Cualquier seminario puede hacerte un ministro de la ley, pero solo Dios puede hacerte un ministro del Espíritu. Ministrar la ley es repartir versículos de las escrituras, pero ministrar el Espíritu es impartir vida espiritual. La ley mata, ¡pero el Espíritu da vida!
Estamos confiados en esto a través de Cristo Jesús, no porque seamos suficientes en nosotros mismos, sino porque somos suficientes en Dios que nos hizo ministros calificados del nuevo pacto; no de la ley, sino del Espíritu (2 corintios 3:4-6). ¿Qué significa ser ministros del nuevo pacto? ¿Qué ministramos? Espíritu y vida. Esta es la razón por la que Pablo dice que no somos suficientes en nosotros mismos, nuestra suficiencia viene de Dios.
«La gracia es vida dinámica, no es una palabra. Impartir gracia es dar algo, no versículos, sino algo vivo; no una sombra, sino algo real. Los ministros del Espíritu son ministros de la realidad».
Juan Carlos Ortiz, el universo de Dios.
Adminitradores de una nueva vida
El nuevo pacto es algo real. Decimos que creemos en el amor. Tenemos los conceptos y los principios del amor, pero no tenemos amor. Tenemos una religión conceptual. Todas las religiones son conceptuales, pero el cristianismo es diferente si los cristianos observan el hecho de que Jesús dijo: «Les aseguro que estaré con ustedes siempre». ¡Jesús está vivo! En Él tenemos vida, no conceptos.
Es por esto que la gente de la Iglesia primitiva evangelizaba tan pronto luego de su conversión. En realidad, porque no tenían conceptos, no veían a la Biblia como un libro sistemático, no tenían comentarios ni manuales, muchas veces, ni siquiera tenían el Nuevo Testamento. ¡Esta pobre gente solo tenía al Espíritu Santo!
Observemos el ministerio del Espíritu:
¿Acaso Pablo dice: «Tengo muchos deseos de verlos para darles algunas Biblias»? ¡No! Dice: «Para impartirles algún don espiritual que los fortalezca» (Romanos 1:11). ¿Qué es lo que se tiene que fortalecer? La vida del Espíritu en ellos.
«Sé que, cuando los visite, iré… (¿con un camión lleno de literatura? ¡No!) con la abundante bendición de Cristo» (Romanos 15:29). ¡Esto es tremendo! Estamos viendo el panorama de las cosas que necesitamos experimentar.
«En cada iglesia nombraron ancianos y, con oración y ayuno, los encomendaron al Señor, en quien habían creído… De Atalía navegaron a Antioquía, donde se los había encomendado a la gracia de Dios para la obra que ya habían realizado». Hechos 14:23
Encomendados a la gracia de Dios. ¿Qué es la gracia de Dios? El nuevo pacto, la ministración del Espíritu.
Juan Carlos Ortiz, el universo de Dios.
¿Recuerdas cuando Pablo y Silas estaban en la cárcel?
Estaban viviendo bajo el nuevo pacto, tenían ríos fluyendo en su interior, tenían un manantial brotando, por lo tanto, solo abrieron el grifo ¡y el agua viva corrió!
¿Ves la diferencia entre dar versículos y dar paz? Uno es la sombra, el otro es la mismísima realidad.