la dirección correcta.

En un momento, Jesús dijo: “Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque habiendo escondido estas cosas de los sabios e instruidos, se las has revelado a los que son como niños” (Mateo 11:25). El Reino de Dios no puede descubrirse a la manera de una isla en medio del océano, sino que el Reino de Dios es revelado por medio del Espíritu Santo, a través de la fe en Cristo Jesús. “En cambio, cuando alguien se vuelve al Señor, el velo es quitado. Pues el Señor es el Espíritu, y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad. Así que, todos nosotros, a quienes nos ha sido quitado el velo, podemos ver y reflejar la gloria del Señor (2 Corintios 3:16-18, NTV).

¿Quieres encontrar a Dios? Él también desea que lo encuentres, pero no por medio de investigaciones, prédicas, libros o la historia de otras personas. Quiere encontrarse personalmente contigo, cuando te humilles, pongas tu fe en Él y lo busques con todo tu corazón.

Quiero concluir dejándote con este versículo de la Palabra de Dios. “Me buscarán y me encontrarán cuando me busquen de todo corazón” (Jeremías 29:13).

La iglesia del Centro organizó una cena solidaria de navidad en la calle

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La iglesia del centro organizó una cena navideña

Cientos de personas en necesidad se sentaron a las mesas en las noches de festejo por la navidad en la Capital de la ciudad porteña.

La iglesia del Centro fue la anfitriona de las noches del pasado 23 y 24 de diciembre, en las que compartieron una velada con una rica cena, juegos recreativos y un brindis. Pero lo más importante fue que el Evangelio fue puesto en la mesa.

Años anteriores contamos en nuestro medio acerca de Las Cenas Solidarias Navideñas que suele realizar esta iglesia. Este evento tiene como objetivo que aquellas personas que no tienen comida o con quien festejar puedan hacerlo esas noches, acompañados por los hermanos de la iglesia. Desde la organización detallaron que “además de entregar una vianda, es sentarse a la mesa con hijos de Dios que pasan por necesidad. Es más que un plato de comida, esto es un vehículo para hablar de Cristo, porque es pasarla con quienes no tienen la oportunidad de vivir esa Navidad de película”. 

Mesas preparadas antes de la cena.

Carlos Mraida, pastor general de la Iglesia del Centro y organizador de las cenas nos había compartido anteriormente que “el objetivo del encuentro es manifestar el amor de Dios a la gente más necesitada en una fecha tan especial. Así como cuando el Señor se encarnó en la tierra y sirvió a los humildes, nosotros también como iglesia queremos honrar a los necesitados con cenas navideñas”.

El viernes pasado y en la Noche Buena del sábado, desde las 21:00 hasta las 23:00, los hermanos de la congregación pusieron mesas al aire libre y tuvieron una cena que consistió en una entrada, plato principal, actividades recreativas que compartieron cada uno en sus mesas, participaciones artísticas, un brindis y un cierre en el que El evangelio fue predicado. 

El día viernes el encuentro se produjo en una de las sedes de la Iglesia ubicada en la calle Estados Unidos, a la que asistieron 400 personas que disfrutaron de una noche de festejo, oyendo la Palabra de Dios. Al día siguiente, en Nochebuena, la celebración se produjo en la avenida Independencia al 1500, entre las calles Sáenz Peña y Virrey Cevallos, en la que recibieron a 300 personas que vinieron con familiares y amigos.

La Iglesia preparó mesas para que los invitados festejen la Nochebuena

El equipo de colaboradores que llevan adelante este trabajo de amor se organizó en distintos sectores: Un grupo de personas estuvo a cargo de la seguridad y de controlar que la velada se desarrolle sin ningún inconveniente, otro fue el grupo que se dedicó a llevar la comida a las mesas y también se encontraron los “consejeros”, un equipo integrado por hermanos que se sentaron a las mesas con los invitados, conversaron con ellos y generaron vínculos que sirvieron para poder predicar a Jesús.

También contaron con la presencia de la cantante e influencer Cintia Aldana, que interpretó algunas canciones. Así cómo también, de los presentadores que se encargaron de las actividades y de hacer de la cena un momento divertido y alegre. Luego de cerrar la noche con el brindis, el pastor Carlos Mraida tomó un importante momento para predicar acerca del verdadero significado de la Navidad y realizó una oración.

