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Ministerio Goles, Gracia y Gloria: “Les enseñamos cómo Cristo nos ama a cada uno”

En un punto céntrico de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires tienen un club de fútbol en la iglesia. 

Conocé la historia de “Goles, Gracia y Gloria”, y su lema “Hacemos goles, hablamos de la gracia de Dios y damos gloria a Él», el equipo de los jugadores de Cristo. 

Kyle Winker nació en Texas, Estados Unidos, pero desde hace 3 años vive en Argentina, sirviendo al señor en el área que más le apasiona, el fútbol. Con su ministerio ubicado en el barrio porteño de Palermo, desde diciembre del 2019 junto con su esposa, usan el deporte para compartir la Palabra de Jesús, «venimos con la visión y la tarea de hacer un club de fútbol».

«Nosotros llegamos a la iglesia Centro Cristiano Palermo, y no había chicos, y tomamos la decisión de salir de las cuatro paredes de la iglesia e ir a buscar chicos. Empezamos a ir a una plaza cercana, conocimos a algunos, pudimos invitarlos y Dios fue obrando. Actualmente tenemos un grupo de entre 10 y 15 chicos y nos juntamos cada sábado a las 10:00 de la mañana, donde jugamos, charlamos, oramos todos juntos», comentó Kyle.

Winker nos compartió que, además, después de cada partido, tienen la costumbre de hablar sobre la Biblia con los niños, “estamos usando el fútbol para enseñarles a los chicos sobre Dios y su plan de rescate que nosotros vemos en la Biblia».

Aunque el primer contacto de Kyle con Argentina fue mucho antes, «vine acá por primera vez en 2014 para estudiar periodismo deportivo, tuve una pasantía en una radio y ahí fue que tuve mi primer conocimiento de lo que se vivía en Argentina con el fútbol y la pasión que hay detrás. Luego tuve que volver a Estados Unidos”. Además agregó, “a algunos de mis compañeros de estudio los invitaba a una iglesia a la que yo iba en Buenos Aires, pero siempre me rechazaban, en ese momento sentí en mi corazón como si Dios pusiera una carga para en algún momento poder servir en Argentina, aunque no sabía si iba a ser la voluntad de Dios o no”.

«Volví a Texas y unos meses después conocí a la chica que hoy es mi esposa y le comenté sobre mis deseos de volver a Argentina. Cuando nos casamos sentí muy fuertemente que Dios me estaba llamando a servir en Argentina, pero esta vez de forma permanente. Nos preparamos por dos años más, tanto en lo espiritual como en lo económico, para poder venir aquí, formando esa visión de cómo íbamos a servir en nuestro actual hogar. El señor nos dio y aprovechamos al máximo las habilidades que puso en nosotros con los deportes y el trato con los chicos”, agregó Winker.

La relación de Kyle Winker con el Señor en el ámbito deportivo la describe sencillamente: “comienzo casi todos los días en la Palabra y en oración. Pasar tiempo con Él es esencial para nuestra vida espiritual. En Él hay vida y Él nos moldea. En estos versículos me refugio, “no solo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios”, Mateo 4:4. “Yo soy la vid y ustedes los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí ustedes nada pueden hacer”, Juan‬ ‭15:5.

Algo curioso sucedió cuando Winker comentó que “hablando con otros ministerios, hemos visto que en Argentina no usan el deporte para traer chicos, se desaprovecha un poco, ya que la idea es evangelizar y discipular a través del fútbol y poder crear ese nexo entre el deporte y la iglesia». Es por eso que la idea de “Goles, Gracia y Gloria” se completa con la visión de empezar a llevar el ministerio a otras iglesias, “nosotros tenemos un año de materiales didácticos y la idea es compartirlos con otras iglesias para que puedan implementarlos».

«Desde hace 3 años tenemos a los mismos chicos y nuestra idea es formar algo a largo plazo, seguir creciendo con ellos, y formar un discipulado con ellos, al menos hasta que el Señor quiera que sigamos con esto, que se sientan acompañados por el Señor. Conocerlos, amarlos y enseñarles de la Biblia e invitarlos a confiar en Cristo», es el sueño de Winker.

Comentó que con el pasar de los meses «nos hemos dado cuenta de que el ministerio hoy en día es un lugar seguro para los chicos, el grupo que tenemos es de 9 a 12 años y nos toca ver que algunos de ellos tienen dificultades para socializar o problemas de ira, pero que luego de muchas oraciones, el señor soluciona todo».

Además agregó que «es un lugar seguro porque los chicos tienen la oportunidad de estar con nosotros luego de que, debido a sus dificultades, no han podido ser aceptados en los demás clubes por este motivo. Pero es tan grande el amor de Cristo que, aunque es un gran desafío, también es de mucha bendición, ya que nuestro enfoque no es tanto enseñarles técnica, sino tener un lugar donde podemos juntarnos como amigos, jugar y aprender de la Palabra».

“Nos pasa que todos los chicos son del barrio de Palermo, y digamos que no sufren dificultades económicas, gracias a Dios. Pero en el futuro, si Dios quiere que continuemos, seguramente nos encontraremos con chicos que tengan otras dificultades que tengamos que aceptar y acompañar con el amor de Jesús«.

Además agregó que “es notorio que algunos chicos tienen a sus padres separados, muchas mamás vienen con sus hijos y nos dimos cuenta de que algunos de ellos necesitan la imagen de un papá presente y le hacemos notar que Jesús ocupa ese lugar».

Kyle nos cuenta cómo son los preparativos durante la semana, días antes de encontrarse con los chicos: “nos tomamos mucho tiempo en la semana para preparar lo que vamos a compartir el sábado con los chicos, estamos haciendo algo que es mandarles a leer a los chicos un plan bíblico que vemos con ellos para que puedan leerlo cada día y aprendan cómo pasar tiempo con Dios en cada momento, para la mayoría de ellos es la primera vez que abren una Biblia para aplicarla en sus vidas”.

Hay un versículo que el ministerio tiene como cabecera Romanos 1:16 “No me avergüenzo del Evangelio, pues es poder de Dios para la salvación de todos los que creen”. 

Kyle nos describe también que una de las frases que suelen repetir con los chicos es la de “Pelotear con propósito”, y recalca que su significado es justamente ese, “predicar de Cristo y las buenas nuevas del Evangelio». Además se afirma en su propósito “siempre vamos a querer usar el fútbol como plataforma para compartir el Evangelio”.

Luciano Peiteado
Luciano Peiteado
Periodista, redactor y conductor de radio. Trabajo con adolescentes en Presencia de Dios. Contratado por el Cielo para llevar a Jesús a las personas.

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