Los cristianos en Japón están aprovechando la gran afluencia de personas por las Olimpiadas de Tokio para intensificar la evangelización en el país y así poder hacer llegar el nombre de Jesús a quienes no lo conocen.
Se cree que hay un gran porcentaje de la población japonesa que no conoce el nombre de Cristo. Debido a esto misioneros de todo el mundo, asociados con iglesias locales y cristianos japoneses, los misioneros están compartiendo las buenas nuevas en el metro, en las calles realizando caminatas de oración y distribuyendo materiales evangelísticos.
En estas caminatas de oración los misioneros harán 30 paradas en los vecindarios de la ciudad de Tokio, orando por solicitudes específicas de la región. Los predicadores orarán por las comunidades, empresas, universidades y centros comerciales durante estos juegos olímpicos.
“El hombre nunca hubiera podido predecir lo que sucedería durante esta pandemia mundial y el impacto que tendría en los Juegos Olímpicos y el mundo, pero gracias a la fiel donación y el apoyo de los bautistas del sur, podemos tener las botas en el suelo y continuar la obra que Dios nos ha llamado a hacer” Dijo el misionero Scott bradford
Los cristianos están utilizando estrategias creativas para atraer personas y compartir el Evangelio de Cristo en las calles de Tokio. Los misioneros están evangelizando a través de mangas (es la palabra japonesa para designar las historietas en general) con historias bíblicas, clases de inglés de 5 minutos y distribución de bebidas frías en un carrito móvil, para refrescar a los peatones en el intenso calor que azota Japón. Las iglesias también harán un seguimiento de las personas evangelizadas.
“El inglés de 5 minutos es una excelente manera de conectarse con muchas personas diferentes en un corto período de tiempo y comenzar a construir relaciones para que podamos filtrarlas a aquellos que están interesados en el Evangelio”, dijo el misionero bautista Pierce Hite.
Muchos estudiantes universitarios y jóvenes profesionales se detienen para entrenar su inglés con misioneros. Después de eso, los cristianos se ponen en contacto con estas personas para concertar nuevas reuniones y contarles las buenas nuevas.
Los misioneros Scott y Julie Bradford tuvieron una ingeniosa idea. Se les ocurrió usar un “carrito móvil”, muy similar a lo que sería un puesto de comida. Solo que este llevaría café helado, té verde y agua . Mientras tanto reparten folletos evangelísticos.
“Estamos orando para que las personas que recibieron materiales se involucren con nosotros en la comunicación, echen un vistazo a las cosas que compartimos con ellos” Dijo Scott.
Es evidente que la pandemia trajo obstaculos para muchos que quieren predicar el evangelio, pero este caso revela que no hay trabas ni barreras para comunicar el nombre de Cristo.