La felicidad podía verse en los rostros de aquellos niños, jóvenes y adultos que asistieron a la cena navideña, que no fue una cena como cualquier otra porque no solo se sirvió comida en las mesas, sinó que el Pan de Vida fue puesto también en el centro de la noche para Salvación.

El día 25 los hermanos se reunieron en la iglesia con el resto de la congregación y dedicaron el culto a un encuentro de oración, en el que intercedieron por los pedidos y necesidades que los invitados de los días anteriores habían compartido en las mesas con los consejeros. Algunos de los que habían participado como huéspedes de la cena navideña también fueron a la reunión de ese domingo.

Cientos de personas asistieron a la cena navideña.

Más allá de haber sido una noche con mucha alegría y amor, lo más importante es que el Verdadero amor eterno fue predicado a aquellos oídos de las personas que se encontraban sentadas en una mesa compartiendo. Quizás muchos fueron a la Cena Solidaria con la expectativa de compartir un alimento y festejar una Navidad más, pero todo este evento funcionó como un canal, un medio, en el cual se transmitió el mensaje de Jesucristo.

Profesión con libertad de expresión, un caso con mucho en juego para cristianos en Estados Unidos

Lorie Smith, una artista gráfica de Denver, Colorado, decidió presentar un caso inesperado a la Corte Suprema: quiere diseñar sitios web para bodas, pero no acepta hacerlo para parejas del mismo sexo.

Lorie Smith, una artista gráfica de Denver, Colorado, decidió presentar un caso inesperado a la Corte Suprema: quiere diseñar sitios web para bodas, pero no acepta hacerlo para parejas del mismo sexo

Por estos días, el caso de Lorie toma dimensiones inesperadas al acaparar la atención de los medios en América Latina. Su decisión de mantenerse fiel a lo que cree la llevó a plantear hasta dónde la libertad de expresión profesional es viable en su país. Sueña con extender su negocio a nuevas audiencias, pero no está dispuesta a negociar sus valores y apuesta a que la ley avale eso. 

El pasado lunes 5 de diciembre, la Corte Suprema recibió en Washington a Lorie y a su abogada Kristen Waggoner; en su presentación de argumentos orales, la peticionaria amparó su demanda en los derechos de la primera enmienda de la Constitución de los Estados Unidos, que protege la libertad de culto y de expresión.

EL MENSAJE Y NO LAS PERSONAS

Al presentar esta demanda, Lorie no está eligiendo discriminar sino decidir qué decir al momento de presentar su negocio, y que al hacerlo eso pueda ser coherente con lo que cree.

Cabe destacar que, según los registros presentados, la empresa que Lorie lleva adelante nunca se negó a prestar servicios a las personas por lo que son.

“Sirvo a todos, incluidos aquellos que se identifican como LGBT”, afirmó en una entrevista. “Me encanta crear a medida y trabajaré con cualquier persona; simplemente, hay algunos mensajes que no puedo crear, independientemente de quién me lo pida”.

La demanda se fundamenta en la libertad de expresión de un servicio sobre bodas, acerca de poder decidir qué comunicar en su negocio, y que al hacerlo, el gobierno no la multe por ello. 

EL CAMINO HACIA LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN DE LA FE 

Este no es el primer caso que se presenta en Colorado entre emprendedores y la Corte Suprema. En 2018, Jack Phillips, un pastelero de la misma ciudad, fue demandado por negarse a realizar un pastel para una boda de una pareja del mismo sexo. 


«Lo siento, no hago pasteles para bodas entre personas del mismo sexo», dijo. Ese intercambio de palabras que duró 20 segundos lo llevó a un litigio de 6 años, en el que, finalmente, la Corte Suprema falló a su favor. 

Aunque esa no fue la primera vez que rechazó hacer un pedido que iba en contra de sus creencias (en dos ocasiones, descartó hacer trabajos para las celebraciones de Halloween y un divorcio), este caso abrió camino hacia lo que hoy Lorie está haciendo. 

A partir de esta experiencia personal respecto a la libertad de expresión, el pastelero de Colorado escribió un libro: El costo de mi feCómo una decisión en mi pastelería me llevó a la Corte Suprema. 


EL AUMENTO DE LA FE 

Mientras Lorie se aventura en el camino de la defensa de sus derechos, confiesa:
“A medida que he navegado por los altibajos de los últimos seis años de litigio, incluidas las amenazas de muerte, los mensajes de odio e incluso la publicación de la dirección de mi casa en las redes sociales, he crecido mucho en mi fe”.

