Una impactante película sobre la vida de Rachel Joy Scott, la joven asesinada en el tiroteo de Columbine High School en abril de 1999.

¿Existe una forma de encontrar esperanza en el dolor? Las tragedias suelen tener un sabor amargo. Sobre todo, cuando se trata de la pérdida de una vida. Aquellas vidas que tienen la oportunidad de conocer al Señor cuentan con un valor agregado. No solo por la certeza de la salvación eterna sino, también, porque sus buenas obras trascienden más allá de su tiempo en esta tierra.

Así sucedió con Rachel Joy Scott, una joven que fue víctima del tiroteo en el colegio Columbine, en Colorado; perpetrado por dos alumnos de la escuela. Ella y otros doce compañeros fueron asesinados el 20 de abril de 1999 en los Estados Unidos.

Tráiler de No e avergüenzo

Cuando ocurrió la desgracia, los medios de comunicación hicieron una amplia cobertura del tema. En medio del caos, la historia de Rachel destacó. En parte, por el recordatorio de sus amigos que conmemoraron su memoria, pero, sobre todo, porque la madre de la joven, Beth Nimmo, encontró el diario de su hija: un registro de su caminar con el Señor, sus luchas, sus victorias, sus aciertos y desaciertos. Pensamientos profundos que ella volcó en papel.

Lo cierto es que Rachel no solo impactó a su generación durante los días de su vida, también lo hizo tras su muerte. A medida que sus escritos salieron a la luz, fueron de ayuda para muchas personas de su comunidad. Esto se acentuó con la publicación de un libro inspirado en su vida “El desafío de Rachel” y el lanzamiento de la película “No me avergüenzo” (en inglés I’m Not Ashamed).

Un film imperdible

Mirar un largometraje de estas características de seguro te sensibilizará. La historia de Rachel es verdaderamente inspiradora. Es muy sencillo identificarse con las tentaciones que tuvo. Sobre todo, si sos joven.

La historia recorre el inicio de su adolescencia, una etapa atravesada por sus deseos personales y un tanto de rebeldía, hasta el momento bisagra en su vida que ocurre cuando toma la decisión de vivir para Jesús. Desde allí Rachel desarrolla una compasión inmensa por el prójimo. Su vida se transforma en luz para todos los que se cruzaban con ella.

En una escena muestran a Rachel de pequeña dibujando sus palmas en un mueble. La niña escribe: «estas manos pertenecen a Rachel Joy Scott y algún día tocarán el corazón de millones de personas». Definitivamente, su deseo se volvió una realidad durante su juventud. 

Hacia el final, las escenas se enfocan en el último día de su vida, el día del atentado. Así que no habrá tiempo para la distracción. Te mantendrás atento hasta el último minuto.

No-me-avergüenzo
«Estas manos pertenecen a Rachel Joy Scott y algún día tocarán el corazón de millones de personas», escrito por la pequeña Rachel

Una acción profética

Un dato interesante en la historia de Rachel es el dibujo que hizo la mañana del 20 de abril de 1999, el día de su muerte. 

Dibujó una imagen que contenía elementos proféticos. Quizás una anticipación de lo que ocurriría más tarde: dos ojos que lloraban 13 lágrimas y caían sobre una flor. Pocas horas después, otros 12 jóvenes y ella perdieron la vida en el tiroteo.   

La producción fue dirigida por Brian Baugh. Rachel Joy Scott es interpretada por Masey McLain. 

La película se lanzó en 2016 y en la actualidad podés verla en Amazon Prime Video o en la plataforma de videos YouTube. ¡Una película apta para todo público! ¡Mirala en familia!

Estudiante de la Licenciatura de Periodismo en la Universidad Nacional de Lomas de Zamora. Colabora en el grupo de Jóvenes de la iglesia Es tiempo de Dios de Ciudad Evita desempeñándose como líder de jóvenes.