La congregación Victory Church, en la ciudad de Eldorado, Misiones, Argentina, realizó un masivo movimiento de oración e intercesión durante la mismísima Noche de Brujas.
En la noche del 31 de octubre, un numeroso grupo de miembros de la congregación Victory Church fueron convocados a realizar adoración urbana en el punto más céntrico de la ciudad. Luego, recorrieron las calles principales, orando y rechazando todo acto de ocultismo que haya sido realizado en esa jornada.
La provincia de Misiones, producto de la mezcla de culturas y la influencia de múltiples comunidades de pueblos originarios, se considera como uno de los territorios con un gran índice de trabajos ocultistas. Se ha vuelto común hablar de “payés”, amarres, tirada de cartas y, en algunos casos, sacrificios con derramamiento de sangre de diferentes procedencias.
Desde el año pasado, a partir de una iniciativa del grupo de jóvenes de la congregación, la iglesia decidió batallar contra esta realidad espiritual, que se acentúa aún más en esta noche del año, llevando la luz de Cristo a las calles de la ciudad. Sobre esto, el pastor Cristian Arrejin explica: “Nuestro principal motor, más allá de las fechas, es el sentirnos hijos de Dios. Si somos hijos, somos luz, y necesitamos estar involucrados en nuestra ciudad. Cuando las personas, ya sea por moda o costumbre, deciden vestirse de oscuridad, los hijos de Dios debemos brillar y llevar la luz de Cristo a las calles.”
Este 2024, toda la congregación decidió sumarse a la movida, logrando convocar más de 500 personas en la plaza principal de la ciudad. En relación con los asistentes, uno de los pastores a cargo, David Decena, señala: “Si bien la convocatoria es abierta, contamos principalmente con los servidores y miembros comprometidos con el trabajo espiritual de la iglesia. Los que terminamos asistiendo somos aquellos que logramos entender a la intercesión y la oración como una responsabilidad de la iglesia.”
Iniciaron la noche con un momento de oración y adoración, levantando el nombre de Cristo a través de canciones que resonaron en todo el microcentro de la ciudad, bajo la mirada atenta y curiosa de transeúntes y comerciantes de la zona.
Luego de un momento de oración, y con una previa distribución cartográfica, los convocados se dividieron en grupos y recorrieron cada esquina del centro de Eldorado.
David nos comenta: “Fue una experiencia formidable ver a tantas personas comprometidas en la transformación de un territorio y el establecimiento del Reino de Dios.” Y añade: “También ha sido muy gratificante ver a los grupos orando sin preocuparse por quienes los veían o escuchaban, haciéndolo con suma normalidad, sin vergüenza ni tapujos. Es algo que tanto anhelamos ver, y hoy es una realidad: la Iglesia copando las calles.”
Por su parte, Cristian concluye: “La noche fue hermosa, y sentimos la presencia y compañía del Espíritu Santo desde el principio hasta el final. Sabemos que la ciudad no es un territorio conquistado por las tinieblas, sino que es una tierra bendita, deseada y cautivada por el amor de Jesús.”