“Sé que mi posición protegerá incluso a aquellos que no están de acuerdo conmigo o que dicen cosas poco caritativas sobre mí. Estoy convencida de que vale la pena proteger la libertad de expresión y quiero que todos puedan disfrutar de este increíble derecho”, afirmó. 

Tiago Volpi: “Que mi carrera sirva solo para glorificarlo a Él”

Tiago Volpi nació en Blumenau, Santa Catarina, Brasil, hace treinta y un años, y es arquero profesional del Deportivo Toluca de México. “Todo honor y gloria a ti, Señor Jesús”, compartía en sus redes sociales, algo que hace en cada publicación y oportunidad que tiene para expresar a Cristo.

Tiago Volpi nació en Blumenau, Santa Catarina, Brasil, hace treinta y un años, y es arquero profesional del Deportivo Toluca de México. “Todo honor y gloria a ti, Señor Jesús”, compartía en sus redes sociales, algo que hace en cada publicación y oportunidad que tiene para expresar a Cristo.

Comenzó su carrera deportiva a los 20 años, debutando en el Esporte Clube São José, de la tercera división de Brasil; estuvo un año, hasta obtener un paso fugaz, cedido a préstamo al Luverdense. En 2012, fue fichado por el Figueirense, donde fue suplente, pero al año siguiente, se ganó el puesto para lograr el ascenso a la primera división de Brasil. Al alcanzar los 50 partidos, recibió un reconocimiento por parte del equipo.

Llegó al Querétaro de México en el 2014, luego de grandes actuaciones en Brasil, y permaneció en ese club hasta el 2018, donde se destacó, junto a Ronaldinho como máxima figura, y consiguió la Copa MX y la Supercopa MX. 

Volpi celebrando un gol, arrodillado y mirando al cielo

Luego del Mundial de Rusia 2018, volvió a préstamo con opción de compra a Brasil, esta vez al São Pablo, donde permaneció como once titular hasta este año y firmó un nuevo contrato con su actual equipo, el Toluca de México.

En estas últimas semanas del 2022, el torneo de primera división del campeonato de México finalizó con la final entre Querétaro y Toluca, que se definió tras disputar dos partidos con un global de 8 a 2. Volpi perdió la final, pero se viralizó un video donde, recién terminado el partido, Tiago era consolado por su esposa e hijos, y se los ve arrodillados y orando de la mano.

La conmovedora escena fue captada por una de las cámaras de Fox Sports, durante una entrevista en la cancha con el presidente del Pachuca, Armando Martínez, mientras este hablaba de ganar el título.

Posteriormente, en una publicación en Instagram, Tiago Volpi lamentó la derrota y agradeció el apoyo de la afición citando el Salmo 37:5: “Encomienda al Señor tu camino; confía en él, y él lo hará”.

En sus redes sociales, Tiago constantemente comparte la Palabra de Jesús y sube versículos, y el Evangelio va con él a cada lugar a donde Dios lo lleva.

Tiago Volpi se inclina, junto con su familia a orar luego del partido.

Las nadadoras: las historia de dos hermanas que huyeron de la guerra

Nadadora, pel{icula de Netflix

La impactante historia de dos hermanas sirias que por causa de la guerra escaparon de su país rumbo a Europa.

Netflix lanzó su nueva producción: Las nadadoras, un film basado en hechos reales que relata las trágicas y emotivas vivencias que Yusra y Sara atravesaron cuando escapaban del conflicto bélico sirio en 2015 para alcanzar sus sueños.

Las hermanas Mardini son apasionadas por la natación. Su padre, Ezzat, las inspiró y entrenó duro por años para que llegaran a ser profesionales. Ellas tenían como objetivo competir en los Juegos Olímpicos. No obstante, con el desatar de la guerra en Damasco, la ciudad en la que vivían, el sueño de ambas parecía frustrarse.

Con el apoyo de su familia y la promesa de que más adelante se volverían a reunir, escaparon de su país con rumbo a Alemania. En compañía de su primo y de un grupo de refugiados que huían como ellos, emprendieron un peligroso viaje a pie y, posteriormente, un trayecto en un bote averiado, que consiguieron a través de unos traficantes.

Cuando intentaban navegar por el mar Egeo hasta Grecia, el motor dejó de funcionar y la pequeña barca comenzó a hundirse. Las hermanas decidieron saltar al mar y nadar durante casi cuatro horas, empujando el barco hasta la orilla. Gracias a sus corazones inmensos y sus habilidades como nadadoras, lograron salvar sus vidas y la de los tripulantes (entre ellos, niños).

Los desafíos continuaron, pero las jóvenes no desistieron y pudieron llegar a Alemania, donde fueron recibidas por los grupos rescatistas.

Conocé la película cristiana en Nexflix para jóvenes que trata sobre el perdón y la aceptación

Yusra y Sara retomaron su entrenamiento, con la ayuda de Sven Spannenkrebs, un profesor alemán que conocieron en un club cercano al lugar donde vivían. Un año después, en 2016, Yusra compitió en los Juegos Olímpicos en el equipo de refugiados y ganó su serie de 100 metros mariposa. Por su parte, Sara realizó trabajos de ayuda humanitaria en la isla de Lesbos y fue arrestada en 2018 durante más de tres meses, acusada de contrabando y de pertenecer a una supuesta organización criminal.

La historia de las hermanas Mardini deja un mensaje conmovedor e inspirador para los espectadores. No dudes en verla.

El Dios que se hizo hombre

La encarnación de Jesucristo es el hecho más trascendental e inaudito registrado en la historia humana.

La encarnación de Jesucristo es el hecho más trascendental e inaudito registrado en la historia humana. Debido a la naturaleza descomunal del evento, es simplemente difícil captar todo su significado desde un punto de vista natural y ordinario. La actualización del proceso redentor tomó lugar con la infusión de la inmanencia del Dios eterno, inaccesible y trascendental al mundo creado. La razón por la cual celebramos la Navidad es explícitamente declarada en la Biblia: «Llamarás su nombre Jesús (Salvador), porque Él salvará a su pueblo de sus pecados».  

Tal vez parezca paradójico asociar la Navidad con el pecado de la humanidad; sin embargo, es a causa de tal realidad (negada, ofuscada, mitigada o racionalizada con eufemismos defensivos) que la venida de Jesucristo –su gestación y encarnación–  ha tomado lugar. 

La humanidad creada, debida a su desobediencia, de su estado pecaminoso y alejado del Creador, necesitó de su venida redentora. La llegada de Jesucristo no solo proveyó luz, paz y significado al mundo en tinieblas, enemistado con Dios y en confusión existencial, sino la redención de la raza humana sujeta al pecado. 

Su advenimiento nos recuerda que Él vino a lo suyo (su pueblo escogido, Israel), y los suyos no lo recibieron como su Mesías prometido; sin embargo, a aquellos que lo recibieron les dio el poder de ser constituidos hijos e hijas de Dios. Como el antiguo profeta lo anunció, llegó a ser luz a las gentes del mundo, invitando y trayendo cerca a los que estaban alejados de la presencia de Dios, para establecer la paz a los enemistados con Dios y lograr la restauración de la comunión con Dios. 

La Navidad es un evento que nos recuerda el amor unilateral, incondicional y proactivo de Dios, quien, actuando en gracia y misericordia, nos ha provisto de un Redentor. De tal manera amó Dios al mundo que nos ha dado a su Hijo, a pesar de nuestra obstinación, rebeldía, desdén e ignominia humana, demostrando el poder de su gracia y misericordia divinas, dándonos lo que no merecemos y no pagándonos con el castigo que merecemos. 

Tal amor ha sido manifestado en la provisión de su Hijo; en las palabras del profeta Isaías, «un niño nos ha nacido, un hijo nos ha sido dado»; Jesús encarnado se ha compenetrado con empatía en nuestros asuntos, y sustituido al ser incapaz de redimirse a sí mismo, pagando con su sangre –su vida impecable– el precio de nuestro rescate, librándonos de las penalidades acarreadas ante Dios y librándonos de la esclavitud al pecado con su muerte y resurrección. 

Pareciera paradójico enfatizar la muerte de Jesucristo durante la temporada que celebra su nacimiento; sin embargo, por tal causa vino, nació de una virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado; al tercer día resucitó y ascendió a los cielos, para ser nuestro mediador e intercesor ante el Padre. 

La Navidad, aparte de la algarabía comercial y las festividades que opacan al significado del evento, nos hace pensar y recapacitar: su nacimiento ha sido el comienzo de nuestra experiencia con Dios, su vida y muerte han logrado nuestra salvación, ¡cuánto más su resurrección, ascensión y segunda venida nos aparejará para el encuentro final, la celebración máxima que tomará lugar en la consumación de nuestra redención, dándonos la esperanza de la vida eterna y el goce de su presencia real!  Un día, le daremos la bienvenida otra vez, no a un niño destinado a un pesebre, sino al Rey de Reyes y Señor de Señores. Mientras tanto, gocemos de nuestros asados, de la picada, nuestros turrones, del pan dulce, etc., sin olvidar lo realmente esencial: festejemos su primera venida, y actualicemos los resultados y alcances de su redención en nuestras vidas cotidianas, más allá de un 25 de diciembre.

Volvamos al Pesebre

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Cerrar Fin de año

Si te pregunto: “¿Cómo estás llegando a fin de año?”, ¿Cuál es el primer pensamiento que viene a tu mente?

Charlando con amigas y con mujeres en distintos ámbitos durante las últimas semanas, las afirmaciones coincidían: “explotada”, “con el último aliento”, “arañando las paredes”, “colapsada”, “cansada y sin fuerzas”, “consumida”, “me está costando disfrutar lo que tanto esperé”, y otras respuestas por el estilo que nos llevan a un punto en común: agotamiento. Agotamiento físico, mental, emocional y espiritual. ¿Te sentís identificada?

En esta época tan linda del año, en la que se acerca una de las celebraciones más importantes para los cristianos, es cuando solemos experimentar un desgaste mayor, en medio de las actividades de cierre en todos los ámbitos: en el trabajo, en la escuela, en la iglesia, con los amigos y familia, sumado esto a las despedidas, reuniones extras y tantas tareas que se acumulan, además de los preparativos propios de las fiestas.

Las lucecitas titilantes, los adornos, los regalos, las ofertas y las decoraciones coloridas llenan los espacios a nuestro alrededor y nos invitan permanentemente a ingresar en ese frenesí colectivo que se contrapone de mil maneras al sentido real de la Navidad, la cual puede llegar a convertirse, para muchas personas, en una fuente de estrés, en vez de ser una celebración de gratitud y alegría.

Cuántas de nosotras nos encontramos, en estas semanas previas a las fiestas, envueltas en un torbellino de labores de las que, por un lado, queremos participar y disfrutar —porque las consideramos importantes— y, por otro, esperamos que pasen rápido, para tacharlas del “check list” interminable, que generalmente se extiende hasta Año Nuevo.

Vamos intentando administrar las tensiones, superar los desafíos y llegar con todo, al mismo tiempo que continuamos avanzando y asumiendo las responsabilidades propias de la dinámica que nos toca atravesar. Pero ¿no te pasa que en ese intento de mantener el equilibrio, en ocasiones, se torna inevitable el desborde?

Posiblemente, en este último trecho, nos gana el cansancio, nos consumen las obligaciones, nos supera el agotamiento y, sin querer, se van desdibujando incluso los motivos nobles que nos llevaron, en principio, a encarar proyectos, planes y sueños que hoy tal vez finalizan en victoria, pero nos encuentran, a esta altura, casi sin fuerzas.

¿Entonces? Siempre podemos volver al pesebre, el lugar donde todo cobra una nueva dimensión.

En el pesebre hay un niño vulnerable, pero con un propósito imparable. Él me recuerda mi fragilidad, al mismo tiempo que me posiciona en su victoria.

En el pesebre hay familia, amor, alegría y gratitud. Todo lo necesario para bajar las revoluciones y disfrutar en calma de momentos valiosos, únicos e irrepetibles.

En el pesebre hay un milagro. Dios encarnado. Dios con nosotras. El mismo que nos invita a levantar la mirada y volver al eje si es que por alguna razón nos salimos de allí. El que nos regala la oportunidad de plantearnos este último trayecto del año con una perspectiva renovada.

En el pesebre hay paz. El único apuro fue el de los pastores, que a toda prisa corrieron a corroborar con sus propios ojos y llenos de expectativa la noticia más importante de todos los tiempos:

“Hoy les ha nacido en la Ciudad de David un Salvador, que es Cristo el Señor. Esto les servirá de señal: Encontrarán a un niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre (…)  Así que fueron de prisa y encontraron a María y a José, y al niño que estaba acostado en el pesebre” (Lucas 2:11-12,16).

¡Que el agotamiento no nos desenfoque! Que los compromisos, las compras, las corridas y la vorágine a nuestro alrededor no empañen ni diluyan el sentido y disfrute de estos días tan significativos en los que, por encima de todo, Cristo es el centro.

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